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Claveles Rojos, Carmen
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Claveles Rojos, Carmen
Libro electrónico69 páginas38 minutos

Claveles Rojos, Carmen

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El 28 de septiembre de 1940 nacía Carmen Jiménez Vargas en el barrio madrileño de Tetuán de las Victorias. En una apasionante trayectoria de vida, trabajó como modelo de pintores y escultores, bailaora, presentadora y, sobre todo, poetisa flamenca. El autor rescata, desde la propia voz de su abuela, una de las muchas historias apartadas e invisibilizadas entre mujeres y familias gitanas a lo largo de la historia. Carmen es una resistencia gitana, es alegría, es arte, es cultura. Un pedazo de la historia de España y del Madrid del siglo XX.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento21 abr 2021
ISBN9788418527661
Claveles Rojos, Carmen

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    Claveles Rojos, Carmen - Daniel Janoher de Vargas

    bastante.

    Capítulo I

    Origen. Los Pililis

    Esta historia no podría comenzar sin los dos principales protagonistas en la vida de mi abuela, sus padres: el abuelo Pili y la abuela Felipa.

    La abuela Felipa nació en 1910, en Gavá, apenas a veinticinco kilómetros de Barcelona. Era hija de gitanos emigrantes de Sevilla; su madre se llamaba Antonia Flores Patrac y su padre Juan Vargas Amaya. Juan murió muy joven a causa de una enfermedad. De Antonia decían que era tan guapa que tuvo que huir de Sevilla porque todos los gitanos, tras fallecer su marido, querían comprometerse con ella. De luto y embarazada llegó a Gavá, donde nació su primera hija, Felipa Vargas Flores.

    Algunos años después se trasladaron al Somorrostro, donde tenían parientes. Allí, entre mucha familia, Felipa se crio con una todavía jovencísima Carmen Amaya, que poco le quedaría para pasar a ser la Capitana del flamenco. Carmen era hija de José Amaya, el Chino, tocaor de guitarra y, además, tío carnal de su padre; lo que las hacía primas, junto con la bailaora la Chunga. Muchos años después, Antonia se casó con un gitano catalán, con el cual tuvo a su segunda hija, la tía Raneta, la única hermana de la abuela Felipa.

    El abuelo Pili, Pedro Jiménez Borja, nació en el año 1908, en el barrio de Chamberí de Madrid. Era hijo de Carmen Borja Cerrebuela, natural de Burgos, y de Diego Jiménez Silva, natural de Valladolid. De chico, el abuelo Pili era limpiabotas, y cantaba por las calles madrileñas mientras limpiaba los zapatos de los señores. Un día, mientras le limpiaba las botas a un hombre, este resultó ser Bobby Deglané, periodista y locutor de radio, quien le propuso presentarse a un concurso de cante flamenco en el actualmente desaparecido teatro Fontalba, en plena Gran Vía de Madrid. Se llevó el primer premio, lo que le permitió comenzar a actuar en los grandes tablaos de Madrid. Su fama comenzó a dispararse tanto dentro como fuera del país.

    foto-01.jpg

    Pedro Jiménez Borja junto a su mujer, Felipa Vargas Flores.

    Estando en Nueva York, Antonio el Bailarín se negó a pagarle mil pesetas la noche por actuación en el teatro. Era tan sumamente gitano que, con una mano delante y otra detrás, se fue de allí y estuvo vendiendo cortes de trajes durante un tiempo. Con lo que sacaba, volvía al teatro para ver el espectáculo en primera fila. Antonio se pasmaba de verlo sentado todas las noches, seguramente preguntándose de dónde sacaría dinero para mantenerse solo; además en Nueva York, un país extranjero, y sin hablar el idioma. Al final, Antonio le dio las mil pesetas y el abuelo Pili volvió a cantar en el teatro. Y es que una cosa así, tan atrevida, no puede ser sino acción y supervivencia gitana.

    foto-02.jpg

    Felipa con veinte años y su primera hija, Consuelo Jiménez Vargas, 1930.

    Pedro Jiménez Borja, el Pili, se inició en el antiguo colmao madrileño Villa Rosa. En 1947 actuó en el Circo Price de Madrid, con la Niña de la Puebla, el Cojo de Huelva y

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