Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Misterios y enigmas de la Arqueología
Misterios y enigmas de la Arqueología
Misterios y enigmas de la Arqueología
Libro electrónico215 páginas2 horas

Misterios y enigmas de la Arqueología

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

¿Sabía que existió un ordenador en el siglo I a.C.? ¿Es posible encontrar un martillo fosilizado con cientos de miles de años? ¿Podían volar en el Antiguo Egipto? ¿Conocían la nanotecnología hace milenios? ¿Qué nos dicen unos extraños discos que podrían tener grabada información de otros tiempos? ¿Para que sirvieron las llamadas pilas de Bagdad? Son sólo algunas de las intrigantes preguntas que encontrará en un libro lleno de misterios y pruebas arqueológicas más allá de la Historia.

Un desafío a la lógica, un desafío a la Ciencia, no se encuentra explicación y muchas veces son relegados al olvido o mal etiquetados…
Éste es, pues, el libro de los objetos malditos de la Ciencia.

A lo largo de la Historia son muchos los hallazgos que se han producido en el mundo que han llevado a arqueólogos e historiadores a construir, como si fuera un puzzle, la cronología y hechos de importancia para nuestra Humanidad. Nuestra Historia, desde el más remoto pasado hasta nuestros días, se va completando también con cientos de miles de objetos que retratan una época, su época, y que nos dicen mucho de la misma. Sin embargo nos encontramos con los imposibles de las Arqueología, con objetos que no tienen una correspondencia aparente con el tiempo en el que están datados y que pertenecen a una Historia que jamás fue escrita o que es ignorada.
IdiomaEspañol
EditorialLid Editorial
Fecha de lanzamiento3 may 2018
ISBN9788417558505
Misterios y enigmas de la Arqueología

Lee más de José Manuel García Bautista

Relacionado con Misterios y enigmas de la Arqueología

Libros electrónicos relacionados

Cuerpo, mente y espíritu para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Misterios y enigmas de la Arqueología

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Misterios y enigmas de la Arqueología - José Manuel García Bautista

    PRÓLOGO

    Perdidos en la trama del tiempo

    Me encantan los Ooparts, no lo puedo evitar. Y es posible que por eso el autor de este libro haya cometido el error de pedirme que le escriba un prólogo. Un error en toda regla ya que, aunque me fascina ese evocador conjunto de misterios embolsados en un acrónimo de compleja pronunciación, reconozco que no sé prácticamente nada del mismo. Pero bueno, eso ya lo compensa con creces García Bautista, que como avezado investigador y divulgador, estoy convencido que aporta todas las claves necesarias en las páginas que siguen.

    Cada «objeto» fuera de su tiempo es un acertijo genuino, tiene entidad propia, constituye un enigma cuyo abordaje necesariamente debe ser individual. Puede haber Ooparts parecidos, pero no hay dos iguales. Y eso, desde mi limitado punto de vista, es hechizante para el intelecto. En cualquier caso, el dilema que nos plantean la práctica totalidad de estos objetos arqueológicos y paleontológicos es bastante similar, el anacronismo, su aparición fuera de lo que consideramos su tiempo natural. Pero a nadie se le escapa que lo que consideramos hoy su tiempo natural, mañana puede variar sustancialmente a partir de nuevos hallazgos o de la reinterpretación de la cultura y escenarios en los que han aparecido estas potenciales anomalías temporales.

    Hasta hace pocas décadas hablar de objetos fuera del tiempo era evocar la potencial existencia de civilizaciones desconocidas en el pasado, pueblos o bien élites dentro de los mismos, que habían dispuesto de una tecnología muy superior a la que sería de esperar de acuerdo con nuestro conocimiento y percepción de la historia y la evolución del hombre. Desde esa perspectiva, los Ooparts se erigían en pruebas de esas otras humanidades, en argumentos que invitaban a reescribir la historia, incluso ocasionalmente, con la hipotética presencia alienígena de por medio. Ese respetable enfoque nacía infectado de varios males, al menos desde nuestro humilde punto de vista, siendo el más desafortunado de ellos el de menospreciar las habilidades de quienes nos precedieron para desarrollar instrumentos que etiquetaríamos como avanzados o modernos. Y es que al margen de que fuesen o no genuinos —y entiéndase por genuinos que no fuesen un fraude puro y duro o el fruto de una interpretación subjetiva— siempre se daba por hecho que la cultura que cohabitó con el objeto no era capaz de desarrollarlo. Por eso se recurría a la presencia de otra cultura misteriosa, o incluso, se apostaba por viajeros en el tiempo como responsables de esa desincronización tecnológica. Actuando, así como método éramos sencillamente injustos.

