Villancicos: Lírica coral
()
Información de este libro electrónico
Lee más de Sor Juana Inés De La Cruz
Poemas de amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Poemas y Sonetos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Carta a sor Filotea de la Cruz Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Obras completas, I: Lírica personal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSoledades / Primero sueño Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Primero sueño y otros escritos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Amor es más laberinto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObra selecta. Tomo 1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSonetos y villancicos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesInundación castálida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Inundación castálida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCartas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoemas de amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmor inoportuno Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl divino Narciso Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObra selecta. Tomo 2 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con Villancicos
Libros electrónicos relacionados
Sonetos y villancicos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmor es más laberinto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCanciones de Navidad. Villancicos de todo el mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMis recorridos musicales alrededor del mundo: La música en México y notas autobiográficas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas, II: Villancicos y letras sacras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMusicos En La Ciudad De Mexico: Musicians in Mexico City Calificación: 1 de 5 estrellas1/53 Libros para Conocer Literatura Mexicana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoemas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa trompeta y otros cuentos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesContar la música Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAbrojos y Rimas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa música de la memoria Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa música en la literatura náhuatl Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Mesías Hendel Y Otros Compositores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSor Juana: teatro y teología Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos sonidos y los días Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl viento derruido: La España rural que se desvanece Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoemas de fuego y escarcha Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMúsica Para Arpa Sola: Relieves 1997 Tiempos Remotos E Inmemoriales 2012 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Víctimas y verdugas: Una antología Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAlas del Sur: Antología poética (1926-1967) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Encuentro: Motecuhzoma y Cortés Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesZarzuela, opereta y ópera en Medellín, 1864-2009. Compañías, obras, teatros y artistas. Calificación: 2 de 5 estrellas2/5Mestizaje y criollismo en la literatura de la Nueva España del siglo XVI Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMozart ensayando su requiem Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesÓpera Nacional: Así la llamaron 1898 - 1950: Análisis y antología de la ópera chilena y de los compositores que la intentaron Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Obra literaria Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La lengua literaria mexicana:: de la Independencia a la Revolución Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTravesías por la tierra del olvido: Modernidad y colombianidad en la música de Carlos Vives y La Provincia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl poema en prosa en Costa Rica (1893-2011) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Ficción general para usted
La riqueza de las naciones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El libro de los espiritus Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Divina Comedia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Meditaciones Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Ilíada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La milla verde (The Green Mile) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Crimen y castigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5EL PARAÍSO PERDIDO - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Iliada: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Arsène Lupin. Caballero y ladrón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El mercader de Venecia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5100 cartas suicidas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las 95 tesis Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Cómo habla un líder?: Manual de oratoria para persuadir audiencias Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Poemas de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las siete muertes de Evelyn Hardcastle Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mitología Inca: El pilar del mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Rebelión en la Granja (Traducido) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mañana y tarde Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La casa encantada y otros cuentos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Crítica de la razón pura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Alicia en el País de las Maravillas & A través del espejo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La llamada de Cthulhu Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cuentos para pensar Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cartas Filosoficas de Séneca Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Esposa por contrato Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fortuna Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Ilíada y La Odisea Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Civilizaciones Perdidas: 10 Civilizaciones Que Desaparecieron Sin Rastro. Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Villancicos
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Villancicos - Sor Juana Inés de la Cruz
M.
VILLANCICOS
[En juegos de tres Nocturnos]
ASUNCIÓN, 1676
Villancicos que se cantaron en la Santa Iglesia Metropolitana de Méjico, en honor de María Santísima Madre de Dios, en su Asunción triunfante, año de 1676, en que se imprimieron.
PRIMERO NOCTURNO
VILLANCICO I
VENGAN A VER UNA APUESTA,
vengan, vengan, vengan,
que hacen por Cristo y María
el Cielo y la Tierra.
¡Vengan, vengan, vengan!
Coplas
El Cielo y Tierra este día
compiten entre los dos:
ella, porque bajó Dios,
y él, porque sube María.
10 Cada cual en su porfía,
no hay modo de que se avengan.
—¡Vengan, vengan, vengan!
Dice el Cielo: —Yo he de dar
posada de más placer:
pues Dios vino a padecer,
María sube a triunfar;
y así es bien, que a tu pesar
mis fueros se me mantengan.
—¡Vengan, vengan, vengan!
