La vista de Jake

Por L.T. Marshall

Libro 1 de mi serie de libros adicionales de Carrero.
Estos libros son una serie propia, como extras POV masculinos.
Los capítulos favoritos muy solicitados de los tres libros de la Trilogía Carrero. Los fanáticos votaron en mi grupo de Facebook sobre los capítulos que querían ver reescritos desde el punto de vista de Jake Carrero. Todos estos fueron compartidos en mi blog durante semanas y ahora han sido pulidos y presentados en un libro adicional de lectura rápida. Tenga en cuenta que esto no es una historia, sino capítulos en orden desde varios puntos del romance y deberá leer La trilogía de Carrero para que este libro tenga algún valor para usted. Este es un extra solicitado por los fanáticos. Esta no es una historia completa, sino capítulos seleccionados y necesita leer la serie Carrero para que estos tengan valor para usted.
The Carrero Effect, The Carrero Influence y The Carrero Solution cuentan la historia de Emma Anderson y Jake Carrero, compañeros de trabajo que terminan siendo amantes y un viaje en montaña rusa en ciernes.

• Idioma: Español
• Editorial: L.T. Marshall
• Fecha de lanzamiento: 3 may 2023
• ISBN: 9781667456195

Vista previa del libro

The Carrero Series

jake y emma

El Efecto Carrero ~ La Promoción

La Influencia Carrero ~ Redefiniendo las Reglas

La solución Carrero ~ Empezar de nuevo

arrick y sophie

El corazón de Carrero ~ Comienzo

El corazón de Carrero ~ El viaje

El corazón de Carrero ~ Felices para siempre

Alexi & Camilla

El contrato Carrero ~ Vender tu alma

El Contrato Carrero ~ Acuerdos Modificatorios

Libros de bonificación

La vista de Jake

La vista de Arrick

Otros libros de L.T. marshall

solo rosa

La vista de Jake

Los fanáticos de mis libros sobre Jake y Emmaamar estos capítulos de visión alternativa.

Solicitado por los fanáticos en Facebook y compartido por primera vez en mi blog como una serie de publicaciones, decidí obtenerLa vista de Jake editado profesionalmente para ponerlos juntos en un libro extra.

Este libro extra esno la historia completa de Jake y Emma pero con extractos del punto de vista de Jake Carrero.

El efecto Carrero

El primer encuentro

Las vacaciones: Parte 1

Las vacaciones: Parte 2

La influencia de Carrero

La escena del ascensor

El baile

(Todos son capítulos completos excepto The Elevator Scene)

Para mis fanáticos.

Pediste, suplicaste, suplicaste... También votaste. Así que Disfrutá.

Amor si.

El efecto Carrero

~ El primer encuentro ~

Jacob Carrero estaba de pie en su habitación frente al gran espejo sobre el tocador y calentaba la cera para el cabello entre sus dedos, sonriendo al familiar producto negro y dorado en la superficie de madera. Su padre seguía siendo señoreando sobre la decisión de comenzar una línea de aseo masculino con la cara de Jake en toda la campaña publicitaria, no es que le importara. Estaba acostumbrado a ser de propiedad pública, siempre a la vista, y la idea de cada mujer de un hombre de fantasía.

¿Qué tipo no lo haría? Mujeres cayendo a tus pies todos los días. Demonios si.

Lo frotó hábilmente por su cabello y lo levantó hacia el centro y hacia adelante en su estilo característico. Él nunca fue realmente alguien que se preocupara mucho por su cabello. Esto lo mantuvo ordenado, y nunca tuvo que preocuparse por el resto del día o meterse con él a menos que se pasara las manos y lo desordenara. Si se saliera con la suya, se lo afeitaría todo, pero lo había hecho en su adolescencia, y parecía un matón callejero amenazante y Mamma Carrero lo recibió con miradas serias.

