Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

100 Años Para Un Sueño Americano
100 Años Para Un Sueño Americano
100 Años Para Un Sueño Americano
Libro electrónico958 páginas7 horas

100 Años Para Un Sueño Americano

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

En este libro usted encontrará las bases de una historia dura y verdadera de una humilde familia emigrante en busca de su destino. Alrededor de la columna vertebral de la historia familiar narraré nuestros principios y filosofía de vida, bases culturales, concepto de familia, la importancia de la religion, la necesidad del respeto a las leyes y la autoridad, el respeto y el amor hacia nuestros antecesores, la importancia de tener sueños y la actitud y fortaleza para llevarlos a cabo… En fin los distintos componentes de una escala de valores, que usada con convencimiento, equilibrio e inteligencia para cada situación, nos puede ayudar a transitar con honor y orgullo, el camino hacia nuestra felicidad y realización, tante en nuestra vida spiritual, como en nuestra vida material.
IdiomaEspañol
EditorialXlibris US
Fecha de lanzamiento22 mar 2022
ISBN9781664109247
100 Años Para Un Sueño Americano
Autor

Salvatore Gerardo Traficante

Hi, friends, thank you for giving me the opportunity to tell you a little bit about me, because this story will be written in first person and because you will know me much better with the reading of this book and the following that will complete the work. I was born in Potenza, Italy, and spent the first years of my childhood in Campomaggiore, then when my parents immigrated to Argentina, they took me with them and that is where I grew up, studied, formed my family, and above all, worked intensely since I was very small, with the aim of turning around a long history of deprivation. I received primary education at Domingo F. Sarmiento School, in Vicente Lopez. In high school, I had the privilege of receiving a scholarship in the ENET Henry Ford (Ford Motor Arg.), having the honor of being part of the first promotion of tecnicos mecanicos. Then I studied mechanical engineering at the UTN, and countless training courses in the technical and humanistic area. I had a scholarship in several areas of Ford Motor Arg., and I have worked in the engine plant in quality control, as well as in product engineering, in design. My spirit of freedom and independence led me to give up and found my own factory of auto parts, to which over time I have been adding other companies of different activities. I have always had the restlessness and the curiosity to travel and to know other cultures, to open the mind continuously to direct knowledge. In the year 2000, I made, of my own will, another great decision, that of immigrating again, this time to the USA, to close a circle that started with my grandparents 100 years ago! Salvatore Gerardo Traficante Buenos Aires, 2008

Relacionado con 100 Años Para Un Sueño Americano

Libros electrónicos relacionados

Biografías y memorias para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para 100 Años Para Un Sueño Americano

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    100 Años Para Un Sueño Americano - Salvatore Gerardo Traficante

    Copyright © 2022 por Salvatore Gerardo Traficante.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las personas que aparecen en las imágenes de archivo proporcionadas por Getty Images son modelos. Este tipo de imágenes se utilizan únicamente con fines ilustrativos.

    Fecha de revisión: 03/22/2022

    Xlibris

    844-714-8691

    www.Xlibris.com

    819283

    ÍNDICE

    Introducción

    Primera parte: LAS BASES

    Por qué, volvieron a Italia.?

    Por qué, Gerardo A. Traficante, volvió a Italia.?

    Orígenes de Campomaggiore

    Organización laboral

    ¿Cómo se pobló Campomaggiore.?

    ¿Cómo llegar…?

    Los Palacios de Campomaggiore

    Las clásicas puertas del Campomaggiore de antaño.

    La vida de mi familia en Campomaggiore

    Los años de la Segunda Guerra

    La vida de la familia Zito en Campomaggiore

    La boda de Michele S. Traficante y Anna Zito

    La iglesia y su relación con los niños, en los años 1940-1950

    La pasta o fideos, junto con el pan eran y son los alimentos básicos de los habitantes de Campomaggiore.

    Proverbios más usados en la cultura popular de Campomaggiore

    Algunos oficios y trabajos típicos en el pueblo

    Diferencia entre las emigraciones

    La ropa típica de Campomaggiore

    La familia

    Los medios de transporte en Campomaggiore

    Mi vida

    ¿Por qué comenzó la segunda emigración?

    El invierno

    Fiestas religiosas y conmemoraciones

    author.png

    Hola amigos, gracias por darme la oportunidad de llegar a uds., les cuento un poco sobre mi, pues en realidad me conocerán mucho mejor con la lectura de este libro y los dos siguientes que completarán la obra. Nací en Potenza Italia y pasé los primeros años de mi infancia en Campomaggiore, luego al emigrar mis padres a la Argentina me llevaron con ellos y allí es donde crecí, estudié, formé mi familia y por sobre todo trabajé intensamente desde muy pequeño, con el objetivo de dar vuelta una larga historia de privaciones.La escuela primaria la cursé en la escuela Domingo F. Sarmiento, en el partido de Vicente López, que tiene más de 100 años de antigüedad. La escuela secundaria tuve la suerte de poder cursarla becado en la E.N.E.T Henry Ford (de Ford Motor Arg.), teniendo el honor de haber formado parte de su primera promoción de Técnicos Mecánicos. Luego cursé estudios de Ingenieria Mecánica e innumerables cursos de capacitación en el área técnica y humanística.Fui becado en varias áreas de la planta industrial, he trabajado en la planta de Motores en el área de Calidad y en Ingeniería de Producto en el área de diseño.

