El silencio
… es un rostro mojado después de la lluvia, es una ventana atrapada en la telaraña de la luz, es un libro que se abre de alas y se echa a volar, el silencio son los besos que guardamos en el bolsillo y no volvemos a dar, son las escaleras que se dejan crecer las piernas y se apagan cuando llega la noche, el silencio es tocarte con la lengua y rozarte la boca con el sílex de los labios, es el pan tierno que espera que venga el calor de una mano y lo corte en dos, le rompa no existe en ningún idioma, ni en ruso ni en árabe, es el mismísimo silencio que nace cuando dos personas se encuentran de verdad, cuando dos personas se hablan y no solo parlotean, cuando se silencian y no solo se hablan, es el silencio que encuentras solo a veces, muy pocas veces, es la palabra muda, enroscada como una culebra entre las piedras, a veces, muy pocas veces, dos rostros entran en colisión y, entonces, el mundo entero tiembla, el silencio se hace vertiginoso, la vida baila hasta la sangre, el oro arde hasta el metal, y, entonces, borracho de luz, el silencio se balancea entero sobre tus labios, entonces, ebria de viento, la ventana canta como una campana.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos