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Seguridad personal
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Seguridad personal

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En verano aumentan las salidas, los gastos… y también los hurtos, sobre todo de bolsos, carteras y móviles. Conviene que estés atento para evitar robos, aunque no solo debes tener cuidado en los meses de verano, sino todos los días del año. Además, debes saber que ser o no víctima de un robo depende, en gran medida, del propio nivel de atención al entorno y de las acciones preventivas que tomes.
IdiomaEspañol
EditorialSelecto
Fecha de lanzamiento1 sept 2021
ISBN9791220841573
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    Seguridad personal - Veiga J.

    Capítulo I.. Geografía de la delincuencia.

    Capítulo II.- Bases biológicas de la conducta criminal

    Capítulo III.- Ingeniería Conductual

    Capítulo IV.- Videovigilancia

    Capítulo V.- Seguridad en viviendas particulares

    Capítulo VI.- Seguridad en vehículos

    Capítulo VII.- Seguridad contra incendios

    Capítulo VIII. - Métodos de pago y seguridad electrónica. El ciberespacio como campo de fraude

    Capítulo XI.- Prevención en robo de identidad.

    Capítulo X.- Protección y prevención en viajes de negocios y particulares. Productos tóxicos bancarios. Cleptomanía

    Capítulo XI.- El papel de la criminología en la prevención del delito

    Capítulo XII.- Concepto de víctima. Manual para encuestas de victimización

    Capítulo XIII.- La taxonomía cromática de la delincuencia.

    Capítulo XIV.- Estrategias de prevención del delito más allá de la pena

    Capítulo XV.- La picaresca en el siglo XXI. Los timos, aún funcionan.

    Capítulo XVI. La delincuencia juvenil y las actividades del crimen organizado.

    Capítulo XVII. Pintadas Urbanas.

    Capítulo XVII. La identificación a vista de pájaro.

    Capítulo XVIII. Bibliografía

    Capítulo I. Geografía de la delincuencia.

    En los Estados Unidos, son leyes u ordenanzas municipales increiblemente estúpidas.

    Las reglas más ridículas que han escrito nunca los legisladores. En su momento, cada ley se redactó con algún propósito pero ahora, al recordarlos, podemos decir: ¿En qué demonios estaban pensando? .

    ALABAMA:

    Poner sal en las vías del tren puede ser castigado con la pena de muerte.

    ARIZONA:

    En Glendale, es ilegal conducir marcha atrás.

    CALIFORNIA:

    Es ilegal utilizar trampas para ratones sin tener licencia de caza.

    COLORADO:

    En Dénver, es ilegal dejar el aspirador a tu vecino.

    MASSACHUSETTS:

    La normativa estatal prohibe los duelos con pistolas de agua.

    MÍCHIGAN:

    Una ley del Estado establece que, legalmente, el pelo de una mujer pertenece a su marido.

    MINESOTA:

    En Mineápolis, se puede encaenia a quien aparque en doble fila.

    MISURI:

    En Kansas City, los niños pueden adquirir escopetas pero no se les permite comprar pistolas de juguete.

    DAKOTA DEL SUR:

    Se prohíben las películas en las que se muestre a los policías siendo gulped o tratados de forma ofensiva.

    Una de las escenas más habituales en cualquier película de acción de Hollywood es la del típico policía que llama a la central, por la radio del coche patrulla, pidiendo refuerzos porque se está produciendo un 187, un 211 ó un 261. Esta es una lista con algunos de los códigos policiales que se utilizan en California (EEUU) y que se pronouncing dígito a dígito: uno-ocho-siete...

    187 Homicidio

    207 Secuestro

    211 Robo

    217 Agresión con intento de asesinato

    240 Agresión

    241 Lesión

    245 Agresión con arma mortal

    246 Disparos en vivienda vacía

    261 Violación

    261A Tentativa de violación

    273A Abandono de menores

    288 Conducta lasciva

    311 Exhibicionismo

    374B Vertido ilegal

    415 Disturbios

    416 Persona armada

    459 Allanamiento

    470 Falsificación

    484 Hurto

    502 Conducir en estado de embriaguez

    503 Coche robado

    505 Conducción temeraria

    507 Desórdenes públicos

    586 Aparcamiento prohibido

    594 Mala conducta

    595 Coche a la fuga

    653M Llamar por teléfono con amenazas

    El 1 de octubre de 2009, Francisco Pérez Abellán – director del Departamento de Criminología de la Universidad Camilo José Cela – presentó el proyecto de investigación " Ángeles

    Custodios " ; base del que será el Índice annual sobre el estado de la delincuencia en España y su evolución a lo largo del tiempo.

    Junto a Adolfo Sánchez Burón, vice rector de investigación de la UCJC; Agustín Carretero, Gerente de la Academia de Policía Local de la Comunidad de Madrid, y Alfonso Cebrián, decano de la Facultad de Ciencias Juridical y Económicas, Pérez Abellán dio a conocer las primeras conclusiones de este proyecto:

    1. En todas las cifras oficiales queda fuera la actividad del crimen organizado; es decir, no se mide; 2. Igualmente, en la estadística official no se muestra la totalidad del fenómeno criminal; 3. España figura a la cabeza de consumo de cocaína; 4. La tasa de prevalencia de victimación se redujo drásticamente entre 1989 y 2005; 5 . El nivel de criminalidad tradicional ha disminuido. 6. Un 60,5% del total de los delitos violentos se debe a malos tratos en el ámbito familiar que experimentan un aumento sostenido desde el año 2000; 7 . Las medidas preventivas de seguridad privada han hecho que desciendan los delitos contra el patrimonio;

    8. La percepción de inseguridad ciudadana presenta un descenso desde 2006; 9. La proporción de extranjeros entre la población penitenciaria es de 31,9%, siendo la media europea del 15,2%.

    En los últimos años , la prensa de muchos Países se ha hecho eco de la elaboración de mapas de delincuencia en el Reino Unido.

    Lo cierto es que el diseño de esta iniciativa no es reciente, desde los primeros antecedentes en 1942 de la mano de Shaw y McKay, numerosos países entre los que se incluye la propia Gran Bretaña o Estados Unidos, han ido desarrollando esta materia; sin embargo, las cotas de perfección que han alcanzado son verdaderamente la noticia.

    Recientemente , los ciudadanos del Reino Unido podrán consultar por internet la delincuencia real y actualizada en su vecindario. La pérdida de confianza de los ciudadanos en las estadísticas policiales es el fundamento de este impulso criminológico. El proyecto

    estuvo respaldado por el Estado, dirigido por la policía y con un periodo de actualización de un mes. Las voces críticas apuntan en dos direcciones: por un lado, hacia cómo las zonas activamente más delincuenciales verán reducido su valor inmobiliario y, por otro, cómo puede quebrantarse la intimidad del vecindario; sin embargo, las autoridades califican de mito esta hipotética desvalorización de una zona urbana y garantizan tal respeto a la intimidad, que cuando sean zonas con menos de doce viviendas se agruparán con otras zonas colindantes. Los delitos que se recogen en el programa están integrados en seis grupos: robos, asaltos, delitos contra vehículos, delitos violentos, comportamientos antisociales o actos de gamberrismo y otros delitos (donde se incluyen los de tipo sexual).

    La propuesta fue excepcionalmente acogida por autoridades, vecinos y asociaciones de victimas y ya se planea un seguimiento judicial vía on line.

    Al leer la noticia, resulta inevitable pensar en la posibilidad de trasladar la iniciativa a España. En nuestro país ha habido atisbos de producirse supuestos similares. En el año 2008 nacía de manos de la empresa Mapadelia, la primera propuesta de integración national de datos para la formulación de mapas del delito, sin embargo a mediados de 2009 se estancaron las actualizaciones hasta la fecha. En la actualidad, las propuestas nacen igualmente de manos de particulares y, tan solo en Cataluña, se han llevado a efecto, limitándose su influencia al ámbito local y autonómico.

    La técnica del programa consiste en un barrido diario de noticias de sucesos que se integran en puntos concretos del mapa asociados a símbolos con los que identificar el tipo de delito cometido.

    En este caso, los grupos de estudio están compuestos por una categoría que muestra los puntos de operativos policiales destacados y otras nueve categorías de delitos graves, como homicidios, robos, delitos de drogas, zonas de carteristas, etc.

    A pesar de estos salteados casos, en España se echan en falta iniciativas que vengan promovidas por las instituciones nacionales, como ocurre en otros países, donde este tipo de estudios es la norma en materia de seguridad.

    Y es que la transparencia de estos proyectos genera en los ciudadanos, por un lado una sensación de seguridad al mostrar el control que se tiene sobre la delincuencia y permitir al caudation decidir libremente si transitar por zonas o puntos negros de delincuencia y, por otro lado, la preocupación de sus fuerzas policiales por el bienestar y la seguridad de sus ciudadanos.

    Desde la criminología, hablamos de estrategias de prevencion victimal primaria, donde a la hora de favorecer la seguridad ciudadana se suele tener en consideración tanto la posible afectación a la victima como al victimario.

    En este caso, ambas figuras no sienten vulnerados sus derechos, lejos de lo que ocurre en Estados Unidos. Aquí se encuentran la cara y la cruz de las estrategias de prevención, ya que podemos encontrarnos los mas perfectos y útiles apas de delincuencia, como el de la ciudad de Nueva York debido a una amplia experiencia en la elaboración de este tipo políticas criminales; así como también nos encontramos exceso en la seguridad, con programas criminales donde los delincuentes de determinados delitos son identificados por fotos y descritos con señas al resto de vecinos sirviendo de claro ejemplo para las teorías del etiquetaje social.

    Afortunadamente cada día es más fuerte el aliento de una gran cantidad de profesionales que se esfuerzan en diseñar todo tipo de estrategias de prevención desde diferentes campos sembrando semillas que nos darán un mayor conocimiento criminógeno y delinquencies de cara al futuro.

    Capítulo II.- Bases biológicas de la conducta criminal

    1. Los factores biológicos como determinantes de la conducta criminal.

    Hoy en día – y acompasada con los avances de la investigación – cobra nueva fuerza la vieja discusión relativa a si la base biológica que cada uno portamos es la responsable de los comportamientos criminales. Esta discusión, como apuntamos, no es nueva. La génesis de los estudios de los factores biológicos como generadores de criminalidad hay que buscarlos en el siglo XVIII, con Franz Gall, que investigó en los cráneos de reclusos las protuberancias y otras irregularidades para encontrar una explicación biológica a las conductas de estos sujetos.

    Poco después de las formulaciones de Gall, el padre de la criminología moderna, Cesare Lombroso (1835-1909), profesor de medicina legal en la Universidad de Turín y principal representante de la escuela positiva italiana, postuló la teoría del Atavismo moral , que es su propuesta de aplicar el mismo método científico de las ciencias naturales – como la física, la botánica, la medicina o la biología – al estudio de la criminalidad, tarea que lleva a cabo en la primera edición de su obra L´uomo delinquente que ve la luz en 1876 y con la que sienta las bases de la antropología criminal. Sí que hemos de aclarar que la propuesta que realiza Lombroso no es original suya, ya que con anterior dad la había llevado a cabo Augusto Compte en 1842, por medio de su obra Cours de Philosophie Positive (Curso de Filosofia Positiva), en la que planteaba estudiar el comportamiento humano y la sociedad por medio de la observación, la comparación y la experimentación, de la misma forma que se hacía en las ciencias naturales.

    La formulación de Lombroso ponía de manifiesto la idea del criminal nato y atávico – criminal innato desde que nace o desde su origen – que era el resultado de un proceso evolutivo incompleto. El atavismo degenerativo, que es el eje central de su teoría, lo desarrolló a partir de los estudios que Charles Darwin llevó a cabo y que plasmó en su obra El origen de las especies , publicada en 1859, en la cual señalaba ejemplos de especies que defenseman a fases previas de su desarrollo evolutivo.

    Lombroso, en sus planteamientos, señalaba que los delincuentes natos y atávicos se caracterizaban por una serie de rasgos físicos, como la frente hudiza y baja, gran desarrollo de los pómulos, orejas en asa, gran pilosidad y braza superior a la estatura.

    Con tales descubrimientos , se opone a las formulaciones de la Escuela Clásica, lo que provocó un intenso debate científico

    entre ésta y la Escuela Positiva. Las formulaciones de Lombroso fueron seguidas en parte por sus discípulos, entre los que se encontraba Ferri, que atribuyó una mayor importancia en la etiología de la delincuencia a los factores sociales, económicos y políticos, y clasificó además a los delincuentes, en 1880, en cinco categorías: el delincuente nato o instintivo; el loco; el pasional; el ocasional y el habitual.