Vio a la chica en el espejo, tratando de captar su mirada desde la cama. Estaba descansando sexymente y dejando que las sábanas se deslizaran por su cuerpo desnudo para atraerlo de nuevo. Jake solo frunció el ceño ante el esfuerzo y volvió a prepararse para el trabajo. Había tenido suficiente tiempo de juego estas últimas dos semanas, y ella ya lo estaba aburriendo. Este era su compañero de sexo más reciente. Piernas largas, un poco demasiado flacas para su gusto, y un rostro sorprendentemente sencillo después de limpiar toda esa porquería. Otra supermodelo obsesionada con las cenas en las que solo consumía lechuga y tenía la cara en su regazo al chasquido de sus dedos. Nada notable, aburridamente predecible y cero conversación en esa cabeza. No sabía por qué seguía cayendo en la trampa de salir con los mismos tipos una y otra vez.

Todavía me siento enérgico... si estás en el juego? Lo intentó con voz ronca y simplemente lo irritó. Deslizando su chaqueta sobre su camisa almidonada y ajustando los puños sin mirarla ni una sola vez, continuó con la tarea de arreglarse. Jefferson estaría esperando con el auto ahora, y tenía que irse. Vuelta a la realidad y vuelta a dirigir su parte del imperio familiar.

Nora te dará de comer. Mírate a ti mismo". Él le devolvió la sonrisa y se sintió culpable por la pura decepción en su rostro. Solo un poco. Dejó de importarle en el momento en que se levantó las gafas, se las puso en la cabeza y salió por la puerta.

Nora lo recibió en el salón de planta abierta, empuñando una aspiradora y sonriendo con gracia, su corazón se emocionó un poco por la maternal viuda que cuidaba su apartamento para él. Él sonrió genuinamente.

¿Puedes asegurarte... Umm?

Joder, ¿cómo se llamaba? Trisha? ¿Tracey? Mierda, he estado durmiendo con ella durante casi una semana, y todavía no puedo recordar la maldita cosa. Soy un idiota.

¿Tiffany? Nora parpadeó y él sonrió, sintiéndose más incómodo por su mente en blanco. Sabía que lo hacía parecer un imbécil, y no le gustaba que Nora pensara de esa manera sobre él. La mujer era como una segunda madre, y su opinión importaba.

"Sí, ella. ¿Podrías asegurarte de que le den de comer y de que la lleven a casa? Él sonrió de nuevo y se dirigió a la cocina, donde tomó el café que ella le esperaba en una taza de viaje de acero. Se estaba haciendo tarde, y ella lo sabía.

La mejor ama de llaves en la Tierra. Se merecía otro aumento.

¿Arrick? Él se giró hacia ella con una ceja levantada y luego desechó la pregunta mientras su hermano salía de la dirección de sus habitaciones de invitados. "Date prisa, hombre, ya llego tarde. Margo tendrá mis agallas hoy. Está muy nerviosa por mi nuevo asistente personal. Arrick simplemente bostezó y pasó una mano casualmente por su cabello color arena sin cuidado.

Su hermano era más rubio pero tenía los ojos oscuros y la piel cetrina de su padre, mientras que Jake había heredado el cabello oscuro y los ojos verdes de su madre, y adivinó su apariencia, ya que había sido votado como el soltero más atractivo de Nueva York por segundo año consecutivo. Nunca vio la similitud con su hermano, pero la gente siempre decía que estaba ahí.

"Callarse la boca. Tengo resaca de anoche. Tienes suerte de que esté erguido, ¿y cómo diablos te ves tan jodidamente normal? Arrick estaba irritable hoy, la noche anterior había sido una fiesta increíble, y habían bebido un poco demasiado fuerte. Jake era casi inmune a las resacas hoy en día. Años de golpear duro le habían dado una constitución más de acero que su hermanito. Necesitaba ponerlo a funcionar ahora que tenía casi la edad legal para beber. Tenía una reputación que seguir, y si iba a seguir el ritmo de los amigos de Jake, sería mejor que se pusiera al día con la tolerancia al alcohol.

