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Más allá de la frontera. Procesos organizativos de migrantes colombianos en Madrid y generación de proyectos de desarrollo en Colombia
Más allá de la frontera. Procesos organizativos de migrantes colombianos en Madrid y generación de proyectos de desarrollo en Colombia
Más allá de la frontera. Procesos organizativos de migrantes colombianos en Madrid y generación de proyectos de desarrollo en Colombia
Libro electrónico419 páginas6 horas

Más allá de la frontera. Procesos organizativos de migrantes colombianos en Madrid y generación de proyectos de desarrollo en Colombia

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El presente trabajo indaga sobre la posibilidad que tienen los colombianos en Madrid, particularmente migrantes originarios de Pereira, departamento de Risalda, de plantear proyectos que aporten al desarrollo de sus zonas de origen. El colectivo colombiano representa uno de los más numerosos de entre los latinoamericanos en Madrid, únicamente
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento31 ene 2022
ISBN9786074176001
Más allá de la frontera. Procesos organizativos de migrantes colombianos en Madrid y generación de proyectos de desarrollo en Colombia
Autor

Cristina Gómez Johnson

Cristina Gómez Johnson es doctora en América Latina Contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid, con un estudio sobre migración y desarrollo con el colectivo colombiano en Madrid, durante el cual participó en proyectos de investigación en torno a la migración, el desarrollo y las redes. Ha realizado diversas estancias de investigación, pre y posdoctorales en Georgetown University, Universidad de Antioquia, COLEF, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Lo que la ha llevado a incluir en su proyecto de investigación fenómenos como el desplazamiento forzado interno y migración forzada en el caso mexicano, centroamericano (El Salvador, Honduras y Guatemala), colombiano y venezolano. Actualmente comienza a acercarse al fenómeno de la desaparición de migrantes, como la situación de la violencia más extrema por la que pasa esta población. Coordina y organiza el Seminario Permanente de Violencia(s) y DDHH, adscrito a la línea de investigación de Historia Global, en el que se discuten estos temas con académicos de tiempo de la Ibero y otras instituciones, profesores de asignatura, estudiantes de posgrado y licenciatura. Actualmente coordina la maestría en Historia.

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    Más allá de la frontera. Procesos organizativos de migrantes colombianos en Madrid y generación de proyectos de desarrollo en Colombia - Cristina Gómez Johnson

    Más allá de la frontera

    Más allá de la frontera

    Procesos organizativos de migrantes colombianos en Madrid y generación de proyectos de desarrollo en Colombia (1999-2007)

    Cristina Gómez Johnson

    UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO.

    BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO

    [LC] JV 7481.Z79 G654.2018                                              [Dewey] 331.6286 G654.2018

    Gómez Johnson, Cristina

    Más allá de la frontera: procesos organizativos de migrantes colombianos en Madrid y generación de proyectos de desarrollo en Colombia (1999-2007) / Cristina Gómez Johnson. –México: Universidad Iberoamericana Ciudad de México, 2018 – Publicación electrónica. - ISBN: 978-607-417-600-1

    1. Colombia – Emigración e inmigración – Investigación. 2. Migración e inmigración – Colombia – Investigación. 3. Migración e inmigración – Política gubernamental. 4. Transnacionalismo. 5. Emigrantes, Remesas de los – Colombia. I. Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Departamento de Historia.

    D.R.© 2018 Universidad Iberoamericana, A. C.

    Prol. Paseo de la Reforma 880

    Col. Lomas de Santa Fe

    Ciudad de México

    01219

    publica@ibero.mx

    Primera edición: 2018

    Versión impresa

    ISBN: 978-607-417-517-2

    Versión electrónica

    ISBN: 978-607-417-600-1

    Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

    Hecho en México.

    Digitalización: Proyecto451

    NOTA INTRODUCTORIA (1)

    A pesar de todo, comprendo muy bien a quienes abandonan un día su país y sus allegados, y hasta cambian de nombre, para comenzar una nueva vida en un país sin límites. Ya sea en las Américas, ya sea en Moscovia. ¿Acaso no hicieron lo mismo mis antepasados? Mis antepasados, pero también los ancestros de todos los humanos. Todas las ciudades han sido fundadas y pobladas por gente venida de otra parte, lo mismo que las aldeas, pues la tierra se ha llenado gracias a sucesivas migraciones. Si tuviera aún el corazón ágil y las piernas ligeras, quién sabe si no me hubiera desviado de mi mar natal para establecerme en ese barrio de los extranjeros cuyo sólo nombre ya me tienta (MAALOUF, 2005: 297-298).

