Rozando la línea del horizonte
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Las poesías de “ Rozando la línea del horizonte “, no tienen tener rima, ni siguen ninguna regla métrica. Mejor podría decirse que se trata de prosa poética, en el que el autor traspasa las limitaciones de la poesía tradicional. Tal vez por esto mismo, las poesías de Enrique sean mas fáciles de leer, el lector comprende perfectamente el significado de sus poemas, nota que no son “fríos”, ni grandilocuentes. Enrique no busca la solemnidad en sus textos, ni busca constantemente el mejor sinónimo en cada línea para no perder naturalidad . Solo busca que sus poemas se lean con la máxima fluidez posible, que tengan ritmo, que sean musicales. Enrique quiere que sus poemas suenen con gran expresividad.
Los poemas de Enrique no son autobiográficos, sino mas bien retratan otras realidades, buscando puntos comunes de felicidad, angustia, libertad, el amor, el desamor, la soledad, el paso del tiempo…
Cuando no esperas nada de nadie es cuando estamos perdidos. Ese es mi parecer.
En cualquier caso la poesía, tiene -diríamos por obligación transmitir- y la tuya y la música en que se sustenta lo hacen.
Como poeta que soy he de decirte varias cosas. Una es que me encanta la forma, la voz de la persona que los recita. La manera de escribir los poemas no es la mía, pero transmites. Me transmites tus sentimientos que me parece que están llenos de desánimos AUNQUE ESTÉS SENTADO AL BORDE DE LA LUNA
María del Carmen Burgos
Experta en poesía, nací en Ciudad Real. Estudie en la Escuela de Magisterio y he trabajado como técnico en Administración Local. Soy profesora de música en la especialidad de piano
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Rozando la línea del horizonte - Enrique Crusellas Prieto
).
Abandonos
Dame la mano y vayamos a aquel barrio que nunca nos atrevimos a ir.
Dame la mano y saltemos desde lo alto de las cascadas.
No tendremos miedo, no pensaremos en el mañana.
Solo saltaremos desde el acantilado, y dejaremos que el mar nos arrope.
Y no ilusionaremos, no imaginaremos, no pensaremos,
pues con nuestra realidad será suficiente.
Aire
Aire, aire
que te sopla en el lóbulo, que te refresca en la cama, acaricia tu cuerpo, lame tus pezones.
Aire, aire, que aviva el fuego, que despierta la pasión.
Aire, que te besa por las mañanas, te abraza por las noches, y se escapa por las madrugadas.
Aire, aire libre. Aire que huye, se esconde, te acaricia la nuca, se escapa.
Y tú no sabes nada de la brisa, solo dejas las ventanas abiertas por si regresa.
Aire que es silencio, que es misterio, que te va electrizando la piel, que te hace entrecerrar los ojos, mientras imaginas, mientras dejas de pensar.
Aire que se cuela sensualmente entre tus labios, y juguetea con tu lengua.
Y finalmente huye por la ventana, mientras duermes, relajada, ajena al mundo, dejando que las estrellas iluminen tu cuerpo desnudo.
Aislamientos
Dejadme fuera de control.
Dejadme solo en la mar.
No quiero