¿Estás listo para cambiar? Jake empujó a su hermano en el hombro cuando lo pasó para que se moviera más rápido. Ya estaba inquieto por estar fuera del trabajo durante un par de semanas. No tenía idea de cuánto se había perdido o qué se necesitaba para ponerse al día hoy. Ya no estaba tan seguro de que el snowboard y el salto base entre fiestas de fiesta hubieran sido una buena idea cuando tenía tantas cosas por venir. No se sentía más descansado que cuando había despegado con su hermano y su mejor compañero a cuestas.

Tal vez debería haber cortado la diversión un día antes y haber dormido un poco. Anoche fue un regreso borracho tardío, y luego mucho sexo antes de que su alarma lo asaltara demasiado temprano. Una ducha apenas lo había enderezado.

Se sacudió mentalmente y siguió a Arrick a través de la puerta principal hasta el corredor donde su jefe de seguridad lo esperaba con su bolso. Mathews parecía una especie de George Clooney con un aire de Jason Statham; el hombre era aterradoramente eficiente. Jake tomó la bolsa que le ofrecían. No era del tipo de los que usan maletines, así que en su lugar tenía una bolsa de mensajero de cuero.

Aquí tiene, señor. Todos los archivos llegaron anoche según su pedido. Sonrió agradeciendo al hombre mayor y palmeó su hombro antes de tomar un sorbo de café. Una ligera agitación de náuseas en su estómago ante el primer líquido sin alcohol que lo golpeó en cuarenta y ocho horas.

No es una buena idea en absoluto.

Arrick prácticamente tropezaba con sus propios pies y se sujetaba la cabeza. Jake se quitó las gafas y las apoyó en la nariz de su hermano; el pobre no se sentiría mejor recibiendo la luz del sol de Nueva York en unos minutos, y se sentía culpable por su sufrimiento.

Jake lo había incitado a una competencia de bebidas, sabiendo muy bien que lo vencería sin duda alguna. El bebé tuvo que aprender a comportarse como un hombre con el resto de ellos si quería sobrevivir en su círculo de amigos.

Gracias. Finalmente se las arregló después de tragar, probablemente lo peor para beber cuando sus entrañas eran frágiles. El café de Nora era suficiente para poner pelos en el pecho de un hombre.

¡Jesús!

Con la bolsa asegurada sobre su hombro, sacó el primer archivo y entró en el ascensor.

¿Trabaja ya? Tienes problemas, murmuró Arrick desde la esquina en la que estaba desplomado, y Jake solo pudo negar con la cabeza y sonreír.

Esta era la futura competencia en la empresa de su padre. Necesitaba endurecer a Arrick.

"No. Margo envió esto. El registro de la empresa y el currículum de mi nuevo asistente personal. Quiere que me ponga al día con quien sea antes de conocerla hoy. Aparentemente, ella tiene grandes esperanzas de que este sea eluno He estado buscando."

* * *

Piso sesenta y cinco de la corporación Carrero—Casa ejecutiva. Avenida Lexington, centro de Manhattan.

Caminando por el edificio con un hermano que lucía decididamente pálido por las náuseas con su siempre presente guardaespaldas, cortesía de su padre, Jake sintió que esa familiar tranquilidad regresaba. La tranquilidad de estar de vuelta en su propio edificio y en control. Aquí fue donde sobresalió en la vida. Este derecho aquí, un edificio aparte del de su padre, era su dominio. Todos los negocios realizados aquí no tenían mucho que ver con Giovanni Carrero, tal como le gustaba. Jake dirigía la parte deportiva de la empresa mientras que Giovanni se encargaba de los hoteles. La línea de aseo había venido a Jake, ya que su rostro estaba por todas partes, y tenía un millón de diminutas líneas secundarias recorriendo Carrero House.