    El presente trabajo indaga sobre la posibilidad que tienen los colombianos en Madrid, particularmente migrantes originarios de Pereira, departamento de Risalda, de plantear proyectos que aporten al desarrollo de sus zonas de origen. El colectivo colombiano representa uno de los más numerosos de entre los latinoamericanos en Madrid, únicamente superado por el ecuatoriano y, en últimas fechas, por el boliviano. (2) Aunado a ello, entre los andinos, los colombianos son los que comparten menos características en cuanto a su perfil sociodemográfico, y estrategias de salida —puntualmente en cuanto a las formas de financiamiento— lo que hizo pensar que podrían ser generadores de acciones de desarrollo en su lugar de origen. La temporalidad de la investigación se sitúa entre 1999 y 2007, por ser los años con mayor auge de la migración colombiana en España; 2007 fue además el año en el que empezaron a aparecer indicios de la actual crisis económica, que explotó en 2008. Esta debacle financiera transformó no solamente a España, como país receptor de migrantes, sino a toda la zona europea, que —como otras zonas— se blindó para evitar el aumento de población foránea. En el caso colombiano, muchos de los migrantes estudiados en esta investigación cambiaron su residencia, sin que esto significara la vuelta a Colombia, simplemente se movieron a otras zonas (menos afectadas) en Europa. Sin embargo, las pretensiones de esta investigación se vieron superadas por esta coyuntura, y por esa razón decidí mantener la temporalidad inicial.

    Esta investigación se adscribe a la perspectiva transnacional de los estudios migratorios, otorgando con ello importancia a la participación activa de los migrantes tanto en la sociedad de destino como en la de origen a través de sus familias. La teoría transnacional rescata los lazos que mantienen los migrantes con sus zonas de origen, que en la mayoría de los casos están alimentados por los vínculos con la familia dejada atrás. Es a partir de estos lazos que se mantiene una presencia (afectiva, simbólica, virtual) en el origen y, en algunos casos, el interés por las comunidades de origen con las que los migrantes mantienen su idea de pertenencia. En este sentido, esta investigación destaca la importancia de la construcción de redes como práctica transnacional. Dichas redes, inicialmente familiares, sólo cuando se convierten en comunitarias posibilitan generar acciones de desarrollo local. Usualmente, las redes influyen en el tipo de migración y la forma de organización tanto en el origen como en el destino. Así surgen los distintos espacios o circuitos transnacionales que abarcan niveles político, económico y cultural. Los dos primeros son relativamente sencillos de identificar y mesurar, ya que se pueden observar a partir de datos objetivos como el derecho al voto en el extranjero, la participación política en el destino, el número de asociaciones de oriundos, el envío de remesas y la repercusión de estas en el origen, entre otros. Sin embargo, hablar del nivel cultural en los espacios sociales transnacionales resulta más complejo, y quizá para ello sea útil la clasificación realizada por Faist (2000), que identifica los distintos grados de transnacionalidad, los participantes y los modos de visibilizarse.

    CUADRO 1. DISTINCIÓN DE LOS GRADOS DE TRANSNACIONALIDAD Y LOS MODOS DE VISIBILIZACIÓN

    Fuente: Elaboración propia con base en Faist (2000).

    Como podemos observar en el cuadro anterior, el grado más básico de transnacionalismo se genera dentro de los grupos familiares y se refleja en el envío de remesas al origen. En este punto aparece la discusión desarrollada en el capítulo El binomio migración y desarrollo, sobre lo que se ha denominado moral hazard, que afirma que las remesas constituyen una respuesta a la solidaridad prestada por las familias a los futuros migrantes para efectuar su viaje. En todo caso, según esta clasificación sería necesario madurar los intercambios para plantear acciones de desarrollo en los países de origen de los migrantes. El paso del nivel doméstico al colectivo es primordial para provocar la vinculación de los migrantes a posibles proyectos de desarrollo en sus países de origen. Es importante que el tejido de redes vaya creciendo y sobre todo abriéndose a otros niveles de asociación y de acción.

