LA FAMA LE LLEGÓ relativamente tarde, y quizá por ello Valentina Ferrer (Córdoba, Argentina, 1993) irradia una espontaneidad poco común entre quienes han crecido rodeados de y artificio. «Modelar fue algo que me vino a los 21 años, cuando gané el concurso de Miss Argentina. Me di cuenta de que me encantaba jugar ante la cámara y crear diferentes personajes, pasando de ser una mujer sofisticada a otra más otras veces linda, otras rara… Lo más difícil era estar lejos de mi familia. Cuando me fui a vivir sola a Estados Unidos no tenía el dinero necesario para viajar con ellos, pero tuve la suerte de poder ahorrar durante seis meses e ir a visitarlos. Por eso estoy muy contenta ahora que ya puedo viajar con mi hijo. A alguna gente le sorprende que lo haga, pero para mí es una prioridad. Lo mejor de esta profesión, sin duda, es la oportunidad de viajar por el
De Miss a Más
Mar 21, 2024
6 minutos
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