Covid-19 ¿Tocó mi corazón?

Por Melinda L. Cintrón Solís

La Pastora y Dra. Melinda L. Cintrón Solís, posee una Maestría en Consejería en Rehabilitación y un Grado Doctoral en Psicología Clínica Cristiana. Es licenciada por el Departamento de Salud de Puerto Rico, además de estar certificada como Especialista en Relaciones, Psicoterapeuta Cristiana y como "Train the Trainer". La Dra. Cintrón ofrece tal

• Idioma: Español
• Editorial: ibukku, LLC
• Fecha de lanzamiento: 24 jul 2020
• ISBN: 9781640866119

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Dedicatoria

Siempre Dios pone gente en tu vida por temporadas. Algunas viven a tu lado por la temporada de la niñez, otras la adolescencia, otras la adultez y otras por toda una vida. Lo importante de esto, es entender que todos siempre serán de bendición, no importando las circunstancias, ni cómo entren o salgan de tu vida. Lo que importa es recordar lo que cada persona aportó en tu vida, a tu desarrollo personal, profesional o espiritual, mientras fueron parte de ella.

Cada ser humano aporta una experiencia y un proceso de aprendizaje en nuestras vidas, digno de recordar. Cada evento, cada persona, cada alegría, cada sufrimiento, nos forma en quienes somos hoy día. El vivir en sociedad, en familia, con seres humanos, nos recuerda el amor. Dios es amor y su palabra establece que tenemos que amarnos los unos a los otros.

En mi caso, he tenido el privilegio de contar con un ser que no importando qué, siempre ha creído en mí. Me ama con todo el equipaje que traigo. Ama mis virtudes y defectos y me honra y apoya aun en aquellas decisiones que no son las mejores. Recuerdo el día que le pedí que me diera un masaje por un dolor inmenso de hombro que tenía. Mientras me daba el masaje, me decía con gran determinación, escribe lo que estás recibiendo, no lo dejes en tus hombros. Empieza a escribir.

Obedeciendo a mi esposo, empecé a escribir…para ti amado Pedro, te dedico el resultado de tu amor, mi inspiración.

Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarían Cantares 8:7

Introducción

El verdadero problema no es que el COVID-19 infecte tus pulmones, sino permitir que el COVID-19 infecte tu corazón

Melinda Cintrón

Huracanes, muertes, terremotos, pandemias. ¿Cómo no preocuparse? ¿Cómo no sentir ansiedad, miedo, desesperación? Muchos temen decir lo que sienten, otros no se atreven a enfrentar la realidad de lo que viven. Prefieren seguir viviendo en automático y esperar que con el tiempo las cosas mejoren, mientras los días, meses y años van pasando y sienten que la vida se les pasa sin experimentar el verdadero gozo del Señor.

Los rechazos, juicios y las críticas han sido tantas que tomas la postura de callar. Callar para no sufrir, callar para no ser atacado, callar para no discutir. Te drenas, pierdes fuerzas y esperanzas, y lo que un día se convirtió en una vida llena de expectativas e ilusiones, se tornó en un mundo vacío, desesperado por no saber cómo levantarte, qué hacer, cómo seguir hacia adelante. Vivir, siendo fuerte para otros, mientras aprendes a ser fuerte para ti mismo.

Si eres del tipo de persona que has sido juzgado y criticado tantas veces, lo suficiente como para permanecer en silencio y no dejarle a nadie saber que estás sufriendo, este libro es para ti. Si eres catalogado como una persona fuerte y capaz, donde levantas a otros, pero nadie te levanta a ti, este libro es para ti. Si te encuentras en una posición de que no estás conforme con cómo estás viviendo; pero no sabes cómo salir o cambiar tu postura, este libro es para ti. Si eres parte de la población que sufre o sufrió una cuarentena a causa del Coronavirus, este libro es para ti.

Entendemos que el Coronavirus o COVID-19 es un virus mortal que ha arropado el planeta tierra y su tasa de mortandad es alta, pero hay un peligro aun mayor para aquellos que viven día a día con preocupación, ansiedad, desespero o quizás indiferencia. Este virus, no tan solo quita vidas, sino que te enfrenta a la tuya. Está en ti, decidir cómo vas a superar cada obstáculo que se te presenta.

Viviendo en Puerto Rico, recuerdo el año 2017. Año en que llegó el Huracán Irma y a las dos semanas, el Huracán María amenazaba con azotar mi preciosa isla. Comenzamos todos a prepararnos y a orar para que la mano de Dios nos cubriera en todo momento. Durante el proceso, mi hijo mayor me dice: mami, es importante que este Huracán llegue. Llevo toda mi vida sin pasar un huracán y cuando sea adulto y tenga mis hijos, no sabré cómo prepararme ni qué esperar porque no pasé por la experiencia. Prefiero pasar por la experiencia con mis padres, para aprender cómo manejarla correctamente en un futuro. Tenía toda la razón, era tiempo de enfrentar esta amenaza correctamente, mientras educamos a otros a cómo prepararse y vivir después de una crisis. Lo logramos, ¡enfrentamos el reto!

Habiendo vivido en menos de 3 años, 2 huracanes; uno de ellos que destrozó toda la Isla y se vivieron experiencias jamás antes vividas, Puerto Rico fue testigo de la huelga más impresionante de todos los tiempos, que hizo historia. Este fue el momento en que todo un pueblo se unió para levantar su voz, su sentir y sacar a un Gobernador de su puesto. Finalmente, en enero del 2020, lo inimaginable ocurrió; ¡terremotos en la Isla de Puerto Rico!

Ante tan grandes acontecimientos, pensé haberlo vivido todo. ¿Qué más faltaba, si ya habíamos comprobado lo resilientes que somos? No obstante, sigilosamente se acercaba algo a nivel mundial, sin precedentes. Un enemigo sagaz, pero invisible. Uno que comenzó a quitar las vidas sin considerar sexo, raza, nacionalidad, religión, NADA. Hasta aquel 15 de marzo de 2020 cuando nuestra Gobernadora emite lo que sería la primera de tantas Órdenes Ejecutivas para mantener distancia social y lo que hoy vivimos como cuarentena.

Cuarentena para minimizar las posibilidades de ser contagiado. Cuarentena para minimizar las posibilidades de morir. Cuarentena para minimizar las posibilidades de contagiar a otros. Cuarentena para sobrevivir. El COVID-19 tiene la capacidad de llegar a tus pulmones y matarte. En ese momento, termina la vida, termina todo. Pero ¿Qué pasará si el COVID-19 no ataca