Resiliencia

Por Tricia Morrison

Prefacio

En diciembre de 2017, me quedé oficialmente desempleado, así que decidí que haría enseñanza de inglés independiente a tiempo parcial. Esto significaba automáticamente que dependería del Sistema de Asistencia Social del Gobierno alemán para sobrevivir, ya que no ganaría suficiente dinero para vivir. Esta situación causó que muchas emociones me envolvieran, pero la más dominante de estas emociones fue un sentimiento de atrapamiento, ya que me había declarado independiente del sistema de ayuda social dos años antes. Por lo tanto, sentí que mi vida retrocedía en lugar de progresar. Esta situación me obligó a cuestionar el núcleo de mi existencia.

¿Por qué me fui de Jamaica? ¿Por qué he estudiado durante tantos años? ¿Por qué creo en Dios? ¿Cuál es el propósito de mi vida? La verdad es que me sentí frustrado, enojado y enojado. Siempre he sido un "buen deporte", un ciudadano modelo en Jamaica, un buen inmigrante en Berlín, un gran trabajador, libre de drogas, libre de enfermedades, útil, esperanzado, además de un miembro activo y colaborador de mi comunidad y sociedad. Para colmo, he hecho todo lo que el sistema alemán requiere para que una persona se convierta en un miembro integrado de la sociedad. Entonces, ¿qué estaba pasando y por qué me sentí atrapado? Una cosa era segura; No podía permanecer en un estado de frustración e ira. Esto eventualmente habría llevado a un montón de otras emociones negativas y quejas, que definitivamente no traerían ayuda ni me impulsarían. Así que tuve que sacarme de ese estado.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 1 dic 2019
• ISBN: 9781071510988

Vista previa del libro

Resiliencia

Resiliencia por Tricia Morrison

Resiliencia por Tricia Morrison

Febrero 2019

Copyright © 2019 por Tricia Morrison

Autopublicado

Todos los derechos reservados bajo la Ley Internacional de Derechos de Autor. El contenido y / o la cubierta no pueden ser reproducido total o parcialmente en cualquier forma sin el permiso por escrito del autor.

Correo electrónico: [e-mail]

Sitio web: www.triciamorrison.com

Teléfono: (49) 030 28601042

Dedicación

A mi hijo, Livingston,

Me enseñaste la verdadera responsabilidad y lo que significa amar incondicionalmente.  Has despertado impulso y propósito en mi vida de nuevo.  Me motivas a diario y traes alegría, fuerza y ​​felicidad a mi vida. Estoy agradecida de tenerte, mi amor.

Contenido

Prefacio..............................................................................................  7

INTRODUCCIÓN................................................................................. 12

CAPÍTULO UNO.................................................................................. 14

Los años de la infancia agridulce................................................... 14

CAPÍTULO DOS.................................................................................. 21

Los brillantes secretos de la resistencia.......................................  21

CAPÍTULO TRES................................................................................  27

Asuntos de familia........................................................................  27

Lecciones......................................................................................  30

CAPÍTULO CUATRO...........................................................................  33

Sucesos traumáticos.....................................................................  33

Abuso Sexual................................................................................  34

Muerte de mi padre.......................................................................  35

CAPÍTULO CINCO..............................................................................  39

Mi espiritualidad............................................................................ 39

CAPÍTULO SEIS.................................................................................  44

La supervivencia del más apto....................................................... 44

La escuela secundaria.................................................................... 44

Colegio y edad adulta.................................................................... 50

CAPÍTULO SIETE................................................................................ 55

El maestro..................................................................................... 55

CAPÍTULO OCHO................................................................................ 60

Dentro de Europa........................................................................... 60

CAPÍTULO NUEVE.............................................................................. 66

La vida en Berlín...........................................................................  66

Universidad Libre de Berlín...........................................................  77

CAPÍTULO DIEZ................................................................................. 79

Hacia el futuro............................................................................... 79

