Soñar y decir también es hacer: Apuntes de todos los días
Por Luis Chiozza
()
Información de este libro electrónico
Solemos pensar que la materia, por ser "palpable", es más "concreta y duradera" que la idea, pero no es verdad. Dado que concreto (por su origen, "crecer unido") también significa "preciso, detallado o bien delimitado", no cabe duda de que los productos mentales que configuran lo dicho pueden muy bien ser concretos. Además, tal como señalaba Heráclito hace más de dos mil años, lo que permanece del río es su forma, el agua circula. Las ideas no solo pueden ser muy concretas, sino también duraderas, ya que el reconocimiento mismo de ese "crecer unidas", en cuanto constituye un volver a encontrarse con algo conocido, es un testimonio de su perduración. Una vez destacado el valor del hacer, debemos admitir que el decir nos es tan vano como solemos creer cuando, enamorados del supuesto de que solo la materia está "hecha" (o es "un hecho"), no lo pensamos mejor. Toda la historia de la civilización nos certifica, sin embargo, que las ideas son "hechos", y que idealizar es crear.
Pero, además, lo que es cierto frente al mundo que constituye nuestra circunstancia también vale para un ego que, lejos de ser alguien especial, del cual hablamos arrogantemente en "primera" persona del singular, es un tejido de otros seres que testimonia lo que expresa Porchia cuando afirma: "Nadie está hecho de sí mismo".
Lee más de Luis Chiozza
El lenguaje que los órganos hablan: Diálogos psicosomatológicos con André Green y Donald Meltzer Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Obras completas de Luis Chiozza Tomo I: Psicoanálisis de los trastornos hepáticos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Para qué sirve el psicoanálisis?: El qué-hacer con el paciente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCorazón, hígado y cerebro: Tres maneras de la vida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPsicoanalizar: Arte y teoría Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo XII: Afectos y afecciones 3 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHipertensión: ¿Soy o estoy hipertenso? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMedicina y Psicoanálisis: Indagaciones sobre la relación entre el cuerpo y el alma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo X: Afectos y afecciones 1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSí, pero no de esa manera: Los fundamentos de la psicosomatología Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSer o no ser "como la gente": Acerca de la enfermedad y la maldad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCáncer: ¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? Calificación: 1 de 5 estrellas1/5El interés en la vida: Solo se puede ser siendo con otros Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo XIV: ¿Por qué enfermamos? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo XIII: Afectos y afecciones 4 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo VI: Metapsicología y metahistoria 4 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo V: Metapsicología y metahistoria 3 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Por qué nos equivocamos?: Lo malpensado que emocionalmente nos conforma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo VII: Metapsicología y metahistoria 5 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo IV: Metapsicología y metahistoria 2 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa peste en la colmena: Utopías y distopías en la red Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLo que nos hace la vida que hacemos: Apuntes de todos los días Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Para qué y para quién vivimos?: El camino de los sueños Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo XIX: Cáncer – Hipertensión Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo VIII: Acerca del psicoanalizar 1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo III: Metapsicología y metahistoria 1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo IX: Acerca del psicoanalizar 2 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo XI: Afectos y afecciones 2 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo XVI: Anexo gráfico Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas de Luis Chiozza Tomo II: Cuando la envidia es esperanza Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con Soñar y decir también es hacer
Libros electrónicos relacionados
Lo que no puedes hacer… debes contarlo: Apuntes de todos los días Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa peste en la colmena: Utopías y distopías en la red Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLo que nos hace la vida que hacemos: Apuntes de todos los días Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Obras Completas de Luis Chiozza Tomo XXI: Anexo gráfico II Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOjos negros Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa vida, la compasión y la muerte: Ensayos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos Discos Rheindorf Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVivir es fácil si sabes cómo: Las mejores frases y consejos para una vida llena de coraje, pasión y equilibrio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Para qué y para quién vivimos?: El camino de los sueños Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSabiduría griega y paradoja cristiana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl lejano murmullo de la felicidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCorrespondencias: Cartas al paisaje, la naturaleza y la tierra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Mundo Incinerado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFilosofía para tiempos heroicos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesContra la actualidad: Treinta preguntas ante la robotización del presente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas décadas prodigiosas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPadres e hijos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTestimonios del pasado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNadie me lo vino a contar... ni espero que lo hagan Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl viajero y su sombra Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Conectar los puntos: Inventar lo posible Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Bien Común Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa muerte y el duelo a través de los cuentos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sueño de la muerte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMetafísica de la pereza Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos hombres de lo eterno: Conferencias 1945-1980 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLeidis. Ij jabe Junga Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSin antecedentes litararios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTe lo tenía que contar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl ocaso de los ídolos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Psicología para usted
El hombre en busca de sentido Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Autodisciplina diaria: Hábitos cotidianos y ejercicios para construir la autodisciplina y alcanzar tus metas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Psicología Oscura: Domina los secretos avanzados de la guerrilla psicológica, la Persuasión, y la PNL Oscura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El arte de amargarse la vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Frases que Venden: Descubre cómo promocionar tus productos, atraer clientes y cerrar las ventas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mejorando las charlas: Habla con quien sea, evita la incomodidad, genera conversaciones profundas y haz amigos de verdad Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El arte de conversar: Psicología de la comunicación verbal Calificación: 4 de 5 estrellas4/5No desperdicies tus emociones: Cómo lo que sientes te acerca a Dios y le da gloria Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Resumen de El Sutil Arte de que te Importe un Carajo, de Mark Manson Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Yo y el Ello Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Terapia Cognitivo Conductual: Cómo Eliminar la Depresión y Controlar las Emociones Usando la Terapia Cognitivo Conductual Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Arte de la Guerra - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Enciende tu cerebro: La clave para la felicidad, la manera de pensar y la salud Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cómo ser una Persona más Sociable: Aprende a hablar con cualquiera sin temor e incrementa por completo tu inteligencia social Calificación: 5 de 5 estrellas5/5200 tareas en terapia breve: 2ª edición Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Influencia. La psicología de la persuasión Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El arte de una charla ocurrente: Sé inteligente, rápido y magnético Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Yo, ego. Una guía para dejar de sufrir, conectar contigo mismo y alcanzar la paz mental Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para Soñar y decir también es hacer
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Soñar y decir también es hacer - Luis Chiozza
Luis Chiozza
Soñar y decir
también es hacer
Apuntes de todos los días
Diseño de tapa: Silvana Chiozza.
© 2022. Libros del Zorzal
Buenos Aires, Argentina
Comentarios y sugerencias: info@delzorzal.com.ar
Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento, sin la autorización previa de la editorial o de los titulares de los derechos.
Impreso en Argentina / Printed in Argentina
Hecho el depósito que marca la ley 11723
Y si no puedo decirte nada sin lo que yo me digo;
lo que yo te digo,
¿es lo que yo te digo o lo que yo me digo?
Antonio Porchia, Voces
Índice
Prólogo
El trecho del dicho al hecho | 9
1. Los cuentos infantiles | 11
2. Hablando… | 13
3. Entre el cansancio y la náusea | 15
4. Donde mueren las palabras | 17
5. Un camino propio | 19
6. Dos maneras de señalar un defecto | 21
7. Chicanas | 23
8. Ser y creer | 25
9. La anormalidad de lo normal | 27
10. Intervencionismo | 29
11. Cuatro faltas | 31
12. La prodigalidad | 33
13. Un recíproco engaño | 35
14. ¿Repetición o novedad? | 37
15. La emergencia de lo que urge | 39
16. La esencia de la dificultad | 41
17. Las víctimas de la prodigalidad | 43
18. Las cualidades del carácter | 45
19. Separar y juntar, bien o mal | 47
