Acaricia mi Ensueño

Por Claudia Noemí Sandina

En diciembre de 1934 Carlos Gardel está en New York. Él no lo imagina, pero le quedan solo 6 meses de vida. Se encuentra en su mejor momento, el más productivo, el punto más alto de su popularidad. Compone canciones, actúa en radio, protagoniza películas, hace proyectos. Emprende una extensa gira por Latinoamérica. Es el Rey del Tango. Se siente amado por un público que lo idolatra y esto lo lleva a exigirse aún más como artista. Su esfuerzo es enorme. Es feliz, aunque también tiene dudas, preocupaciones, miedos, premoniciones. Los roces con su guionista, poeta y amigo Alfredo Le Pera, ponen en serio peligro la eficaz asociación que tienen juntos. La relación paternal con un jovencísimo Astor Piazzolla. La llegada inesperada de una bella mujer. Y la muerte que acecha. ... Un Gardel humano, más allá del ídolo. Todo se enlaza con el oro de voz, su sonrisa cautivante y el magnetismo de su ser.
“Acaricia mi ensueño” es una obra dramática que recrea una historia y algunos de los más sentidos tangos de la dupla Gardel – Le Pera.

• Idioma: Español
• Editorial: ChiadoEditorial
• Fecha de lanzamiento: 24 jun 2016
• ISBN: 9789895173877

Claudia Noemí Sandina

Claudia Sandina nació en la ciudad de Buenos Aires donde reside actualmente. Escritora y Contadora Pública, egresada de la Universidad de Buenos Aires. Además del ejercicio de su profesión se dedica al estudio e investigación de la historia argentina y desarrolla tareas de difusión del Tango como fenómeno cultural a través de su portal “Tango, Ayer y Hoy”. Estudió dramaturgia con Ricardo Halac (en Argentores), Ricardo Monti (talleres particulares), Mauricio Kartún (seminarios) y escritura creativa con Stella Camilletti. Realizó cursos de Dirección de actores y Producción avanzada de espectáculos en el Teatro General San Martín de Buenos Aires. Colabora escribiendo artículos periodísticos para la Revista BA Tango. Publicó “Discépolo, historia de un poeta” (2011), “El Gran Americano” (2012).

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PALABRAS PREVIAS DE LA AUTORA

Se cumplían 80 años de la muerte de Carlos Gardel (o del nacimiento del mito) y me propuse escribir una obra que lo tuviera como protagonista. Observé que todo lo que hasta el momento se había producido en teatro sobre su figura era más bien alegórico (un Gardel insinuado o evocado, que no 
hablaba) o bien sólo incluía su canto. Yo quise hacer algo distinto. Quise darle una voz para expresarse como artista y como ser humano. Además de cantar, claro.

Hace algunos años, estando en Bogotá, una mujer anciana me comentó que cuando Carlos murió en el fatídico accidente de Medellín, hubo quienes, ante el estupor de la noticia, se suicidaron. El dato me impactó. También en Buenos Aires se lo había llorado con locura. Empecé, entonces, a comprender la devoción popular que la sola mención de su nombre despertaba y a tomar consciencia de la dimensión internacional de su figura.

Lanzada al métier de escribir una ficción sobre Gardel me sumergí a través de los libros en su vida y en su mundo. Algo que no me costó mucho: soy tanguera. Me impresionó muy especialmente la última etapa de su actividad artística – la que transcurre desde su llegada a New York en diciembre de 1933 hasta su muerte en Medellín, Colombia, en 1935- y decidí focalizarme ahí, en el ritmo feroz de trabajo de esos meses. Gardel compone canciones, actúa en radio, protagoniza películas y hace proyectos con su socio, amigo, poeta y guionista de todas sus películas a partir de entonces, Alfredo Le Pera. Me interesó esa portentosa dupla creativa y comercial, la maravillosa simbiosis de trabajo que lograron juntos, no exenta de encendidas discusiones.

Acaricia mi ensueño transcurre durante los 6 meses anteriores al accidente de Medellín, alternando los escenarios de New York y Colombia. Carlos Gardel está en su mejor momento, el más productivo, el punto más alto de su popularidad. Se siente amado por un público que lo idolatra y esto lo estimula a exigirse y a dar aún más de sí mismo como artista. Su empeño es enorme. Se siente feliz. Sin embargo, también tiene dudas, preocupaciones, miedos, premoniciones. Sus roces con Alfredo Le Pera. La relación paternal con un jovencísimo Astor Piazzolla que ensaya junto a él sus primeros tangos. Y la llegada inesperada de una bella mujer…

C.S.

Buenos Aires, enero 2016

PERSONAJES

CARLOS GARDEL (45 años)

ALFREDO LE PERA (35 años)

ASTOR PIAZZOLLA (14 años)

PEGGY (28 años)

MUJER FANTASMA

TIEMPO Y LUGAR DE LA ACCIÓN

NEW YORK 1934/35 Y

COLOMBIA 1935

ESCENA 1: GARDEL – LE PERA – PEGGY

BOGOTÁ 23- 06-1935. El día anterior a la tragedia de Medellín. Antesala de la habitación de hotel donde se aloja Gardel y Le Pera, decorada con estilo. Una estatuilla de madera – un gaucho con guitarra – se apoya en uno de los muebles. Es de mañana. Entra PEGGY vestida de negro y con el cabello recogido. Es rubia, joven y bella, aunque tiene el rostro demacrado. Enciende la radio. Se escucha una grabación de Gardel cantando El día que me quieras: acaricia mi ensueño, el suave murmullo de tu suspirar… (sigue la canción). Cierra los ojos, disfruta la música. Permanece allí unos segundos. Se va a otro espacio-lugar, se sienta y queda en silencio, cabeza gacha.