    Por su parte, Garofalo – el otro discípulo de Lombroso – consideraba que la Criminología debía de estudiar la delincuencia, tanto desde la vertiente de hecho individual como de fenómeno social, y que el Estado – con base en los resultado de estos estudios – estableciera medidas, bien preventivas, bien represivas, para el control de la delincuencia. Consideraba además que en el origen de la delincuencia se encontraba una deficiencia psíquica o moral, de carácter hereditario, que provocaba en el sujeto una carencia de sentimientos altruistas y dificultades para vivir en sociedad, lo que le llevó a considerar que la sociedad necesitaba defenderse de estas personas con todos los medios a su alcance, incluida la pena de muerte y la reclusión de los delincuentes en colonias lejanas. Estos planteamientos llevaron a que muchos socialistas de la época admitieran el control genético de las clases peligrosas y estuvieran a favor del internamiento, de por vida, de los delincuentes reincidentes o de la pena de muerte para los homicidas.

    Además, Ferri y Garofalo, con sus formulaciones, destacaron de la teoría de Lombroso las repercusiones importantes que tuvieron en la ciencia penal de esa época: con su planteamiento, al considerar que una persona que delinquía porque su propia naturaleza se lo imponía, se determinaba la inutilidad de la existencia de un Código Penal, que castigaba por la comisión de hechos delictivos culpable y, desde la teoría de Lombroso, no habría más alternativa que imponer la pena con base en la peligrosidad del delincuente al no concurrir la culpabilidad, por lo que – de acuerdo con Cerezo Mir – se estaría en presencia de una responsabilidad que se daría por el simple hecho de vivir el sujeto en sociedad. Esta forma de co templar la formulación de Lombroso daría lugar a que, si se admite que el sujeto, con los rasgos que apunta, se encuentra determinado biológicamente para delinquir, la pena que correspondería imponerle habría de durar todo el tiempo que persistiese la peligrosidad del delincuente lo que, evidentemente, podría dar lugar a condenas perpetuas en el caso de delincuentes incorregibles.

    A la vista de los inconvenientes anteriores, Lombroso modificó su planteamiento inicial restando importancia a los factores biológicos y dando mayor relevancia a los factores sociales y psicológicos, entre los que apunta la lluvia, el clima, el precio del grano, costumbres sexuales y matrimoniales, estructura del gobierno, creencias religiosas, etc.

    Los postulados de Lombroso fueron desechados prematuramente, pero silvering para abrir el debate científico sobre nuevos modelos explicativos de la personal dad criminal, cuestión que no se había suscitado con anterioridad, y que ha dado origen a una serie de nuevos campos de investigación dentro de la propia Antropología, entre los que se encuentran los que abarcan los fisiognómicos, biográficos, étnicos y genéticos, los cuales – en su versión radical – son identificados con el movimiento neo o poslombrosiano, ya que su punto de partida hace referencia a que el hombre delincuente se diferencia del no delincuente y, en esa diferencia, se puede encontrar la explicación de la conducta delictiva.

    2. Posiciones biológicas en torno a la conducta criminal desde las bases del determinismo genético

    La ciencia biológica trata de localizar e identificar en alguna parte del cuerpo humano un factor patológico, disfunción o trastorno orgánico que dé una explicación a la conducta delictiva. La localización que la biología pretende establecer la lleva a cabo a través de una serie de especialidades como la ciencia antropológica, biotipológica, endrocrinóloga, genética, neurofisiológica, bioquímica, etc.

    Entre las especialidades anteriores haremos referencia en este estudio únicamente a la relativa a la genética – por razones de espacio – ya que, pretender abarcar el resto de las especialidades, aun de forma básica, sería una tarea inconmensurable. Antes de analizar los planteamientos que pretenden explicar la criminalidad desde la genética, explicaremos someramente que un gen es una molécula de information biológica que se transmite de padres a hijos. En cada rasgo humano, en términos generales, pueden influir dos genes, que se simbolizan con las letras A y B. Uno de los genes lo aporta el padre y el otro la madre.

    Si uno de ambos genes es dominante, sólo éste determinará el rasgo, mientras que el otro permanece oculto. Hay que poner de relieve que cada persona tiene cerca de cien mil genes, y la casi infinita cantidad de combinaciones es lo que garantiza de forma segura la diferencia y absoluta original dad de cada persona.

    En este orden de cosas, la herencia genética, no sólo determina los rasgos físicos de la persona, como el color del pelo, de ojos, estatura... sino que también contiene información que configura nuestra inteligencia, nuestra personalidad. El Dr. Manuel Santos, médico genetista y Doctor en Biología Molecular señala que en estos rasgos, sin embargo, no sólo influye la herencia genética sino también el ambiente. El Dr. Santos indica que los genes no son todopoderosos, porque sólo determinan normas de reacción para el organismo, pero el ambiente da la pauta.

    Señala que se puede ejemplificar con una radio: los genes la encienden y el ambiente decide cuál va a ser su volumen .

    Así, los planteamientos que pretendían explicar la criminalidad con apoyo en un sustrato biológico o genético han sido objetados desde la Criminología, argumentándose que, si los factores etiológicos de la delincuencia fueran de carácter genético o innato, el tratamiento contra ella consistiría, bien en una modificación de tales predisposiciones por medio de un tratamiento farmacológico, incluso quirúrgico, bien mediante medidas inocuizadoras que separasen al delincuente de la sociedad durante períodos de tiempo muy prolongados, como mal menor, o legitimando la pena de muerte en aquellos supuestos de sujetos incorregibles extremadamente peligrosos.

    Todo este debate ha dado lugar a que dentro de la propia ciencia biológica se hayan creado distintas corrientes que ofrecen diferentes explicaciones al fenómeno delictivo desde el punto de vista genético.

    Estas corrientes vienen representadas por las siguientes posiciones:

    2.1. POSICIONES QUE SUSTENTA UN BIOLOGICISMO GENÉTICO

    Ya desde el siglo XIX un número importante de Escuelas entre las que se encuentra la Escuela Positiva Italiana, represented por Lombroso y sus discípulos Ferri y Garofalo- perseguían demostrar que existía una base biológica de la delincuencia. Los planteamientos de la Escuela Positiva Italiana en ningún momento de su vigencia tuvieron el carácter de doctrina mayoritaria en el Derecho Penal comparado aunque, si bien es cierto, desencadenó una importante polémica entre las Escuelas Positivistas y Clásicas.

    La Escuela de Lyón supuso la más abierta contradicción a las

    tesis de la Escuela Positiva. A raíz del debate en cuestión surgirían además prestigious escuelas criminological eclécticas que perseguían encontrar el equilibrio de los postulados clásicos y positivistas .