    Hoy ese panorama ha cambiado bastante en el mundo de la arqueología y la paleontología, y cada día se reescriben muchas páginas del pasado a partir de la incesante cascada de hallazgos que nos van demostrando, por ejemplo, que la inventiva acompaña al hombre desde mucho antes de lo que pensábamos. El hecho de no saber cómo lo hicieron o que a nosotros nos pueda costar horrores reproducirlo, con nuestra tecnología actual, no impide que en el pasado lograran una técnica para ejecutarlo, que previsiblemente fuera extremadamente sencilla, desde nuestra óptica, claro. Quizá algunos de estos enigmas se resuelvan con información adicional que, eventualmente, aparezca; o quizás no. Enfoques para este problema hay muchos. Quienes encuentran en los fabulosos planteamientos de la física cuántica un refugio para todo lo que aparentemente es inexplicable, algunos Ooparts podría resolverse por ahí, como fruto de brechas en el tiempo, tele transportaciones o coexistencia de varios universos. Bueno… tal vez sea así. Personalmente me sorprendió bastante descubrir, hace ya bastantes años, que muchos de esos objetos que siembran nuestro mundo, forman parte del catálogo de pruebas de los creacionistas y de su versión 2.0; los partidarios del diseño inteligente. Su presencia, aseveran, demuestra que las cronologías de los arqueólogos y paleontólogos son erróneas, que el mundo y el hombre son bastante más recientes de lo que pensamos, etc. A nosotros, personalmente, todo esto —el conjunto— nos parece fascinante. Creo que cada Ooparts es un desafío, un estímulo, una invitación a devanarse los sesos en busca de una o varias respuestas, ya sean transitorias o definitivas. Un martillo de hierro en el cretáceo, unas huellas humanas entre huellas de dinosaurios, un dispositivo volador moderno en un cuadro renacentista, un plesiosaurio en un panel rupestre, listas cerradas en el sistema electoral español… Me encantan los Ooparts, no lo puedo evitar. Disfruten de este libro.

    José Gregorio González

    INTRODUCCIÓN

    «Tantas cosas por contar y tan sólo una vida para hacerlo»

    Desde tiempos inmemoriales el hombre ha sentido curiosidad por todo cuanto le rodea, desde lo incomparablemente pequeño a lo infinitamente grande; se ha formulado preguntas y ha tratado de obtener respuestas. Fruto de esa inquietud innata del ser humano surge su propia evolución, porque dentro de ese avance en el pensamiento ha llegado a desarrollar ingenios para su uso y ayuda.

    En esa transformación el ser humano se ha encontrado con elementos que desafían a su lógica, objetos imposibles por su antigüedad o por las capacidades que el ser humano de la época tenía en la etapa en la que se data el objeto. Por su imposibilidad, por la incapacidad de explicar satisfactoriamente el origen del mismo se le dio una curiosa denominación: OOPART, u «Objetos Fuera de Tiempo»».

    Son un desafío a la lógica, a la Ciencia; no se encuentra explicación y muchas veces son relegados al olvido o mal etiquetados… Este es pues el libro de los objetos malditos de la Ciencia, aunque yo prefiero llamarlo «Arqueología de lo Imposible».

    OOPART es un acrónico que significa, en su lengua natural «Out of place artifact» y sobre todo es debido a que la Ciencia los ha ubicado en un marco histórico y en una época concreta con sus modernos sistemas de datación. Sin embargo, se da la paradoja que en esa época desarrollar un artefacto, como los que se va a encontrar al leer este libro, es sencillamente imposible…

    Así pues, es también el libro de los objetos imposibles pero que sin embargo ¡existen!

