Gestión Del Tiempo: Los Tres Pasos Para Implementar El Factor Enfoque y Productividad Para Conseguir Automáticamente Tu Propósito

Por Samantha Hiden

Puedes conseguir lo que quieras… si sabes cómo.
Recibimos constantes estímulos, pantallas brillantes y sonidos que constantemente requieren de nuestra atención. Nunca había sido tan difícil concentrase, y precisamente por ello, nunca había sido tan rentable.
Enfocarse y lograr mejorar la productividad es el secreto de los grandes líderes contemporáneos, emprendedores, artistas y creadores de todo tipo que, gracias a ser capaces de dedicar sus energías a sus objetivos con eficacia, logran destacar y llegar a donde nadie había estado antes.
Samantha Hiden ha dedicado su vida a ayudar a personas de todos los perfiles a lograr sacar lo mejor de sí mismas y alcanzar sus metas en menos tiempo del que pensaban.
En este, su primer libro, revela el método que, tanto ella como cientos de personas más, sirve para conseguir cualquier cosa que te propongas.
Descubre los trucos que te harán más productivo, que puedas dedicarle menos tiempo al trabajo y, aún así, tener mejores resultados que hasta ahora.
No lo dudes, deja de dispersarte, compra este libro y toma el control de tu vida.

• Idioma: Español
• Editorial: Samantha Hiden
• Fecha de lanzamiento: 16 jun 2022
• ISBN: 9781393299745

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Gestión del Tiempo

Los tres pasos para implementar el factor enfoque y productividad para conseguir automáticamente tu propósito

S  a  m  a  n  t  h  a      H  i  d  e  n

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Índice

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¿Por qué leer este libro?

Capítulo 1: El secreto de la productividad

Capítulo 2: Lo que marca la diferencia

Capítulo 3: El método

Capítulo 4: Las claves de la productividad

Capítulo 5: ¿Cómo ser productivo en la vida personal y profesional?

¿Por qué leer este libro?

Existe evidencia desde hace siglos, que el hombre y la mujer han estado en constante cambio. Las transformaciones que se han suscitado a partir de crisis económicas, financieras, políticas y ambientales han causado importantes transiciones sociales; sin embargo, existen personas que se resisten al cambio o que no saben qué hacer para evolucionar. He ahí que el deber humano es ayudar al prójimo tomando en cuenta sus propios ideales y experiencias.

Ese es el propósito de este libro, por eso deberías leerlo: porque te va a ayudar durante toda tu vida. Si lees con atención e implementas con disciplina, ninguna meta te será imposible.

La humanidad busca crecer, pero sabemos que crecer no es fácil. Debes tomar una serie de medidas para ello. Por ejemplo, podemos tomar en cuenta el factor enfoque, que no es más que la palanca hacia nuestra productividad.

ENFOQUE: esta palabra hace alusión a la capacidad de concentrarse y tiene que ver con la manera en que percibes la realidad. Mejorar la productividad es uno de los fines del enfoque, aunque no es el único, también te permite tener una vida más plena, disfrutar el presente, estar atento.

Ahora bien, ¿por qué leer sobre este tema?, que tengas este libro abierto ya quiere decir mucho. Quieres mejorar tus resultados, ese es el asunto. Pero antes de avanzar en el tema debes saber del porqué de este manuscrito, por ello te contaré un poco más sobre mí.

Antes de tener mi propia empresa y alcanzar todas mis metas, (sí, he dicho bien: TODAS) era una empleada común y corriente, con deudas y sin suficiente tiempo para hacer lo que de verdad me gusta.

Me quejaba constantemente y sufría en extremo, pero tampoco hacía nada para remediar mi situación, cumplía con mi horario de trabajo, aunque llegaba siempre tarde, odiaba mi rutina, me atrasaba con el trabajo y siempre llegaba cansada a casa sin tiempo para mi esposo y mis hijos.

No importaba qué hiciera o qué dejara de hacer: mi vida personal y profesional se mezclaban, era un caos total. Puede que al leer estas líneas te sientas identificado y con razón, todos en algún momento hemos pasado por situaciones como estas, pero la clave está en saber cuándo parar y darle un giro de 360 grados a tu vida.

¿Qué hice yo para salir del caos en el que estaba? Te cuento que hasta llegué a enfermarme y estuve a pocos días de ser despedida, pero un día decidí que debía poner orden a este desorden, vivía en automático y el tiempo se me iba de las manos, así que decidí tomarme unas vacaciones y comenzar a planear mi gran paso.

Inicié con arreglar mi casa; sí, algo fácil, pero que arregló parte de mi vida, me ayudó a estar más concentrada. Luego seguí con mi apariencia, necesitaba estar en forma y saludable, tenía ojeras y el cabello se me caía con mayor frecuencia de la habitual.

Así que decidí comer sano y salir a correr cada mañana, levantarme temprano fue todo un reto, pero con constancia y un despertador lo logré. Después siguió mi familia, los había descuidado por lo que concentré mis fuerzas en mejorar nuestras relaciones y pasar más tiempo con ellos, distraernos, conversar de cualquier cosa y estar pendiente de pequeños detalles.

