Cádiz Misteriosa

Por José Manuel García Bautista

¿Sabías que la calle Poeta Nieto, el hospital Puerta del Mar, el cementerio de San José, el Palacio de Purullena o la catedral de Jerez son lugares donde los espectros se aparecen? ¿Conoces las casas encantadas de la calle Ancha, del Puerto de Santa María o de Chiclana? Estos y otros muchos casos tienen cabida en Cádiz Misteriosa.

Que Cádiz es una tierra con encanto no escapa a nadie, ahora tenemos la oportunidad de descubrir otra cara de la capital y su provincia. José Manuel García Bautista sigue su labor investigadora del Misterio, llevándonos por los casos más escalofriantes ocurridos en sus calles y edificios, acompañando y conociendo las declaraciones de testigos espantados por hechos que no logran comprender, sucesos que escapan a su racionalidad, miedo en la noche —o en el día—, fenómenos paranormales, atemporales... materializándose ante aquellos que no esperaban.

• Idioma: Español
• Editorial: Lid Editorial
• Fecha de lanzamiento: 27 dic 2017
• ISBN: 9788417229450

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PRÓLOGO

Siempre he sentido una particular fascinación por Cádiz, por toda su provincia, por sus más de tres mil años de historia, por las culturas que pasaron por esta noble tierra, por todo lo que ha dado y ha aportado a la Historia, Leyendas y Misterios.

Desde que era pequeño recuerdo visitar con asiduidad lugares que ocupan un lugar en mi corazón, como la propia ciudad de Cádiz, Jerez, El Puerto de Santa María, Arcos de la Frontera, Chipiona, Rota o Sanlúcar de Barrameda. Mi infancia estuvo muy ligada a esta tierra y por las noches mi padre me contaba historias de OVNIs, lugares encantados o fabulosos tesoros perdidos en sus costas. Todo eso creó un caldo de cultivo en aquel niño que, poco a poco, fue creciendo en la misma medida que lo hacía el interés por estos temas.

Pronto, con apenas dieciocho años, pude investigar el famoso «caso Conil», con sus humanoides y fenómeno ufológico. Con posterioridad pude examinar, en exclusiva, el caso del poltergeist de Arcos de la Frontera y, por una clara vinculación laboral con la ciudad de Cádiz, acceder a muchos de los casos secretos y jamás contados.

Fruto de todo ese trabajo desplegado es esta obra, que rinde homenaje a Cádiz, a la ciudad y a la provincia, y que pretende dar cabida a los casos más escalofriantes que se han podido vivir, testigos espantados por hechos que no lograban comprender, sucesos que escapan a su racionalidad, miedo en la noche —o en el día—, el fenómeno paranormal, atemporal, materializándose ante aquellos que no esperaban ser testigos del Misterio... ¿Hay algo más inquietante?

A lo largo de estas páginas vamos a adentrarnos en el corazón del Misterio, a desplazarnos a aquellos lugares donde habita lo imposible, a vivir, junto al testigo, aquella experiencia que jamás querría repetir y que nos cuenta de forma tan personal como aterradora.

Nada queda al margen de esos sitios encantados, desde la típica «chica de la curva», más allá de la leyenda urbana, hasta hospitales encantados, viejos edificios que guardan el terrorífico vestigio de lo que fueron en un pasado, cementerios con misterio, casas particulares donde lo imposible se hace posible y mucho más.

He trabajado y trabajo para medios de comunicación de Cádiz, en mi tiempo libro he leído mucho de los misterios de la ciudad por esa afición mía de las guías «no oficiales» y he tenido la oportunidad de, con la base bibliográfica de otros compañeros, aumentar la información que ya había de determinados casos o de aportar nuevos casos inexplicables a la provincia de Cádiz; es tarea de todos sacar a la luz estas historias que, en muchas ocasiones, están entre la leyenda y la realidad. Es también un tributo a la ciudad de Cádiz, y —sintiéndome un poco gaditano de corazón— a aquellos investigadores que se partieron el alma tras el Misterio —cuyos trabajos han resultado fundamentales para documentar mejor esta obra—; quiero destacar, en primer lugar, a mi amigo José Manuel Serrano Cueto, a José Antonio Caravaca, Andrés Serrano, la Asociación Parapsicológica de Puerto Real, mis amigos del boletín que se editaba antaño llamado Investigación y en el que tanto participé en la década de los 90 del siglo XX, a mis queridos Sergio Moreno y José Manuel Vela —que tienen arte y parte en esta obra—, a un maestro querido y admirado como lo es J.J. Benítez y a todos —perdonad que omita nombres, la lista sería larga— los que hicieron posible que el Misterio en Cádiz sea más conocido.