    La Ciencia los ha considerado en muchas ocasiones como objetos rituales, representaciones mitológicas, objetos de culto y cualquier otra denominación que pudiera parchear el conflicto de su catalogación; sin embargo, las nuevas generaciones de investigadores se han preguntado por ellos más allá de la Ciencia ortodoxa y el resultado es inquietante…

    ¿Existieron otras culturas y civilizaciones antes que la nuestra? ¿Hay una Historia desconocida? ¿Hubo una civilización avanzada que nos legó objetos para los que hoy carecemos de explicación? Serían solo algunas de las preguntas que se plantearán en todos y cada uno de este muestrario de objetos imposibles que les propongo visitar.

    Desde la metalurgia imposible a los cráneos de cristal pasando por discos sorprendentes, maquetas voladoras, «ordenadores» celestes y muchos más que causarán admiración en el lector a la vez que se preguntará: ¿Cómo es posible?

    Acérquese a ellos obviando cualquier planteamiento a favor o en contra, déjese llevar y descubrirá como estos Ooparts nos ocultan una época de la que jamás nos contaron los libros de Historia, de las que jamás nos hablaron los historiadores ni los científicos y que parecen estar revocados al olvido y del que debemos, entre todos, sacarlos y revaluar su origen, su fabricación y los conocimientos «escondidos» tras ellos para descubrir una época y una civilización que existió antes que nosotros. Sencillamente es la Arqueología de lo imposible.

    Así pues, dispóngase a acceder a cruzar las fronteras del conocimiento y acceder al mundo de los objetos imposibles… ¿o no?

    En el museo de Topkapi mientras contemplo una copia del enigmático mapa del almirante Piris Reis.

    Jose Manuel García Bautista

    Estambul (Turquía)

    1. METALURGIA IMPOSIBLE

    A menudo nos preguntamos qué grado de tecnificación tenían los antiguos pobladores de este planeta, las antiguas culturas capaces de hacer o construir grandes monumentos que, hoy día, nos costaría tanto imitar con nuestra «avanzada» tecnología.

    Pienso que si hubiera un gran cataclismo en la Tierra y los conocimientos de nuestra civilización del siglo XXI se perdieran y sólo quedaran vestigios aislados, cuando nuestro planeta se repusiera y una nueva civilización nos sustituyera, creyéndose los primeros, y hallaran nuestros restos también se preguntarían: ¿quién los ha hecho? O ¿Con qué tecnología? Y me pregunto yo: ¿Por qué no nos puede estar pasando eso mismo a nosotros con esos vestigios incomprensibles que llamamos Ooparts?

    La Metalurgia nos deja ejemplos realmente asombrosos, veámoslos:

    Egipto, 1850. M. Mariette descubre, en las proximidades de la Esfinge, una gran cantidad de objetos, formados por joyas y vasos dorados, que habían sido fabricados usando la galvanoplastia, su dorado era perfectamente uniforme y no tenía señales de haber sido soldado o labrado manual.

    En 1898, en un emplazamiento de la antigua cultura sumeria se encuentran objetos que son etiquetados como «de plata». Analizados cuidadosamente descubren que se han ejecutado empleando la galvanoplastia en plata. Las pilas de Bagdad tenían en su rulo de cobre una pátina azul que es característica de la galvanoplastia con plata. Sin embargo, la Ciencia oficial dice que es imposible.

    En Armenia, en Medzamor, se descubre un complejo metalúrgico muy antiguo; su descubridor, el Dr. Korioun Meguertchian, no puede explicar satisfactoriamente el hallazgo.

    En él se encontraron objetos metálicos con más de 5000 años, donde se fabricaba y trabajaba, el cobre, bronce, plomo, zinc, hierro, oro, manganeso y… ¡acero! Igualmente se hallaron pinzas (de depilar) con 3000 años de antigüedad. Oficialmente imposible.

    En Nueva Delhi, India, tenemos su no menos famosa Columna de Delhi, de hierro casi puro y antioxidante… ¡Pese al monzón!

    En el gigante asiático, en China, se encontraron objetos fabricados en bronces de aluminio y aluminio, como el cinturón del emperador Ching. Nuestra civilización hubo de esperar a 1819 para poder producirlo.