    Un caso exitoso es el mexicano en Estados Unidos, pues tras años de migración los lazos y la participación de los migrantes en sus comunidades son activos. Algunos colectivos mexicanos han desarrollado proyectos para mejorar la infraestructura pública y privada, e incluso han generado iniciativas de desarrollo productivo. Este trabajo no pretende equiparar la experiencia mexicana en la Unión Americana con la colombiana en España, simplemente la utiliza como un contraste para clarificar el recorrido empírico y teórico del caso estudiado.

    En cuanto al estudio del desarrollo vinculado a las migraciones, esta alternativa surgió a partir de una política pública lanzada por el gobierno español en 1999 —año en el que las movilizaciones colombianas a España se acrecentaron— y que tuvo eco en las administraciones locales, particularmente en Madrid a partir de 2004. Desde entonces el interés por los migrantes y sus remesas fue en crecimiento, aduciendo que estas divisas podrían servir para potenciar el desarrollo local y evitar el flujo masivo de migrantes. A la par surgieron investigaciones que estudiaban de manera empírica dicho vínculo, entre las que se encuentra la presente.

    Entre 1995 y 2005 España se convirtió en uno de los países con mayor flujo migratorio de Europa. Si antes de ese periodo Estados Unidos era el principal destino de los latinoamericanos, posteriormente han cambiado de dirección hacia España. En pocas décadas, de 1985 a 2005, el país ibérico pasó de ser un país de emigrantes a uno receptor, comparable con otros de inmigración histórica como Alemania o Francia. Los colombianos escogieron inicialmente a España por la facilidad de acceso, pero con los años las redes creadas han facilitado estas movilizaciones, lo que explicaría el continuo arribo de colombianos sobre todo a la capital Madrid, a pesar del endurecimiento de los requisitos de entrada. (3)

    Inicialmente esta investigación indagó la positiva vinculación de la migración con el desarrollo, tomando las remesas como un punto de partida. Los envíos de remesas constituyen la evidencia más clara de los intercambios transnacionales que realizan los migrantes con sus zonas de origen, particularmente sus familias. Sin embargo, poco tiempo después de iniciado el proceso de revisión bibliográfica, se matizó la pregunta inicial. El interés por vincular la migración y el desarrollo permaneció, aunque cambió la aproximación: las remesas constituían una posibilidad para este vínculo, pero debían ir acompañadas de procesos organizativos que facilitaran su recaudación colectiva, y ampliaran sus usos a un nivel comunitario y no únicamente familiar.

    Las investigaciones consultadas, y el mismo trabajo de campo, dieron pistas sobre los posibles usos de las remesas. Las estadísticas son muy claras en este punto y explican que la mayor parte de estos fondos son de uso familiar, pues se trata de envíos individuales que están destinados al hogar de origen. De ahí la importancia de recaudar fondos colectivos para fines comunitarios. Las remesas colectivas son el resultado de un esfuerzo de un grupo de migrantes organizados, que busca con ellas superar el nivel doméstico, realizando envíos para responder a necesidades de la comunidad de origen. Es importante destacar las diferencias entre estos dos tipos de remesas. Por un lado, las remesas familiares o individuales, son las enviadas por un migrante a su familia. El objetivo es colaborar con la manutención de su unidad familiar —hijos y/o cónyuge que se quedaron en el lugar de origen— o apoyar a familiares (padres, hermanos) que se han quedado a cargo de sus hijos. En este sentido, el uso de estos fondos estará destinado para cuestiones básicas como comida, alojamiento, vestido, educación, entre otras. Los remanentes de las mismas se guardan para épocas en las que los envíos no sean constantes. Normalmente un migrante hace al menos ocho envíos al año, si es que son mensuales, y más de ocho si son semanales o quincenales. Por el contrario, las remesas colectivas constituyen un esfuerzo de un grupo de migrantes que envía fondos al origen para cuestiones determinadas como mejorar la iglesia, financiar la fiesta santoral del pueblo, apoyar a las escuelas, entre otras.

