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Bebes Angeles: Mensajes De Bebes Perdidos En Gestacion
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Bebes Angeles: Mensajes De Bebes Perdidos En Gestacion
Libro electrónico214 páginas3 horas

Bebes Angeles: Mensajes De Bebes Perdidos En Gestacion

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Bebs ngeles explora la comunicacin espiritual con bebs perdidos en gestacin y los bebs que se pierden recin nacidos ofreciendo sentido, esperanza, sosiego y consuelo a aquellos que han experimentado esta prdida incomparable.

Habiendo pasado a travs de la prdida de un beb varn la cual ha afectado mi vida severamente, estoy profundamente conmovido e impresionado por el nuevo libro de Patricia McGivern. Raymond Moody, M.D., autor del xito de ventas Vida Despus De La Vida del New York Times

Bebs ngeles es un recurso invaluable para mujeres que han experimentado la prdida de un hijo, haya llegado el hijo a vivir en la tierra o no. Gracias por traer tanta compasin y entendimiento a un segmento del proceso del duelo muchas veces descuidado. George Anderson, Mdium, autor mejor vendido del New York Times de Lecciones Desde La Luz, coautor Andrew Barone

La ovulacin es una ley natural, la concepcin es una ley de Dios. Patricia McGivern nos ayuda en este libro a entender la realidad de estas leyes y que cuando un alma se mueve de esta dimensin a la prxima puede haber amor sanador y no condenacin. El sufrimiento es normal pero el sentido de culpabilidad es innecesario. Gladys Taylor McGarey, M.D., M.D.[H], autora de Nacido Para Vivir y de El Medico Dentro De Ti

IdiomaEspañol
EditorialiUniverse
Fecha de lanzamiento6 nov 2015
ISBN9781491779156
Bebes Angeles: Mensajes De Bebes Perdidos En Gestacion
Autor

Patricia Seaver McGivern

SOBRE LA AUTORA Patricia vive con su esposo Tim e hijas Kylie y Meghan en Tarpon Springs, Florida. Ella es hipnotista certificada, con prctica privada especializada en ayudar padres a conectarse con sus hijos fallecidos y en regresiones a vidas pasadas. Ella ha establecido un nuevo campo de investigacin en comunicacin con bebs perdidos tempranamente; la investigacin contina. Si usted ha tenido una experiencia de comunicacin con un beb perdido y deseara compartirlo con ella, por favor escriba con el mayor detalle posible, incluyendo como se siente como resultado del contacto. pmcgivern@aol.com www.patriciamcgivern.com Patricia est disponible para presentar conferencias y seminarios sobre su continua investigacin sobre comunicacin espiritual con bebs perdidos en gestacin y tambin sobre vidas pasadas. Contctela a travs de su pgina web para organizar discursos y seminarios o para mirar su calendario de presentaciones. Si usted desea pedir una cita privada contctela a travs de su email o la pgina web. Copias adicionales de Bebs Angeles: Mensajes De Bebs Perdidos En Gestacin pueden ser comprados en www.Amazon.com, www.BarnesandNoble.com, o www.iUniverse.com. Cualquier librera puede ordenar copias de la editorial http://www.iUniverse.com o de sus distribuidores Ingram Book y Baker & Taylor o Chapater/Indigo en Canad. Sobre la traductora Janice Sullivan, Ph.D., tiene ms de 15 aos de experiencia en gerencia de educacin superior. Ella es actualmente Directora de Asuntos Acadmicos y Profesora para DeVry University en el Campus de Cleveland, Ohio, EE.UU. Ha sido Decana de Asuntos Acadmicos para la Universidad de Arkansas - ASMSA Campus. Tambin se ha desempeado como lder y gerente educativa para las siguientes universidades: University of South Florida en Tampa, Florida y San Jacinto Community College en Houston, Texas. Janice Sullivan recibi su Doctorado en Currculo e Instruccin con nfasis en Administracin de Educacin Superior por la University of South Florida en Tampa. En su tiempo libre, Janice ensea yoga y practica Reiki.

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    Bebes Angeles - Patricia Seaver McGivern

    Copyright © 2015 Patricia Seaver McGivern.

