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Teoría de la sanción
Teoría de la sanción
Teoría de la sanción
Libro electrónico62 páginas1 hora

Teoría de la sanción

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En días siniestros para México, Alfonso Reyes sustentó su tesis para obtener el grado de abogado: "Teoría de la sanción" es más un ensayo filosófico que jurídico, acerca de las relaciones entre la moral y el derecho. El sustentante tuvo, además, que resolver un caso práctico: un embargo abusivo por adeudo. El "Caso práctico", propuesto por Victoriano Pimentel, y la solución del alumno Reyes se recogen al final del texto.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento23 ene 2018
ISBN9786071654526
Teoría de la sanción
Autor

Alfonso Reyes

ALFONSO REYES Ensayista, poeta y diplomático. Fue miembro del Ateneo de la Juventud. Dirigió La Casa de España en México, antecedente de El Colegio de México, desde 1939 hasta su muerte en 1959. Fue un prolífico escritor; su vasta obra está reunida en los veintiséis tomos de sus Obras completas, en las que aborda una gran variedad de temas. Entre sus libros destacan Cuestiones estéticas, Simpatías y diferencias y Visión de Anáhuac. Fue miembro fundador de El Colegio Nacional. JAVIER GARCIADIEGO Historiador. Ha dedicado gran parte de su obra a la investigación de la Revolución mexicana, tema del que ha publicado importantes obras. Es miembro de las academias mexicanas de la Historia y de la Lengua, y de El Colegio de México, que presidió de 2005 a 2015. Actualmente dirige la Capilla Alfonsina. Reconocido especialista en la obra de Alfonso Reyes, publicó en 2015 la antología Alfonso Reyes, “un hijo menor de la palabra”. Ingresó a El Colegio Nacional el 25 de febrero de 2016.

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    Teoría de la sanción - Alfonso Reyes

    ALFONSO REYES

    TEORÍA DE LA SANCIÓN

    Primera edición electrónica, 2017

    D. R. © 2017, Fondo de Cultura Económica

    Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 Ciudad de México

    Comentarios:

    editorial@fondodeculturaeconomica.com

    Tel. (55) 5227-4672

    Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio. Todos los contenidos que se incluyen tales como características tipográficas y de diagramación, textos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, etc. son propiedad exclusiva del Fondo de Cultura Económica y están protegidos por las leyes mexicana e internacionales del copyright o derecho de autor.

    ISBN 978-607-16-5452-6 (ePub)

    Hecho en México - Made in Mexico

    Índice

    TEORÍA DE LA SANCIÓN

    I. El dilema de la conducta

    II. La sanción y la confianza

    III. Figuras de la sanción

    IV. Ficciones de la confianza

    TEORÍA DE LA SANCIÓN

    I. EL DILEMA DE LA CONDUCTA

    1. Cosas que están y cosas que no están bajo nuestro poder. Era, entre los estoicos, una noción familiarísima la de dividir teóricamente los fenómenos en cosas que están y cosas que no están bajo nuestro poder. Así, en la recopilación de los discursos de Epicteto que debemos a Arriano (fl. 130), lo primero de que se trata es de discernir esta doble categoría, como asunto previo y necesario para poder situar al hombre en medio del universo ético, en medio de los caminos de la conducta. Según aquella filosofía —y podemos asegurar que el derecho romano, en cuya era vivimos, está profundamente impregnado de filosofía estoica—, según aquella doctrina, más inclinada a las orientaciones prácticas, a los problemas del valor moral de la vida que no a las lucubraciones abstractas sobre el ser o el conocer, la naturaleza aparece como dividida en dos partes: contiene una de ellas los fenómenos sustancialmente emancipados de la acción humana; aquellos cuyos efectos padece el hombre, pero cuya aparición no puede evitar; la segunda contiene todo lo que puede, originariamente, ser afectado por la intervención humana; ser, por ella, desviado o suspendido y aun definitivamente anulado; aquello que, por estar interpuesto en las líneas lógicas de nuestra actividad, nos puede, de antemano, ser anunciado a través de las vías internas de la previsión. Y concluía el estoico: las cosas que están fuera del poder humano, el hombre tiene que padecerlas sin intentar libertarse de ellas, que sería inútil; las que caen bajo el humano poder, debe reducirlas a la orientación de sus propósitos morales. Ante las primeras no hay problema ético; el problema ético sólo con las segundas aparece.

    2. Ilustración: cosas que están dentro y cosas que están fuera del comercio. En el derecho civil clásico, el reflejo de la anterior doctrina se traduce por la diferenciación de las cosas que están dentro del comercio y las que están fuera del comercio. Entiéndese aquí por comercio, en el sentido castizo del término, el trato humano, el campo de acción de nuestra actividad, y no solamente, como al pronto pudiera creerse, el campo de lo que puede ser valuado en dinero y cambiado por dinero.

    El delito intentado. En el derecho penal mismo la concepción de los estoicos puede tener su aplicación; y las figuras teóricas del delito imperfecto —entre los cuales nos da nuestra ley la sutilísima distinción del delito intentado— dan ancho campo a la controversia de lo que está y lo que no está bajo el poder actual del delincuente.

    3. La idea de lo natural y lo artificial en la filosofía del derecho: digresión. Si interrogamos al sentido común —este último yacimiento de las filosofías, suma de los detritos de todas ellas y forma, a la vez, la más simbólica y vacía de todo criticismo del mundo—, si lo interrogamos sobre la idea estoica de la división de las cosas, notaremos que ella corresponde, aproximadamente, a la noción ordinaria sobre lo natural y lo artificial. Entiéndese generalmente por lo primero lo que, si no sustancialmente emancipado de toda posible intervención humana, se halla, por lo menos, actualmente virgen de ella; entiéndese generalmente por lo segundo lo que ha recibido la marca de la utilización humana y queda, por eso, sujeto a la acción de la voluntad. De donde nace la confusión de concebir todo fenómeno en que el hombre interviene como un caso de artificialidad; de imaginar al hombre como al perpetuo rebelde de la naturaleza, que la va domando y corrigiendo a su arbitrio. ¡Como si

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