20. Lo que nos enseña el lenguaje | 49
21. Ideas y creencias | 51
22. El médico y el enfermo | 53
23. Demonio rojo | 55
24. Tres maneras de la vida | 57
25. El silencio | 59
26. Acerca de la venganza | 61
27. Los tres mundos en los que vivimos | 63
28. Hacer falta | 65
29. Civilización e hipocresía | 67
30. Soledades rivales | 69
31. Escrúpulos | 71
32. Hoy siento, madre, que me faltas tú | 73
33. La colección de ofensas | 75
34. Desatino y oratoria | 77
35. Lo que se pierde sin querer | 79
36. Prosperidad e inmoralidad | 81
37. En la piel de todos | 83
38. Yo soy aquel… | 85
39. Desnudez… | 87
40. Reconocer | 89
41. Idea y materia | 91
42. Volver… | 93
43. El corazón deducido
| 95
44. Entre la necesidad y el vicio | 97
45. Crueldad… | 99
46. Si nada me faltara… no sabría qué hacer | 101
47. Querer, poder y deber | 103
48. Promesas incumplidas | 105
49. Lo que no fue | 107
50. Habría que… | 109
51. Defender lo indefendible | 111
52. Bluf | 113
53. La identificación enajenante | 115
54. Muerte y agonía | 117
55. Bueno... | 119
56. Marginalidad | 121
57. Entre cierto y acierto | 123
58. Cada mañana | 125
59. Lo que me importa | 127
60. El inquilino | 129
61. La subsistencia semántica | 131
62. Prófugo | 133
63. Soledad y compañía | 135
64. Médicos y médicos | 137
65. Esperanza | 139
66. Cumpleaños | 142
67. ¿Cómo decir? | 144
68. El color del cristal | 146
69. Disentir y consentir | 148
70. Y los sueños… sueños son | 150
71. Bustos parlantes | 152
72. El tipo | 154
73. El cuerpo cacofónico
| 156
74. La demanda extorsiva | 158
75. Ideas y afectos | 160
76. Imprescindible | 162
77. Qué hubiera sido si… | 164
78. Cuando los padres o los hijos duelen | 166
79. Qué locura | 168
80. Acompañado y solo | 170
81. Semillas | 172
82. Con espíritu navideño | 174
83. Bueno, bello y verdadero | 176
84. Entre lo difícil y lo fácil | 178
85. Un solo enemigo | 180
86. Donde fueres, haz lo que vieres | 182
87. La caída del telón | 184
88. La primera criatura que educamos | 186
89. Con la razón no alcanza | 188
90. Las vicisitudes de las iniciativas | 190
91. Esperando | 192
92. El dibujo | 194
93. Determinado y libre | 196
94. Los tiempos | 198
95. Lo imaginario | 200
96. Porchia y yo
| 202
97. Mi queja y mi ego | 204
98. El efecto Titanic | 206
99. Tentación | 208
100. Los distintos significados de una cópula sexual | 210
101. Susceptibilidad | 212
102. Libertad y acto creativo | 214
103. Un cuento… | 215
104. Inseguridad | 217
105. Opiniones divididas | 219
106. En tiempos de egolatría | 221
107. Pensar senti-mental | 223
108. Lo que la vida me da | 225
109. En tiempos de pandemia | 227
110. El libro | 229
111. Los padres de la patria | 231
112. Entre mujeres y hombres | 233
113. El tiempo de la esperanza | 235
114. La intención como pretexto | 237
115. Las relaciones exclusivas | 239
116. Físico y psíquico | 241
117. De la noche a la mañana | 243
118. Hasta dónde | 245
Epílogo. El castillo de arena y el palacio soñado | 247
Prólogo
El trecho del dicho al hecho
El proverbio del dicho al hecho hay mucho trecho
trasmite que es mucho más difícil hacer que decir, a través del significado de trecho
(derivado de tractus, como traer, abstraer, arrastrar, trasladar, retracción), que connota la idea de dificultad utilizando la metáfora de una distancia, sin especificar lo que ese trayecto contiene. No sucede lo mismo con su equivalente italiano, tra il dire e il fare c’è di messo il mare
. El mar, además de ser grande, está lleno de contenido
. Luego de haber aceptado que hacer (materializar) es más difícil que decir (concebir), cabe volver sobre la idea para poder rescatar otros aspectos.
Siempre partimos de que la materia, por ser palpable
, es más concreta y duradera
que la idea, pero no es verdad. Dado que concreto
(por su origen, crecer unido
) también significa preciso, detallado o bien delimitado
, no cabe duda de que los productos mentales que configuran lo dicho pueden, muy bien, ser concretos. Además, tal como señalaba Heráclito hace más de dos mil años, lo que permanece del río es su forma; el agua circula. No vale argumentar que la forma del río está dada por la materia que constituye su lecho, porque ese lecho es también una forma que los átomos que la configuran atraviesan
mientras son sustituidos por otros.
Cabe subrayar, entonces, que las ideas no solo pueden ser muy concretas, sino también duraderas, ya que el reconocimiento mismo de ese crecer unidas
, en cuanto constituye un volver a encontrarse con algo conocido, es un testimonio de su perduración. Precisamente aquí, en este punto, surge aquello que deseamos rescatar. Una vez destacado el valor del hacer, debemos admitir que el decir nos es tan vano como solemos creer cuando, enamorados del supuesto de que solo la materia está hecha
(o es un hecho
), no lo pensamos mejor. Toda la historia de la civilización nos certifica, sin embargo, que las ideas son hechos
y que, a pesar del descrédito que suele acompañar a la palabra que en primer término usaremos, idealizar es crear.
1.
Los cuentos infantiles
En el prólogo de Mi cuerpo, los otros y yo (un libro para niños
que fue una de los mejores entre aquellos que, por esas cosas que tiene la vida, me dediqué a escribir), me refería a los cuentos que los padres de niños infantiles
relatan a sus hijos, menospreciando la inteligencia que los impregna antes que la poda neuronal de los seis años los convierta en normales
.