    All rights reserved. No part of this book may be used or reproduced by any means, graphic, electronic, or mechanical, including photocopying, recording, taping or by any information storage retrieval system without the written permission of the author except in the case of brief quotations embodied in critical articles and reviews.

    iUniverse

    1663 Liberty Drive

    Bloomington, IN 47403

    www.iuniverse.com

    1-800-Authors (1-800-288-4677)

    Because of the dynamic nature of the Internet, any web addresses or links contained in this book may have changed since publication and may no longer be valid. The views expressed in this work are solely those of the author and do not necessarily reflect the views of the publisher, and the publisher hereby disclaims any responsibility for them.

    Any people depicted in stock imagery provided by Thinkstock are models, and such images are being used for illustrative purposes only.

    Certain stock imagery © Thinkstock.

    ISBN: 978-1-4917-7914-9 (sc)

    ISBN: 978-1-4917-7915-6 (e)

    iUniverse rev. date: 11/04/2015

    CONTENIDO

    Agradecimientos

    Prefacio

    Escuchando a un Bebe Angel

    El Mensaje de Dillon

    Embarazo, Gestación Perdida y Recuperación

    Almas Vivientes

    Pensando Sobre el Libro

    Investigando Bebes Angeles

    Escuchando a Nuestros Bebes

    Mensajes en Sueños

    Mensajes a Través de Experiencias Psíquicas

    Mensajes en Visiones

    Mensajes a Traves de Meditacion

    Mensajes a Traves de Experiencias Cercanas a La Muerte

    Mensajes a Traves de Hipnosis

    Mensajes a Traves de Coincidencias

    La Vida Continua

    Sobre la Autora

    Sobre la Traductora

    Dedica

    ción

    Amorosamente dedicada a

    Maris y su bebé ángel Katlyn

    y para Janice

    que por amor a su hermanita Maris,

    tradujo al español el libro Angel Babies

    En memoria de

    Dillon, mi bebé ángel,

    Gracias por venir.

    Harlan, mi padre,

    Quien a pesar de estar en el más allá,

    continúa dándome increíbles regalos del alma

    y para

    todos aquellos que han perdido un bebé.

    Mientras el bebé entró al mundo, esto fue dicho:

    "Es importante que tu aprendas de estas personas

    que has escogido como tus padres

    pero ellos deben aprender de ti también".

    Y el alma sabia respondió,

    Sí, tengo tanto que enseñarles.

    Wise Little Soul por Hyla Molander

    Agradecimientos

    Un sincero y profundo agradecimiento a Janice Sullivan quien tuvo la gentileza de aceptar la misión de traducir Angel Babies del inglés al español para que su hermana, quien perdió a su bebita, pudiese leerlo. Un regalo de amor para su hermana se convirtió en un regalo para el mundo hispano-parlante. Mi gratitud no puede ser adecuadamente expresada. Y para Evelyn Alvarado por su bondadosa colaboración con la edición de Bebés Ángeles.

    Quiero dar un agradecimiento especial a Gloria Aukland quien vino a mi vida como respuesta a una de mis oraciones y se ha convertido en mi editora, mentora y amiga.

    Con profunda gratitud, también quiero dar las gracias a todas aquellas personas que han aparecido en mi vida exactamente en el momento oportuno para apoyarme, motivarme o impulsarme: Victor Borak, MD., quien me ayudó a entender y resolver mi miedo a escribir; Linda Bialow, quien corrigió Bebes Angeles y se transformó en creyente; Susan Carey, quien abrió su mente para escucharme; Alice Cockrell quien siempre me ha creído y ha creído en mí; Beverly Coe, quien me alentó a escribir por las madres que han perdido bebés; Theresa Danna, quien me ayudó a encontrar otras personas que han tenido experiencias similares a las mías; Barbara Gaskill, quien corrigió mi manuscrito y se convirtió en mi agente de publicidad; Elisabeth Hallet quien asistió mi investigación; Carolene Heart, quien me ayudó a entender a Dillon; Maryanne Lane, quien me relató el mensaje de Dillon; Dr. Raymond Moody, por sus gentiles palabras que conmovieron mi corazón; y los médiums que me ayudaron a creer: Don McIntosh, J. Kenn Coulter, Gail Rhoads, John Rogers, Christine Riley, e Yvonne M. Gangone, igualmente a George Anderson y Andrew Baron.

