¿Quién vive aquí?
Durante mucho tiempo se pensó que los primeros humanos llegaron a Norteamérica en una única oleada migratoria hace unos 12,000 años, pero recientes hallazgos de asentamientos más antiguos no encajan con ese calendario. Otros expertos aseguran que el poblamiento del Nuevo Mundo ocurrió hace unos 40,000 años, cuando sucesivas oleadas de grupos humanos cruzaron el estrecho de Bering, cuyas aguas se congelaron en las últimas glaciaciones del Pleistoceno. El estrecho de Bering es un brazo de mar de 82 kilómetros de ancho entre el cabo Dezhneva (Rusia), el punto más oriental del continente asiático, y el cabo Príncipe de Gales (Alaska), el punto más occidental de Norteamérica.
Ancestros de los apaches
Uno de los yacimientos más antiguos es el de los indios clovis (hace unos 12,000 años), descendientes de los primeros grupos humanos que llegaron a América. Aquellas bandas de nómadas fabricaron armas afiladas coronadas con punta de piedra para cazar grandes mamuts y búfalos. Estaban dirigidas por un líder cuyos conocimientos o habilidades para la caza le habían hecho sobresalir como esencial en el grupo. Los arqueólogos han encontrado restos de la cultura clovis en el noroeste de México, en el yacimiento de Naco (al sur de Arizona), en el sur de California y en el oeste de Texas. Se cree que hacia el 500 a.C. algunos pueblos cultivaban maíz, calabaza y frijol, y producían objetos artesanales entre los que estarían los de cestería y cerámica.
Los indios del suroeste, ancestros de los apaches, comanches o mohaves, se asentaron en los actuales México, Arizona, Nuevo México y Colorado, un inmenso territorio árido y apenas con precipitaciones que dificultaba el desarrollo de grandes civilizaciones. Los nativos tenían que cavar zanjas para recoger la escasa agua que caía del cielo, razón por la que veneraban a los dioses de la lluvia. En Arizona prosperó el pueblo hohokam,
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