Programador de sistemas: Programador de Sistemas, #1

Por Jean-Philippe Janssens

Un científico demente se adentra en un viaje espiritual.

Después de morir, nuestro personaje principal se encuentra invocado por una joven mujer. Ella viene de una larga línea de invocadores y esperaba unirse con un ser poderoso, como el resto de su familia. En su lugar, ella invocó un programador de sistemas, quien de ahora en adelante vivirá dentro de su cabeza. Sin poderes, él es incapaz de ayudarla con la guerra que se aproxima. Decepcionada porque ninguno ha sido bendecido por el destino con habilidades divinas, él decide construir un sistema de computación dentro de la cabeza de ella. 

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 3 mar 2021
• ISBN: 9781393825807

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Capítulo 1: La habitación que nunca dejas

Había una vez, en una habitación muy pequeña, un hombre que se despertó de su sueño. Sus recuerdos estaban relativamente borrosos, y le resultaba difícil recordar lo que había hecho el día anterior. Abrir sus ojos no fue de mucha ayuda puesto que la habitación en la que estaba no se parecía en nada a la suya.

La habitación era de cinco por cinco metros de longitud, sin puertas o ventanas visibles. La falta de entrada o salida hacía que se preguntara cómo había él entrado allí en primer lugar.

Su cuerpo yacía en algún tipo de bloque de piedra, similar a un altar ancestral. Él se incorporó y se examinó a sí mismo. Su ropa usual había sido reemplazada por un traje blanco, pero más importante, se dio cuenta que su cuerpo se había vuelto transparente. Una expresión de dolor cruzó por su rostro.

«Parece que ya no estoy entre los vivos», pensó él. «¿Qué es este lugar? Mientras pensó sobre su situación, recordó un viejo acertijo: ¿Cuál es la habitación que nunca dejas? ¿Es una tumba? Tendría que haber sido cremado. De nuevo, parecía ser un fantasma, y mi cuerpo no se ve por ningún lado».

Consideró su situación fantasmal y trató de traspasar la pared, pero no tuvo éxito.

«Bueno, parece que todas las historias de fantasmas que escuché son una mentira. Quiero un reembolso».

Aparte del gran bloque en el centro de la habitación, el lugar estaba vacío. Él se preguntó cómo podía ver sin ninguna luz, pero atribuyó eso a ser un fantasma. Después de todo, actualmente no tenía un cuerpo físico.

Después de ver un poco a su alrededor, se sentó sobre la piedra, pensando sobre cómo podría escapar de ese lugar.

Trató de llamar por ayuda, pero parecía haber perdido su voz.

Buscó por una parte suelta del bloque, pero era inflexible.

Él trató de excavar a través del suelo, pero estaba hecho de piedra como las paredes.

Buscó por toda la habitación y lo único que encontró fue un pequeño guijarro.

No había mucho que él podía hacer en el momento y, al final, se recostó en el bloque y se durmió.

Soñó con su vida pasada. Vio a sus padres, sus hermanos y otras personas queridas por él. Sin embargo, no fue un sueño típico, y él estuvo lúcido todo el tiempo. Él entendió que estos no eran sus propios sueños, sino que de alguna forma estaba visitando a su familia en sus sueños. Agradecido por quien fuera responsable por estas ocurrencias, le dedicó a cada persona su adiós. Dejó a su madre para lo último. Cuando le dijo a ella que sería la última vez que la vería, ella se dio cuenta que estaba soñando, irrumpió en lágrimas y abrazó a su hijo. Su madre le dedicó unas palabras de despedida; el tipo de sabiduría que solo puedes recibir de tu madre que sonaba realmente estúpido, pero lleno de afecto. Permanecieron así por un tiempo, pero al final, el sueño de su madre acabó y él tenía que irse.

Despertó por segunda vez en la misma habitación bizarra. Nada había cambiado. Una ventaja de su situación era que ya no necesitaba comer o beber. La única muerte que tenía que temer era de aburrimiento aparentemente.