20 La Tierra dice: —Recelo
que fue más bella la mía,
pues el Vientre de María
es mucho mejor que el Cielo;
y así es bien que en Cielo y suelo
por más dichosa me tengan.
—¡Vengan, vengan, vengan!
—Injustas son tus querellas,
pues a coronar te inclinas
a Cristo con tus Espinas,
30 yo a María con Estrellas
(dice el Cielo); y las más bellas
di, que sus sienes obtengan.
—¡Vengan, vengan, vengan!
La Tierra dice: —Pues más
el mismo Cristo estimó
la Carne que en mí tomó,
que la Gloria que tú das;
y así no esperes jamás
que mis triunfos se retengan.
40 —¡Vengan, vengan, vengan!
—Al fin vienen a cesar,
porque entre tanta alegría,
pone, al subir, paz María,
como su Hijo al bajar;
que en gloria tan singular,
es bien todos se convengan.
—¡Vengan, vengan, vengan!
VILLANCICO II
ILLA QUAE DOMINUM CAELI
gestasse in utero, digna,
et Verbum divinum est
mirabiliter enixa:
cuius Ubera Puello
lac dedere benedicta,
et vox conciliavit somnum
Davidica dulcior lyra:
Quae subiectum habuit Illum
10 materna sub disciplina,
Caeli quem trementes horrent
dum fulmina iratus vibrat:
Cui virgineum pedem gaudet
Luna osculari submissa,
quaeque Stellis coronatur
fulgore Solis amicta,
magna stipante caterva
ex Angelorum militia,
victrix in Caelum ascendit,
20 ubi per saecula vivat.
Custodes portarum timent,
ut ingrediatur Maria,
ne cardinibus evulsis,
totum Caelum porta fiat.
Ascendit Caelos, et Caelos
luce vestit peregrina,
atque deliciarum loco
ignotas infert delicias.
Innixa super dilectum
30 Caelestem Thalamum intrat,
ubi summam potestatem
habet a Deitate Trina.
Ad dexteram Filii sedet,
et ut Caelorum Regina
tota coronatur Gloria,
et Gloriam coronat Ipsa.
Vident Superi ascendentem,
et admirantium ad instar,
ad instar concelebrantium,
40 alterna quaerunt laetitia:
Estribillo
—¿Quae est Ista? ¿Quae est Ista,
quae de deserto ascendit sicut virga,
Stellis, Sole, Luna pulchior? —Maria!
VILLANCICO III
LA SOBERANA DOCTORA
de las Escuelas divinas,
de que los Ángeles todos
deprenden sabiduría,
por ser quien inteligencia
mejor de Dios participa,
a leer la suprema sube
Cátedra de Teología.
Por Primaria de las ciencias
10 es justo que esté aplaudida,
quien de todas las criaturas
se llevó la primacía.
Ninguno de Charitate
estudió con más fatiga,
y la materia de Gratia
supo aun antes de nacida.
Después la de Incarnatione
pudo estudiar en sí misma,
con que en la de Trinitate
20 alcanzó mayor noticia.
Los soberanos Cursantes
que las letras ejercitan
y de la Sagrada Ciencia
los secretos investigan,
con los Espíritus puros
que el eterno Solio habitan
(e Inteligencias sutiles,
Ciencia de Dios se apellidan),
todos la votan iguales,
30 y con amantes caricias,
le celebran la victoria
y el triunfo le solemnizan.
Estribillo
Y con alegres voces de aclamación festiva,
hinchen las raridades del aire de alegrías,
y sólo se percibe en la confusa grita:
— ¡Vítor, vítor, vítor, vítor María,
a pesar del Infierno y de su envidia!
¡Vítor, vítor, vítor, vítor María!
SEGUNDO NOCTURNO
VILLANCICO IV
¡SILENCIO, ATENCIÓN,
que canta María!
Escuchen, atiendan,
que a su voz Divina,
los vientos se paran
y el Cielo se inclina.
Silencio, &.
Coplas
Hoy la Maestra Divina,
de la Capilla Suprema
hace ostentación lucida
10 de su sin igual destreza:
Desde el ut del Ecce ancilla,
por ser el más bajo empieza,
y subiendo más que el Sol
al la de Exaltata llega.
