Mariposa de Acero: "Tus alas están ahí, solo tienes que atreverte a volar"

Por Miguelina Henriquez Pilarte

Desde pequeña sentía admiración por sus padres. Creció soñando con viajar, entrar a la universidad y lograr una familia como una mujer realizada con un esposo que trabaje e hijos que cuidar. Isabella creía que lo tenía todo, pero los acontecimientos inesperados se encargarán de demostrarle que la vida tenía

• Idioma: Español
• Editorial: Mariposa de Acero
• Fecha de lanzamiento: 17 ene 2022
• ISBN: 9781088026144

Vista previa del libro

MARIPOSA DE ACERO

TUS ALAS ESTÁN AHÍ, SOLO TIENES QUE ATREVERTE A VOLAR

Miguelina Henríquez Pilarte

Bien etre Media Group

MARIPOSA DE ACERO

TUS ALAS ESTÁN AHÍ, SOLO TIENES

QUE ATREVERTE A VOLAR

Miguelina Henríquez Pilarte

© 2020 Bien-etre Media Group.

Todos los Derechos Reservados. Queda prohibida la reproducción parcial o total de este material por cualquier medio o método sin la autorización por escrito del autor.

Diseño y Diagramación: Ceadvertising.

ISBN: xxxxxxxx

Edición: Editado por UVR Correctores de Textos para Bien-etre Media Group.

Impresión: Impreso en la República Dominicana por Bienetre Media Group, bajo el sello A90D.

www.a90d.com

Primera edición 2020

August 1st, 2019

¡Mi Dios, ilumina mi mente! Concédeme la sabiduría para escribir este libro. Que sea tu directriz, y no la mía, la que intervenga en cada palabra escrita en él.

Dedicatoria

Dedico esta historia a todas las mujeres que sufrieron violencia de género y desafortunadamente, hoy sus voces no pueden ser escuchadas porque la muerte las silenció para siempre.

Agradecimientos

La mejor herencia que puedes recibir es el amor de Dios, por ello le doy el primer lugar a Él. Agradezco de manera infinita el hecho de que cada día me regale la vida y mi verdadera identidad.

Quiero agradecer a mis hijos, Liz, Llemily y Fernando, porque son la mayor grandeza de amor que puede proyectar mi corazón y son la luz de mis ojos. A mi esposo, Stemer Fernández, por conquistar mi corazón, restaurando esa parte de mí que había sido mutilada y hacerme creer en el amor nuevamente. A mis padres, Cándido y Sonia, por sentar fundamento de valor para enfrentar el trayecto de la vida.

A mis hermanos, amigos y familiares por ser fuentes de inspiración.

A cada una de las personas que se ha cruzado en el camino de mi vida; que aunque parezca absurdo, han aportado su grano de arena para hacerme un mejor ser humano. Por ello mi corazón se reboza de gratitud.

A ti, que dedicas minutos de tu tiempo para leer esta historia. No sabes cuánto significa para mí. ¡Gracias!

Índice

Capítulo 1. La pérdida

Capítulo 2. Pertenecer a ninguna parte

Capítulo 3. Días de universidad

Capítulo 4. Vida en el barrio

Capítulo 5. Reencuentro

Capítulo 6. Navidad hecha pedazos

Capítulo 7. El maltrato se viste de sigilo

Capítulo 8. El acecho

Capítulo 9. Las huellas de la ira

Capítulo 10. Sellando el compromiso con el dolor

Capítulo 11. El ascenso de un ángel

Capítulo 12. Resistir o morir

Capítulo 13. La desgracia regresa con refuerzos

Epílogo

Prólogo

Cuando se nace con entereza y determinación, la cuna que aguarda el éxito es solo una consecuencia. Éxito que auguro a Miguelina Henríquez Pilarte en esta extraordinaria obra del género novela; envuelta en una realidad que como manto cubre los hallazgos de inocentes corazones heridos y saca a la luz el sentimiento ególatra golpeado por las carencias afectivas.

Con destacadas habilidades comunicativas y de liderazgo, Miguelina dedicó parte de su vida a la supervisión de ventas y tecnología. En la actualidad se desarrolla en el ingenioso mundo del servicio empresarial networking y la capacitación integral.

Respetuosa de las buenas costumbres, en cada área desempeñada ha demostrado gran sentido de compromiso, por eso en ella se refleja la virtud de la mujer que defiende su papel.