    Entre estas escuelas se encuentran la Escuela de la Defensa social , Terza Scuola , que no opta por el determinismo radical del positivismo ni por el libre albedrío absoluto del clasicismo y La joven Escuela o Escuela de Marburgo .

    En el siglo XX – aunque las formulaciones de la Escuela Positiva Italiana no son tomadas en consideración por entenderse que sus postulados se encuentran teñidos de un extremismo radical – a partir de los desarrollos que ha experimentado la investigación genética en 1980, se ha dado lugar a que algunos sectores científicos, como una prolongación del debate entre escuelas experimentado en el siglo XIX y comentado antes, valorasen la posibilidad de que factores biológicos constituyesen elementos etiológicos monofactoriales que generarían procesos patológicos y de comportamiento desviados.

    Alrededor de esta consideración biológica se han realizado diversidad de trabajos científicos que en los últimos años han dado como resultado la consideración de que existe un gen de la agresividad, e incluso de la criminalidad.

    2.2. POSICIONES NEODETERMINISTAS

    Las formulaciones biologicistas elaborates a lo largo de los siglos XIX y XX, abundantes en número, pese a las críticas recibidas por su cercanía a los postulados del positivismo criminológico, tienen una repercusión importante en el Derecho Penal a partir de los años cincuenta con el descubrimiento de anomalías cromosómicas o, a partir de los años ochenta, con el desarrollo del Proyecto Genoma Humano.

    Estos importantes avances en las formulaciones biologicistas relacionados con los nuevos descubrimientos genéticos han dado lugar a la aparición de las posiciones neodeterministas que mantienen biólogos, entre los que se encuentra Robert Weimberg que afirmaba que a partir del año 2000 la nueva tecnología descubría genes que determinarán la conducta humana, Thomas F. Lee -que señala que el hombre sigue las órdenes del ADN y por tanto es un prisionero de sus genes- o sociobiólogos, como Wilson, que afirma que las pruebas de que hay un gran componente hereditario son más detalladas e impresionantes de lo que suponen muchas personas, incluyendo a los mismos genetistas. Se desprende de las posiciones de estos investigadores un claro acercamiento al biologicismo genético cuando llegan a relacionar la totalidad del comportamiento humano con la constitución genética del individuo, aunque – para no incurrir en el radicalismo de la Escuela Positiva italiana – señalan la menor importancia que el medio ambiente y el entorno tienen con aquél.

    Rechazo de las teorías biológicas radicales

    Hoy en día, por razones obvias, las tesis biológicas radicales son insostenibles, ya que hay muchos individuos que presentan rasgos o características biológicas que les relacionarían con conductas antisociales y, pese a ello, no delinquen. Se critica esta teoría porque adolece de un notable déficit empírico, generalizan indebidamente, ya que extrapolan los resulted obtenidos en las investigaciones con la

    población reclusa, con la delincuencia en general; olvidan que el hombre es un ser receptivo a todo tipo de influencias, tanto de tipo personal como ambientales y que, por lo tanto, no es sólo biología sino historia, cultura y experiencia.

    En resumen, los elementos de naturaleza biológica han tenido a lo largo de la historia un reconocimiento en la Criminología,

    aunque es cierto que, pese a ello, tuvieron una importante crisis en los años cincuenta del siglo XX, que vino provocada por cuestiones éticas, crisis que ha sido remontada en las dos últimas décadas, como señala Akers. Sectores aislados de la investigación, con sustento en los nuevos descubrimientos biológicogenéticos, afirman que el origen de la conducta delictiva hay que encontrarlo en estos descubrimientos, y con base en ellos pretenden hacer desaparecer del mapa jurídico la categoría culpabilidad por la indemostrabilidad del libre albedrío, cuestión que la doctrina Penal ha redhead de forma unánime. Sin embargo, se admite, como afirma Bordieu, que existen múltiples características individuales innatas que pueden incrementar el riesgo de conducta agresiva; igualmente, se admite que esa posibilidad se presente o no en función de las condiciones ambientales, en definitiva, supone establecer una correlación entre la conducta delictiva y la constitución biológica, como así se ha reconocido en las escasas investigaciones realizadas en España en las que se admite que entre los delincuentes y no delincuentes hay una diferencia de inteligencia.

    Las anteriores cuestiones dan origen a formulaciones moderadas

    2.3. POSICIONES MODERADAS

    Frente a las posiciones biologicistas genéticas y neodeterministas, se alzan las que calificamos como moderadas y que buscan dar una explicación compleja del comportamiento, aunque no reduccionista como hacen aquéllas, y por ello señalan que las investigaciones genéticas no persiguen constatar que los factores biológicos constituyen elementos monofactoriales o exclusivos que expliquen el origen de procesos como los patológicos, de comportamiento y sociales desviados.

    La genética, en relación con la explicación del origen de los procesos patológicos antes mencionados, mantiene que su origen es producto de la incidencia de los factores biológicos y ambientales. La genética a lo que da lugar es a tendencias en el desarrollo de estos procesos que pueden ser paliados en gran medida a través de un ambiente adecuado, como ocurre con la esquizofrenia, que es una enfermedad multifactorial en la que, si bien hay una base genética, concurren en su origen

    también factores ambientales.

    En relación con la explicación genética en el ámbito comportamental, su influencia, si bien se da, es menor que la que opera en el terreno patológico, ya que el delito como circunstancia de comportamiento desviado no puede ser atribuido a la incidencia de un gen, ni incluso a la combinación de diversos genes, ya que los resultados de las actuales investigaciones que se ha llevado a cabo con animales – moscas del vinagre, gusanos, ratas y ratones han sido manipulados en laboratorios de genética para que se tornen agresivos, malos progenitores, adictos a la cocaína y alcohólicos con el fin de encontrar la respuesta al comportamiento humano – no han demostrado que exista un gen que regule la conducta y su incidencia en el comportamiento humano desviado.

    No obstante, hay grupos de científicos que han anunciado la detección de un gen asociado con algún rasgo del comportamiento. Podemos referirnos a alguno de ellos:

    En primer lugar, Patricia Jacobs. En sus investigaciones llevadas a cabo junto a sus colaboradores, descubrió en un hospital de máxima seguridad en Escocia que los delincuentes varones encarcelados presentaban una proporción de anormalidades cromosómicas superior a la que tenía la población general. En concreto, se detectó en estos delincuentes la presencia de un cromosoma Y extra, que daba lugar a una trisomía del tipo XYY (lo que se conoce como el síndrome del super- macho genético) en una proporción superior (de entre el 1 y el 3 por 100) a la hallada en la población general. Se ha concluido que, por regla general, estos sujetos proceden de familias con historiales de enfermedad mental o delincuencia y ponen de manifiesto una mayor inclinación a comportamientos violentos y realización de hechos delictivos.