CONCLUSIÓN..................................................................................... 85

Prefacio

En diciembre de 2017, me quedé oficialmente desempleada, así que decidí que iba a enseñar inglés por cuenta propia a tiempo parcial, lo que automáticamente significaba que dependería del Sistema de Asistencia Social del Gobierno alemán para sobrevivir, ya que no ganaría suficiente dinero para vivir apagado.  Esta situación causó que muchas emociones me envolvieran, pero la más dominante de éstas fue un sentimiento de atrapamiento, ya que me había declarado independiente del sistema de ayuda social dos años antes.  Por lo tanto, sentí que mi vida retrocedía en lugar de progresar. Esta situación me obligó a cuestionar el núcleo mismo de mi existencia.

¿Por qué me fui de Jamaica? ¿Por qué he estudiado durante tantos años? ¿Por qué creo en Dios? ¿Cuál es el propósito de mi vida?  La verdad es que me sentí frustrada y enojada.  Siempre he sido una buena deportista , una ciudadana modelo en Jamaica, una buena inmigrante en Berlín, una gran trabajadora, libre de drogas, libre de enfermedades, útil, esperanzada, además de una miembro activa y colaboradora de mi comunidad y sociedad.  Para colmo, he hecho todo lo que el sistema alemán requiere para que una persona se convierta en un miembro integrado de la sociedad.  Entonces, ¿qué estaba pasando y por qué me sentí atrapado?  Una cosa era segura: No podía permanecer en un estado de frustración e ira.  Esto eventualmente habría llevado a un montón de otras emociones negativas y quejas, que definitivamente no traerían ayuda ni me impulsarían, así que tuve que salir de ese estado.

Tuve que hacerme algunas preguntas cruciales que habrían llevado a decisiones cruciales que trazarían el curso de mi futuro.  ¿Acepto la mano que me ha dado la vida? ¿O continúo la vieja y buena lucha de vencer las probabilidades que se me imponen? La opción más fácil de hacer en esta situación como inmigrante negra, madre cansada y soltera que vive en Berlín es aceptar la situación actual.  Después de todo, tengo un permiso de residencia; y mis necesidades básicas de comida, vivienda y ropa están siendo atendidas por el sistema de asistencia social del estado.  Incluso tengo un automóvil y puedo permitirme enviar 40 euros a Jamaica cada mes y, para colmo, si lo planifico realmente bien, podría permitirme ir de vacaciones de dos semanas cada dos años a un destino en Europa, El Caribe, o incluso en África.

Esto es genial. Definitivamente parece que no tengo ningún problema. Incluso podría decirse que soy una persona desagradecida porque muchas personas estarían muy agradecidas de estar en la posición en la que estoy hoy.  Entiendo completamente esta noción y, para ser precisos, nada está mal con las personas que están en peores posiciones y que aspiran a llegar a este nivel.  Sin embargo, para mí esto es inaceptable.  No puedo simplemente sobrevivir en esta etapa de mi vida, después de todo el trabajo duro, las luchas, las victorias y las derrotas que he experimentado. Durante los últimos siete años, he estado trabajando duro para encajar en la clase trabajadora alemana tratando de asegurar un contrato de trabajo permanente, pero todos mis esfuerzos han sido infructuosos.  Después de ser despedida de mi último lugar de trabajo, finalmente me di cuenta de que es muy poco probable que obtenga un contrato permanente que se adapte a mis calificaciones aquí en Berlín.

Pero, ¿cómo he terminado en esta posición y qué he hecho mal?  Después de terminar seis años y medio de educación universitaria en Jamaica y Berlín,  y pasar casi dos años aprendiendo alemán como segundo idioma; además de realizar numerosos cursos cortos y de capacitación, y haber trabajado durante cinco años como capacitado maestra en Jamaica y dos años como maestra de jardín de infantes en Berlín; ¿por qué no pude conseguir un trabajo permanente en Berlineven aunque se anunciaba que Berlín no tenía maestros de jardín de infantes?  Es fácil caer en la trampa de culpar y gritar cosas como: El sistema está configurado para que personas como yo fracasen, Es el mundo de un hombre, o Debería haber ido a otro país.

