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Te Voy a Contar
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Libro electrónico124 páginas2 horas

Te Voy a Contar

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Información de este libro electrónico

Lo que te voy contar es una compilacin de historias, relatos y ancdotas. Estn basados en las vivencias de la autora y su imaginacin. La autora, por medio de este libro, nos ensea como era su vida, sus sueos, y sus experiencias.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento27 ene 2016
ISBN9781506509235
Te Voy a Contar
Autor

Natividad de Jesus de Jesus

Mi nombre es Natividad de Jesús de Jesús. Nací en el barrio Yaurel de Arroyo. Vivo enamorada de mi barrio, del cual guardo muchos recuerdos de mi infancia y juventud. Soy hija de Blas de Jesús y Coronada de Jesús. Mis hermanas son Romana, Consuelo, Blasina e Isabel. Desde muy pequeña me gustaba escribir, como decía mi mamá: “la de disparates que me inventaba”, mis fantasías las plasmaba en papeles. A algunos les ponía música y los cantaba. Opinaba que las canciones de la radio no decían lo que yo quería. Montaba obras para presentarlas en las fiestas de Navidad que hacíamos en el vecindario. También escribí el libro “mis placeres”, publicado por la editorial Palibrio.

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    Te Voy a Contar - Natividad de Jesus de Jesus

    Copyright © 2016 por Natividad de Jesús de Jesús.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2015919647

    ISBN:   Tapa Dura              978-1-5065-0922-8

                 Tapa Blanda           978-1-5065-0924-2

                 Libro Electrónico   978-1-5065-0923-5

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

    Fecha de revisión: 26/01/2016

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    ÍNDICE

    1. DEDICATORIA

    2. MENCION ESPECIAL

    3. EL BAQUINE DE MI SOBRINA RICARDA

    4. EL CEPILLO DE DIENTES

    5. LA SEÑORA FEA

    6. DIA PARA RECORDAR

    7. IMPOSIBLE OLVIDAR

    8. EL IMPEDIDO

    9. LA PROFESORA DE ESPAÑOL

    10. LAS BOCINAS QUE VOLARON

    11. LOS HIJOS DE PEDRO

    12. MATACO

    13. RECUERDOS DE MI ABUELA ISABEL

    14. SOFÍA

    15. UN HOYO EN LA CARRETERA

    16. DOÑA BLANQUITA

    17. EL BORRADOR

    18. LA CASA EN LA MONTAÑA

    19. GLOSARIO

    20. AGRADECIMIENTO

    21. TE CUENTO UN POQUITO DE MI

    DEDICATORIA

    C ON MUCHO GUSTO le dedico este libro a mis nietos, Jonathan, Jennymar, Arnel, Rhanyam, Dashira y Richaella. Ellos no van a escuchar las anécdotas que contaban los obreros en la pieza de caña y en la finca mientras recogían el café o desyerbaban los frutos menores. Tampoco podrán escuchar las anécdotas que se contaban en las sala de la casa de mis padres.

    Muchas de ellas me parecían que eran productos de la imaginación de ellos. Eran muy buenos narradores y los que escuchaban vivían los hechos como si los estuvieran viviendo en ese momento. Disfrutaban mucho cada anécdota cada vez que las contaban. Yo me fui haciendo mis propias ideas con el propósito de un día contar mis anécdota. No creo tener arte, ni el entusiasmo que tenía mi papá Blas, mi tío Merejo y otros vecinos del Barrio Yaurel.

    Ya que aquellas anécdotas me ayudaron para que escribiera mis cuentos voy a regalarle a mis nietos y a todo el que lea este libro la anécdota que mas me gustaba que contara mi papá. Mi papá siempre se movía de un sector a otro a caballo porque no podía caminar. A él le hicieron una operación en cada uno de los talones de los pies. Desde entonces caminaba con las puntas de los pies, y por eso no podía ir muy lejos caminando.

    "Ese día yo fui a ver a mamá. Me cogió la tarde por allá. Mamá me hiso un farol. La noche estaba muy obscura. En eso yo vivía en el Pompo de Patillas y mamá aquí en la Sierrita. Cuando estaba llegando a la joya de la Magdalena, el farol se quedo sin gas. Yo dije, "hay, ahora voy a tener que seguir oscuro y por aquí no hay casas, nadie me puede dar un farol. La joya de la Magdalena es obscura, y después viene la joya del diablo. A la verdad que me asuste de verdad. Al llegar a la joya de la Magdalena la yegua empezó a relinchar, se paró en dos patas, levanto las orejas y la crin. Yo no sé lo que ella veía. Yo estaba asusta'o... asusta'o, asusta'o. (respiraba fuerte)

    Empecé a rezar la Manifica, la yegua se tranquilizó yo seguí rezando y cuando terminé me hice la Señal de la Cruz y por tres veces dije, Jesús, María y José.Jesús, María y José, Jesús, María y José. Seguí el camino y cuando llegué a casa estaba suda'o, suda'o.

    Al terminar de contar se hiso un corto silencio. Todos hacían sus comentario. "La oración de la Manifica es lo mejor para cuando esas cosas le pasan a uno en el camino" dijo tío Merejo. "Hay sitios que son más fuerte que otros atrayendo esas cosas comento papi

    "Por eso no se debe pasar por sitio obscuros de noche, yo antes salía de noche y pasé varios sustos por eso ya no salgo de noche" dijo tío Tito un vecino.

    Papi añadió, "Yo creo que cuando la yegua sintió que por allí había algo de verdad se asusto pero mire que cosa relincho, se paró en dos patas pero no me tumbo. Dejo que yo la siguiera llevando y se tranquilizo". (suspiro) hay.