Su padre tenía tratos más oscuros y, a veces, rozaba la mierda de la mafia ilegal, y no quería formar parte de los viejos lazos familiares. Había convencido a Arrick para que comenzara a interesarse por su lado de las cosas; quería que trabajara junto a él en lugar de ser arrastrado a la Torre Carrero con el anciano. Cuanto más pudiera alejar a Arrick de las personas que conocía su padre, mejor. Además, Arrick tenía un buen cerebro para los negocios, muy parecido al de Jake, y podría ser útil en un par de fusiones y adquisiciones previstas en un futuro próximo.

Jake ignoró el flujo constante de desmayos y sonrisas femeninas que apuntaban en su dirección. No era tan engreído como para no darse cuenta de que su hermano estaba recibiendo atención ahora que se estaba haciendo mayor. No es que le importara, Arrick pronto descubriría lo aburrida que podía llegar a ser la atención femenina.

Demonios, el tipo era obviamente un guapo. Compartían ADN, después de todo.

Ahogó un bostezo en el ascensor y golpeó a Arrick en el hombro para despertarlo un poco, la fatiga evidente de su hermano lo estaba afectando demasiado y necesitaba parecer que tenía el control. Arrick todavía estaba casi hecho un ovillo, y Jake se asomó y empujó sus gafas hacia atrás, colocándolas de nuevo sobre la cabeza de Arrick sin cuidado.

Vete a la mierda, murmuró su hermano por lo bajo, y el guardia de seguridad miró en dirección a Jake. Jake le devolvió la mirada, la agresión picando instantáneamente para ponerlo en su lugar. Ningún pago pesado de su padre iba a tratar de enseñorearse de la relación con su hermano menor. Estaba seguro de que podía con él, incluso aquí. El tipo medía como máximo cinco pies y ocho y parecía que solo podía hacer press de banca la mitad de lo que hacía Jake. Además, Jake tenía años de entrenamiento en peleas en jaula y artes marciales mixtas en su haber. Lo intentaría incluso si el tipo fuera un ex militar. Con el temperamento ardiente de Carrero, estaba seguro de que no tomaría mucho, solo otra mirada de desaprobación en su dirección.

Levántate, imbécil, estamos aquí. Era un poco demasiado insolente con Arrick y le lanzó una mueca de disculpa. Su propia resaca estaba allí incluso si no tenía la magnitud de la de Arrick, y se sentía más duro de lo normal. Debería haber tenido el sentido común de acabar con los planes de anoche. Estaba seguro como el infierno que lo lamentaba ahora.

¿A quién estaba engañando? Una noche de locura, mucho alcohol, una mamada en su auto por parte de esa luchadora pelirroja, y una noche de sexo caliente y pesado en casa con Trisha... Trudy... ¡Joder! No era algo que él nunca pasara por alto.

Tan pronto como se abrieron las puertas del ascensor, Margo entró en el vestíbulo envuelta en una pesada nube de Chanel No. 9, como una bocanada de aire fresco, siempre lista con su sonrisa profesional y su atractivo cuerpo envuelto en sastrería Christian Dior. Le había servido bien durante años y era el templo de la frialdad y la eficiencia que buscaba en una nueva asistente. Necesitaba una nueva Margo para reemplazarla, o esto nunca funcionaría a largo plazo. Los asistentes temporales anteriores habían sido inútiles o habían intentado como locos follarlo, y él nunca cruzó el trabajo con el juego. Sabía lo que estaba buscando y esperaba que ella tuviera razón con esto. No estaba de humor para otra repetición de Gloria.

Esa chica se había desnudado en su oficina y trató de tentarlo con algo de sexo oral antes de que le entregaran su currículum y un rápido empujón hacia la puerta. Tal vez fuera un playboy loco por el sexo suelto fuera de estas cuatro paredes, pero por dentro había otro nivel de juego. Jake hablaba en serio sobre los negocios y en serio sobre nunca cruzar esa línea.

Le devolvió la sonrisa a Margo, su mano derecha, y deslizó su brazo en el suyo afectuosamente, Arrick resoplando y arrastrándose detrás con el gilipollas, el niño soldado a cuestas. Detrás de ellos se escuchaban todo tipo de quejas y quejas. Arrick no tendría sentido aquí hoy, y Jake se preguntó si enviarlo a casa sería una mejor idea.

