Dagas y Rosas: El espíritu de las sombras

Por Juan Manuel Fagetti

Luego del evento llamado La Noche Oscura, en el cual la Tierra es envuelta por materia oscura durante varias horas, la humanidad dejaría entonces de ser la misma.

La orden de las Sombras, con los preceptos de una antigua religión, surge de la oscuridad con Ambar y Ameba, para imponer su voluntad de orden, mediante el Maestro Espíritu.

Fénix, desquiciadamente, eleva la voz de aquellos humanos con gen alterado, para dar inicio a su nueva evolución humana.

El clan del Señor Oscuro y su séquito imponiendo su religión oscura.

Angel nocturno y su sed de venganza que la hace bella, sensual y peligrosa.

La humanidad no es la misma, gen alterado, provocando poderes, universos paralelos, la fuerzas del bien y del mal midiéndose en una lucha con final incierto.

Entre las sombras surge una historia de héroes y villanos.

Luz y oscuridad, orden y caos, hacen a la historia de Ciudad Paraíso y sus personajes.

Aquí pareciera iniciar todo...

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Autores de Argentina
• Fecha de lanzamiento: 12 nov 2020
• ISBN: 9789878709420

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Argentina

Capítulo 1

La noche hacía adormecer plácidamente a Ciudad Paraíso, con sus calles húmedas y grises nubes atormentando su oscuro cielo...

Así fue como el profesor Kraft, observando la ciudad por la ventana de su oficina, en los laboratorios Génesis, bebía de un vaso con whisky, y en soledad, se dejaba llevar en pensamientos sobre las horas venideras. Entonces tras sonar el comunicador del profesor, la imagen holográfica de Ángel Nocturno, se dejó ver.

—Pronto volveré a la ciudad, una vez que la Corporación Travis cierre, usted se convertirá en director -dijo ella.

—Director de los Laboratorios Génesis, Ángel nocturno -respondió él.

—Director, al fin, por ello, me encomendé con usted, y ahora nuestros caminos se verán distanciados -acentuó

Entonces.

Así, Ángel Nocturno habría de desconectar su comunicador, quedarse cerca del helicóptero de la Corporación Travis, que la llevaba hacia la ciudad.

llegaría luego una camioneta negra Humvee estilo militar, del cual, descendería Ojos de Dragón. Acercándose a ella, con su rifle automático de asalto AR-15, y dos katanas en su espalda.

La mirada de Ángel Nocturno se hizo en los pilotos del helicóptero, tomó la pistola de la muslera, que lleva en su pierna cubierta de media de red, y disparó hacia ellos, haciendo que la bala atraviese cada uno de sus cascos.

—¿Dando fin a una historia? -preguntó él.

—Iniciando una nueva -respondió acomodando la katana de su cintura, sostenida por su pañuelo de color rojo.

Ambos subieron a la camioneta militar de las Fuerzas Especiales Tango 4, notificando al agente Zoe, quien comanda la selecta fuerza.

Tras finalizar la conversación con Ángel Nocturno, irrumpe la hija de profesor Kraft, a quien la conocían como señorita Jacky, con su corto cabello negro, y un pantalón flojo por debajo de la cintura, dejando ver su body de cuero oscuro.

Acompañándose de su amiga Ruby. Se le acercó y con cierta energía en sus palabras lo increpó.

—Padre, decirte lo enojada que estoy es poco, descubrir que tu asistente Roma y un sicario de la Liga de los asesinos complotaron para obtener información de tu investigación me decepciona -dijo ella.

—Hija, lo sé, me focalicé en lo importante de mi investigación y en cuánto va a cambiar el mundo, y me alejé de tu atención -le respondió.

—No volví a la ciudad por tus disculpas, voy a ayudarte en los laboratorios, y a ordenar como se debe todo.-

—Prometo encaminar todo como corresponde.-

—Si no lo haces por mí, por lo menos, por respeto a la memoria de mi madre -respondió con énfasis, tomando la mano de Ruby, quien con cierta rapidez la aleja de la presencia del profesor Kraft.

Los laboratorios Génesis disponían de tres pisos, los cuales el profesor preparaba para su reapertura como director.

Un primer piso para estudios de culturas alienígenas, un segundo piso para estudios de tecnología avanzada, y el tercer piso con acceso a la terraza con helipuerto de uso personal. Subvencionado por la Corporación Travis y administrado por el profesor Kraft.

Tras fallecer su madre, señorita Jacky se distancia de su padre, administrando el Instituto Arto, en el cual su madre era directora. allí, Ruby se convirtió con el tiempo en una de sus mejores alumnas.

Con ímpetu, y tomándola fuertemente de su mano, Ruby llevaba por los pasillos vacíos, y tenue luz de aquellos laboratorios, a la señorita Jacky. Se detuvo, empujando su cuerpo contra la pared del corredor inhabilitado. Señorita Jacky entonces dejó que su mirada, la viese a ella, con su largo cabello negro, camisa blanca con corbata negra, pollera negra corta y medias oscuras, que hacían al uniforme de las alumnas del Instituto Arto.

—Te extrañé -dijo Ruby.

—Fueron solo unos días que me ausenté, volví. Mi padre está por ser director, y sé que en este momento me necesita, pero nada hará que estemos separadas -le dijo con una sonrisa.

Entonces Ruby se abrazó de la cintura de —señorita Jacky, mientras los labios de ambas se besaban