Sin tener nada más que hacer, tomó el guijarro y lo usó para garabatear las paredes. Primero escribió cosas como: ¡DEJENME SALIR!. Luego, dibujó una puerta y varias ventanas. Incluso agregó un par de animales. Finalmente, él imaginó que estaba siendo mantenido allí por alguna criatura mística, por lo que dibujó en la pared un globo ocular gigante unido a un par de tentáculos. Sin un reloj era difícil decir cuánto tiempo había estado allí, pero se sentía como días, si no semanas. Mientras el tiempo avanzó, se dio cuenta que nada de lo que hacía surgía efecto, y comenzó a caer en desesperación.

—¿Estoy condenado a permanecer aquí por toda la eternidad? Preferiría caer en la nada —dijo en voz alta hacia la habitación vacía. Una voz resonó en su cabeza.

Cálmate, tu espera casi ha terminado

—¿Huh? ¿Quién está allí?

Sin advertencia, el globo ocular gigante que había dibujado unos minutos antes, cobró vida. Los tentáculos se expandieron por la pared y atacó a los pocos animales que había allí. Uno por uno, los animales fueron tragado por una boca que aparecía debajo de los ojos.

La vista del dibujo moviéndose casi causó que el joven se desmayara, porque el globo ocular no se detuvo allí.

Los dibujos de las ventanas de repente se rompieron en mil pedazos mientras los tentáculos las golpeaban. La puerta se abrió y el globo ocular emergió de ella en forma física.

Los dientes del hombre chasqueaban entre sí mientras él se presionaba contra la pared opuesta, tratando desesperadamente de irse.

El ojo lo miró y habló: —No soy tu enemigo, no tienes nada que temer.

—¿Q-qué eres?

—Tú eres bastante grosero, tú eres quien me dibujo así.

—¿Estás diciendo que, si hubiera dibujado una chica linda, ella habría aparecido en tu lugar? —preguntó él, perplejo.

—Correcto. Este lugar es el centro de tu alma; la forma que tomo varía basada en lo que ves.

—Entonces, ¿Por qué no tomaste la forma de uno de los animales? Y, ¿Por qué comiste todos los otros dibujos?

—Simple, solo puedo tomar una forma a la vez, por lo que consumí los otros dibujos para poder aparecer apropiadamente.

—¿Quién eres? ¿Qué quieres?

—Soy parte de ti, solo un fragmento de tu imaginación. Reencarnarás pronto. En tu nueva vida, tus talentos serán puestos a prueba —El globo ocular gigante brilló y pareció ser transparente.

—Si eres parte de mí, ¿Cómo sabes cosas que yo no?

—Esa es la razón de mi visita. Normalmente perderías todos tus recuerdos una vez que comience tu nueva vida. Sin embargo, tu alma fue colocada dentro de esta habitación bizarra y preservada, no solo preservada, sino reforzada.

—¿Qué? ¿Quién hizo esto y por qué?

—No lo sé, lo único que puedo decirte es que tú podrías irte ahora si lo deseas. La realidad es bastante inestable como puedes ver por mi aparición repentina —El globo ocular se estaba esfumando, valiéndose más traslúcido.

—Entonces, ¿Qué? ¿Debo imaginarme escapando?

—No será tan simple como eso. Hacer aparecer una puerta aquí no te llevará a ningún lado. Imagina un lugar que alguien no entró, pero eventualmente será forzado a dejar. Sé que puedes hacerlo. Buena suerte.

Y con eso, el ojo se desvaneció completamente. El joven miró a su alrededor; la habitación había vuelto a la normalidad, las puertas y ventanas se habían ido.

Él se sentó en el bloque, pensando en lo que el globo ocultar le había dicho. Como ese exponía que su imaginación podía alterar esta habitación, debía probarlo. Cerró sus ojos y se imaginó vistiendo ropa casual. Nada sucedió inicialmente, pero mantuvo el enfoque por unos minutos; y cuando abrió sus ojos otra vez, estaba vistiendo alguna de sus ropas favoritas. Esto de alguna forma le recordó sobre Las nuevas ropas del Emperador, excepto que, en este caso, las ropas imaginarias eran en realidad visibles.