    Mi espíritu de libertad e independencia me llevó a renunciar, y comenzar con mi propia empresa de autopartes, a la cual con el tiempo se fueron agregando otras empresas en diferentes rubros. He tenido siempre la inquietud de viajar y conocer otras culturas, para abrir continuamente la mente al conocimiento directo. En el año 2000 he tomado la segunda gran decision de mi vida, como es aquella de volver a emigrar, esta vez a Norte América, para cerrar un círculo que habían comenzado mis abuelos hace 100 años.

    Salvatore Gerardo Traficante

    La infancia en Italia

    Las bases

    INTRODUCCIÓN

    E n algún momento de la vida a todos nos llega la hora de concretar un proyecto o un sueño que teníamos en mente desde hacía tiempo y que por distintas razones fuimos dejando de lado.

    En mi caso se trataba nada menos que de escribir mi primer libro.

    Las razones de esta postergación fueron varias, entre ellas, vencer la inercia y el temor de no saber cómo empezar, o no ser capaz de hacerlo con la calidad y claridad de ideas con que lo haría un escritor o un filósofo. Y al hecho de saber de antemano que, si comenzaba, lo haría con toda la pasión y dedicación que pongo en lo que realmente quiero hacer. Y no sabía si dispondría del tiempo necesario para hacer toda la investigación y búsqueda, sobre todo en Italia, ¡¡acorde a la importancia que revestía para mí el proyecto que tenía en mente, pues me conozco bastante bien y sabía que no me iba a contentar con hacer algo a medias…!!

    En fin, los motivos –o los pretextos– se multiplicaban.

    Ya se sabe sin embargo que las cosas suelen presentarse más difíciles en la imaginación que en la realidad y en cuanto uno se atreve a iniciar su proyecto, las dificultades comienzan a allanarse y a tomar su verdadera dimensión, que en general no es la que tanto habíamos temido.

    Además, si no lo hubiera hecho, no sería yo, y menos aún ése al que siempre le inculcaron desde pequeño a no atemorizarse, a no tenerle miedo a nada, intentar hacer todo lo que en realidad tenga ganas, aventurarme siempre a más, mientras haga las cosas con honestidad, sin ataduras, y con plena LIBERTAD de pensamiento.

    Si en la vida no tratamos de tener audacia y valentía, llegaremos a la madurez, y cuando queramos mirar en retrospectiva el tiempo vivido, advertiremos que en realidad nos arrepentiremos de lo que no hicimos o no intentamos hacer, y no de lo que hicimos, aunque algo de eso no nos hayan salido todo lo bien que planeamos.

    En definitiva, sólo uno mismo es el responsable y el artífice de su propio destino, en base a las decisiones acertadas o no, conscientes o no, que vaya tomando a lo largo de la vida.

    Acepto correr el riesgo de que los amigos y lectores que tengan este libro en sus manos puedan juzgarlo con dureza, sea por excesivamente real, visionario o quizás anacrónico, o no compartan las ideas que vuelco en él… ¡Qué le vamos a hacer! Son los riesgos que se corren, cuando alguien sea quien sea, se anima a hacer algo fuera de la estandarización mental que nos quieren imponer últimamente. Y, además, creo que resulta claro que el fin de un libro como éste (o de los futuros…) no es polemizar, ya se trate de ideas o modos de ser y actuar. ¡¡Es lo que es…, y serán lo que deban ser…!!

    En definitiva, el libro tendrá su propia fisonomía. Y ÉSTA ES MI HISTORIA. Estas son mis vivencias, mis apreciaciones, mis experiencias y sobre todo lo que me han enseñado e inculcado en casa mis ancestros, en mis primeros años de vida.

    Cada lector dispone de la plena libertad de compartir o no, las ideas y las apreciaciones, tanto mías como de mis antecesores. Podrá aceptarlas, dejarlas de lado, o quizás aplicarlas, de acuerdo con sus propios principios y convicciones, a su verdad, a su religión, escala de valores y al contexto en el cual está inmerso.

    Como no podría ser de otro modo, el libro lo escribiré desde mi propia óptica, con total libertad de pensamiento, pues si invariablemente dejamos que nos invada el miedo, adelantándonos a los pájaros de mal agüero, y pensamos: no podré, no seré capaz, cuando en realidad ansiamos profundamente lanzarnos a encarar el proyecto, sea cual fuere, no cabe duda de que habremos fracasado antes de comenzar.

    Si no reconocemos nuestros deseos más profundos y dejamos que el miedo sea nuestro patrón de vida, jamás convertiremos en realidad nuestros sueños. Ya se sabe que el miedo es el más tremendo paralizante que existe. Si dejamos que nos domine, y por miedo al miedo, inventamos otros miedos, estaremos vencidos ya antes de dar el primer paso.

