Una Buena Visión De Nueva España

Por Víctor Manuel y Basauri Ramírez

Esta obra ofrece una imagen compacta y accesible de la Nueva Espaa, esa poca trascendente para la configuracin del Mxico actual. Que, no obstante la amplia documentacin existente, parece poco comentada entre su ciudadana. Este ejemplar facilita el acercamiento a una buena visin de Nueva Espaa.

De manera sencilla se resea un conocimiento reunido tras extensas lecturas de sagaces investigaciones por especialistas, tratando de aprender concisamente esta pieza de la historia mexicana para contarla amigablemente.

Se platica de la situacin espaola y americana para su inicio; el establecimiento espaol en estas tierras; las misiones de mendicantes; la metamorfosis de la actividad; algo sobre su estructura de gobierno; las diferentes economas operantes; las normas con su adaptacin o inoperancia y desobediencia; sobre la importancia minera y un poco sobre esclavos negros; la expansin a travs de la fundacin de ciudades; un poco de la iglesia catlica y la inquisicin; la sociedad impuesta, su apogeo, sostenimiento y decada; as como el comportamiento cotidiano, con su religiosidad, los demasiados conventos y monasterios, las vestimentas; la salud, el abasto, el comercio, la moneda y las herencias espaolas. Otorgando al lector una generosa perspectiva de la poca.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 11 mar 2015
• ISBN: 9781463399689

Víctor Manuel

Víctor Manuel Basauri Ramírez es egresado de Administración Educativa de la Universidad Pedagógica Nacional. Durante cuarenta años se ha dedicado profundamente a la docencia, su administración y dirección, desarrollando cursos, talleres y herramientas, incluyendo tecnologías informáticas, con lo cual ha promovido también su amor sobre la lectura histórica y su placer en la escritura sobre variados temas.

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Copyright © 2015 por Víctor Manuel Basauri Ramírez.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2015901994

ISBN:   Tapa Dura               978-1-4633-9967-2

             Tapa Blanda             978-1-4633-9969-6

             Libro Electrónico   978-1-4633-9968-9

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Fecha de revisión: 09/03/2015

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CONTENIDO

PARA EL QUE LEYERE

A modo de antecedentes

En España…

En América…

Se organizan los españoles en Nueva España

La encomienda

La hacienda

La audiencia y cancillería real

Modificaciones españolas a la tierra de América

Agricultura, esclavitud negra, minería y ganadería

Expansión española

Fundación de ciudades…

La Iglesia Católica

Siglo XVI - La Sociedad impuesta

Siglo XVII - Apogeo

Siglo XVIII - Sostenimiento

Siglo XIX - Decaída

Vida cotidiana

De la parte religiosa

Conventos y monasterios

Órdenes religiosas

La misa católica

El bautizo

El sermón

Vestimenta en la iglesia

Personificación de pasajes católicos

La salud

La sanación

El comercio

Abasto a la Ciudad de México

La moneda

La importancia de los gremios

Qué me dejó Nueva España

Las herencias

Anexo

Bibliografía

Dedicatoria y agradecimientos

A mi amada esposa Susana, por su amor, persuasión a la lectura… y su paciencia

A mis queridísimos hijos Adriana y Manuel, por su motivación… y amor

A mi fallecido pero inolvidable padre Carlos Basauri Palacios

Octubre 2014

PARA EL QUE LEYERE

S i ESCRIBIR ES EXPONERSE, este trabajo no es otra cosa que eso mismo. Sin embargo ha sido un quehacer por demás demandante y atrayente.

La intención de su servidor es relatar, de manera compacta y accesible, una de las épocas poco comentadas entre los ciudadanos de mi país, aunque —ahora lo afirmo— la existencia de su literatura es vastísima. Y decirles que la motivación fue responder a mi hijo, una petición de algunos datos sobre el periodo Colonial de nuestra patria.

La Nueva España o la época Colonial de este país, son expresiones cortas que encierran una importante trascendencia para el resultado de lo que ahora es México. Seguramente si en este territorio no hubiesen existido los olmecas, los mayas, los chichimecas, los tlaxcaltecas, los mexicas y tantos otros indígenas emparentados; o si este espacio de América no hubiera sido hallado, conquistado, habitado, colonizado y modificado por los españoles; entonces, los de aquí nativos, no seríamos lo que somos. Yo no soy olmeca, ni mexica, ni español, ni criollo; soy mexicano, y por tanto un producto histórico.

Para algunos soy un mestizo, por ser proveniente de culturas distintas, resultado de múltiples hechos y procesos. Pienso, hablo y escribo en español, uno de los idiomas heredados más amplios, bellos, complejos y completos del mundo actual. Esa época de mi país, el haber sido Nueva España, tuvo que ser muy importante; pues decir trescientos años es sencillo, pero las transformaciones en ese espacio temporal son más de lo que un individuo vive, en el que se transforma y por lo tanto lo hereda. Esa época, la manera en que este territorio se reconoció, se modificó, se gobernó, se desenvolvió y se desarrolló, es portentosa. Yo, uno de sus resultados, agradezco toda esa influencia y variedad, que, a la postre, me da raíces y maneras que tengo por orgullo y herencia.

