Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Intervenciones Misteriosas
Intervenciones Misteriosas
Intervenciones Misteriosas
Libro electrónico237 páginas3 horas

Intervenciones Misteriosas

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

INTERVENCIONES MISTERIOSAS es una historia real, basada en la vida de un joven, intervenido desde niño, por fuerzas paranormales y por misteriosos seres, entre los que estaban, los que querían enseñarle a jugar, los juegos de lo desconocido.

Como ese, al que el joven Manuelito le llamara el baile de los palitos o cruces alsantes. Un juego espectacular, misterioso y aterrador.

IdiomaEspañol
EditorialiUniverse
Fecha de lanzamiento21 jun 2018
ISBN9781532050862
Intervenciones Misteriosas
Autor

Victor M. Alfaro

Victor Alfaro nació en un pequeño pueblo de El Salvador Centro America, en el que ademas de la desgracia en que crecía, soñaba con querer llegar a ser un escritor. Pero el no ser el, el dueño de su tiempo, lo empujo a irse en buscas de su libertad y de hacerse para si, un nuevo porvenir. El cual lo encontró en el bello paíz del Canada donde ahora goza con su familia, el privilegio de haber sido adoptado y de haberle dado vida a su libro.

Relacionado con Intervenciones Misteriosas

Libros electrónicos relacionados

Oculto y paranormal para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Intervenciones Misteriosas

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Intervenciones Misteriosas - Victor M. Alfaro

    Copyright © 2018 Victor M. Alfaro.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida por cualquier medio, gráfico, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabación o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación de información sin el permiso por escrito del editor excepto en el caso de citas breves en artículos y reseñas críticas.

    iUniverse

    1663 Liberty Drive

    Bloomington, IN 47403

    www.iuniverse.com

    1-800-Authors (1-800-288-4677)

    Debido a la naturaleza dinámica de Internet, cualquier dirección web o enlace contenido en este libro puede haber cambiado desde su publicación y puede que ya no sea válido. Las opiniones expresadas en esta obra son exclusivamente del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor quien, por este medio, renuncia a cualquier responsabilidad sobre ellas.

    Las personas que aparecen en las imágenes de archivo proporcionadas por Getty Images son modelos. Este tipo de imágenes se utilizan únicamente con fines ilustrativos.

    Ciertas imágenes de archivo © Getty Images.

    ISBN: 978-1-5320-5085-5 (tapa blanda)

    ISBN: 978-1-5320-5084-8 (tapa dura)

    ISBN: 978-1-5320-5086-2 (libro electrónico)

    Fecha de revisión de iUniverse:  06/20/2018

    CONTENIDO

    Capítulo 1     Montaña Apaneca - Ilamatepec

    Capítulo 2     Intromicion Desconocida

    Capítulo 3     Manuelito

    Capítulo 4     El Dios De Mí Mamá

    Capítulo 5     La Gran Mujerona

    Capítulo 6     El Baile De Los Palitos

    Capítulo 7     El Perro Y Los Santos

    Capítulo 8     Misteriosa Mujer

    Capítulo 9     El Quita Calzón Y Los Guineos

    Capítulo 10   Un Pájaro En Su Dormir

    Capítulo 11   La Escuela, El Perro Y Yo

    Capítulo 12   Las Huellas De Mí Mamá

    Capítulo 13   La Visita Del Ser Esqueleto

    Capítulo 14   El Adiós Y La Noche De La Caída Del Árbol

    Capítulo 15   Empujes Misteriosos

    Capítulo 16   El Secojudo En La Desnuda Y Baja Montaña

    BIOGRAFIA DEL AUTOR

    VICTOR ALFARO

    NACIÓ EN UN PEQUEÑO pueblo de El Salvador Centro América, en el que además de la desgracia en que crecía, soñaba con querer llegar a ser un escritor.-

    Pero el no ser el, el dueño de su tiempo, lo empujo a irse en buscas de su livertad y de hacerse para si, un nuevo porvenir. El cual lo encontró; en el bello país del Canadá. donde ahora goza con su familia, el privilegio de haber sido adoptado y de haberle dado vida a su libro. INTERVENCIONES MISTERIOSAS.

