27: Cuando Me Convertí En Planta

Por Nadia Burkett Simonutti

Siempre me llamaron la atención las plantas. Crecen cómo y desde donde sea, es suficiente una mínima grieta en medio del asfalto negro, seco, caliente y árido para que empiece a crecer una. Pueden quemarlas, secarlas, ahogarlas, cortarlas o sofocarlas y ellas seguirán creciendo, tal vez, incluso, en contra de su voluntad. Aunque les duela tener que rebrotar cada una de las veces, no pueden dejar de hacerlo, porque su naturaleza es sobrevivir, sobrevivir y rebrotar, rebrotar y florecer. Siempre.
Esta es la historia de cómo yo me convertí en planta.

• Idioma: Español
• Editorial: Xlibris US
• Fecha de lanzamiento: 25 ene 2020
• ISBN: 9781796082593

Nadia Burkett Simonutti

Nadia Burkett Simonutti nació el 30 de abril de 1990 en un hogar pobre de la ciudad de Santa Fe, Argentina. Con un padre alcohólico y violento, durante su infancia recibió una educación fuera de lo convencional. Toda su vida luchó contra las estadísticas para lograr sobrevivir en un mundo ajeno, en donde las oportunidades de triunfar parecen estar destinadas a la clase alta. En 2015 creía tener su vida encaminada, con una destacable carrera profesional que le permitió auto solventar sus estudios de Ceremonial y Protocolo, Organización de Eventos y Relaciones Públicas. Nunca pensó en la escritura como parte de su vida. En medio de una interminable lucha contra el pasado y hundida en el peor de los laberintos, descubrió que escribiendo lograba invocar su resiliencia, ese brote de vitalidad que se negaba a desaparecer. La escritura le salvó la vida. Escribiendo liberó su alma.

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Copyright © 2020 por NADIA Burkett Simonutti.

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Prólogo: Alicia Barberis

Colaboración: Federico Andrés Lorio

Todos los nombres que aparecen en este libro son ficticios, excepto el de Fede y el de Sombra, mi maestra.

Fecha de revisión: 01/23/2024

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ÍNDICE

A MODO DE PRÓLOGO

PREPARADA

DOS AÑOS

7 AÑOS

AL MISMO TIEMPO

15 AÑOS

EL ESPÍRITU DE SCHUMACHER Y LA TESTIGO DE JEHOVÁ

ATISBO

MUDANZA

NO AGUANTO

CASI 28

8 MESES LEJOS, 28 AÑOS Y 2 MESES:

LOS DEMÁS

MI MAMÁ

MI HERMANA

A MIS CERCANOS

EN SOCIEDAD

SANADOR

LO QUE ÉL ME HACÍA

REUNIÓN

LA BUROCRACIA DE LA REDENCIÓN:

A MODO DE PRÓLOGO

Nunca me gustaron los prólogos.

Cuando un libro lo tiene, generalmente lo salteo.

No quiero que me anticipe de qué va la obra, ni tampoco que pondere el texto.

Prefiero sorprenderme y sacar mis propias conclusiones.

Por tanto, tampoco me gusta escribirlos.

Sin embargo, con este libro me pasó algo distinto.

Conozco a Nadia desde niña. Fui amiga de Pedro, su abuelo, durante los años que la vida nos lo permitió. Pero, sobre todo, porque es tan conmovedora su historia que no pude ni quise dejar de hacerlo cuando ella me lo pidió.

Quiero sumar mi voz a su voz, y también recomendar su lectura, con el deseo de evitar que las niñas y niños puedan llegar a atravesar el dolor que a ella le tocó.

Tengo la certeza de que a nadie dejará indiferente esta historia y, seguramente, después de leerla, será difícil pasar por alto las señales que manifiestan quienes atraviesan una situación similar.

También lo hago pidiendo que se multiplique el reclamo –con firmeza y a través de acciones concretas– para que exista un sistema que proteja de verdad a las infancias, y que termine al fin con la inoperancia de la Justicia, con su burocracia absurda y su falta de empatía con las víctimas.

Dice Nadia: Los que no me dejaban en paz eran los pensamientos, las reflexiones, la rabia, la indignación, la impotencia, la bronca, la necesidad de reclamar, gritar, maldecir, llorar. Un día decidí empezar a escribir. Cada vez que un pensamiento se hacía reiterativo, lo escribía y se iba. Atrás de ese venía otro, y otro y otro. A todos los escribí.

Esta es una historia dura, escrita desde las entrañas, desde el dolor más profundo, desde las úlceras de una boca que está en carne viva, desde el alma de una niña que llora su desamparo, y no comprende.

Pero es también una obra que brinda un espacio para la reflexión colectiva, para que cada quien pueda asumir la responsabilidad que le toca, para que todas las personas tomemos mayor conciencia sobre un tema tan poco transitado, tan poco debatido, pero tan frecuente. Para echar luz sobre las sombras, para que quede claro que no se puede justificar la perversión, ni menos aún, tratar de convencer a las víctimas de que es mejor el silencio, el olvido, una charla amistosa en familia, o una pastillita que borre los recuerdos.

Ya sabía que mi mente, mi cuerpo y mi alma eran como las plantas, que no pueden evitar rebrotar, crecer, sanar, dice su autora.

Como las plantas que reverdecen después del invierno para regalar sus flores y sus frutos, el proceso de escritura de Nadia, su valentía, su lucha, no solo la sanan a ella, dándole consuelo a la niña desamparada que fue y ya no es, sino que se vuelcan hacia otras y otros a través de la creación de un espacio colectivo que han creado en forma conjunta con la autora Itahisa Collado. Este movimiento llamado Supervivientes Semilla ha surgido para que las víctimas puedan acompañarse y aliviar su dolor, pero también para visibilizar el abuso y ofrecer apoyo a quienes lo han padecido. En definitiva: para apostar a la vida y proponer la construcción de un mundo mejor.

Alicia Barberis

PREPARADA

Extraño desacostumbrarme

de la hora en que nací.

Extraño no ejercer más

oficio de recién llegada.

Alejandra Pizarnik

Desde chica me entrenaron para todo. Durante mi primera infancia vivíamos en una zona alejada de la ciudad, para llegar a ella teníamos que atravesar varios puentes y ríos, por eso