No me refiero a los relatos clásicos, decantados a través de los años. Tampoco pretendo omitir obras inmortales, como los cuentos de Andersen, las canciones poéticas de María Elena Walsh, o El principito, de Antoine de Saint-Exupéry. Me refiero, especialmente, a las espontáneas creaciones que todo niño ha recibido de sus progenitores, no solo para inducirlos al sueño, sino también, y sobre todo, cada vez que solicitan la respuesta a una pregunta que sus padres ignoran.
Cuentan que, cierta vez, un automovilista desesperado porque se le han caído los tornillos en una alcantarilla mientras cambia una rueda del vehículo, detenido al borde del muro que limita un manicomio, recibe de un recluso el consejo de que quite uno de cada una de las otras ruedas para fijar la que necesita remplazar. Cuando, extrañado, expresa su asombro frente a la sensatez del consejo, recibe como respuesta: Es que yo soy loco, pero no soy tonto
. El ejemplo permite señalar que, frente a un inconsciente loco
, la consciencia es tonta
. Vale la pena recordarlo cuando nos encontramos frente a la supuesta tontería de una mente infantil.
Me encuentro ahora frente al hecho, infausto, de comprender, de pronto, el desatino en el cual hemos incurrido, insistiendo en la ingenua
actitud de psicoanalizar a niños que hablan
, mediante intrincadas y subjetivas interpretaciones de juegos y dibujos, sofisticadamente reglados.
Son procedimientos a los cuales, para poder psicoanalizarlos
, los sometemos reiteradamente.
Mientras tanto, sucede que no solo pueden comprender sin grandes mermas todo lo que hablamos, sino que además, en el ejercicio de su vida cotidiana, utilizan con toda naturalidad el lenguaje verbal que nuestra técnica, con frecuencia, menosprecia.
2.
Hablando…
Muchas veces, escuchamos decir que hablando uno llega, por fin, a disipar el equívoco
. Pero también es necesario reconocer las infortunadas situaciones en que hemos llegado a pensar que no hay más
un qué hablar
. Sucede entre padres e hijos, en los matrimonios y, también, por inconmensurable desgracia (dado que la política es la disciplina que se dedica a estudiar las formas de gobernar la polis, es decir, la ciudad), en los abundantes avatares de una lucha política
, que además de incesante es cada vez más aguda.
Cada uno de nosotros adopta una posición personal
frente a la magnitud de esa angustiante contienda, y la cuestión, transformada en un callejón sin salida
, no merecería un mayor comentario si no fuera por la creciente presencia de un factor patológico que es imprescindible aclarar y que reside en la innegable malicia con la cual se argumenta. En otras palabras: sé que no tengo razón, que lo que digo no es cierto, y tampoco me importa que mis conclusiones surjan de razonamientos espurios, porque también sé que puedo maniobrar de un modo en que será difícil, para una inmensa mayoría que ignora los detalles del asunto tratado, darse cuenta del engaño que mi charlatanería sustenta.
No está mal decir que lo que sucede es loco
. La cuestión adquiere firmeza si tenemos en cuenta que loco
proviene de locuaz
, y que la locuacidad sin apoyo real
, y peor aún si es malintencionada, se expresa en toda su riqueza simbólica en la bíblica torre de Babel, una confusión de lenguas que fue infligida a la humanidad como castigo por la inmoderada soberbia contenida en su pretensión de levantar una construcción que les permitiera alcanzar el cielo.
La malicia, pues, es lo que necesitamos detectar para comprobar que el que nos miente a sabiendas niega que, inevitablemente, y en parte, se está mintiendo a sí mismo. Pues mientras incurre en el desatino de querer arrastrarnos a que nos hundamos acompañándolo en el proceso de obstruir su destino, sucumbe a la creencia de que, para seguir su propia vida, necesita succionar la nuestra.
3.
Entre el cansancio y la náusea
Nunca como hoy, frente a tantas promesas ostentosas que son, por sus contornos difusos
, sencillamente increíbles, nos encontramos apresados entre un desmoralizado
cansancio, que no se disipa descansando, y un entorno vertiginoso, que nos mueve el piso
de tal forma que orientar
nuestros esfuerzos en alguna dirección se ha convertido en un intento, muy difícil, que suele llegar al punto en que nos descorazona.
Me refiero, sí, a lo que nos trasmite el periodismo y la política, pero más allá de sus banderas y de los países en los cuales opera.
Si nos damos cuenta de que la simpleza de esperar solo desemboca en un desesperante pantano, nos queda todavía