Aventurero, Una Historia de Piratas

Por Hugo Barrios

El pequeño Daniel, en compañía de su madre y un grupo de bucaneros comandados por
el capitan Morgan, Navegarán por mares en una aventura inolvidble y serán los
portales interdimensionales que trasladarán a nuestro pequeño héroe a otros tiempos,
donde descubrirá cosas increibles.

• Idioma: Español
• Editorial: Maromjos Publishing LLC
• Fecha de lanzamiento: 23 jun 2022
• ISBN: 9781005358341

Vista previa del libro

AVENTURERO

Una historia de piratas

Hugo Alberto Barrios Muñoz

Published by: Maromjos Publishing SA LLC © 2022

On Smashwords Edition © 2022

Copyright © 2022

Presentación

La editorial Maromjos se regocija en presentar el primer libro de cuentos de galeones y piratas del afamado escritor Hugo Alberto Barrios Muñoz. Reciban esta primera entrega con el mismo amor y dedicación del autor y su maravillosa aventura.

Editor

Dedico este primer libro a todos los niños del mundo que, como Daniel, viven aventuras a diario.

EDITOR: EDGARD O. MELENDEZ

Aventurero es un cuento de ficción y aventuras. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas es completamente una coincidencia.

Aventurero

Autor: Hugo Alberto Barrios Muñoz.

Derecho de autor Ley No. 9739

Inscripto en el libro 30 del registro número 874.

Aventurero, cuentos infantiles Biblioteca Nacional de Montevideo ROU, 19 de Setiembre 2006

Publicado en Estados Unidos por Maromjos Publishing SA LLC

Silver Spring, MD 20903

Revisión: Edgard Orochena M

Diseño de portada: Martin Moran

Diseño: Miso Designs LLC

Ilustración: pngegg.com

Maquetación: Maromjos Publishing SA LLC

Edita: Maromjos Publishing SA LLC

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I Una Aventura Inolvidable

II. La Isla de los Cíclopes

III. Al Rescate del Capitan Morgan

Una Aventura Inolvidable

Capítulo I

Entró por la ventana, sí, ¡por la ventana! Era un barco pirata, un barco enorme con sus velas desplegadas hinchadas por el viento.

- A toda velocidad- gritaba el capitán. No podía creerlo. Cuando el enorme galeón iba saliendo rumbo al comedor, desde la popa me gritó:

- ¿Vienes o no vienes, muchacho? - Ni siquiera lo pensé, salté de la cama y me uní a su tripulación.

- De pijama, ni pensarlo. Cámbiate de inmediato, tenemos un largo viaje por delante y mucho trabajo por realizar. - me dijo el capitán.

- Cuando salí a cubierta la brisa era suave, el mar estaba muy tranquilo y había un aroma salino muy reconfortante.

- Y mi casa, ¿dónde está? - pregunté apresurado y un tanto nervioso.

- ¿Casa? ¡Estamos a días de la costa, muchacho! ¡Ah!… Mi nombre es Morgan ¿Cuál es el tuyo? - preguntó el enorme hombre.

- Quedé helado, estaba frente a uno de mis ídolos, el pirata Morgan, aquel del cual mi padre me había contado tantas veces mientras me hacía dormir.

- El mío es Daniel- contesté, con voz entrecortada.

-Daniel, sí, es un nombre perfecto para un pirata. - me contestó, mientras miraba y remiraba un papel ajado y amarillento en el cual figuraba una isla.

- Aquí nos dirigimos, muchacho- con su espada me señaló un extremo de la isla.

- Vamos en busca de un gran tesoro que escondí hace muchos años, cuando era joven, cuando los piratas robábamos barcos todos los días, y peleábamos mucho por los botines.

La brisa fresca del mar me seguía dando de lleno en la cara, era agradable estar en ese lugar, a pesar de estar con el temible Morgan. Cuando le cuente a papá no me va a creer pensé.

El viaje duró varios días. Una de esas mañanas, una isla se recortó en el horizonte, todos nos pusimos muy contentos, y para el mediodía estábamos en sus costas. Bajamos un bote y nos dirigimos a la costa, los remos de la vetusta embarcación se hundían como cuchillos en el agua, señal de que iba con un verdadero marino; yo estaba muy emocionado y ansioso por llegar a la playa.

- Seremos muy ricos, muchacho, ya lo verás - decía Morgan mientras remaba hacia la costa, en poco tiempo tocamos tierra.

- Salta y tira de la cuerda con fuerza - me ordenó con voz de mando, obedecí y logré que el bote encallara en la arena. Morgan, con un poco de dificultad debido a su pata de palo, con un pequeño salto desembarcó también. Después de acomodar su ropa me dijo:

- Sabes, estoy un poco viejo para estas cosas, pero con tu ayuda lo lograremos.

Con machete en mano nos abrimos paso en