    Aún más importante, quiero agradecer a todos aquellos que compartieron sus historias conmovedoras sobre la comunicación con sus bebés perdidos: Mary y bebito Ravine; Sarah, Anders, y bebita Emily; Debbie y su bebito; Phaedra, bebita y bebito Jeremiah; Lee y bebito Kyler; Lisa y bebito Walter; Gwen y su bebito; Phyllis y bebitos de su amigo; Holly y su bebito; Judith y bebito Adam; Erin y bebita Sarrah; Jane y su bebito; Silvia y su bebita; Melissa Anne y bebito Helem; Ann-Marie y bebito Micah; Nadine y su bebito; Ellen y bebita Ariella; Daniel y bebitos Jesse, Samuel, Brian y Sarah; Tracey y su bebita; Kelly y bebita Avery; Chris y la bebita de su abuela; Cina y bebito Michael; Natalie y bebito Darien; Stacey y bebita Colestine; Maria y bebita Leonor; Annette y su bebito; Nellie y su bebito; Karen y bebito James; Jennifer y bebita Monica; Sunny, bebita Carmen y guía Eli; Cheryl y su bebito; Caral y bebita Isobella; Mutsumi y bebitos Chie e Ai.

    Especiales agradecimientos a Hyla Molander por el permiso de usar su poema Wise Little Soul.

    ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

    Janice Sullivan:

    Muchas gracias también a mi mami Nila y mis hermanitos Héctor y Johnny Rodríguez por sus consejos durante la traducción de Bebes Ángeles. Agradecimientos a mi esposo Mike, ángel Ella e hijito canino Máximus.

    Prefacio

    Al despertar ese día soleado de primavera en 1995, yo no tenía forma de saber que el curso de mi vida tomaría un giro inesperado. Si alguien hubiera sugerido que mi camino me estaba guiando a donde estoy hoy (trabajando como hipnotista especializada en regresiones a vidas pasadas y autora de un libro sobre comunicación con espíritus de bebés fallecidos antes de nacer), yo hubiera agitado mi cabeza con vehemencia e incredulidad. No, yo era madre de dos niñas pequeñas, y permanecía en casa después de haber ejercido una carrera profesional durante 17 años en el mundo corporativo; yo no era partidaria de verdades profundas, o al menos eso creía, pero ese día escuché la voz de mi bebé que murió en gestación.

    ¿Cómo podría yo haber sabido en ese entonces que uno de mis grandes regalos, al no tener a mi bebé, fue aprender más a través de su muerte que de su nacimiento? Haberlo perdido me ha causado, voluntaria e involuntariamente ampliar y crecer en mis experiencias espirituales.

    Yo luchaba con la creencia que las experiencias que tuve de mi bebé comunicándose conmigo fueran reales y no producto de mi imaginación o una señal de demencia. En el momento la comunicación parecía muy real pero más tarde, como si una cortina pareciera cerrar mi conciencia confundiéndome, la incertidumbre dentro mi regresaba y me cuestionaba todo.

    Para encontrar alguna validez, empecé a investigar con padres, madres y otras personas que han experimentado ese tipo de contacto y encontré bastantes de ellos. Todos aquellos que han contribuido con sus historias personales para este libro han demostrado una gran fortaleza. Todas las experiencias son verdaderas y están basadas en las memorias de los que narran sus historias. Solo sus nombres se han cambiado, bajo sus peticiones, para proteger su privacidad. Mi esperanza y la de ellos es que otros van a aprender que no están solos en sus sentimientos o vivencias. Nosotros esperamos que ellos encuentren consuelo al saber que todos permanecemos unidos a nuestros bebés fallecidos en gestación a través del amor y que la vida en realidad continúa.

    En la primera sección de este libro, yo cuento mi historia y cómo empecé mi investigación. La segunda sección contiene los resultados de mi investigación: las historias personales de aquellos que han tenido experiencias similares, y están organizadas de acuerdo a como la comunicación fue recibida, ejemplo en: sueños, hipnotismo, visiones, coincidencias, experiencias de casi-muerte, psíquicas o meditación.