Con el éxito de este pequeño experimento, dejó que una sonrisa apareciera en su rostro. El paso siguiente fue, por supuesto, remodelar esta habitación para que sea posible para él irse. Volvió a pensar en el acertijo: «¿Cuál es la habitación que no puedes dejar? Una tumba».

El acertijo en realidad tenía dos partes, y la otra mitad podría ayudar a ser la solución del problema.

Él pensó sobre la respuesta y lo considero apropiado si estaba por renacer. Cerró sus ojos otra vez y se enfocó. Le tomó más tiempo que cambiar sus ropas esta vez, puesto que los cambios que quería hacer en el área eran significantes. Lentamente, sintió que la habitación se llenaba de líquido, su propio cuerpo comenzó a encogerse y sintió que algo crecía desde su ombligo. Cuando la transformación se completó, él abrió sus ojos y vio exactamente lo que esperaba: la habitación se había vuelto mucho más pequeña, y las paredes de piedra habían sido reemplazadas por un material extrañamente orgánico.

«¿Cuál es la habitación que nunca entras? Un útero».

Toda esta operación lo había cansado, y cayó en un sueño profundo. Aunque no estaba preocupado. Hablando lógicamente, solo debería esperar por su reencarnación.

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Él había tenido razón. Después de lo que hubieran sido dos semanas en la Tierra, una salida apareció y todo el líquido comenzó a derramarse. El pequeño bebé se dejó deslizar mientras sentía que estaba siendo empujado del útero.

Llegando afuera, él esperaba ver una enfermera o alguien que lo levantara y presentara a su nueva madre, pero en su lugar, llegó a un área llena de oscuridad. Su forma ya no era la de un bebé. En su lugar, él lucía como una estrella brillante en el medio de la noche. Frente a él estaba una joven mujer de veinte años más o menos.

—Oh, espíritu poderoso, Yo, Catherine Lippi, te he convocado por las reglas del contracto ancestral para ser mi guardián de alma —dijo ella en una voz muy formal—. Por favor, dime tu nombre.

Bastante confundido por toda la situación, él apenas pudo decir: —Mi nombre es Joshua Lockman.

Capítulo 2: Catherine Lippi

Catherine estaba un poco sorprendida por la respuesta tan ordinaria. Usualmente, un alma guardián convocada tendría un nombre que sonara de alguna forma más...heroico o intimidante.

—Hmmm, gusto en conocerla Sra. Catherine, pero toda esta situación es un poco confusa. ¿Puedes explicarme qué está sucediendo? —El espíritu, Joshua, preguntó. Catherine no pudo evitar sentir una chispa de preocupación.

—Espíritu, ¿Sabes lo que son los guardianes de almas?

—No puedo decir que sí, lo siento —contestó Joshua —él se preguntó si de alguna forma era un caso de error de identidad.

—Los guardianes de almas son espíritus, como tú, quienes establecen un lazo con un invocador de espíritus, como yo, para actuar como un compañero de batalla —ella comenzaba a sentir una sensación de pavor.

Catherine venía de una familia noble de invocadores de espíritus. Desde su niñez, ella había sido entrenada en varias artes de combate y magia, y ella había aprendido sobre espíritus y guardianes de almas.

Cada invocador de espíritus solo puede convocar a un guardián de almas, y solo sucedía una vez que el espíritu convocado llegaba a la adultez. El guardián del alma acompañaría al invocador por el resto de su vida. El convocado traería los espíritus más apropiados para el invocador, y el espíritu respondería a su alma.

Los guardianes de almas venían en varias formas. La hermana más grande de Catherine, Miranda, había logrado invocar un elemental de fuego. Su hermano Michael terminó con un lobo de tres cabezas. El guardián del alma de su madre era un Pegaso. Su padre era renombrado por haber invocado un ángel como su compañero.

—Si puedo preguntar, ¿Qué tipo de espíritu eres tú?

—No estoy seguro a lo que te refieres, pero antes de morir yo era un humano regular —Las almas humanas como guardianes eran extremadamente raras, y todavía estaba la posibilidad de...