    GRACIAS CANADA.

    SINOPSIS

    AMIGO LECTOR

    INTERVENCIONES MISTERIOSAS. ES UNA historia real, basada en la vida de un joven, intervenido desde nino, por fuerzas paranormales y por misteriosos seres, entre los que estaban, los que querían enseñarle a jugar, los juegos de lo desconocido.

    Como ese, al que el joven Manuelito le llamara el baile de los palitos o cruces alsantes. Un juego espectacular, misterioso y aterrador.-

    KEY NOTE

    INTERVENCIONES MISTERIOSAS

    ES UNA HISTORIA REAL, basada en la vida de un joven y en sus encuentros con fuerzas paranormales y supernutarales.

    AGRADECIMIENTOS

    CON ESPECIAL GRATITUD A los que me ayudaron a fortalecer los esfuersos que me llevaron a la publicación de INTERVENCIONES MISTERIOSAS.

    Especialmente a mi querida familia.-

    CAPITULO I

    MONTAÑA APANECA - ILAMATEPEC

    MONTAÑA APANECA- ILAMATEPEC

    EN UNA CASA RÚSTICA de la montaña Apaneca –Ilamatepec o reino del pájaro y de la nube, un campesino hablaba con su mujer, a cerca de la infelicidades que sentía, al estar mirando a todos sus hijos, alrededor del fuego, que mantenían al centro de su rústica casa, asando guineos verdes con sal para comer, por no tener, ni siquiera tortillas.

    Jacinto era el nombre del hombre, Concepción el de su mujer, una pareja que de haber sido escuchado lo que hablaban, los mas entendidos, lo hubieran podido criticar, por estar tan llenos de hijos, siendo tan pobres.

    Pero también de una pareja como ellos, que mas se hubiera podido esperar, si además de su ignorancia, también estaban plagados de creencias, pero aun así Jacinto; luchaba por mantenerse en la carrera, por querer conquistar la medalla, pero no la del atleta, si no que el su tortilla.-

    Un galardón, que a diario lo hubiese querido poder conquistar, para el bien de sus estómagos vacios. Pero él al igual también como en los atletas, se sentía entristecido por sus fracasos.

    Al ver irse acercando a la meta, pero él a la de su vejez, no quedándole mas que solo la esperanza, de que tal vez algún día de los que le fueran quedando, pudiese llegar a ver solo tortillas en las manos de sus hijos y no los guineos verdes con sal, que se mantenían comiendo.-

    Sintiendo él mientras tanto en su ser, el golpe de la frustración y de la mediocridad de su existencia, sin poder sus sueños encontrar el escape, a la felicidad anhelada, por lo que tenía que seguir haciéndole frente, a las vicisitudes de su desgracia.-

    Lo que ya no pasaba desapercibido, en una de sus hijas llamada Cristina, quien a sus trece años y medio de edad, y sintiendo en carne propia, los efectos de la miseria ya se imaginaba, las angustias por las que sus padres venían pasando, además de las que ella, se venía dando cuenta en sí misma, siendo esa la ocupación mental. que desde algún tiempo atrás, la venia inquietando.-

    Pero en uno de esos días venideros. en que su mamá la había mandado, a lavar ropa de todos los de la casa, al lugar conocido como la pila de los naranjos; Cristina sintió allí; el aligeramiento con el que su corazón le palpitaba, al oír decir a las otras dos mujeres que lavaban a su a la par, de lo bien que se ganaba trabajando de sirvienta; en las casas de los ricos y de lo delicioso que se comía, donde ellos.-

    Palabras que al oírlas, la hicieron sentir gran alegría, al creer haber encontrado en las palabras de la dos mujeres, la mina de dinero, con la que podría sacar de la pobreza a sus seres queridos.-