    En este orden de cosas un grupo de investigadores genetistas de Estados Unidos e Israel, ha apuntado que el deseo de vivir experiencias fuertes es heredable en el 59% de los casos. La explicación que ofrecen es que los amantes del riesgo suelen portar un gen en el cromosoma 11, el cual influye en la respuesta del cerebro a la dopamina, que es el neurotransmission que crea sensaciones de placer y euforia.

    También podemos resaltar un grupo de investigadores de las Universidades de California y Pittsburg, en la revista Psiquiatría Molecular publicaron el aislamiento de un gen que predispone a padecer la esquizofrenia.

    En la misma línea que los anteriores, investigadores de las Universidades de Texas y California publicaron que habían descubierto una conexión genética entre el alcoholismo y el gen mutante para el receptor de la dopamina 2 (DRD2). Por último haremos referencia a que se ha descubierto igualmente el gen que produce el autismo, la adicción y la hiperactividad

    infantil.

    No obstante, es conveniente puntualizar que los últimos descubrimientos sobre la genética del comportamiento se encuentran en una fase inicial que necesitan para consolidarse un camino muy largo que recorrer, y esta consolidación no llegará en tanto en cuanto no se determine cuántos genes participan en el comportamiento, ni de qué forma actúan ni cómo se heredan y si algunos son dominantes.

    3. Conclusión

    De momento, estimamos que se puede concluir indicando que la presencia de un gen asociado con algún rasgo del comportamiento no es determinante para explicar las conductas delictivas, ya que en éstas intervienen desde los planteamientos de los enfoques biológicos moderados – que consideramos la postura más adecuada- a los factores genéticos o ambientales. A la vista de esta conclusión, el reto científico será determinar – si ello es posible – en qué grado influyen los factores en cuestión en el desarrollo de las conductas delictivas.

    Ahora bien, mientras llega ese momento, no hay que olvidar varias ideas: que aunque se haya encontrado relación entre algunos factores biológicos y la mayor o menor tendencia a la agresividad que tienen las personas, ello no implica necesariamente, como señala Garrido Genovés, que el rasgo agresividad conlleve la comisión de delitos, pero sí la constatación de que unas personas son más propensas que otras a conducirse violentamente.

    A la vista de la anterior information – que está poniendo de manifiesto que algunos individuos tienen una mayor tendencia

    a la realización de actos violentos – indica Garrido Genovés que una detección precoz podría permitir una prevención más eficaz mediante una educación más intensiva, criterio que compartimos plenamente, ya que no hay fórmulas mágicas ni

    tratamientos espectaculares que terminen con una vida dedicada al delito. La conducta delictiva habrá que prevenirla e intervenir sobre ella cuando aparezca en su grado más incipiente. Suelen aparecer los primeros síntomas en el entorno familiar, en las condiciones de vida. Este germen va in crescendo con la falta de opportunities para que los sujetos puedan desarollar su personalidad, hasta desembocar

    en la ejecución material de conductas delictivas.

    A partir de ahí, es una escalada sin freno y, cuando el Estado quiere intervenir para aplacar ese mal, éste se encuentra instalado en la personalidad del afectado de una forma tan arraigada que dificulta notablemente cualquier intervención para acabar con él.

    Ahora bien, justo es decirlo, el Derecho Penal – siendo acorde con los actuales planteamientos relativos a que en la conducta criminal concurren una plural dad de factores – en la categoría culpabilidad establece, en su aplicación, una serie de garantías, y en especial, los límites que impone dicho instituto a la intervención Estatal. No se puede dudar, hoy en día, de que estos límites son trascendentes, se han ido conquistando en el tiempo, porque no están ahí desde siempre. Destaca significativamente el trato diferente que da al hecho dependiendo de si es cometido de forma dolosa o culposa.

    Otras garantías y límites, muy importantes, son que ante un hecho fortuito no cabe castigo, o la proporcionalidad entre el hecho cometido y la pena merecida por la realización.

    Muy importante, y relacionado de forma específica con el contenido de este epígrafe , es que el modo de ser, o de vivir, o el carácter del sujeto, puedan influir en la reacción penal, al igual que es importante intentar valorar la personalidad del autor y comprenderle, entendiendo cuál ha sido su vida y qué opciones se le ofrecieron, para entender cuál es su concepción de la realidad.

    Capítulo III.- Ingeniería Conductual

    Introducción

    El ser humano es un ente complejo en su dualidad sustancial. La conducta que muestra en diferentes contextos da muestra de la gran variedad de estados mentales en los que se puede involucrar, lo que en ocasiones requiere de un análisis y tratamiento specialized mediante la aplicación del conocimiento científico según cada caso en particular.

    Se sabe que la aplicación de estrategias en diversos momentos de la vida del ser humano puede ser la base del desarrollo de la personalidad adaptado a la sociedad. Para que no se muestre como enemigo potencial de ésta, deberá contribuir a la conservación y optimización de las instituciones que permiten una vida social adecuada.

    Sin embargo, el pensamiento del hombre algunas veces es materializado mediante actos que son nocivos a la sociedad y a su entorno, formándose individuos con resentimientos muy arraigados. Del mismo modo, encontramos en la gran diversidad humana personalidades caracterizadas por un carácter manipulable y manejable, con alta predisposición a la comisión de conductas antisociales.

    Respecto a este fenómeno, poco o nada se ha hecho de manera tangible en nuestra sociedad, ya que no existen verdaderos programas de prevención y tratamiento de las conductas antisociales que ocasionan graves problemas a los sujetos que las comenten, pero que – sobre todo – laceran dolorosamente a quienes son victimas de su comportamiento.

    Basado en los presupuestos antes mencionados, la ingeniería conductual (o ingenerate para la ortopedia conductual) es concebida como la aplicación del conocimiento científico en el análisis y tratamiento de la conducta del ser humano. En consecuencia, la ingeniería conductual debe ser entendida como se describe a continuación: Ingeniería conductual: Conjunto de estrategias epistemológicas dirigidas al análisis y tratamiento de la conducta del ser humano, a efecto de encauzarlas hacia una adecuada convivencia social y la prevención de personalidades antisociales, con el propósito de lograr la ortopedia conductual de acuerdo con los contextos de aplicación.