Propriedad es de natura
que entre Dios y el hombre media,
y del Cielo el be cuadrado
junta al be mol de la tierra.
Be-fa-be-mi, que juntando
20 diversas Naturalezas,
unió el mi de la Divina
al bajo fa de la nuestra.
En especies musicales
tiene tanta inteligencia,
que el contrapunto de Dios
dio en ella la más Perfecta.
No al compasillo del mundo
errado, la voz sujeta,
sino a la proporción alta
30 del compás Ternario atenta.
Las Cantatrices antiguas,
las Judiques, las Rebecas,
figuras mínimas son,
que esta Máxima nos muestran.
Dividir las cismas sabe
en tal cuantidad, que en Ella
no hay semitono incantable,
porque ninguno disuena.
Y así, del género halló
40 armónico la cadencia
que, por estar destemplada,
perdió la Naturaleza.
Si del mundo el frigio modo
de Dios la cólera altera,
blandamente con el dorio
las Divinas iras templa.
Música mejor que Orfeo
(como Ildefonso exagera)
hoy suspendió del Abismo
50 las infatigables penas.
Por los signos de los Astros
la voz entonada suena,
y los Angélicos Coros
el contrabajo le llevan.
La Iglesia también, festiva,
de acompañarla se precia,
y con sonoras Octavas
el sagrado son aumenta.
Con cláusula, pues, final,
60 sube a la mayor alteza,
a gozar de la Tritona
las consonancias eternas.
VILLANCICO V
AQUELLA ZAGALA
del mirar sereno,
hechizo del soto
y envidia del Cielo:
la que al Mayoral
de la cumbre, excelso,
hirió con un ojo,
prendió en un cabello:
a quien su Querido
10 le fue mirra un tiempo,
dándole morada
sus cándidos pechos:
la que en rico adorno
tiene, por aseo,
cedrina la casa
y florido el lecho:
la que se alababa
que el color moreno
se lo iluminaron
20 los rayos Febeos:
la por quien su Esposo
con galán desvelo
pasaba los valles,
saltaba los cerros:
la del hablar dulce,
cuyos labios bellos
destilan panales,
leche y miel vertiendo:
la que preguntaba
30 con amante anhelo
dónde de su Esposo
pacen los corderos:
a quien su Querido,
liberal y tierno,
del Líbano llama
con dulces requiebros,
por gozar los brazos
de su amante Dueño,
trueca el valle humilde
40 por el Monte excelso.
Los pastores sacros
del Olimpo eterno,
la gala le cantan
con dulces acentos;
pero los del valle,
su fuga siguiendo
dicen presurosos
en confusos ecos:
Estribillo
¡Al Monte, al Monte, a la Cumbre
50 corred, volad, Zagales,
que se nos va María por los aires!
¡Corred, corred, volad aprisa, aprisa,
que nos lleva robadas las almas y las vidas,
y llevando en sí misma nuestra riqueza,
nos deja sin tesoros el Aldea!
VILLANCICO VI.—JÁCARA
Estribillo
¡APARTEN! ¿CÓMO, A QUIÉN DIGO?
¡Fuera, fuera! ¡Plaza, plaza,
que va la Jacarandina
como que No, sino al Alba!
—¡Vaya de jacaranda, vaya, vaya,
que si corre María con leves plantas,
un corrido es lo mismo que una jácara!
Coplas
¡Allá va, fuera, que sale
la Valiente de aventuras,
10 Deshacedora de tuertos,
Destrozadora de injurias!
Lleva de rayos del Sol
resplandeciente armadura,
de las Estrellas el yelmo,
los botines de la Luna;
y en un escudo luciente
con que al Infierno deslumbra,
un monte con letras de oro
en que dice: Tota Pulchra.
20 La celebrada de hermosa
y temida por sañuda,
Bradamante en valentía,
Angélica en hermosura;
la que si desprende al aire
la siempre madeja rubia,
tantos Roldanes la cercan
cuantos cabellos la inundan;
la que deshizo el encanto
de aquella Serpiente astuta,
30 que con un conjuro a todos
nos puso servil coyunda;
la que venga los agravios,
y anula leyes injustas,
asilo de los pupilos,
y amparo de las vïudas;
la que libertó los presos
de la Cárcel donde nunca,
a no intervenir su