    Ese día, cuando regresaba de lavar, cualquiera que la hubiera encontrado por el camino, hubiera podido leer en su bonito rostro, todavía infantil; la alegría que iba llevando, aunque no así, la idea que en su mente iba fermentando y quien sin conocer todavía el mundo de los de afuera, escapo de su casa, obedeciendo el llamado de su conciencia y de su corazón.- Pero ya yendo de camino, el fuerte dolor de estómago que se le acrecentaba; la hizo devolverse para su casa, pero no sin antes haber pasado a esconder dentro del cafetal, la pequeña bolsa, en la que llevaba sus poquitas pertenencias, para que así los de su casa. no fueran a notar la ejecución de su escape, y la que regresó a traer, al ir tiñendo ya la noche.-

    Encontrándose con la sorpresa, de que se la habían robado y eso si que la enmiedeció horriblemente, por que esa perdida, si que la dejaba; al borde de ser descubierto su escape.-

    No quedándole mas que esperar, a enfrentar esa realidad, cuando llegase el momento. en el cual la verdad o la razón por la que se iba, con toda seguridad; se convertiría en una mentira, en la imaginación de sus padres y lo que le empeoró aun mas su aflicción, fue el sentir ya por la noche, que la sangre. se le estaba escapando de su cuerpo.-

    Lo que creyó ser, el castigo de Dios en su contra, por haberse ido a escondidas de sus padres y creyendo de que quizás se iba a morir, le dio por ponerse a llorar.

    Pero ya al amanecer y verse despertando con vida, no dejo de alegrarse, a pesar de que la sangre, la seguía sumiendo en la creencia; de que Dios, la estaba castigando, pero de todos modos como lo que había hecho, hecho estaba.-

    Trato mejor de disimular lo que le estaba pasando, integrándose ella también al rato después, a los oficios de la casa, pero eso si, que al nomas encontrar la oportunidad, en el transcurso del dia, regreso al lugar, donde dejó la bolsa que le habían robado, por aquello de que el ladrón de sus cosas; las hubiese dejado tiradas, pero con lo único que se encontró fue con un una gran cagada, con algunos moscarrones verdes y azules, que se la estaban disfrutando y la que por su gran tamaño, no le costo para saber quien había sido el robador de su bolsa.-

    Y como fue que de inmediato lo supo, era porque en los tiempos de los cortes de café y las pepenas, era común encontrarse con esos mismos tamaños de cagadas, en las fincas aledañas a la casa, que había a la orilla de ese mismo camino.-

    Pero ahora que ya sabía quién era, el que se había llevado su bolsa, Cristina más se aterrorizaba, porque de pedírsela, el hombre podría amparar su robe ante sus padres, delatándoles a ellos su escape y eso era lo que menos Cristina, quería que le fuese a suceder. o lo de tener que enfrentarlo y estarlo viendo de que hasta se había cagado, en el mismo puesto que dejara su bolsa.

    Eso la hacía, hasta sentirse mal, pero aun así; le pidió a Dios dentro del cafetal, que la perdonara por lo que había hecho, y por los pensamientos, que de ello se estaban derivando y de que si lo hacía, que no fuera a dejar a nadie, notar la desaparición de sus cosas y de que el ladrón; no lo fuera a andar contando.

    Por otra parte, su miedo no hubiera sido tan en serio, de haber sabido; de que la primera menstruación. era la que le había llegado y no la muerte, por desvaciamiento de sangre, como castigo de Dios en su contra, por haber huido, como inicialmente lo había creído y la que al pasarle, la dejara cuestionándose así misma y fijándose a la vez; que en los días que iban pasando, nadie notaba el desaparecimiento de sus cosas.

    Lo que Cristina creyó. seria el milagro que a Dios le pidiera dentro del cafetal y teniendo por entendido, de que si había sido bendesida por él, era porque quizás Dios. había visto con buenos ojos, su intención de querer ayudar a sus padres y fue por eso; que le pidio, le hiciera otro milagro, el cual era. el de encontrarse por el camino, con algún dinero; con el que pudiera rehacer su viaje y para ello, Cristina hasta se ofrecía, para ir ella hacer los mandado, que su mamá necesitara.