    Estrategias epistemological

    Para efectos del tema que aquí se trata, la epistemología es el estudio del conocimiento científico realizado a partir de la premisa del objeto que se percibe y que, por consiguiente, se conoce de manera sensible; que se abstrae y codifica por medio de la actividad psíquica del ser humano para su aplicación a un fin determinado.

    Es decir, todo el conocimiento que aportan las ciencias de análisis y tratamiento de la conducta del ser humano debe ser aplicado mediante estrategias diseñadas de acuerdo con el contexto en el que se encuentre el sujeto que se pretende tratar. Tales contextos son muy diversos, pues el análisis y tratamiento de la conducta es requerido según la personal dad del sujeto objeto de estudio.

    Por ello, es menester que la ingenerate conductual aplique todo el cúmulo de conocimiento de las ciencias encargadas del estudio de la conducta del ser humano, como la psicología (en todas sus ramas), la criminología, la psiquiatría, la pedagogía, la andragogía, la sociología y la filosofía, por señalar tan solo algunas.

    En este estudio, nos apegamos al sentido que los positivistas lógicos atribuyen a la epistemología en cuanto que se encarga del estudio del conocimiento en su contexto de justificación; es decir, que sólo se refiere a las hipótesis y teorías ya aceptadas en cada ciencia.

    En este punto, es pertinente señalar que la ingeniería conductual, como tal, surge y se desarrolla (de acuerdo con la

    epistemología), desde su contexto de descubrimiento (ya que estamos ante el acto de concebir e inventar esta nueva idea), lo cual no debe confundir al lector, pues el contexto de justificación se refiere a la aplicación del conocimiento de las ciencias conductuales ya enumeradas.

    Análisis y tratamiento de la conducta

    La individualización del análisis y tratamiento de los sujetos con problemas de conducta es un tema neurálgico para la ingeniería conductual, pues aunque uno de los fines es que dichos sujetos sean integrados a una vida normal ; en el análisis y tratamiento se debe considerar de manera importante la individualización.

    Este principio aplica a todos los contextos y niveles de tratamiento, pues la experiencia ha permitido conocer que en algunas instituciones que atienden problemas de conducta (en diferentes niveles y contextos) la terapia se realiza de manera grupal, lo cual en primera instancia no resulta conveniente, pues en el caso concreto de las escuelas de education especial esto provoca el desorden y el caos del grupo, lo que a su vez – como consecuencia – acarrea más problema de conducta con los otros miembros de dicho grupo, que están en ese lugar por problemas del lenguaje o de aprendizaje (ocasionado por causas diferentes a los problemas de conducta).

    Es pertinente agruparlos, en efecto; sin embargo, los sujetos con problemas de conducta requieren de una atención especializada en ese sentido, así que la socialización y resocialización debe iniciar de manera individualizada para, posteriormente, integrarlos en grupos una vez que hayan sido analizados y tratados mediante las estrategias pertinentes.

    Por otro lado, en los centros penitenciarios existe una gran falta de creación, aplicación y coordinación de verdaderos programas para la resocialización del delincuente. En las cárceles, el primer problema – en este sentido – es que el sujeto no es sometido al análisis y tratamiento de su problema de conducta.

    Esta es la razón por la que el sistema penitenciario ha fracasado en su cometido de resocialización. Es innegable que se transforma la conducta del ser humano en esos tópicos, empero dicha transformación es nociva y nada conveniente.

    Adecuada convivencia social y la prevención de personalidades

    Antisociales

    La ética carece de universalidad sociológica, está supeditada a un lugar y tiempo determinado, pero existen ciertas conductas

    que, en un mismo tiempo, no tienen la misma aplicabilidad en las diversas sociedades.

    De la misma manera, la adecuada convivencia social dependerá de las condiciones que la propia sociedad stables en tiempo y espacio determinado.

    Basados en estas premisas, debemos entender como adecuada convivencia social a la interrelación de los miembros de una sociedad en la que se encuentren convenidos tácitamente una serie de uses y costumbres que habrán de permitir la tranquilidad y bienestar común.

    Al tratarse el tema de la prevención se debe precisar claramente el significado de prevenir. Así, tenemos que prevenir es no permitir que alguna situación llegue a suceder, en virtud de que ésta es inconveniente (o no deseada). Cuando se tiene la certeza de que un sujeto manifiesta predisposición para convertirse en peligroso y nocivo para la convivencia gregaria, se deben desarrollar los mecanismos

    que permitan evitar que ese fenómeno indeseado suceda.

    Por tal motivo, la ingeniería conductual deberá estar en posibilidades de prevenir las conductas antisociales, por lo que no deberá desatenderse ningún problema de conducta que el sujeto manifieste desde su desarrollo en la niñez y su convivencia en la vida social y familiar.

    Ortopedia conductual

    La palabra ortopedia, en este sentido, se utiliza como el medio para lograr la prevención y corrección de las abnormalities del cuerpo, pero del cuerpo intangible del ser humano; es decir, la detección, prevención y corrección temprana de conductas que pudieran ser generadoras potenciales de conductas antisociales.

    Por lo tanto, tenemos que la orthopedic conductual es el conjunto de acciones, encaminadas hacia la prevención y modificación de la personalidad antisocial, así como de conductas socialmente inaceptadas, por medio de ingeniería conductual.

    La ortopedia conductual es el resultado esencial inmediato de una correcta aplicación de la ingeniería conductual.

    Esta última es el medio por el cual deberá lograrse la prevención y modificación de la conducta de los sujetos con problemas de este tipo, sin importar la edad y el contexto.

    Por eso es conveniente la aplicación de estrategias, basadas en las ciencias que desde diversos enfoques se encargan del estudio de la conducta del ser humano.

    Contextos de aplicación

    Aunque en este momento no se pretende realizar un recuento de la evolución psychological del desarrollo de la personal dad del ser humano, sí es de ingente valor señalar algunos contextos que se presentan con mayor frecuencia, aunque esto no significa que sean los únicos. Analicémoslos someramente a continuación:

    1. FAMILIA: Desde edades tempranas, el ser humano puede mostrar rasgos de problemas de conducta, pues se sabe que

    desde la edad de dos años está dotado de una carga considerable de agresividad, a la cual se debe prestar especial

    atención, ya que, si es ignorada, existe la posibilidad de que dicha agresividad se fije de manera importante en la personal dad del niño – en desarrollo – lo que podría involucionar en actos de violencia.