El matrimonio de los Reyes Católicos; la reconquista del territorio español; la expulsión de judíos y musulmanes; el descubrimiento de América; el arribo a Tabasco; la conquista de Tenochtitlan, y la colonización de esta tierra, dieron origen a la categoría: Nueva España. Afectando a sus nativas culturas, de gran creatividad indígena, con gran apego y respeto a la naturaleza; con variedad de creencias, que aunque emparentadas, dio naciones cuasi independientes; cada una con amplitud de miras y fortaleza para crecer, modificarse y adecuarse a sus terruños; con gobiernos diversos que formaron ideas y modos únicos para proceder, tanto durante la conquista como, sobre todo, después de ella. Todo reunido en un vasto espacio y a un mismo impulso, que hubo menester de alargar a trecientos años.

En este escrito, prácticamente no tocaré la lucha de la conquista, y aún menos las transformaciones de su independencia; a esas gestas, por lo pronto, las sigo dejando en las magníficas mentes y letras de historiadores. Sólo mencionaré algunos antecedentes, para mí explicativos, y me concentraré en el desarrollo de los aconteceres, a mi modo de ver sustantivos, del México Colonial.

Platicaré del reconocimiento español de estas tierras, algo sobre el manejo de su estructura, de su comportamiento, de algunas innovaciones por las diferentes técnicas, de las misiones de mendicantes, de la mudanza de culto, de su gobierno, de las diferentes economías, de la metamorfosis de la actividad, de las normas con su adaptación o inoperancia y desobediencia; sobre la importancia minera; un poco sobre los esclavos negros; otro poco de su iglesia católica y de la inquisición; de la expansión territorial y la fundación de ciudades; de los conventos o de los monasterios; del auge virreinal, de la estratificación por Castas; y casi nada de la decadencia peninsular o los conflictos precedentes para la independencia; es decir, me concentraré en lo que considero ya propio de mi visión de la Nueva España.

Así, de manera sencilla se reseña un conocimiento reunido tras extensas lecturas de sagaces investigaciones por especialistas, pero ¿qué es la inmensa mayoría de los escritos actuales, sino otra manera de presentar lo que, parado en los hombros de otros, vemos hoy? y, de historia, sé que sin ese atrevimiento casi nada se podría hoy escribir.

Gracias. VMBR.

A modo de antecedentes

E stablecer antecedentes que puedan considerarse como suficientes, para luego, y a partir de ellos, llegar a describir una empresa social como su efecto lógico, es, indudablemente, una tarea por demás difícil si no imposible. Pues: primeramente, las consideraciones que fuesen capaces de mostrarlo pueden ser diferentes para cada individuo; y un segundo aspecto, lo tiene el factor tiempo, primero por el lapso transcurrido desde el suceso hasta la fecha en la cual se discursa sobre él, que modifica las maneras de pensar o concebir; y luego por las limitantes de disponibilidad para la lectura, la investigación y su escritura.

Motivos por los cuales, el que escribe confiesa, explícitamente, que en esta parte inicial del trabajo he tratado de exponer antecedentes desde una perspectiva totalmente personal, que permitieron explicarme la posibilidad de haberse creado, lo que simplificadamente se ha dado en llamar… Nueva España.

En España…

Partiendo de que durante el paso de siete siglos la península ibérica se fue transformando en un espacio terrenal dividido entre dos principales fuerzas: al norte con reinos españoles que se consideraban propietarios, por herencia celtíbera; y al sur por los dominios árabes, logrados a partir de victoriosas invasiones para el Islam e ignominiosas para los católicos. Pero que, como casi toda colisión, afecta y modifica a los participantes. Fueron tantos siglos que por fuerza fueron influyentes en ambos. En el conocimiento, en la lengua y en las concepciones o ideas¹.

Resulta que el periodo de la España musulmana, llamada al-Ándalus, iniciada a principios del siglo VIII, había venido a menos desde mediados del siglo XI, y todavía a peores para ese Islam, a partir de la segunda década del XIII, también a través de victorias, ahora españolas que buscaban una reconquista de su península, pero que aún no era total para el siglo XV. El Reino nazarí de Granada o Emirato de Granada, aún era dominio Musulmán. Esa pequeña región al sur de la península, que aunque era tributaria del reino de Castilla, significaba el incumplimiento del magno deseo ibérico católico de dominar toda su península y de expulsar de su territorio al hereje.

Así, la situación del debilitamiento Musulmán, logrado a través de variadas guerras, había quedado reducida a ese último bastión islámico en aquella Granada. Dejando ver a Castilla la posibilidad de cumplir el ansiado anhelo. Pero las cosas no se dan solas y como siempre fueron necesarios la existencia de factores impulsores. Uno, que a mi modo de ver fue muy importante, correspondió a un singular, indeciso, y al fin consentido, matrimonio Real.

Nada menos que la boda de la futura Reina Isabel I de Castilla, a la postre sucesora de su hermanastro Enrique IV, monarca como su padre Juan II de los reinos de Castilla, de León, de Asturias y de Galicia desde 1406, siendo entonces los reinos más importantes, amplios e influyentes en toda la región, por su alcurnia y antigüedad; con el Duque de Montblanc y Conde de Ribagorza futuro rey de Aragón, Valencia, Mallorca, Cerdeña y Conde de Barcelona, Fernando II. Personaje que también sería rey de Sicilia en esas fechas y luego de Nápoles y de Navarra.

Este matrimonio se realiza en 1469 con derivación