    Pero con lo que se encontró, a los días después en el camino; no fue con el dinero que necesitaba, para rehacer su viaje. si no que con, las primeras miraditas de amor; de un joven de su mismo lugar, llamado Eduardo.

    Quien en su encuentro con ella, le dijo nerviosamente; mamacita linda, como quisiera ser yo, el dueño de tus encantos y de tu amor.

    La respuesta de Cristina, fueron risadas; al oírle el enorme nerviosismo, con el que la enamoraba, risadas que hicieron a Eduardo, sentirse muy avergonzado. lo que a su vez, le desvanecía las ilusiones, que se había venido haciendo; de quererla conquistar y ahora que por primera vez, había tenido el valor, de expresarle sus intenciones; miraba desvanecerse aun hasta el chance; de poderle entrar, como amigo.

    Mientras que Cristina por su parte, iba por el camino, como que si las palabras de Eduardo, le hubieran ido haciendo cosquillas, palabras, que aun dentro ya de su casa, la estaban haciendo reir, tratando de hacerlo en baja vos, pero aun así; atrajo la atención de su mamá y quien cuando Cristina menos se lo esperaba, la apacho, del puñetazo que le pego, en el mero tope de su cabeza.

    Aaaa!!! Pero ese puñetazo, sí que le apagó por completo, las risas que tenía y encima de eso, diciéndole; ahora me vas a decir, de que es que te has venido riendo, porque si no me lo dices. te va a seguir cayendo y más duro y quien como los hijos, para conocer los padres que tienen.

    Cristina, ni lerda ni perezosa, le empezó a contar la historia que la estaba haciendo reír, la que por supuesto no era la verdadera, porque de habérsela dicho. seria tanto como estar pidiendo ella misma; el candado que la hubiera hecho prisionera, desde esos mismos momentos y la que al nomas finalizar de decírsela, su mamá le dijo: Si eso era lo que tanto te estaba haciendo reír, ya tiene más chiste, el puñetazo que te acabo de pegar.

    Cristina no quiso contestar, por no querer oír más y por no querer ver una posible risa en su mamá, porque eso sí que le hubiera sacado las lágrimas, por lo demás el día termino de transcurrir, sin mas novedad, que la que le dejaban las palabras de Eduardo.

    Y quien después decidió continuar con su empeño, pero para Cristina, no siendo esa su intención, decidió dar por terminado esa clase de acercamiento con él. ya que su único interés consistía; naba más, que en el intercambio de palabras amigas, pero no en las de noviazgo.

    Pero después de haber tomado esa decisión y de ver pasar los días sin verlo, Cristina comenzó a pensar, de que haber dado por terminado su acercamiento con el, había sido una injusticia cometida por su parte.

    La cual, después de haberla pensado muy bien, quería repararla, pidiéndole disculpas a Eduardo, razón por la cual, le mando a decir que quería platicar con él.

    Pero Eduardo no asistió a la cita, lo que dejaba en claro, de que estaba resentido, por haber sido despedido, sin haber habido ninguna causa justificada para hacerlo.

    Ese fue el momento, cuando Cristina empezó a sentir el vacío; que dejaba en ella, el muchacho que la pretendía, ese fue el momento, en el que también se dio cuenta, que hasta su vos le era agradable, como también el estilo del mirar de sus ojos, en los que se había visto reflejada, en la última vez.

    En la que el acercando su rostro al suyo, había querido robarle el primer beso y aunque ese había sido el motivo. por el cual lo había despedido, ahora ese mismo motivo, se convertía en la fuerza que la llevaba en su búsqueda, queriendo recuperar nuevamente su amistad.

    Eduardo también se sentía desesperado por quererla ver, según sus propias palabras, pero él como hombre que era. no quería dar su brazo a torcer y por eso se contenía de verla, pero no fue por mucho tiempo.

    Porque tan pronto como se dio cuenta, de que Cristina y sus padres, habían asistido a la boda que se celebraba en la vecindad en que vivian, él también se hizo presente.