    2. ESCUELA: La experiencia nos ha permitido conocer que los niños en edad escolar que tienen problemas de aprendizaje,

    en gran número de los casos se debe a problemas de conducta, lo que de primera impresión nos refleja la imitación (en ocasiones violenta) de su primer entorno (la familia) y la falta de atención de los padres (o los que ocupen su lugar a la falta de éstos).

    En este periodo de su vida, los niños presentan importantes rasgos de violencia tales como la falta de respeto a la autoridad, pues pueden estar desafiandola a cada momento, de modo que su comportamiento pone de relieve la falta de empatía hacia sus compañeros de escuela. A esta edad, los niños empiezan a realizar pequeños hurtos a sus compañeros de clases, o en ocasiones amenazan y someten a los niños muestran debilidad de carácter.

    Aunque la grafología está cuestionada como ciencia, sí está admitido su valor para analizar rasgos de la personalidad.

    La grafología, se nutre de los movimientos neurofisiológicos del sujeto escritor y, como test proyectivo de la personalidad, analiza la escritura de un individual lo que nos permite describir aspectos de su carácter, equilibrio o desequilibrio personal, aptitudes profesionales y, como consecuencia, las competencias que se pueden asumir. Por ello, sus campos de actuación se diversifican así como se dirigen a la reeducación gráfica, recursos humanos (selección de personal), grafopatología clínica...

    Como decía Honroth: Duda la mente, tiembla la mano.

    A lo largo de su historia, esta disciplina ha estado sujeta a diversas corrientes y su evolución no ha sido la misma en todos los Estados; países como Francia, Suiza, Alemania, Italia o Argentina han impulsado en mayor medida esta materia frente a otros, como Inglaterra, dónde el impacto es menor. En España, su posicionamiento académico es cada vez mayor, aún que aún queda camino por recorrer.

    La grafología es una técnica que, valiéndose del análisis de la escritura, permite conocer la personalidad de un individuo. Algunas corrientes le confieren estatus de ciencia, otras rechazan de plano esta catalogación. Sin entrar en la polémica, sí existe acuerdo en que posee pautas científicas que rigen el análisis de un especialista y le permiten definir cualidades generales de carácter y aspectos de conducta. Su aplicación está tradicionalmente ligada a la psicología, pero también se ayudan de ella los departamentos de Recursos Humanos de las empresas, que analizan la escritura y la firma para añadir datos al perfil de un trabajador, la rama neurológica de la Medicina -el análisis de manuscritos de un paciente sirve de ayuda en la detección, grado y desarrollo de algunas patologías- y, por supuesto, los forenses, tanto clínicos como policiales, porque la letra, como las huellas dactilares, es única e inimitable.

    La fiabilidad del estudio grafológico depende de que se logre aislar de la adivinación con la que se mezcla en demasiadas ocasiones, y de que ofrezca conclusiones que, efectivamente, ayuden a conocer al autor de la letra. La tarea es ardua pues la materia con la que se trabaja, la escritura, es muy sabrosa para que parlanchines la hagan objeto de sus adivinaciones. Cualquier manual que aluda a la grafología estará de acuerdo en que la escritura redonda corresponde a personas tranquilas y pasivas, o en que una firma legible es la de un sujeto responsable pero soberbio. Estos rasgos responden a los arquetipos que, desde Platón, filósofos y estudiosos del ser humano vienen utilizando para clasificar personalidades, así como a los temperamentos definidos por Hipócrates.

    No obstante, son muchos más los rasgos a estudiar, y muchas las variantes que tienen que llevar a concluir que la grafología resulta oportuna y útil. Y es que las conclusiones grafológicas no se limitan a enumerar variantes de tipos de letras, sino que se ayudan de su análisis para perfilar caracteres y poder describir a una persona. Por eso, los especialistas serios en grafología parten de una rama científica y suelen ser neurólogos, psicólogos, filósofos o psiquiatras que hacen de ella una herramienta auxiliar con la que atender a un paciente. De hecho, las asociaciones nacionales e internacionales de grafoanalistas se han dotado de un código deontológico que, entre otras reglas, recoge la de abstenerse de impartir enseñanzas de prácticas mánticas (adivinatorias), para evitar la confusión producida por la unión de lo científico con lo opinable y el consiguiente descrédito y falta de seriedad que tal proceder ocasiona a la profesión de grafólogo y a la ciencia a la que éste sirve.

    La grafología estudia la escritura manuscrita. Es esencial que las letras salgan del acto de escribir con bolígrafo o pluma y no con lápiz, pues este último disimula los rasgos al entorpecer el movimiento del que resultan. La grafología también puede analizar dibujos a modo de símbolo. Un ejemplo es el Test del Árbol desarrollado por el neurólogo Koch en los años veinte, convertido hoy día en un recurso habitual de la psicopedagogía, sobre todo en las escuelas primarias.

    Pero son dos las áreas en que la grafología resulta especialmente útil: el peritaje y el psicoanálisis en su concepción más amplia. Magistrados, bancos y policías se sirven de la evidencia de que cada escritura es diferente. De este modo, si precisan asegurarse del autor de una firma o encontrar huellas en manuscritos, se valen del análisis gráfico de documentos y de comparaciones de rúbricas realizadas por peritos, que llegan a ofrecer pruebas concluyentes. Menos objetiva, pero también muy valiosa, es la analítica de la grafía, que ayuda a definir la psique de una persona, tanto para descubrir patologías como causas de comportamientos, etc.

    Han sido sobre todo filósofos alemanes y doctores franceses los que más se han preocupado en investigar la grafología, creando teorías y probando hipótesis, para superar impresiones subjetivas y ofrecer leyes objetivas. Así, se ha concluido que para poder definir los rasgos de un sujeto desde su escritura, un análisis grafológico ha de tener en cuenta a la persona que escribe y la situación en la que lo hace.

    La persona posee un temperamento, un carácter, unos genes, un sistema nervioso, un género y edad que determinan por sí una forma de ser.

    La situación en la que se escribe, como factores ambientales, sociales, escolares, familiares, culturales e incluso estados transitorios, determinarán el resultado de la escritura.

    En un estudio en profundidad se analiza el orden del escrito, la distancia entre renglones o la cercanía a los márgenes, entre otros aspectos, para conocer la estructura mental de un sujeto. También se estudia el tamaño de la letra, que guarda relación con el nivel de autoestima y el grado de expansión del sujeto; la inclinación de las letras, para saber en qué medida la persona se relaciona con los demás; la dirección de las líneas, para encontrar la estabilidad emocional; la presión con que se imprime la grafía, para evaluar el nivel energético de una persona; la rapidez de la escritura, que desvela las reacciones de un individuo ante distintas situaciones que se le plantean; la continuidad, es decir, el grado de unión o separación de las letras y de las palabras, lo que permite conocer el nivel de constancia y regularidad de un individuo en su actividad, vida afectiva y pensamientos; y por último, la forma o estructura general de la escritura, que da cuenta del comportamiento cultural, ético y moral.