    El caso mexicano es un claro ejemplo del uso de remesas colectivas; son las asociaciones de oriundos (HTA, por sus siglas en inglés) que proponen y emprenden proyectos de desarrollo local. Este análisis no pretende trasladar la experiencia de un colectivo a otro; este trabajo es consciente de la importancia de los contextos dentro del proceso migratorio, evitando caer en una visión neoclásica de las migraciones que fundamenta las movilizaciones en una decisión individual y racional desde el análisis de costo-beneficio del proceso (Portes, 2007). Sólo a partir de la visualización del proceso completo, que incluyó contar con los testimonios recabados en Madrid y en Pereira, se estableció la posibilidad de que los colombianos en Madrid tuvieran interés por vincularse con proyectos de desarrollo e infraestructura en sus zonas de origen.

    A lo largo de la investigación encontré que dentro del amplio campo de estudio en torno al vínculo entre migración y desarrollo los trabajos solían centrarse en los flujos de remesas que van de norte a sur, y que la mayoría se adscribe —como la presente investigación— a la perspectiva transnacional para abordar el tema. La mayor parte de esos estudios utiliza como caso empírico al colectivo mexicano —y en ocasiones, al salvadoreño—, y por tanto las herramientas teóricas responden a sus características particulares. Por ello, esta investigación rescata la importancia de los contextos, que dan pistas sobre las posibilidades y los obstáculos que tiene cada colectivo en este vínculo. Los intercambios transnacionales son importantes, pero cada colectivo los gestiona y utiliza de manera distinta, por lo cual no es suficiente su identificación y clasificación, sino también hay que observar sus repercusiones y usos. Por otro lado, los estudios sobre migración y desarrollo se han detenido en la tipología de los intercambios, y quizá por eso han desembocado en el uso de las remesas como herramienta de desarrollo, que como se verá en el capítulo La remesa sagrada, en realidad es la actividad transnacional más visible entre muchos otros procesos invisibles o más sutiles.

    Esta investigación indaga en aspectos menos explorados por los estudios en torno a las remesas, como la trayectoria de los intercambios, sus usos y repercusiones. Si bien es cierto que las teorías de desarrollo nacional no suelen otorgar peso a la migración internacional, en la actualidad el flujo migratorio y de remesas está reorientando los modelos teóricos en los que las remesas tienen un papel protagónico. En este sentido, para algunos autores Stark (1991), Orozco (2005), Moré (2005, 2007) o Khoudour-Castéras (2007), las remesas pueden resolver los cuellos de botella financieros del pasado e incluso constituir recursos para el desarrollo a largo plazo. Pero estas predicciones son demasiado optimistas, pues no hay evidencia empírica de que un país haya logrado un desarrollo sostenible con base en los envíos de sus migrantes. Más aún, los efectos positivos de esos envíos dependen de múltiples factores: económicos, demográficos, sociales, entre otros. Además, es importante considerar las repercusiones que tienen estos flujos, pues, aunque estén dirigidos a las familias, sin ellos quizá muchas de ellas estarían en condiciones todavía más vulnerables. El empobrecimiento familiar repercute en el consumo local, pero también en niveles educativos y de alimentación, considerados en los índices de desarrollo humano. Así, a pesar de que las remesas sean en su mayoría individuales, en realidad impactan a las comunidades y, por tanto, en los países que las reciben.

    Finalmente, se observó que tradicionalmente los estudios daban mayor importancia a la situación del migrante en el destino, sin considerar el papel del que se queda. La mejora de las condiciones socioeconómicas ha estado ligada a la mejora de las condiciones socioeconómicas del origen, que otorguen a los pobladores alternativas distintas a la salida de su país. Este trabajo también dirige la mirada hacia quienes se quedan; a través de sus testimonios indago en las necesidades que ellos identifican y en sus posibilidades de satisfacerlas. De igual manera, se le ha dado relevancia analítica al proyecto migratorio y a sus transformaciones, porque constituyen una de las claves para que los migrantes en el destino se interesen por vincularse en proyectos de desarrollo.