    Lo que desde luego alegro el ambiente para Cristina, quien de inmediato, lo empezó a trabajar con sus miradas, invitándolo a bailar, a lo que Eduardo no se hizo el de rogar y ahora que la música los ponía frente a frente, Cristina tomó la iniciativa para decirle. me siento muy feliz que se haya dado este momento entre tú y yo, porque quiero decirte, de que he sentido tu ausencia y de que si te sientes ofendido por lo que te hice, por favor discúlpame, porque lo hice sin darme cuenta, de lo que significaba tu amistad para mí.

    No hay problema dijo Eduardo, quien por lo que oía, ya se sentía en ese momento. como un chocolatito apetitoso y aun estando envuelto y el que después de ese creimiento, continuo diciendo, lo importante Cristina; es de que la amistad ha vuelto entre nosotros, por lo que no nos queda otra cosa más que celebrar bailando, este momento tan feliz y que nuestra amistad nos lleve; a convertir en realidad. el amor que yo he soñado.

    Como así …… lo interrumpió Cristina, queriendo saber más específicamente a que se refería con esas palabras ya que apenas no llegaban ni siquiera a una amistad completa todavía, pero Eduardo estaba preciso. por no querer seguir escondiendo más, la realidad de sus sentimientos hacia ella.

    Diciéndole claramente, vivir ya sin ti de aquí en adelante, no creo que me va hacer fácil y si en verdad es como tú dices, de que has sentido mi ausencia. comprenderás, de que yo también solo viéndote, me podre sentir feliz, por lo que te pido, que no dejes, que tu ausencia me robe la felicidad que me haces sentir, estando a tu lado.

    No te preocupes. porque de aquí en adelante yo te prometo, de que mediante yo pueda; siempre estaré presente, en el lugar que tú y yo designemos para platicar.

    Esas fueron las palabras, con las que Cristina se despedía de él, al haber llegado el momento, de tener que retirarse con sus padres de la fiesta, dejándole a Eduardo plantada la alegría en su corazón y llevándose ella, la satisfacción; de haber resuelto el impase, pero le preocupaba pensar, que como hija de padres estrictos que era, su amistad con Eduardo; no llegaría lejos.

    Pues sus padres serian la barrera, en la que se estrellarían, por lo que se lo mando a decir a Eduardo, con quien después a causa de eso, convinieron a vivir un romance secreto, entre las sombras.

    El que fue creciendo hasta llegar al punto, de ya no poderlo seguir escondiendo, lo que los ponía a punto, de ser descubiertos.

    Razón por la cual, tuvieron que hablar de ello, habiendo concluido. que para poder seguir manteniendo con vida su amor, lo mejor sería huir juntos y siendo ese el único camino que las circunstancias les señalaban, decidieron huir ese día.

    En los momentos en que la tarde desvanecía, para poderse esconder entre la oscuridad de la noche, su desaparición, la que no tardo, si no minutos. en ser descubierta por su madre, quien de inmediato salió en su búsqueda.

    Encontrándose por el camino, con las huellas de sus zapatos y con las del hombre con quien se había escapado.

    Ese descubrir; la debasto terriblemente, sintiendo en ese momento tanta cólera, en contra de su hija, que hasta hubiera querido retorcerle su nuca, de llegarla a garrar como lo dijo después y de serle posible al hombre también.

    Lo que desde luego no se le concedería, ya que la oscuridad de la noche que caía, se encargaba de irles cubriendo sus huellas que iban quedando impresas en el polvo del camino, he imposibilitaba por eso, Concepción se tuvo que regresar a su casa, inundada de la cólera que llevaba, la que sus demás hijos podían ver reflejada en su rostro y en sus palabras

    Pero ellos no hacían nada por ayudarla, porque de sobra muy bien sabían, de que ella hasta por gusto les repartía pencazos, no digamos en las circunstancias en las que andaba, en la que ella podría cobrarse con ellos, los platos rotos

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1