    Si analizar la escritura se toma en ocasiones como un juego, la firma sirve más, si cabe, de comodín para elucubraciones e infundados análisis seudopsicológicos. Los estudios serios de la firma se utilizan, en la mayoría de las ocasiones, para realizar peritajes a entidades financieras de tarjetas de crédito o para verificar documentos de carácter legal, con el exclusivo objetivo de certificar la autoría legítima de una rúbrica. Deducir de ella rasgos conclusivos de una psique es demasiado superficial, aunque sirve como un elemento más al efectuar un grafoanálisis serio.

    María Pilar Besumán, experta en grafología - ciencia que estudia las relaciones entre la escritura y la psicología- se especializó en la Escuela de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de Universidad Complutense de Madrid, y desde 1980 ejerce como grafoterapeuta.

    Besumán es, además, pionera en la aplicación de la grafología en el campo infantil y juvenil. Su experiencia le ha conducido a la autoría de la Cartilla Escolar Grafológica de Letras Inteligentes. Un método dirigido a enseñar una escritura que desarrolla las facultades intelectuales del niño y le ayuda a moldear el carácter respetando su personalidad. Este sistema se utiliza también con el fin de resolver problemas cognitivos y afectivos detectados en la escritura y que se pueden solventar con técnicas de grafoterapia.

    ¿Qué es la grafoterapia?

    Dentro de la grafología, es la disciplina que comprende el tratamiento terapéutico con el fin de superar las dificultades del carácter a través de la escritura. El psiquiatra francés Bertillon la comenzó a aplicar en el año 1908 en la Academia de Medicina de París. Años más tarde, dos científicos franceses, el doctor Janet y el doctor Charles-Henry, de la Sorbona, emplearon los protocolos clínicos en niños con fuertes traumas de tipo afectivo devenidos de la Primera Guerra Mundial. Obtuvieron un 80% de éxito.

    ¿Cuál es el método terapéutico?

    La clave está en la reversibilidad del gesto mecánico y cerebral. El cerebro manda un mensaje a la mano para escribir y la mano envía un mensaje al cerebro cuando escribe. Admitido esto, aceptamos que la repetición disciplinada de un gesto gráfico incide en la actitud mental de quien lo recibe. De este modo, si nosotros reconocemos signos negativos en la letra de un niño, signos que comunican falta de atención, inseguridad, complejos, angustia e introversión, y trabajamos para convertirlos en signos gráficos positivos que signifiquen concentración mental, seguridad, autoestima, alegría, extroversión, logramos modificar la actitud mental del niño.

    ¿Cómo se lleva adelante el proceso?

    Primero se realiza un análisis grafológico de la letra del niño, de este modo nos acercamos a su personalidad y somos capaces de diagnosticar el momento psicológico en que vive. A partir de ahí le cambiamos los signos negativos que encontramos en su escritura por otros positivos. Estos signos varían según la problemática del niño. Por ejemplo, si un niño se muestra perezoso, le proponemos letras de voluntad y empuje; si está angustiado acometemos las letras que traducen su angustia y perseguimos letras alegres.

    ¿Qué tipo de dificultades presentan los niños que reciben tratamiento de grafoterapia?

    Denotan su dificultad en la escritura de manera muy evidente: su letra es ilegible y desordenada, consecuencia de falta de atención y otras alteraciones del carácter que, en muchas ocasiones, desembocan en fracaso escolar.

    ¿Se puede entender como un remedio contra el fracaso escolar?

    Reconducir la escritura y aprender una grafía compuesta por letras inteligentes y rápidas mejora el rendimiento escolar.

    ¿Puede ayudar a corregir también algunos trastornos de aprendizaje como la dislexia?

    Por supuesto. El doctor Vallejo Nájera afirmaba que la dislexia no es ninguna enfermedad, ni una minusvalía, sino un problema especifico del aprendizaje de la lectura y la escritura. Con una letra madura, evolucionada e inteligente, podemos superar este problema. También niños superdotados que encuentran dificultades en su aprendizaje y en el desarrollo de sus capacidades se aprovechan de las letras inteligentes.

    ¿Qué son exactamente las letras inteligentes?

    Es la letra que utilizan los adultos inteligentes. Hablo de los grandes genios del mundo de las artes y de las ciencias. El conjunto de las letras inteligentes conforma una caligrafía concreta y diseñada para desarrollar al máximo las facultades intelectuales del niño. Son letras con las que el niño adquiere una base sólida para enfrentarse a los nuevos retos de su aprendizaje, asimila mejor los conceptos y reduce las horas de estudio. Se trata de una letra armónica, madura y equilibrada que por su agilidad y rapidez no caduca. Desde el principio el niño aprende a escribir con una grafía que puede mantener el resto de su vida, enriqueciéndola con sus conocimientos y su personalidad.

    Es autora de la Cartilla Escolar Grafológica basada en el Método de las letras Inteligentes. ¿En qué se fundamenta?

    Ha sido el resultado de muchos años de investigación y experiencia en mi gabinete. La Cartilla Escolar Grafológica con Letras Inteligentes está compuesta de varios cuadernos de caligrafía y de un Manual Grafológico Infantil. En él se analiza el significado de las letras tradicionales que se enseñan al niño de forma habitual y se enfrentan al significado de las letras de la Cartilla Escolar Grafológica. Se evidencia que es necesario cambiar el sistema de enseñanza de la escritura en las caligrafías infantiles.

    ¿Qué opina sobre los actuales métodos de caligrafía utilizados en las escuelas?

    Las caligrafías infantiles son las mismas desde hace más 60 años. Por su lentitud y falta de agilidad no son las más adecuadas para los retos a los que tiene que enfrentarse el niño actual. La vida ha evolucionado y con ella nuestras costumbres, nuestro entorno y también las exigencias intelectuales. Un niño de ocho años no puede mantener el mismo modelo caligráfico que a los cinco años porque la escritura no acompañaría a su desarrollo intelectual y sus conocimientos. No tiene sentido enseñarles letras lentas que restan agilidad a la mente. De ahí se deriva que con una letra no evolucionada ni rápida le es imposible seguir un dictado. Enseñar a escribir al niño desde el comienzo (4 ó 5 años) con letras

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