Cuando esto estuvo listo, o más o menos estable, empecé con lo más difícil: emprender. Tuve la idea de un negocio en mi mente desde hace mucho tiempo, años, pero nunca me atrevía a hacerlo y tomaba excusas para olvidarme de eso, pero ya era el momento, debía actuar. Con algo de dinero pude dar un pasito, corto, pero tan importante que sin eso ahora nada de lo que tengo y soy no hubiese sido una realidad.

Hice algunos cursos y concerté asesorías con algunos amigos o conocidos que tenían ya sus negocios, luego trabajé en mi página web y empecé por abrir perfiles en un par de redes sociales. Con el tiempo y mucho trabajo la idea de mi negocio soñado ya empezaba a tomar forma.

No obstante, los clientes y el dinero que esperaba conseguir no llegaban, los días de vacaciones se agotaban y debía volver al trabajo. No tenía opción, volví a mi trabajo, pero con una mejor actitud, era consciente de que no debía repetir mis errores y de amoldar lo que no me gustaba para sacar provecho de ello.

Continué por casi dos años en el mismo empleo, pero mucho más renovada. El tiempo libre que tenía lo dedicaba a mi emprendimiento, no lo dejé, sabía que era duro, pero por fin empezaba a ver los resultados, el sudor y lágrimas de tantos años comenzaron a dar sus frutos cuando logré mejorar mi productividad gracias al enfoque. Pasé de tener cero clientes a tres, y aunque no eran muchos representaban mi mayor logro.

Entre más tiempo pasaba, más cursos hacía, la formación educativa es más que un plus, es un trampolín que puede llevarte a dar saltos muy altos. Recuerdo que al no tener mucho dinero para invertir en mi aprendizaje opté por investigar y luego hacer talleres y cursos en internet, aprendía cada día, tuve que poner un horario para todo, para estudiar, para trabajar, para mí y para mi familia. Era necesario llevar todo el orden para no caer en la locura y no perder el rumbo.

Enfoque y productividad: estas dos palabras antes no significaban nada para mí, pero con el pasar de los días fueron mi base, sin estos conceptos no sería la que soy ahora. Recuerdo cuando tuve la epifanía que lo cambió todo, fue en una conferencia de un interesante vendedor, su tesis fundamental era que el éxito estaba determinado por estos dos factores: enfoque y productividad.

Mostró una cantidad ingente de evidencia, casos y más casos, que dejaron a todo el auditorio convencido de que era real.

Es cierto que no todos nacemos con las mismas oportunidades, pero un esquema de trabajo correcto puede hacerte ascender socialmente en muy poco tiempo.

Primero te concentras (te enfocas) para luego lograr una gran productividad

Leí mucho sobre el tema, busqué libros al respecto, cursos que me ayudaran a expandir lo leído, me inscribí en talleres y mentorías, y así fue como tuve la oportunidad de mi vida, conocí a mi maestro más importante, un catedrático universitario y experto en temas organizacionales. Él me enseñó y moldeó como su pupila, su figura ha sido fundamental para mí. 

¿Pero cómo logras el cambio?  El primer libro que leí fue Enfoque y Productividad: Las Mejores Prácticas, Hábitos y Principios para Lograr Todos Tus Objetivos del escritor James Gerhardt. Literalmente pasé a vivir una travesía que me cambió la vida; los cursos, mi mentor y los libros fueron mis brújulas.

Hoy quiero que tú también seas una persona exitosa a través de la práctica de una serie de pasos y estrategias que te ayudarán a lograr todo lo que te propongas y gozar una vida más feliz, con propósito y coherencia, llena de abundancia y prosperidad.

Soy Samantha Hiden, empresaria, dueña de una agencia de marketing digital para emprendedores, ayudo a personas que tienen el valor de salir de su zona de confort a dar ese primer paso tan necesario para todos.

Quienes me rodean me aman porque soy una mujer que supo salir del fango tomando lo peor y mejor de esos malos momentos. Actualmente, aparte de ser empresaria también doy clases de organización empresarial y en ocasiones doy conferencias motivacionales para todo público.

Me he trasformado y he moldeado mis errores para hacer una empresa y ayudar a los demás, por eso me atrevo a escribir este libro, porque quiero que tú también puedas enfocarte en tus verdaderas metas y en producir algo más que sueños vanos.

Cuando me di cuenta que era alguien distinta a la anterior versión de mí, y que podía dar más sin cansarme y administrar mi tiempo sin perderlo, decidí que quería compartir mi experiencia y conocimientos durante esos años de mala racha y de buenos tiempos.

Este libro está pensado para que puedas mantener tu enfoque y preservar tu productividad en tiempos inoportunos y de cambios bruscos, como por ejemplo los que vivimos hoy en plena pandemia.

No tienes que ser un empresario y ni siquiera un emprendedor o tener un pequeño negocio en redes sociales para que puedas leer este texto, solo debes tener ganas de mejorar y alcanzar tus metas con acciones y mucha perseverancia. No es importante que te encuentres sin empleo o que seas