    Cuando terminé de escribir el libro, le pedí a una amiga que lo leyera. Ella se lo dio a otra amiga que lo leyera también. Esa amiga llamó para decirme que ella lo estaba leyendo como favor porque sus creencias religiosas no estaban de acuerdo con el contenido del libro. Yo me angustié y esperaba una crítica fuerte. Varios días más tarde, ella llamó y dijo dos simples palabras: Yo creo. Cuando empecé a contarle a la gente sobre mi libro, frecuentemente vi lágrimas en sus ojos mientras ellos relataban experiencias similares: Otros necesitan saber esto.

    Mi esperanza es que este libro ayude a sanar a aquellos que han perdido un bebé, dé validez a aquellos que han tenido sus propias experiencias, ilumine a aquellos que no han tenido estas vivencias, y abra las puertas para cualquiera que está en un camino más elevado de entendimiento del alma.

    Angel%20Stone.tif

    Fotografia de Kylie McGivern

    Escuchando a un Bebe Angel

    Estoy aquí mismo. Estoy aquí mismo

    A mí me encantaba la tranquilidad de nuestro hogar cuando mi hija de seis años, Kylie estaba en el colegio y Meghan, mi inquieta hija de tres años, dormía. Aunque era una rara ocasión para mí lograr tener una siesta en esos días. Así fue aquel día años atrás.

    Yo me estaba despertando lentamente de mi sueño, en ese estado entre-dormida, cuando escuché la urgente y emotiva voz de un niño a mi lado diciendo: "Estoy aquí mismo, estoy aquí mismo". Mis ojos se abrieron rápido, mi cuerpo se sacudió y quedé completamente alerta. Por el tono de esta pequeña voz, tuve el sentimiento que yo estaba en problema por haberme quedado dormida. Volteé mi cabeza en dirección de la voz esperando ver a Meghan al lado de la cama junto a mi cabeza pero descubrí que estaba sola en la habitación.

    Perpleja porque su voz sonó tan cerca de mí, siendo que ella no estaba ahí, pensé que ella debería estar afuera en el pasillo detrás de la puerta cerrada de la habitación. ¿Meghan? Yo la llamé, Mami está aquí mi amor, yo le aseguraba. Me la imaginaba sentada en el pasillo apoyada contra la puerta, semidormida y sosteniendo su cobija.

    Todavía acostada en la cama, la llamé, Ven hacia mami, corazoncito, esperando a que ella viniera y se acostara conmigo. Otra vez ella no contestó. ¿Por qué ella no había abierto la puerta y venido a mí como usualmente lo hacía?, ¿Por qué su voz sonó tan cerca cuando ella ni siquiera estaba en la misma habitación?, yo esperé.

    Meghan, mami está aquí amorcito, yo le dije, esperando halagarla para venir a mí. Resuelta que ella no se iba a mover hasta que yo lo hiciera, fui al baño y me refresqué la cara con agua.

    ¿Meghan?, la llamé en voz alta otra vez, el silencio llenaba la casa. Para alguien que sonaba tan exasperada tratando de decirme que ella estaba aquí mismo, ¿Por qué ella no me respondía? No era característica de ella no venir a mí. Sequé mi cara y me asomé hacia la entrada. Meghan no estaba en el pasillo al alcance de la vista.

    ¿Dónde podría estar ella? Yo no había escuchado sus ligeros pasitos familiares en ninguna parte. De hecho, yo no la escuché decir nada más después de que ella con mucha seguridad me dejó saber que ella estaba despierta mientras que yo no. Rápidamente la busqué en la sala y la cocina, mientras sorprendida me preguntaba ¿dónde podría estar?

    ¿A dónde ella se habría ido? Yo me pregunté en voz alta mientras me quedé completamente inmóvil. La respuesta inmediata vino a mi cabeza. Meghan estaba todavía durmiendo en el segundo piso. Yo sabía que las palabras no fueron originadas por mí.

    Los pelos se me pusieron de punta y la piel de gallina. Yo sabía con seguridad que había escuchado la vocecita de un niño al lado mío en la habitación. ¿Cómo podría ella estar todavía durmiendo en el segundo piso? Subí corriendo las escaleras dos pasos al mismo tiempo; cuando volteé en el ángulo que da hacia su habitación la encontré profundamente dormida, tendida en su rosada cama de princesa.

