Capturada: La serie Salvada, #3

Por Lorhainne Eckhart

El capitán Eric Hamilton ahora está asentado en la base después de renunciar a su primer amor, el mar, por su esposa, Abby, y sus hijos. Observa día tras día cómo se despliegan sus amigos, ardiendo con la sensación de estar vacío como si la vida lo estuviera pasando, es decir, hasta que su amigo el teniente comandante Joe Reed es capturado mientras está desplegado en Irak.

Mientras su familia está en casa, indefensa, la vida de Joe pende de un hilo, y Eric se ve obligado a tomar una decisión que juró que nunca volvería a tomar: si dejara a Abby y a sus hijos para ir al otro lado del mundo en busca de un amigo. quien puede estar muerto?

• Idioma: Español
• Editorial: Lorhainne Eckhart, INC.
• Fecha de lanzamiento: 2 jun 2020
• ISBN: 9781071547007

Vista previa del libro

Capturada

Un relato apasionado de amor durante la guerra de Iraq.

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Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede reproducirse de ninguna forma por ningún medio electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabaciones o almacenamiento y recuperación de información sin el permiso por escrito del autor.

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Derechos de autor capturados © 2015 Lorhainne Ekelund

Todos los derechos reservados.

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Capturada

La serie Salvada

Lorhainne Eckhart

Traducido por

Claudio Valerio Gaetani

Traducido por

Viviana Rafaella Gaetani Chinchilla

www.LorhainneEckhart.com

Índice

Capturada

La Serie Salvada

Capítulo 1

Capitulo 2

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18

Capítulo 19

Los hermanos McCabe

Lea el extracto de Don't Stop Me

Biografía del Autor

Descripción del Libro

Otras Obras de Lorhainne Eckhart

Capturada

Debo decir que es una historia muy buena y que creo que arroja una luz importante sobre un tema que generalmente cae bajo el título de fuera de la vista, fuera de la mente. Espero con impaciencia la tercera entrega de esta serie para ver a dónde lleva el autor estos personajes y este número, este libro vale la pena el tiempo y el dinero para leer

Revisor - Jerez

Gran historia de amor. No pude dejar de leerlo. Viviendo cerca de Norfolk escuchamos sobre muchas historias de la marina. Este fue fascinante de principio a fin .

Revisor Deborah

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El capitán Eric Hamilton ahora está asentado en la base después de renunciar a su primer amor, el mar, por su esposa, Abby, y sus hijos. Observa día tras día cómo se despliegan sus amigos, ardiendo con la sensación de estar vacío como si la vida lo estuviera pasando, es decir, hasta que su amigo el teniente comandante Joe Reed es capturado mientras está desplegado en Irak.

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Mientras su familia está en casa, indefensa, la vida de Joe pende de un hilo, y Eric se ve obligado a tomar una decisión que juró que nunca volvería a tomar: si dejara a Abby y a sus hijos para ir al otro lado del mundo en busca de un amigo. quien puede estar muerto?

La Serie Salvada

SALVADA: —Al crecer tuve sueños de que un día me enamorara, me casara y comenzara una familia. Entonces una noche me llevaron. Pero sobreviví, escapé y me salvé. Eric no me vio como dañado. No vio a mi bebé como un monstruo. Me protegió, me mantuvo a salvo ... me salvó —.

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En DESVANECIDA, Abby se ha casado con el hombre de sus sueños. La rescató y es el padre de su hijo. Todo debería ser perfecto, pero ella comienza a revivir su pesadilla de cuando fue secuestrada ... y una noche desaparece, dejando a sus hijos solos en la oscuridad de la noche, su esposo en un barco militar al otro lado del mundo.

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Pero cuando Eric llega a casa y comienza la búsqueda, hay dos preguntas inquietantes: ¿había alguien en la casa? ¿Y cómo es posible que Abby simplemente desaparezca?

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En CAPTURADA, el Capitán Eric Hamilton ahora está asentado en la base después de renunciar a su primer amor, el mar, por su esposa, Abby, y sus hijos. Observa día tras día cómo se despliegan sus amigos, ardiendo con la sensación de estar vacío como si la vida lo estuviera pasando, es decir, hasta que su amigo el teniente comandante Joe Reed es capturado mientras está desplegado en Irak.

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Mientras su familia está en casa, indefensa, la vida de Joe pende de un hilo, y Eric se ve obligado a tomar una decisión que juró que nunca volvería a tomar: si dejara a Abby y a sus hijos para ir al otro lado del mundo en busca de un amigo. quien puede estar muerto?

Capítulo Uno

Necesitaba un minuto, tal vez un poco más, para sentir algo más que arrepentimiento y la sensación de haberse quedado atrás. Esto era ridículo, o eso Eric intentó repetirse a sí mismo repetidamente, pero la tranquilidad solo profundizó la sensación de que una parte de él estaba muriendo lentamente. Echó un vistazo a su casa, el bungalow de marco marrón con una acera que se curvaba para encontrar el camino de entrada y el garaje doble. Era una casa bonita, para viviendas de la marina, en una comunidad agradable. Todo era seguro y predecible y lo mismo. Los arbustos alrededor del frente necesitaban ser recortados, y los macizos de flores ahora estaban llenos de plantas perennes muertas y compostadas en el aire frío del otoño. Incluso las hojas se habían vuelto amarillas y estaban cayendo a un ritmo constante, cubriendo la hierba una vez verde. Era un trabajo promedio y sería la emoción de su fin de semana. Siempre había algo que hacer por su casa y su hogar.

