Japón Metafísico

Por Rubén Cedeño y Fernando Candiotto

SOBRE LA OBRA
No sé si amo al Japón por “Butterfly”, o si amo a “Butterfly” por el Japón. De cualquier manera, me embriaga el amor por Japón. Es un país cuyos habitantes, cultura, música, religión, costumbres, paisajes e idiosincrasia apasionan, y Amaterasu da la oportunidad de conocerlo. Por amor a Japón escribí, en 1980, “Siete Canciones Japonesas” para voz y piano, que publiqué e interpreté innumerables veces; sus poesías se encuentran incluidas en este libro, y por el mismo afecto escribo y publico este libro, que contiene la explicación de ciertos lugares de importancia Metafísica y la interpretación espiritual de muchos aspectos de la vida del Japón. Los siete puntos de visita al Japón que describo aquí, los he escogido a través del tiempo de forma muy meditada, minuciosa, y con razones poderosas. Como ningún tour los incluía en un solo viaje y venir solo con este itinerario era excesivamente costoso –debido al altísimo nivel económico en que vive este país– el viaje se fue postergando durante décadas. Un día, estando en Meditación Vipássana en el Templo de Santa María Palautordera, en España, surgió como de la nada que era el momento de hacer el viaje. Como dice el Maestro Serapis Bey: “El Momento Cósmico no espera”; procedí, y como producto de una mágica armonía, el mismo agente turístico que armó el viaje en Madrid, que es estudiante y facilitador de Metafísica, se sintió motivado y se vino, lo que fue una bendición. También se agregaron dos personas de la más completa confianza e intrépidos viajeros, que en oportunidades anteriores me acompañaron en recónditos y difíciles recorridos a través de India, China, Tíbet, Nepal y otros lugares.

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Señora Porteña
• Fecha de lanzamiento: 18 ene 2021
• ISBN: 9789878390796

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Catañy

DEDICATORIA

Dedicado a la Madre Amaterasu, Guardiana Silenciosa del Japón.

INTRODUCCIÓN

No sé si amo al Japón por Butterfly, o si amo a Butterfly por el Japón. De cualquier manera, me embriaga el amor por Japón. Es un país cuyos habitantes, cultura, música, religión, costumbres, paisajes e idiosincrasia apasionan, y Amaterasu da la oportunidad de conocerlo. Por amor a Japón escribí, en 1980, Siete Canciones Japonesas para voz y piano, que publiqué e interpreté innumerables veces; sus poesías se encuentran incluidas en este libro, y por el mismo afecto escribo y publico este libro, que contiene la explicación de ciertos lugares de importancia Metafísica y la interpretación espiritual de muchos aspectos de la vida del Japón.

Los siete puntos de visita al Japón que describo aquí, los he escogido a través del tiempo de forma muy meditada, minuciosa, y con razones poderosas. Como ningún tour los incluía en un solo viaje y venir solo con este itinerario era excesivamente costoso –debido al altísimo nivel económico en que vive este país– el viaje se fue postergando durante décadas. Un día, estando en Meditación Vipássana en el Templo de Santa María Palautordera, en España, surgió como de la nada que era el momento de hacer el viaje. Como dice el Maestro Serapis Bey: El Momento Cósmico no espera; procedí, y como producto de una mágica armonía, el mismo agente turístico que armó el viaje en Madrid, que es estudiante y facilitador de Metafísica, se sintió motivado y se vino, lo que fue una bendición. También se agregaron dos personas de la más completa confianza e intrépidos viajeros, que en oportunidades anteriores me acompañaron en recónditos y difíciles recorridos a través de India, China, Tíbet, Nepal y otros lugares.

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JAPÓN

La Guardiana Silenciosa del Japón es la Señora Sol Amaterasu, cuyos sonidos tonales se encuentran en la dulce melodía popular de Hamabe no uta 浜辺の歌. En Japón se encuentran tres Retiros Etéricos: el de la Llama Violeta de Kamakura y Sengen Sama, sobre el Monte Fuji; el de la Tierra Pura del Esplendor sin Límites de Amida Buddha, en la ciudad de Kamakura; y el del Dhyâni Buddha Vairochana, en Nagasaki.