    Yo estaba casi paralizada mientras trataba de discernir ¿cómo pude haber escuchado la voz al lado mío mientras ella estaba arriba durmiendo en el segundo piso? Ni el televisor ni el radio estaban prendidos y nadie más estaba en la casa. Yo paré tratando de asimilar la información y analizar lo que escuché. La voz fue clara e insistente – y – exasperada- casi como si yo fuera una completa idiota por no notar lo obvio. ¿Si no fue Meghan la que escuché, me pregunté a mí misma, entonces, quién me estaba llamando?

    Tan pronto como me hice esta pregunta, escuché la respuesta en mi mente. "No fue la voz de Meghan la que escuchaste, fue la del bebé que perdiste". Los pelos se me pusieron de punta y miré fijamente a Meghan mientras dormía y respiré profundo. La respuesta no vino de mí. Mis ojos lentamente cambiaron de dirección y vi mi reflejo en el espejo del pasillo. Yo pasé saliva.

    ¿Qué? Murmuré aturdida de la posibilidad; bajé rápidamente las escaleras hacia mi habitación y me senté en el sofá al final de mi cama. Tenía piel de gallina sobre todo el cuerpo, de pies a cabeza, mientras rápidamente dije en voz alta Yo sé que eres tú, mi bebé. Por favor ven a mí y déjame verte.

    Yo actué solo bajo impulso y no me detuve a pensar que lo que estaba diciendo podría ser irracional. Rápidamente razoné que si yo podía escuchar una voz entonces, tal vez, podría ver a mi hijo/a. Yo deseaba ver el bebé.

    Con mis ojos inmensamente abiertos y aturdida, me senté inmóvil sosteniendo la respiración y mire con intensidad el espacio frente a mí, esperando que lo inimaginable pasara - ¡el bebé se apareciera! Cada segundo parecía una eternidad y mi corazón palpitaba fuertemente. Congelada en la silla, trataba de darle sentido a lo que acababa de pasar. A pesar de que no estaba completamente despierta, yo sabía que no estaba completamente dormida o soñando. Yo sabía con seguridad que había escuchado una voz que sonó como si estuviera exactamente a mi lado. Fue una vocecita de niño o niña pequeño y por el tono de seguridad de la voz el niño/a estaba impaciente con mi inhabilidad de ver lo evidente. La inflexión de la voz parecía decir "¡si solo abres tus ojos, me podrías ver!" yo repetí las palabras imitando el tono, ¡Estoy aquí mismo, estoy aquí mismo!. ¿Sería realmente posible que acababa de escuchar el bebé que he perdido?

    La magnitud de mi experiencia empezó a volverse más real y con ello empecé a pensar en el bebé que perdí. ¿Por qué él o ella ha venido a mí ahora?, ¿Había algo especial ese día?, era el 26 de Abril y el bebé iba a nacer el primero de Mayo cuatro años atrás. ¿Sería posible que el bebé estaba diciéndome cuándo iba a nacer si hubiese nacido? Yo no estaba segura y no importaba, el hecho que el bebé haya venido y yo haya podido escuchar su voz era bastante increíble para mí. Las palabras del bebé resonaron en mi mente todo el día. Yo no podía esperar a contarle esto a mi esposo, Tim, cuando regresara a casa esa tarde.

    Tim y yo nos conocimos en la universidad. Desde la primera noche en que lo conocí yo me sentí muy cómoda con él, nosotros hablamos hasta las primeras horas de la madrugada. Yo supe esa noche que él se iba a convertir en alguien muy especial en mi vida. Nosotros tuvimos esa clase de conexión.

    Tim acababa de entrar a la casa cuando yo le dije con entusiasmo No vas a creer lo que pasó hoy. Lo tomé de la mano y lo llevé al sofá. El sofá estaba reservado para nuestras conversaciones serias y yo quería su atención completa.

    Yo puse su mano en la mía y empecé a decirle Cuando yo acosté a Meghan para su siesta hoy, decidí tomar una siesta también en la habitación del primer piso porque es un poco más silencioso allí. Con entusiasmo le conté a Tim mi experiencia y terminé con un suspiro profundo ¿Puedes creer que escuché a nuestro bebé? le dije.

    Mirándome intensamente, Tim vio mi emoción; tiernamente él me abrazo y dijo Esto es increíble. Nosotros permanecimos entre los brazos del uno al otro en silencio con nuestros propios pensamientos. A pesar de que esto fuerza un poco sus creencias, yo sé que

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