—¿Eras algún tipo de héroe legendario?

—Una vez salvé a un gatito que estaba por ser atropellado por un auto, pero dudo que eso sea a lo que te refieres —Catherine se mantuvo en silencio por un momento, y su rostro estaba muy pálido.

—¿Tienes alguna habilidad especial?

—Bueno, yo era un programador de computadora en mi vida anterior, así que, puedo ayudar con soporte tecnológico o desarrollo de softwares. También me especializo en la creación de inteligencia artificial —replicó Joshua.

—No tengo idea de lo que significa eso —ella suspiró.

—Catherine, me temo que ninguno de los dos entiende lo que el otro está tratando de decir. Disculpa que pregunte, pero ¿Dónde estamos exactamente?

—Este lugar es mi mundo espiritual personal y reside en mi alma. Cuando un invocador obtiene un guardián de almas, se convierte en su hogar y pueden remodelarla como lo deseen. Aunque un guardián puede ser convocado fuera de él por el invocador.

—Ya veo, o sea que esto sigue siendo un mundo mental, ¿Puedo cambiar mi forma como antes? —preguntó él.

Joshua cerró sus ojos con fuerza, y su forma de luz brillante tomó la apariencia de un joven en sus veinte años, vistiendo una remera y jeans.

Los ojos de Catherine no podían creer la apariencia ordinaria del espíritu que había invocado. Él lucía completamente inútil en batalla, lo único notable sobre él era el estilo de ropa bizarro.

—Phew, ¡Así está mejor! Entonces, Sra. Catherine, ¿Qué sucede después? No creo estar muy en forma para ser tu guardián. ¿Puedes mandarme de vuelta e invocar a alguien más? —Una pregunta tan inocente hizo que ella quisiera llorar.

—Me temo que la invocación solo se puede realizar una vez —dijo ella, sentándose y abrazando sus rodillas.

—Entonces, ¿Estoy atorado aquí dentro de tu mundo?

—A menos que te invoque afuera, estoy de hecho atorada contigo —Usualmente, Catherine no era ruda, pero esta invocación fallida había hecho que su estado de ánimo tocara fondo.

—Debe haber una razón de por qué pasó esto —él hizo que aparecieran una mesa y dos sillas e invitó a Catherine a sentarse frente a él.

Después de hacer eso, él hizo que se materializara un poco de café. El café podría ser imaginario, pero en este mundo mental cuando bebías una taza, seguía sintiéndose como café.

Catherine bebió el café mientras Joshua le contaba todo lo que había pasado hasta el momento: cómo él había despertado en una habitación extraña, sobre el gran globo ocular, su experiencia con el útero, y cómo finalmente había terminado allí.

—¿Algo de esto te suena familiar? —Joshua preguntó finalmente.

Catherine había escuchado su historia con mucho detalle. No estaba enojada con Joshua, sino perpleja; por eso cuando le contó su historia, ella fue todo oídos.

—Para que puedas manipular un ambiente de alma así —ella movió su brazo hacia la mesa—, parece mostrar que tienes un alma más poderosa que un humano promedio. Pero eso no explica cómo terminaste como mi guardián de alma.

—Sigo sin entender —Catherine comenzó a explicar su propia situación.

—Soy la tercera y más joven de la familia Lippi, una larga línea de invocadores. Mi padre tiene una posición relativamente alta en la corte del rey, y mi familia es bastante adinerada. Esta habilidad de conjurar espíritus es bastante rara en mi país; y solo cinco familias, incluyendo la mía, son conocidas por producir invocadores. Todos en mi familia son invocadores, incluyendo mi madre, quien viene de otra familia de invocadores —Joshua parecía escuchar intensamente, por lo tanto, Catherine continuó—: el reino en el que estamos se llama Cestor. Actualmente está en paz, pero hubo una guerra con un reino vecino, Oscil, unos años atrás. Si bien un trato de paz ha sido firmado, la situación todavía es frágil. Por lo tanto, el rey aprobó una simple ley: todos tienen que entrenar lo mejor de sus habilidades. A los seis años, cada niño en el reino tiene que tomar una prueba de habilidad para determinar cómo maximizar su potencial. La mayoría recibe entrenamiento para pelear, pero los más talentosos podían estudiar magia. La magia de invocación es rara y, usualmente, invocadores conocen otras formas de magia del mismo modo.