    MENCION ESPECIAL

    A TODOS MIS EX-COMPAÑEROS del CDT de Dorado, con los que pasé momentos inolvidables. Algunos ya no los veo por la distancia en que vivimos, otros ya murieron pero a todos los llevo en mi corazón. Algunos más que compañeros fueron mis amigos como lo es Gladys Vega, Dra. Villa Pastor y el Doctor Peña. Al igual a Doña Mildred, Doña Coca y Don Ángel Concepción que ya no están con nosotros.

    No es para menos, los pacientes que asistían al hospital a coger tratamiento y las personas que iban a acompañar a un familiar.

    Tengo muy presente los recuerdos de las noches de guardia en el Hospital Viejo. Del hospital nuevo, la pasarela y los desfiles que hacíamos en ella. No es para menos las fiestas que se celebraban en el área de espera; el día de las enfermeras, fiestas de las Madres, fiesta de la secretaria, El Día del Médico, Día de los Padres, el almuerzo del Día de Acción de Gracias y la fiesta de Navidad. Todos me los disfruté en su momento. ¡Gracias!

    EL BAQUINE DE MI SOBRINA RICARDA

    R ICARDA ERA LA sexta niña de Lorenzo Gómez y Roberta Ramírez. Ambos padres son natural del Barrio Yaurel de Arroyo. Ricarda, nació luego de Roberta tener 43 años de edad y su padre 44 años de edad. Su hermana mayor, Loreta, tenía 21años de edad. Jacinta, la segunda tenia 19 años de edad. Junito, su hermano mayor, tienia 16 años, Pedro Luis y Luis Pedro tenían 11 años de edad. La niña era muy querida y mimada. Era la más pequeña y nació con defecto cardíaco. Nació en el hospital del área de Guayama, Puerto Rico. El día 10 de agosto de 1999. Cuando la niña nació le hicieron una intervención cardíaca y le siguieron tratamiento ambulatorio. Sus padres siempre la llevaban a las citas médicas. Un día Ricarda enfermó, los padres la llevaron a la Sala de Emergencia del Hospital de Arroyo. Luego de examinarla la refirieron al Centro Médico de Río Piedras. Allí Ricarda fue examinada y la internaron para darle tratamiento para su condición. Después de una semana en el hospital la niña murió.

    Lorenzo su padre buscó una funeraria para que se hiciera cargo del cadáver. Cuando llegaron los empleados de la funeraria fueron arreglar la casa de los padres de Lorenzo, los abuelos de Ricarda; Don Teodoro y Doña Julia, allá en el Sector Palmarejo del Barrio Yaurel de Arroyo. Llevaron una cortina y dos coronas de plástico y una especie de mesa que usan para poner el ataúd, acomodaron la cortina en un rincón de la casa. Luego acomodaron la mesa y colocaron las cortinas. Roberta se quedaba mirando a los empleados de la funeraria y no decía nada. En su cara se podía ver que a ella eso no le gustaba. Yo me di cuenta que a ella no estaba satisfecha como estaba arreglado el sitio donde se velaría a su hija Ricarda. ¿Roberta, eso te gusta? le pregunte. "No", me contesto Roberta. Ella es todavía muy pequeña, aún es una bebé. Yo deseo que se le haga un baquiné. ¿Tú no quiere eso que pusieron ahí?. Le pregunte, No contestó Roberta. "Por favor se pueden llevar las cosas que trajeron, A mi hermana no le gusta eso para su nena. le dije a los empleados de la funeraria. No hay problema" contestó uno de los empleados de la funeraria. "Nosotros quitaremos la cortina si es tu voluntad. ¿Que desea que hagamos con las coronas? Estas son las que la funeraria les regala a ustedes.Está bien me quedaré con ellas" dijo Roberta.

    En la casa había muchas personas del Barrio que vinieron a acompañar a Roberta y a Lorenzo en su pena. Estaban los hermanos de Lorenzo y una hermana. Estaban los padres de Roberta, Don Ángel y Doña María. También estábamos tres de las hermanas de Roberta y otras personas que son tías, primas, madrinas etc., un familión unidos por la pena. Todos en el campo son familia, cuando hay una pena como esta toda la vecindad se junta. Inmediatamente unas mujeres que estaban allí y yo quitamos la mesa que dejó la funeraria y la pusimos en otro lugar. Pusimos una sábana blanca cubriendo la pared y otra sábana blanca en la mesa. Inmediatamente algunas de los que estaba presentes se fueron anunciar por el sector que esa noche se haría un baquiné en honor a Ricarda. Que las mamás prepararan los niños para cuando el cadáver de la niña llegara ellos le hicieran el recibimiento. Las madres recogieron flores de su jardín para que los niños lo llevarán para preparar el altar y para ponerla alrededor del cadáver de Ricarda. Las tías y los abuelos también llevaron flores. Roberta mando a Jacinta que le recogiera las orquídeas del patio para ponerlas en el altar junto a las otras flores que les iban trayendo.

    En la cocina estaba un grupo de mujeres haciendo comida, café, chocolate y que se yo que más hacían. Solo, escuche las voces y vi el grupo trabajando. Cuando llegó el fúnebre que traía el ataúd con el cadáver de Ricarda, ya la mesa y el altar estaban preparados. Tomaron la caja y la pusieron sobre la mesa. Doña Julia la abuela paterna cortó dos capullos de rosas y se los puso en la cajita que tenían el cadáver de la bebe. Luego Roberta cogió dos claveles rojos de entre las flores y se los puso a la nena en las manos. También le puso un lacito en la cabeza. La mortaja era un trajecito blanco y medias rosas. Parecía una muñequita, Ricarda estaba preciosa. Los presentes nos limitábamos a mirar lo que Roberta hacia. Ninguno

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