¿Tu piel ESTÁ en CRISIS?
Ojeras, brotes extraños, rosácea y empeoramiento de las patas de gallo. Si no sentía estrés antes de mirarme al espejo, ahora...
Estoy sentada encorvada en lo alto de la escalera, en pijama, mirando a medias las noticias de la noche a través de los barandales. “Alguien no está durmiendo”, dice mi marido, con las cejas levantadas. Tiene razón. Una vez acostada en la cama, con los ojos muy abiertos, me tranquiliza saber que no soy la única persona que se está familiarizando con el techo de su habitación. Cuando el coronavirus empezó a recorrer el mundo, cerró empresas, puso en peligro puestos de trabajo, convirtió barrios en ciudades fantasma y, lo más desgarrador, acabó con vidas. El sueño esperó en varios casos.
A la mañana siguiente, mientras me incorporo a una reunión virtual con el resto de mi equipo, me doy cuenta de lo oscuras que están mis ojeras y la inflamación de la rosácea, normalmente leve, de mis
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