    La perspectiva cualitativa de esta investigación no implica la renuncia a referencias cuantitativas. Para realizar una correcta caracterización sociodemográfica se recurrió a información estadística que sirvió para nutrir el texto y para facilitar la visibilidad del análisis de datos. La herramienta técnica para la recolección de información, construcción del marco teórico y sistematización de la información se estructuró desde el oficio del historiador, base disciplinaria de quien presenta este texto. En referencia al trabajo de campo, el diseño de la investigación tuvo dos momentos: el primero en Pereira, Colombia, y luego en Madrid, España, dando como resultado 33 entrevistas semiestructuradas que recogieron testimonios de los involucrados directamente en el proceso migratorio. De ahí el interés por entrevistar a los receptores de las remesas en Colombia, considerados como enlace para posibles acciones de desarrollo. En Madrid se entrevistó a migrantes y, en algunos casos, a sus familiares en Colombia, como forma de contraste de la información. Posteriormente se conformaron ocho grupos focales en Pereira con diferentes actores del proceso migratorio —no necesariamente emparentados con los migrantes en Madrid— como familiares de migrantes, personas con intenciones de migrar, retornados y líderes comunitarios.

    Los entrevistados provenían de diferentes estratos socioeconómicos y de distintas actividades y ocupaciones: estudiantes, amas de casa, activistas comunitarios y profesionales liberales. Durante las entrevistas se indagaron tres aspectos básicos: el origen sociodemográfico de los entrevistados y el proyecto migratorio; información sobre remesas —frecuencia de envíos, montos, medios, usos—, dando prioridad a los impactos que observaban gracias a estos flujos en su familia, barrio y comunidad; finalmente, se plantearon cuestiones sobre las carencias que podrían tener los barrios, su pertenencia a alguna organización comunitaria y su interés por mejorar lo que se considerara precario en su zona.

    El libro está dividido en seis capítulos que avanzan hacia la respuesta de la pregunta inicial. Los dos primeros constituyen la columna vertebral de la investigación; el primer capítulo corresponde a la construcción de la opción teórica que guía la investigación; en él se resume la perspectiva de partida. Este apartado constituye el estado de la cuestión en torno al tema migración y desarrollo. Por ello se realiza una revisión de las teorías migratorias —sus aportes y ausencias—, otorgando relevancia particular a la perspectiva transnacional para los estudios ulteriores sobre migración y desarrollo.

    El segundo capítulo sitúa la migración colombiana hacia España, y explica cómo este país se convirtió en el destino predilecto de estos flujos migratorios. El tercer capítulo analiza el proyecto migratorio, como una forma de desmenuzar el anterior. El interés de esta investigación se centra en los diferentes actores involucrados en el proceso migratorio, para que tengan espacio de contar sus experiencias. De ahí la importancia de atender los factores individuales que influyeron a la hora de tomar la decisión de salir, escoger el destino y considerar la meta a conseguir. Es a partir del proyecto migratorio y sus múltiples cambios y reconfiguraciones que puede empezarse a plantear el vínculo de la migración con el desarrollo.

    El cuarto capítulo retoma el concepto de remesas, utilizado tanto por organismos internacionales como por administraciones públicas y científicos sociales para hablar de las virtudes de la migración en el desarrollo local. A pesar de que la investigación no está de acuerdo con estos planteamientos, su número y relevancia no pueden ser pasados por alto. No obstante, en el quinto capítulo se introduce la perspectiva de los estudios de migración y desarrollo. En él se indaga el papel de las remesas sociales y las redes migratorias en la constitución de organizaciones sólidas que propician plantear proyectos de desarrollo en el origen. El sexto capítulo aborda algunas de las posibilidades del colectivo colombiano en Madrid para generar proyectos de desarrollo en el origen, y las opciones que surgen desde la administración pública española. Finalmente, las conclusiones recogen los aportes teóricos de la investigación, los principales hallazgos a partir del trabajo de campo y la prospectiva dentro de este campo de investigación.

    1. Esta investigación se realizó para obtener el grado de doctorado, y fue financiada por el Ministerio de Educación de España, a través del Programa de Formación de Profesorado Universitario (FPU), entre 2005 y 2011. El trabajo y la edición del manuscrito se realizó en el marco del Programa de Becas de Postdoctorado de la Universidad Autónoma de México y del Proyecto PAPIIT núm. IA301717 Perspectivas jurídicas de las migraciones internacionales: abordajes teóricos y metodológicos contemporáneos (UNAM).

    2. Al iniciar esta investigación, el colectivo colombiano constituía la tercera nacionalidad con mayor presencia en España, y la segunda dentro del colectivo latinoamericano. Sin embargo, con el aumento de la presencia de bolivianos que hasta 2007 no necesitaban visado para entrar como turistas, y con la entrada de Rumania a la Unión Europea, los colombianos pasaron al quinto lugar dentro del total de migrantes, y al tercero dentro del colectivo latinoamericano.

    3. En 1985 España se integró a la Unión Europea y con ello se benefició de los fondos europeos para mejoras internas. Después de casi una década de transición, España aspiraba alcanzar a sus socios europeos no solamente a nivel económico, sino también cultural, educativo y social. Esto la convirtió en un polo de atracción para migrantes extracomunitarios, lo que hasta entonces no había sucedido. Muchos países latinoamericanos no necesitaban un visado para entrar al país y eso impulsó los flujos, entre ellos al colombiano —seguido del boliviano—, colectivo al que le impusieron visado en 2002. A ello hay que agregar que la crisis de 2008 repercutió en la disminición de los flujos migratorios; la disminución de ingresos fue tan importante que a los colombianos se les retiró el requisito de visa para entrar como turista a España en 2015.

    I. EL BINOMIO MIGRACIÓN Y DESARROLLO

    Como un conocimiento abstracto, la teoría es el producto terminado de la empresa científica y una guía necesaria para su futuro desarrollo. El estudio de inmigración no ha contado con nociones abstractas extremas, sino que ha operado desde un nivel medio. Por esta razón, los conceptos que captura y los conocimientos que sintetiza de investigaciones previas, no deben ser utilizados de manera simple, sino examinados cuidadosamente dentro de su campo y definiciones originales

    (PORTES, 1997).

    Los movimientos humanos han existido desde siempre, pero los primeros estudios académicos los concebían como un proceso unilineal, que en muchos casos incluía únicamente al individuo que realizaba el desplazamiento. Más tarde —en torno a los años setenta del siglo pasado—, comenzaron a estudiarse las causas estructurales de dichas movilizaciones, y a pensarlas como procesos de un grupo de personas que intentaban hacer frente a una situación determinada. Sin embargo, esas explicaciones fueron insuficientes ante las exigencias del fenómeno. Autores provenientes de distintas ramas de los estudios sociales, como Portes (1997), Glick Schiller, Basch et al. (1992), Nyberg Sorensen (2012), Levitt (1998), entre otros, se dieron a la tarea de observar más de cerca la situación particular de cada caso y, al hacerlo, integrar no sólo al destino migratorio, sino también al origen.

    En este capítulo se realiza un recuento de la evolución de las teorías sobre las migraciones y cómo llegaron a una nueva perspectiva dedicada a observar los vínculos entre origen y destino, y la manera de potenciarlos. La perspectiva transnacional surge como una respuesta a los interrogantes alrededor de la situación en el origen, y de los contactos que tienen los migrantes con sus familias y comunidades. El planteamiento marca una distancia de las razones que llevaron a ciertos individuos a iniciar un proceso migratorio. Si bien se interesa por el proceso de incorporación laboral y social en el destino, el interés primordial de esta perspectiva teórica será justamente el diálogo que se establece entre una frontera y otra, y los actores que residen en ellas.

    El transnacionalismo surge de una necesidad por explicar un tipo de migración temporal y/o circular, que tenía lugar a mediados del siglo XX en la frontera entre México y Estados Unidos, y que en estos últimos veinte años comenzó a utilizarse en los estudios hechos en Europa. Aunque no podemos negar el avance realizado sobre todo en la escuela de antropología de Manchester, la perspectiva transnacional no tenía un sitio, hasta ahora, en los estudios sobre migraciones hacia Europa. En España se introdujo a inicios del siglo XXI, que es cuando se convirtió en un país atractor de flujos migratorios. Se podría pensar que el tipo de migración entre México y Estados Unidos tiene una marcada diferencia con la latinoamericana (mayoritaria hoy) en España, y que, en cambio, tendría más coincidencias con la migración marroquí. Sin embargo, por su importancia numérica, el colectivo latinoamericano en España podría compartir con el mexicano estrategias de incorporación laboral e inserción social en el destino. (1) De cualquier manera, en este capítulo pretendo clarificar la evolución de las teorías sobre migraciones y adherirme a la perspectiva transnacional, sin perder de vista sus limitaciones de cara al presente trabajo, que trata sobre una migración transoceánica, joven y cuyos lazos son familiares.