Catherine continuó explicado más sobre su país, pero mientras ella terminaba, Joshua respondió: —Basado en lo que me has contado, suena a que tu nivel de tecnología es de tiempos medievales comparado con la Tierra. Entonces, de vuelta, este mundo tiene magia por lo que debe haber varias cosas fuera de lugar —Joshua tomó un momento para sorber su bebida. ¿Puedes sacarme de aquí? Me gustaría ver cómo se ve este mundo.

Catherine asintió. Su forma de alma se esfumó y ella abrió los ojos en el mundo real.

Ella estaba de pie dentro de un santuario remoto que era parte del dominio de su familia, era un área con alta energía espiritual que había sido utilizada para convocar a los guardianes del alma por su familia durante siglos. Varios símbolos mágicos fueron trazados en el suelo y en las paredes.

Recitó el encantamiento para convocar a su guardián y apareció Joshua. Él media 1,85 cm y tenía pelo corto y ojos marrones.

Catherine lo miró. Ella había esperado que, una vez convocado, él revelara algún tipo de carta de triunfo, pero aún parecía ser solo un chico promedio. Ella podía decir que era bastante inteligente, pero eso era un consuelo muy escaso.

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Joshua examinó la habitación y encontró que todo lo mágico era muy fascinante.

Como espíritu, se encontró capaz de volar, aunque parecía estar limitado a permanecer a diez metros de Catherine.

Ahora que ambos estaban en el mundo real, Joshua miró bien a la chica. Era una mujer relativamente alta, cerca de 1,75 cm. Su cabello era rubio y fluía hacia sus brazos. Llevaba un vestido azul largo que le otorgaba un estilo bastante elegante. Sus rasgos faciales eran equitativos, y parecía emanar casi una bondad angelical. Lo que más sobresalió para Joshua era el hecho de que tenía ojos violetas. Él nunca había visto ojos de ese color en la Tierra.

Catherine abrió la puerta hacia el exterior, y Joshua vio cómo se veía el mundo por primera vez. Parecía ser de tarde. El cielo estaba despejado y algunas extrañas especies de pájaros se podían ver volando por arriba.

Ambos se encontraban relativamente alto en una montaña y, a juzgar por la nieve, se veía muy frío. En la distancia, él vio lo que parecía una ciudad masiva.

—Esa es la Ciudad Capital—dijo Catherine. Joshua amaba los nombres prácticos. Mirando hacia abajo de la montaña, él vio lo que parecía ser un pequeño pueblo.

Catherine explicó: —Mi familia vive allí, junto con nuestros sirvientes y estudiantes.

Joshua asintió. Catherine señaló hacia otras cuatro montañas y le dijo que había cinco montañas en el reino y que una familia de invocadores gobernaba sobre cada una.

—Se suponía que debía quedarme aquí hasta que la invocación fuera exitosa, pero no estoy segura de cómo voy a anunciarle a mi familia que convoqué a un alma humana normal —dijo Catherine en un tono derrotado. Joshua la miró, y aunque permaneció estoica, no se veía nada bien. Joshua no la culpó. Se preguntó si había algo que pudiera hacer por ella. Trató de invocar un objeto mental, pero no pareció funcionar en el mundo real. Él pensó sobre eso por unos minutos y sonrió.

—Catherine, dijiste que mi hogar a partir de ahora será tu mundo espiritual y yo puedo remodelarlo, ¿verdad?

—En efecto —dijo ella en un tono monótono—. Pareces relativamente hábil para manipular ese espacio, tal vez puedas hacer algo que se vea bien.

Ella claramente no estaba interesada en las vacaciones que Joshua podría construir allí.

—Ok, escucha, chica, no quiero elevar tus expectativas, pero esas habilidades