    En América se encontraron objetos de oro y platino… El platino solo puede ser trabajado cuando se funde a más de 1700º C de temperatura. En Europa se comenzó a trabajar entre 1730 y 1762. ¿Cómo podían haber trabajado aquellos pobladores de América piezas que precisaban de alto horno?

    Como en tantas ocasiones surgen más preguntas que respuestas cuando el objeto que tenemos de estudio es un Oopart.

    Las esferas de Klerksdorp

    Podrían pasarle desapercibidas, podrían parecer una curiosidad más y, sin embargo, por méritos propios, ha pasado a estar entre los «Objetos Imposibles» más apreciados del mundo. Se las conocen como «Las esferas de Klerksdorp» y son unas esferas de pirita que se encontraron en 1960 en África del Sur, en Transvaal Occidental y en Ottosdal. Se hallaron incrustadas en estratos del Precámbrico, de hace 2 800 millones de años. Los mineros que realizaron este hallazgo apenas podían creer lo que estaban viendo. Sabían que tenían muy poca explicación.

    esferas.psd

    Aquellas esferas metálicas tenían unos finos surcos en su ecuador, paralelos, hechos por manos humanas, o inteligentes, y sin embargo en el periodo geológico encuadrado carecen de toda explicación razonable tal y como recoge Michael A. Cremo en su obra «Arqueología prohibida».

    Se han recogido en estos más de 50 años alrededor de 200 esferas con este mismo misterio en aquella zona de Sudáfrica. Los profesores de geología J. R. Maciver, de la Universidad de Witwaterstand en Johannesburg, y A. Bisshonff, de la Universidad de Potsshefstroom, analizaron aquellos misteriosos objetos que tenían un diámetro de entre 2,5 y 10 centímetros.

    Aquellas esferas eran de color azul, con reflejos rojos y filamentos blanco, duros. Su composición también avanza hacía el acero niquelado, lo cual nos dice que son de origen artificial.

    Se trataron de explicar cómo nódulos de pirita de origen metamórfico y nódulos de «goethita» formados del desgaste de la pirita. Así el investigador Paul Henrich trata de descalificar a Michael A. Cremo argumentando que sus fuentes estaban sacadas del «Weekly World News» (Noticias Mundiales Semanales), y que no era acreditada. Sin embargo, la contrariedad la pone el Museo Sudafricano de Klerksdorp y su conservador R. Marx cuando decidieron exponer al público las misteriosas esferas metálicas con sus canales.

    La pieza Wolfsegg

    Se encontró en Wolfsegg, en una pequeña localidad de Austria. Podría haber pasado perfectamente desapercibida y, sin embargo, su hallazgo llenó de dudas, una vez más, a la Ciencia. No sabía cómo explicar su existencia así que le colgó un oportuno cartel de «Objeto Imposible».

    Es llamado el «Cubo de Salzburgo» y no es más que un trozo de hierro encontrado dentro de un bloque de carbón. Podría parecer que, en apariencia, no hay ningún misterio, pero nos equivocaríamos si pensáramos así; precisamente porque su envoltura de carbón protegió la pieza y lo cubrió de aún más misterios… Sobre todo, de la tecnología que tenían nuestros «primitivos» ancestros…

    Fue en la revista «Nature» donde su publicó un completo informe (volumen 35, 11 de noviembre 1886, pág.36) donde se describe el objeto como «casi un cubo», de formas cuadradas, con ángulos de 90º imposibles en la naturaleza y «con una incisión profunda». El llamado «Cubo de Salzburgo» es de hierro y mide 67 mm de alto, 67 mm ancho, y 47 mm en la parte más gruesa. Su peso es de 785 gramos, y su peso específico es 7,75.

    Se dice de este objeto que pudiera tratarse de un meteorito, o de origen meteorítico en virtud de su composición y la superficie característicamente picada. Pero los científicos que lo han estudiado no lo tienen claro. Si fuera un meteorito no se podría explicar, satisfactoriamente, su forma peculiar.

    Además, en el estudio metalúrgico realizado sobre el hierro de Wolfsegg, llevado a cabo en el año 1966, por el Museo de Historia Natural de Viena, se llegó a la conclusión que el

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1