De mis manos caerán las piedras

Por Diego Montes

De mis manos caerán las piedras es un dialogo intertextual con la película Camille Claudel (1988), las esculturas La ola o Los bañitas (1897) y Vertumno y Pomona (1905). Cada poema funge como una herramienta que facilita el acercamiento a la fragmentación de las voces. Una fragmentación devenida del descenso al abandono.

• Idioma: Español
• Editorial: Bitácora de vuelos ediciones
• Fecha de lanzamiento: 18 ago 2021
• ISBN: 9781005261894

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De mis manos caerán las piedras, libro de Diego Montes, mereció el Premio Internacional Bitácora de Vuelos 2020, convocado por la editorial de mismo nombre. El jurado estuvo conformado por las escritoras Alma Karla Sandoval y Claire Joysmith.

De mis manos caerán las piedras es un dialogo intertextual con la película Camille Claudel (1988), las esculturas La ola o Los bañitas (1897) y Vertumno y Pomona (1905). Cada poema funge como una herramienta que facilita el acercamiento a la fragmentación de las voces. Una fragmentación devenida del descenso al abandono. 

Índice de contenido

Portada

Sinopsis

De mis manos caerán las piedras

La Trinidad del olvido

Así romperán las olas

Vertumno y Pomona

Créditos

Nuestros títulos más recientes

DE MIS MANOS CAERÁN LAS PIEDRAS

Diego Montes

A mi madre Guadalupe Montes Rosendo,

por su esfuerzo, amor y paciencia.

A Dios padre

y a Camille Claudel.

Watch me fold this page now so you think it is you.

ANNE CARSON

Eso es, tres veces yo; la santísima trinidad.

La trinidad del vacío.

CAMILLE CLAUDEL

LA TRINIDAD DEL OLVIDO

En el nombre del padre 

y de la fatalidad de la libertad

París, febrero, 1885.

Querido R. No puedo ir a Calois contigo, no tengo

sombreros, ni zapatos. Discúlpame, no es mala fe.

Comencé un nuevo busto cuando esté seco solo

ocuparé abrirlo y todos sabrán el valor de tu aprendiz.

Me quedaré a dormir con el miedo de despertar

desnuda cubierta de un brillo espeluznante.

                                              Querido R., no me seas infiel.

[ . ]

La memoria como cristal,

               cuestiona:

               ¿por qué aún no se siente la vejez

remendando los paisajes?

Una garganta mastica

               las palabras

               impiden despojar la memoria.

[ , ]

Guardo una avecilla,

hago una prisión con las manos

y duermo su libertad

desde este encierro.

Permanecer,

hasta encontrar tu nombre

esperar tu vuelo

               y salir de las grietas,

antes de que las pesadillas

inyecten de libertad

               mi brazo izquierdo.

[ | ]

Tu cuerpo se estremece

grita…

                              ¿le hice daño?

Poderoso y tierno como usted,

                              es el azar

                              de lo inconcluso.

[ : ]

De tu vientre

se mueve una intuición

de colorear los silencios que invaden tu casa,

Dios con sus manos da un golpe

y