Desde muy joven conoció las desavenencias, pero éstas no estancaron su mente, más bien ampliaron su capacidad adaptativa y despertaron su sensibilidad, impregnada en estas páginas.

Siempre ha sido abierta al aprendizaje, prudente en el trato y optimista ante lo novedoso, cualidades que le han abierto muchas puertas; porque así es ella, indagadora de las oportunidades, esas que le ponen en bandeja el conocimiento, los retos, las bondades y la astucia para tomar decisiones acertadas.

Agradecida del camino que le ha tocado recorrer, con sus curvas y rectas, Miguelina aboga por los valores y principios que marcan las pautas y que dejan huellas.

Como protectora de su nido llamado familia, diseñadora de sus propios sueños y ventana para el de los demás, la autora entrega un tesoro que despertará conciencias, que va a inspirar ternura, que impulsará la valentía y que romperá paradigmas para saber decir sí cuando es sí, y no cuando es no; saber cuándo continuar y cuándo decir basta.

Me trae a la memoria ese microrrelato al que titulé La Huida, que por ser uno de sus favoritos, transcribo un pequeño fragmento:

Había emprendido la huida, era demasiada la pena para frenar tantas lágrimas. Paredes y barrotes me impulsaron a no pensar más que en el deseo de ser libre…

Sucumbir ante el abismo de la impotencia, al verla allí, tendida, sin vida, víctima de la injusticia y la demencia…

No ha sido casualidad el haberme cruzado, con mi querida Migue, como suelo llamarla, en las sendas de la lucha constante, compartiendo historias, lágrimas y risas; un cariño genuino impulsado por los criterios y deseos en común.

El Creador del Universo, fuente de sabiduría y paz, ha tocado el corazón de esta elocuente escritora. Cuando la meta es ser feliz, se puede trabajar la estrategia. Y eso lo plasma con delicadas pinceladas en el desglose de la historia. Ha sido como entonar canciones que agregan vida a los años.

Mujeres, tanto jóvenes como adultas, podrán descubrir que bajo el amparo divino y en gratitud constante, la libertad emana como alas dispuestas a emprender el vuelo, el más alto que pueden elevar cuando se es MARIPOSA DE ACERO.

Escrito por: Thammy Suarez

Capítulo 1.

La pérdida

Isabella llegaba a su casa de una fiesta de secundaria y a pesar de no llevar puestos sus anteojos para ver con claridad a distancia, logró ver estacionados varios carros a las afueras. Pensaba que, como de costumbre, sus padres tenían visita de amigos. Al entrar se percató de que no era lo que pensaba, todos estaban ayudando a empacar las cosas, porque debían desocupar la casa más tardar al día siguiente a horas del mediodía, pues la habían perdido, y si no la desocupaban, también perderían todos sus muebles. El padre de Isabella, lastimosamente, realizó un mal negocio y la consecuencia de ello era entregar lo que se había puesto en garantía: su hogar.

Después de vivir más de quince años en el mismo sector de clase media, donde habían pasado sus mejores tiempos, rodeados de amigos de su misma clase social, les tocó irse. Sin saber lo que realmente sucedió, se desprendieron de su rutina diaria. Se mudaron a una casa que su padre había gestionado, pero su madre les dijo:

—Dejen todo empacado como está, este no es el lugar para nosotros.

Isabella en ese momento no prestó mucha atención, corrió rápidamente a conectar la televisión y trató de conseguir señal para ver el asesinato de la reina del ritmo tex-mex, que ocurría en ese mismo tiempo.

Al día siguiente retomaron la rutina, y para Isabella fue desconcertante tener que asistir al colegio. Se preguntaba hasta qué punto podría mantener las apariencias para no ser juzgada por sus compañeros de colegio, quienes pertenecían a una clase social media-alta. Ya no contaban con el chofer que los recogía y no podía invitar a sus amigos a la nueva casa, tenía miedo de perder a sus amistades. Al volver a casa, notaba a su madre con miedo, lo que aumentó su angustia y nostalgia. Estaba segura de que no les contaba los detalles de lo ocurrido por temor a su padre, que fue un hombre estricto y a veces un tanto déspota.

Desafortunadamente, Isabella y su hermano nunca tuvieron una comunicación abierta con sus padres, y