Comienza, aquí y ahora, un viaje a lo imposible... Es el Misterio. Mañana, quizás en cualquier momento, puede sucederle a usted. Entremos juntos a desgranar esos casos que no querría vivir en carne propia, comienza nuestra aventura por la Cádiz sobrenatural. A orillas del océano Atlántico, junto a la siempre hermosa Catedral de Cádiz.

José Manuel García Bautista

CAPÍTULO 1: CÁDIZ CAPITAL

EL CALLEJÓN DEL DUENDE

Las ciudades andaluzas, por su luz, por la idiosincrasia de su gente, por su propio estilo de vida, son proclives a historias de fantasmas y aparecidos, a leyendas que se enredan con la realidad y que es complejo de separar cual es cual... Así nos encontramos con una singular historia por las calles de Cádiz que tiene que ver con el callejón del Duende.

Es angosto, estrecho, reboza romanticismo bequeriano y en él se da una historia tan singular como difícil de comprobar...

Su nombre le llega impuesto, pues se decía de este lugar que era habitual del contrabando que en él hacía un conocido pirata de la ciudad apodado «el Duende».

Pero hay otras versiones. Una, muy análoga —excepto por su final— a la que se puede encontrar en la ciudad de Sevilla, nos habla de que un capitán francés, durante la guerra napoleónica en nuestro país, se enamoró de una hermosa joven gaditana, hasta el punto de que no se quería marchar de España ni cuando las cosas se pusieron duras para los gabachos. Aquellos dos jóvenes, el apuesto y serio oficial francés y la pícara gaditana, se veían en aquel mismo callejón. Era su lugar secreto, su punto de reunión y de amor... Hasta que una noche sorprendieron al francés con la bella joven. Odiados los franceses, la afrenta no podía quedar así... Los vecinos ya tenían su juicio... A él por francés e invasor y a ella por traidora... Y ambos perecieron. Pero desde entonces ambos amantes no habrían dejado de verse, como dos espectros en la noche profesándose amor eterno que al llegar la hora bruja se funden en uno en un reencuentro eterno.

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El callejón del Duende

La noche de difuntos el callejón es adornado con velas que los vecinos de la misma encienden en tributo al amor de la pareja.

HOSPITAL DE MORA: EL EDIFICIO ENCANTADO DE LA FACULTAD DE EMPRESARIALES

Uno de los grandes casos paranormales de la ciudad de Cádiz se encuentra, sin duda, en la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, con toda una historia truculenta, extraña y misteriosa a su alrededor.

Antaño había sido un hospital, el llamado Hospital de Mora, que financió el mecenas José Moreno de Mora y Vitón en 1903, destinado a atender a los enfermos de la ciudad, sobre todo a los heridos del bombardeo del Frente Popular, impulsado por el almirante Valdés. Será por ello que tanto dolor y emociones contenidas entre sus muros han derivado hoy, a través de obras y modificaciones, en el despertar del que dicen que es un edificio encantado.

Desde su funcionamiento como universidad, allá por la década de los 90, los numerosos estudiantes que allí se daban cita comenzaron a hablar de extraños fenómenos: luces que se encendían solas, objetos que se desplazaban como movidos por unas manos invisibles, terribles portazos, extrañas corrientes de aire, pasos que procedían de la nada, llantos de niña, sombras misteriosas... Todo ello teniendo como epicentro la antigua dependencia que actuaba como mortuorio y que en la actualidad es la biblioteca; un lugar en el que cuentan los testigos que han visto el espectro de una monja cuyo hábito va salpicado de sangre...

Curiosamente el hospital no destacaba por su atención a los pacientes, que se encontraban solos en la vida o sin familiares que los visitaran, siendo ello fruto de desatención y negligencia. A los niños se les obligaba a tomar las medicinas y los métodos parece que no eran precisamente los mejores en un centro hospitalario...