Pero simplemente no tengo la energía o el lujo de jugar el juego de la culpa. Mi objetivo era descubrir cómo salir de esta situación actual. Culpar, pensar en lo negativo y revolcarse en el arrepentimiento no me empujará hacia adelante.  ¿Qué o quién me hará continuar en un camino progresivo? Yo, yo y yo.  Primero, tengo que aceptar mi situación actual. ¿Dónde estoy ahora y qué puedo hacer para seguir adelante? ¿Por qué no crear mi propio trabajo?  No puedo ser silenciada, va en contra de mi ser interior. Yo soy una profesora; Tengo que enseñar si se me da o no una plataforma para hacerlo.

Tengo que recordar quién soy y qué moldeó los principios y la moral de mi vida. ¿De dónde saqué toda la energía y el impulso para hacer y lograr todas las cosas que he hecho y logrado antes?  Tuve que cavar profundamente dentro de mí hasta mi núcleo y revivir mi motivación intrínseca.  La verdad es que soy responsable del camino que tomará mi vida. Ya no soy una niña y ninguna variable externa me empuja o obliga a salir de mis circunstancias actuales.  En resumen, no soy responsable ante nadie. No tengo un mentor, un entrenador de vida o un terapeuta de empoderamiento.  Por lo tanto, tengo que ser mi propio entrenador de vida mientras ensayo constantemente la famosa cita del Dr. Martin Luther King, Si no puedes volar, entonces corre. Si no puedes correr, camina. Si no puedes caminar, gatea. Pero hagas lo que hagas, tienes que seguir adelante.

Esto no quiere decir que no tenga familiares y amigos que me apoyen genuinamente y que quieran que tenga éxito en la vida. Pero soy la más educada entre mis hermanos y en la comunidad en la que crecí.  Ya soy una gran productora, y debido al hecho de que vivo en Alemania, la mayoría de mis amigos y familiares de Jamaica piensan automáticamente que estoy lista, que estoy bien y que ya tengo éxito.  En cuanto a los pocos asociados cercanos que tengo en Berlín, todos están ocupados con sus circunstancias individuales y haciendo todo lo posible para manejar sus propias circunstancias de vida, que incluyen trabajo, familia, espiritualidad o falta de ella y conexiones sociales.  Por lo tanto, convertirme en la historia de éxito que siempre soñé cuando era niña y mantener mi cabeza por encima del agua es mi lucha personal.

Entonces, confrontada con mi situación actual, grité, me sentí enojada, frustrada, sin esperanza, e hice algunas culpas.  Pero luego sonreí y me reí a carcajadas al afirmarme a mí misma: No vine a Berlín para ser una estadística o para vivir de la ayuda social y sentir pena por mí misma. Después de todo, estoy bien entrenada por mi experiencia de vida para esta condición, así que adelante.

Crecí en la pobreza en la comunidad más desfavorecida de Maypen Clarendon, Jamaica, al ver a mi madre despertarse a altas horas de la madrugada para ir a vender productos simples en el mercado de la ciudad para proporcionar alimentos y necesidades básicas a sus cinco hijos. Muchos de los jóvenes que conocí creciendo murieron debido a la violencia armada, y la gran mayoría de las niñas se convirtieron en madres adolescentes y abandonadas de la escuela secundaria. He estado hambrienta, mentido, engañada y me dijeron que nunca alcanzaría ninguno de mis sueños. Tuve que huir y esconderme de los disparos durante la rivalidad entre pandillas en la comunidad en la que crecí. Me maltrataron, me dijeron que nunca abandonaría el gueto, pensé que nunca llegaría a la universidad o estudiaría en Alemania, entre otros. Cosas