Deslizó su mano sobre el resistente volante negro y sacó las llaves del encendido ahora silencioso. Le encantaba este auto, un Shelby Mustang GT 500 '67, uno de los mejores autos, en la humilde opinión de Eric, jamás construido. El motor de 320 caballos de fuerza solo fue una descarga de adrenalina. Había sido un robo. Lo había recogido de un sargento, un hombre con una esposa y tres hijos y otro en el camino. El hombre había amado el automóvil, o eso dijo, pero estaba siendo reubicado en todo el país, y era hora de decir adiós a su juguete. Eric sospechaba que esas órdenes habían venido de la esposa del sargento, porque Eric habría movido el cielo y la tierra para llevarse este automóvil por todo el país con él si hubiera estado en la posición del sargento.

Para Eric, este auto era una indulgencia a la que creía tener derecho después de renunciar al mar por Abby. Nunca le diría eso a ella, aunque se preguntó si ella lo sabía. Era tan amable y frágil, y decir cómo se sentía él solo sería cruel. Le dolería, y ella se culparía a sí misma. No podría vivir consigo mismo, viendo el dolor en sus ojos. Aunque se sentía vacío en tierra, elegiría a Abby y a sus hijos en el mar en cualquier momento. La mayoría de los marineros y los hombres de la marina de carrera tenían ambos, pero los casados a menudo tenían esposas fuertes y estables que manejaban el frente de la casa. A pesar de que Abby le había suplicado que no renunciara a su carrera, sabía que sus demonios y pesadillas y el dolor de ser tomada aún la perseguían. No, no podía arriesgarse y dejarla a ella y a los niños nuevamente. Necesitaba protegerla. Necesitaba ser su roca. Necesitaba estar aquí para despertarla, abrazándola cuando las pesadillas se apoderaban de ella, asegurándole que estaba a salvo.

Un golpecito en su ventana lo sobresaltó. Echó un vistazo antes de abrir su puerta para ver a Mary-Margaret, la esposa de Joe, su mejor amigo y ex XO. Ella dio un paso atrás, vistiendo jeans azules y un suéter crema. Su cabello oscuro y liso le tocaba los hombros, y llevaba pequeños aros dorados en las orejas. Ella sostenía un plato cubierto con una toalla.

—¿Estás planeando quedarte sentada en tu auto toda la noche, mirando tu nuevo juguete?—, Dijo ella, con su hoyuelo derecho parpadeando mientras se burlaba de él, aunque por alguna razón parecía menos arreglada esta noche de lo que normalmente estaba.

Le dio un empujón a la pesada puerta, que se cerró. Taylor, el hijo mayor de Mary-Margaret y Joe, se movía inquieto a su lado. A los catorce años, había vuelto a crecer, y se alzó sobre su madre casi por una cabeza. Su cabello oscuro se estaba alargando, cubría sus orejas, y sus manos estaban metidas en los bolsillos de sus jeans.

—¿Echas de menos a algunos niños?— Eric preguntó justo antes de escuchar a sus dos más jóvenes discutiendo cuando salían de la casa de al lado. Fue bueno tenerlos cerca, ya que Mary-Margaret y Joe habían sido su gracia salvadora cuando Abby se vino abajo. En ese momento, lo habían enviado, y Abby había abandonado a los niños en plena noche. Si Mary-Margaret y Joe no hubieran estado tan cerca ... Eric todavía se encogió al revivir esa llamada de pánico cuando Joe le dijo que Abby se había ido. Respiró para alejar ese doloroso recuerdo. No le gustaba volver allí y revivir lo que había sucedido.

Janey pisoteó la hierba hacia su madre, vestida con jeans azules y una sudadera con capucha, su cabello largo y oscuro en una cola de caballo. Su rostro era una imagen de maldad preadolescente. Steven, que había celebrado su undécimo cumpleaños la semana pasada mientras su padre estaba fuera, cerró de un portazo la puerta de la casa y saltó del escalón delantero hacia un montón de hojas, llamando a su hermana. Su chaqueta bronceada se abrió, su cabello corto y oscuro sobresalía. Eric pudo ver que los niños habían tenido suficiente de que su padre estuviera lejos. Lo necesitaban y lo habían mantenido juntos, pero la tensión estaba aumentando. Cuando Eric miró a Mary-Margaret, ella puso los ojos en blanco.

—Las alegrías de la rivalidad entre hermanos—, murmuró.

—¿Que esta pasando?—

—Joe se ha ido demasiado tiempo, tres meses ...— Se detuvo y miró a Taylor, que estaba escuchando. —Corre adentro, Taylor. Dale una mano a Abby con los niños.—

Eric acogió a todos los niños. Steven y Janey lo habían pisoteado