Dentro del edificio se encuentra otro lugar destacado para lo paranormal: la antigua Delegación de Alumnos, ubicado en el sótano del edificio, hoy archivo. Allí se escuchan ruidos extraños, pisadas, se nota uno acompañado y siente presencias... Sin embargo, al mirar alrededor suyo los testigos se encontraban solos, acompañados por la nada, por lo invisible o por lo inexplicable.

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Hospital de Mora, hoy Facultad de Empresariales.

Hay testimonios de personas que han vivido sus particulares experiencias en el edificio, uno de ellos narraba: «Iba bajando las escaleras junto a unos compañeros y percibí cómo alguien se dirigía a una de las aulas. Me extrañó que al entrar por la puerta dejara las luces apagadas. Le pregunté a mis compañeros si habían visto a esa persona entrar por aquella puerta y ellos me lo negaron, y me comentaban que por allí no había pasado nadie. Quise verlo por mí misma acercándome al aula y pudimos comprobar que allí no había absolutamente nadie y las luces seguían apagadas. Me quedé atónita pero no le quise dar más vueltas e intenté olvidar aquello».

¿Leyenda o realidad? Muchos edificios antiguos se precian de tener trágicas historias e incluso de albergar el «hogar» de muchos espectros, la facultad de Empresariales parece que no es una excepción, su disposición aún recuerda su antigua actividad y si uno cierra los ojos podrá sentir el grito ahogado de muchos enfermos...

LOS FANTASMAS DEL HOSPITAL PUERTA DEL MAR

Lo paranormal no tiene por qué manifestarse en tétricos lugares o espacios que han sido tomados por el tiempo, a veces, en lugares activos y con movimiento laboral también puede aparecer el Misterio, a veces allá donde ha habido dolor y muerte...

Cuando se habla de un hospital encantado a todos se nos viene a la cabeza los viejos sanatorios o, más recientemente, centros hospitalarios como el Manuel Lois en Huelva o el Equipo Quirúrgico Municipal en Sevilla, cuyos espectros trascendieron a los medios de comunicación y hoy son algo más que una leyenda allá donde sendos edificios ya no existen.

En Cádiz existe un lugar que parece tomado por el Misterio —a decir de los testigos—, un hospital que atiende al nombre de Puerta del Mar.

En él se han producido hechos que entrarían dentro de la lógica en un centro médico en uso y plena actividad, pero que parecen esconder parte de misterio. En el año 1991, un 16 de abril, una religiosa causó un incendio y no hubo que lamentar apenas daños materiales, tampoco muertos o heridos. Curiosamente todas sus compañeras la señalaron a ella como responsable del incendio. Sin embargo, la realidad fue otra bien diferente: un informe del Consorcio contra incendios explicó que la causa fue un paño de mantenimiento que prendió por un chispazo de un deficiente cargador de baterías de linternas, unido a la acumulación de gases de un cuarto de reducidas dimensiones.

Sobre aquel incidente escribía el Diario de Cádiz en sus páginas: «Pudo ser una enorme tragedia que acabó solo en susto. Un gran susto, para ser más exactos. En la noche del 16 de abril de 1991 un fuego originado sobre las 22 horas en un sótano del ala norte del hospital de Cádiz obligó a evacuar a más de 700 enfermos y derivarlos a otros hospitales de la provincia en unas caóticas condiciones, en mitad de la lluvia, mientras, en el interior del edificio, los bomberos se afanaban por controlar lo que podía convertirse en una catástrofe histórica para una ciudad que siempre recordará el Incendio de la Residencia. Al centro hospitalario le quedaban todavía varios meses para cambiar su nombre a Hospital Universitario Puerta del Mar».

Más reciente en el tiempo, dos décadas después, se registra otro incendio en sus sótanos, tal y como recogía el Diario de Cádiz. 25 de diciembre de 2011, así lo narraba el diario: «Respecto a los daños materiales, en esta zona del hospital se encuentran el taller de mantenimiento, el almacén general con dependencias de oficinas, donde está el almacén de mantenimiento y las instalaciones en las que trabaja el personal de la oficina de mantenimiento. Se ha visto afectada la alimentación eléctrica del almacén, un bajante de uralita de aguas pluviales y varias máquinas de aire acondicionado independientes del resto del edificio que dan servicio al taller y a electro medicina. Los bomberos inspeccionaron la zona y evacuaron el humo con la ayuda de un turboventilador. Desde el cuerpo resaltan la efectividad en la activación del plan de autoprotección del centro. Hasta el