"Te ves particularmente suave hoy, Jake. Aunque un poco cansado. Ella le sonrió de esa manera maternal que usaba en momentos privados, arreglando el cuello de él sobre la chaqueta y chasqueando la lengua por la falta de corbata. Él puso los ojos en blanco mientras ella negaba con la cabeza.

Sabes que me hacen sentir como si me estuvieran ahogando lentamente. Jake maniobró a su lado una vez más y quitó la mano que jugueteaba de su solapa. Ella estaba siendo demasiado obsesionada con su apariencia esta mañana, y él se preguntó si se veía especialmente rudo. Se sentía inusualmente así.

"Ella es adorable. La adorarás por completo. ¿Quieres tu repaso mientras entramos? Margo le sonrió con adoración y, a pesar de las ganas de apoyar la cabeza en el suelo y tomar una siesta de cinco minutos, él asintió.

De acuerdo, esta mierda estaba empezando a afectarlo seriamente. Tal vez se estaba haciendo demasiado mayor para comportarse como una estrella de rock. Veintiocho años no era tan viejo, pero hoy se sentía diez años mayor. Dios, necesitaba dormir.

Vio una cabeza rubia leonada sobre el hombro de Margo, sentándose cuando pasaron por el escritorio exterior, un mero vistazo del reemplazo mientras Margo estaba de pie entre ellos. Le llamó la atención el interesante color de cabello rubio miel, nada de esa basura embotellada de rubio blanco de todos los empleados de su padre. Este parecía natural, lo cual era raro en este edificio. Era raro en su círculo. La mayoría de las niñas optaron por la falsificación tan pronto como tuvieron la edad suficiente para sostener un pincel de maquillaje y un sostén con relleno.

No tenía idea de por qué ese pensamiento lo golpeó mientras caminaba hacia su propia oficina a través de la de planta abierta de Margo. Las mujeres y sus disfraces no eran cosas en las que él se hubiera parado a pensar. Si parecían follables y le daban una erección, eso era lo suficientemente bueno para él.

AP, ¿recuerdas? No-go... No jodas.

Sacudió mentalmente el pensamiento de su cabeza y apuntó a su escritorio tan pronto como estuvieron dentro. Margo había estado hablando sin parar sobre lo que se había perdido, pero él se había distraído completamente con ella y no había escuchado nada. Se sintió irritado consigo mismo de repente.

Mierda. ¿Cuándo hizo eso? ¿Qué mierda estaba haciendo? Ah, sí, mirar el jodido cabello de una chica y tener un debate interno al respecto. Cálmate, Carrero. Esta resaca te está afectando la cabeza.

Arrick se dejó caer en el sofá bajo bajo el cuadro de lesbianas desnudas de la prima de Hunter. No estaba tan enamorado de eso, pero los cincuenta mil dólares que había pagado para darle una mano al tipo significaban que tenía que colgarlo en alguna parte. Seguro como el infierno que no lo quería en casa, y nadie se aventuraba mucho aquí excepto Margo y ahora esta chica nueva. De todos modos, el horizonte de Nueva York tenía una vista sin obstáculos de las tetas y el culo.

Su teléfono vibró en el bolsillo interior de su chaqueta, y lo sacó, todavía prácticamente ignorando a Margo mientras leía de un portapapeles. Todo lo que podía escuchar era reunirse con abogados y algo sobre contratos. Este no era él en absoluto, y se dio cuenta de que luchar contra él era inútil. Tan pronto como terminó, cerró la puerta y tomó una siesta. Arrick parecía listo para hacer lo mismo, y podía moverse como un demonio en ese sofá. El niño soldado podría proteger al dúo durmiente si no tuviera nada mejor que hacer.

¿La atrapo? Margo parpadeó en su dirección mientras él se concentraba en su teléfono. Hizo un gesto con la mano y sonrió como diciendoseguro.

Veamos cómo era el rubio miel.