    Asimismo, abordaré dos conceptos importantes dentro de los estudios sobre migración y desarrollo: las remesas económicas y sociales. Para ello utilizaré documentación de primera mano que han generado organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), como una propuesta de definición de las remesas económicas. Como se verá en este capítulo, los envíos de remesas han constituido una de las actividades transnacionales más importantes: por un lado, por los impactos que tienen estas divisas en las familias que las reciben y, por otro, porque es una de las actividades que cuenta con índices y estadísticas de fácil acceso. Sin embargo, cuando se habla de remesas sociales encontramos un concepto ambiguo que es difícil de identificar y, mucho más, de cuantificar. Se conoce como remesas sociales al acervo de conocimientos, experiencias, capacidades y habilidades que los migrantes adquieren en sus lugares de destino y los transfieren a sus lugares de origen. Lamentablemente estos intercambios no tienen un registro y presentan muchas dificultades en el momento de hacerlos operativos.

    1.1. Transnacionalismo: una perspectiva novedosa para el estudio de las migraciones internacionales

    Como expliqué en el apartado anterior, el transnacionalismo se convirtió en una perspectiva novedosa en los estudios de migración. A partir de ella se pretende avanzar más allá de los determinantes económicos en los movimientos migratorios. Si bien es cierto que las razones por las cuales los migrantes salen de sus países son básicamente económicas, también lo es que en este trabajo pretendo determinar los intercambios que existen entre origen y destino. En los estudios de migración y desarrollo es importante identificar el grado de transnacionalidad que existe; es decir, el tipo de intercambios que realizan los migrantes, la frecuencia y los medios y, más aún, las redes que surgen de estos intercambios, así como la manera en que se mantienen en el tiempo. Las remesas económicas y sociales constituyen dos rasgos determinantes en los estudios sobre migración y desarrollo. Por un lado, el tránsito de remesas familiares a colectivas impactará en los procesos de financiamiento de proyectos de desarrollo; por otro lado, las remesas sociales —a partir del capital social— determinarán la base social en la que se situarán dichos proyectos.

    Con frecuencia las teorías sobre migración hacen hincapié en los aspectos económicos, y consideran que cuando pasa un tiempo suficiente en el país de destino —la segunda o tercera generación—, ya no se pertenece más al país de origen, sino que se marcha hacia la asimilación en el de destino. (2) A simple vista pareciera asumirse que el único vínculo que existe con los países de origen son las transferencias realizadas por los migrantes. Sin embargo, esto no es tan sencillo. Por ejemplo, un estudio realizado por Nina Glick Schiller y sus colegas en 1992 sobre la comunidad centroamericana en Nueva York, encontró que el vínculo fundamental está relacionado con aspectos culturales; ellos encontraron que lejos de perder el vínculo con sus países de origen, este se mantenía tanto a nivel cultural, como político y económico (Glick Schiller, Basch et al., 1992). Así, fue consolidándose la idea de comunidades transnacionales. En palabras de Portes (2003), esta idea describe la manera en que lo local está conectado con lo global, por medio de los mercados económicos, la información, la diseminación y la homogeneización cultural. (3) Portes afirma que el transnacionalismo es un fenómeno de base, es decir, que las comunidades transnacionales se construyen de abajo hacia arriba, de lo local a lo transnacional.

    La teoría crítica del transnacionalismo resalta el vínculo de particulares con sus países de origen, saltándose el control del Estado, reinventando formas, culturas y costumbres. Pero, además, explica que el transnacionalismo tiene un impacto social mayor; el ejemplo más claro son las remesas, ya que el conjunto de estas transferencias repercute en el país de origen. Sin embargo, hay que resaltar que no todos los migrantes son transnacionales, pues hay muchos que no mantienen ningún contacto con sus zonas de origen, o bien, lo tienen de forma escasa. Por otra parte, Levitt (1998) afirma que se puede ser transnacional sin haber migrado debido a la influencia política y social de los medios. Así se deja de lado el territorio, aunque sea parcialmente; es decir, el territorio no existe por su materia física, sino por su significado. (4) Ello quizá queda más claro con los procesos migratorios. Los migrantes salen de sus territorios, pero a la vez los llevan consigo en sus costumbres, productos alimenticios o textiles.

