Piazzolla, en su centenario, por César Olguín
Si Carlos Gardel cada día canta mejor, la música de Astor Piazzolla cada vez se escucha más en el mundo.
Botón de prueba son las 28 grabaciones discográficas del compositor y arreglista César Olguín en los 42 años que lleva viviendo en México, su segunda patria desde que llegó a mediados de 1979 buscando la aventura del arte musical, lejos de Argentina, con su bandoneón AA (Alfred Arnold): en buena parte de ellas no faltan temas clásicos de Gardel y Le Pera, al igual que los nada fáciles “neo-tangos” del mismísimo Piazzolla.
De visita en la casona que renta cerca de la estación del Metro Chabacano, el bandoneonista recibe a Proceso a mitad de su escritura, ahora literaria puesto que en el encierro pandémico Olguín se halla documentando un siglo de la historia del tango en nuestro país. En el libro, recuenta los conciertos de Piazzolla aquí durante sus dos visitas en los años ochenta (Proceso 1414).
“Yo suelo repetir –afirma sin perder su acento
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