Originalmente, el nombre de Japón es Nipón, palabra que significa País donde nace el sol. De hecho, su Guardiana Silenciosa es una Diosa solar, hija de la Señora Vesta. Japón está ubicado justo donde nace el sol para las masas continentales de Asia, Europa, África y, si se quiere, América; esto es la totalidad del mundo. Es un archipiélago con más de 3.000 islas; las más grandes son: Honshū, Hokkaidō, Kyūshū y Shikoku. Tiene 127 millones de Corrientes de Vida encarnadas, que son los seres más dulces, pacíficos, amorosos, delicados y atentos que uno pueda imaginar; nunca se les nota el menor rasgo de agresividad.

En Japón hay una monarquía constitucional. Mikado –término usado en Butterfly, e incluso una opereta lleva este nombre– es una palabra que ya no se usa y que en japonés significa la Puerta; la misma se utilizaba para referirse al Emperador de Japón. Este vocablo ha sido sustituido por la palabra tennō, usada únicamente para denominar al Emperador de Japón.

CULTURA JAPONESA

La cultura japonesa puede ser un patrón de vida para un estudiante espiritual. Japón es el primero de los países de primer mundo. La forma de vida japonesa está muy de moda hoy en día en la comida, los cosméticos, el arte, el diseño de jardines, la decoración de interiores, y nos aporta a los metafísicos la filosofía de dos religiones muy sabias: el Shintoísmo y el Zen, que se manifiestan en la meditación, impecable pulcritud, sencillez en todo, en la Ceremonia Japonesa del Té, la conducta de una Geisha, la decoración de una casa y la radiación de un Jardín Japonés.

Es curioso notar que todo el arte y conducta del Japón, nos conducen a la síntesis del Primer Rayo Azul, y a la estética, simplicidad, esencial delicadeza y belleza del Cuarto Rayo Blanco. Para cualquier ser humano, venir al Japón es un entrenamiento de cómo se puede vivir.

RELIGIÓN EN JAPÓN

Los japoneses son muy religiosos, y no solo tienen una, sino que participan de diferentes religiones al mismo tiempo –básicamente el Zen y el Shintoísmo–, utilizándolas según las necesidades de cada situación. En Japón uno puede bautizarse en una iglesia católica, casarse en un templo shintoísta y tener su funeral en un templo del Buddhadharma, sin conflictos ni complejos de culpa. Todas ven la naturaleza como algo divino, y valoran, por encima de todo, el respeto por los antepasados y las relaciones familiares.

INCLINACIONES DE SALUDOS

Los excesivos saludos con inclinaciones, como se practica hoy en día en Japón, y con postraciones, como se hacía antiguamente, es una práctica muy Metafísica: es el reconocimiento constante que hace la personalidad de un individuo, al Dios Interior que lleva cada ser humano; esto es reminiscencia de una práctica de la cultura lemuriana, que todavía se realiza en los países orientales, especialmente en Japón.

Es llamativo que en los trenes, los vendedores de golosina que pasan con su carrito, los oficiales controladores de boletos y demás personal, al terminar de atravesar cada vagón, se inclinan ante todos los que allí están sentados con un verdadero sentido de reverencia. Cuando los metafísicos vamos a estos países, practicamos las inclinaciones de saludo, conscientes de su significado, bendiciendo y saludando el Cristo dentro de las personas que contactamos; y cuando estamos en occidente, igualmente lo podemos hacer, nos inclinemos o no.

Siempre hay que tener presente que al inclinarnos delante de una persona en saludo a su Ser Interior, seremos incapaces de dañarla, engañarla, hacerla sufrir, robarle, criticarla o condenarla. Lo bello, bueno y metafísico de otras culturas es perfectamente asimilable y practicable dentro de nuestros hábitos metafísicos.

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SHINTOÍSMO

El Shintoísmo es la religión nativa del Japón. Su nombre deriva de la palabra Shinto, que significa Camino de los Dioses. El Shintoísmo no tiene fundador ni fecha de origen; tampoco posee escrituras, textos sagrados