    El territorio tiene importancia […] como productor de significados culturales y de territorialidades explícitas, como fuente de inspiración para dimensiones rituales y para debates autonómicos; en fin, sigue presente, quizá más que nunca, a la hora de navegar en la comprensión de los fenómenos culturales y políticos del transnacionalismo (Yerko Castro, 2005: 189).

    El envío de remesas es la actividad transnacional más común, y en algunos casos, considerada la más relevante. En países como México y Colombia estas transferencias constituyen el segundo ingreso de divisas del país. Sin embargo, resulta paradójico que el envío de remesas, que normalmente sirve para garantizar el bienestar familiar, sea contabilizado como una entrada de divisas por los países que las reciben. Y más aún, que se hagan proyecciones a futuro sobre su flujo, y sean utilizadas como una garantía al momento de pedir créditos a instituciones internacionales (Guarnizo, 2003). Por esta razón no es de extrañar el interés que tienen en sus migrantes los gobiernos de los países de origen —Colombia, México, El Salvador, entre otros—, y cómo intentan integrarlos tanto en la vida política como económica.

    Hay que aclarar que las actividades transnacionales no tienen lugar en un tercer espacio, localizado en un sitio intermedio entre el lugar de origen y el de destino, y en el cual los actores no terminan de definir su lugar.

    Aunque conectan colectividades ubicadas en más de un territorio nacional, las prácticas transnacionales están incrustadas en relaciones sociales específicas establecidas entre personas específicas, situadas en localizaciones inequívocas, en momentos históricamente determinados. Es necesario entonces que la localidad se conceptualice mejor (Guarnizo y Smith, 1999: 93).

    En este sentido, podemos identificar un triángulo formado por los migrantes, las localidades a las que emigran y la localidad de origen. La relación de estos tres aspectos determinará no sólo las prácticas transnacionales, sino su duración y repercusiones. Las diferencias no recaen únicamente en las sociedades de destino, sino también en la composición social y regional de los migrantes en cada sitio. Las redes migratorias resultan de gran valor para decidir el lugar al que se movilizarán. (5)

    Los estudios sobre la dinámica de las migraciones ponen especial cuidado en las redes de parentesco y de amistad que se forman, y el apoyo que dan a los flujos. El establecimiento de estas redes facilita las movilizaciones y sobre todo la instalación en el destino. Durante algún tiempo, la literatura se centró en la adaptación de las redes de migrantes, sobre todo en cuestiones relativas al corto plazo —vivienda, empleo, apoyo emocional— olvidando la integración de largo plazo. Algunos estudios se han dedicado a evaluar el impacto de la pertenencia a redes para la integración de los migrantes. Otro tema estudiado en torno a la adaptación a corto plazo y la integración a largo plazo, es el papel que desempeñan las redes para el mantenimiento de los lazos con el origen. Algunos estudios han investigado cómo el excesivo contacto con el origen mantiene a los migrantes en un papel marginal en la sociedad de destino.

    Las investigaciones empíricas han observado que al principio las redes sirven para la adaptación básica, e incluso para reducir los costes económicos y los riesgos del proceso migratorio. Sin embargo, la organización se ve modificada por las exigencias de los flujos. Cada proceso migratorio conlleva una instalación más o menos permanente, a no ser que se trate de migración de trabajadores temporeros. Por ello, la red se tiene que abrir, y cuando esto ocurre se produce un cambio en su estructura. Este tipo de modificaciones puede resultar en redes de parentesco muy estructuradas y cerradas que, si bien ayudan en la instalación inicial, ralentizan la integración en la sociedad de destino porque cubren muchas de las necesidades de migrantes que no acuden a ninguna institución u otro tipo de organización local para atenderlas.

    La dependencia demasiado estrecha de una red de inmigrantes concentrada en empleos marginales aumenta naturalmente la

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