    No hay que permitir que esto suceda, porque esta vida es la única que tenemos y resulta demasiado corta como para reducirla todavía más.

    La consigna es no acumular temores, no dejar que nos invadan, sino atrevernos a ir al fondo de nosotros mismos e investigar qué es lo que está allí esperando ser descubierto. Es decir, lo que siempre quisimos y nunca nos animamos.

    No le temamos al riesgo, pues precisamente es él, el que nos excita y motiva. La emoción y la sensación del riesgo, es lo que logra que a personas comunes y corrientes se le despierte la adrenalina y se atrevan a emprender proyectos que nunca hubieran imaginado. No le temamos al riesgo, si realmente queremos triunfar. Con respetarlo, alcanza.

    Hay que desoír a los pesimistas y los que nunca se atrevieron a nada. Imaginemos que estamos en un teatro con todas las luces apagadas y nadie puede vernos, y con los oídos tapados para no oír las malas lenguas. No nos conformemos con ser uno más entre el público anónimo que está a oscuras, sino que busquemos nuestra luz y convirtámonos en los actores principales de nuestra vida, en nuestro propio teatro y con los actores que libremente sepamos elegir, para que nos acompañen de una manera u otra hasta el final de nuestros días terrenales.

    Si triunfamos, experimentaremos el placer de la victoria. Y si fracasamos, tomémoslo simplemente como una experiencia más, y una lección de vida. Y dispongámonos a volver a empezar. Y la próxima vez, la experiencia adquirida, nos acercará más a nuestro deseado proyecto.

    Intentemos acercarnos a nuestro verdadero yo. No tratemos de fingir ni autoengañarnos. Arriesguémonos a pagar el precio por sentirnos libres. La fuerza de nuestra verdad es la fuerza de nuestra LIBERTAD, pues éste es el sentimiento supremo que puede experimentar un ser humano dentro de la sociedad en que eligió vivir. Bien vale la pena.

    Nunca nos sintamos obligados a hacer algo que no queremos, pues terminaríamos arrepintiéndonos.

    Quien hace lo que quiere, y quien hace lo que no quiere, en cualquiera de los dos casos habrá de pagar un precio, pues en la vida nada es gratis y todo, todo se paga.

    ¡Ya que la vida es así, la elección es fácil, elijamos siempre hacer sanamente lo que realmente queremos hacer…!!

    Es imposible ser exitoso y no ser envidiado.

    Es imposible tener una novia linda y que nadie la desee.

    Es imposible ser famoso y disfrutar del anonimato.

    Es imposible vivir en el mejor lugar, con el mejor auto y no sufrir los efectos de los recelosos.

    Es imposible ser audaz y no ser tildado de irresponsable.

    Es imposible soñar y no ser considerado loco.

    Es imposible hacer las cosas honradamente y no ser considerado estúpido.

    Es imposible volar y no correr el riesgo de caer.

    Es imposible amar y no correr el riesgo de no ser amado.

    Es imposible dar y no correr el riesgo de ingratitud.

    Es imposible trabajar intensamente y no sentir el cansancio.

    Es imposible apostar siempre al triunfo, y a veces no errar.

    Es imposible ser leal y no sentir en ocasiones la herida de la traición.

    Es imposible ilusionarse y no experimentar jamás desilusión.

    Es imposible tener mentalidad y actitud de empleado y gozar de los beneficios del empresario.

    Es imposible tener mentalidad y actitud de empresario y gozar de los beneficios del empleado.

    Es imposible brindar los mejores esfuerzos en pos de un objetivo y que quienes nos rodean, muchas veces los ignoren.

    Es imposible tratar de hacer todo lo posible y a veces no sentir la incomprensión.

    Es imposible, sin apostar al triunfo, triunfar.

    Es imposible elegir el camino fácil y pretender resultados extraordinarios.

    Es imposible ser irresponsable y cumplir los sueños y las metas.

    Es imposible obtener resultados concretos, sólo expresando buenas intenciones.

    Es imposible malgastar nuestro tiempo y energías en objetivos vagos y por otro lado obtener y alcanzar metas concretas.

    Es imposible fantasear acerca del modo de pasarla siempre bien y por otro lado obtener resultados positivos en la actividad laboral.

    Es imposible siendo HOMBRE con todas sus responsabilidades y obligaciones, disfrutar de los beneficios y ventajas de las mujeres.

    Es imposible siendo MUJER con todas sus responsabilidades y obligaciones, disfrutar de los beneficios y ventajas de los hombres.

    Es imposible, después de cada fin, que no haya un nuevo comienzo, con nuevos sueños y más bríos.

    Es imposible soñar, si no nos dedicamos a soñar.

    Es imposible vivir y no correr el riesgo de morir.

    Es imposible vivir siempre atemorizado y pretender vivir en plenitud.

    Esas fueron siempre, y lo serán, las dos caras de la misma moneda. Entonces, ya que es así, y al margen de lo que haga siempre habrá una cara positiva y una cara negativa, ignoremos ésta, y simplemente concentrémonos en nuestros sueños y proyectos. Dejemos de lado para siempre aquello de que, por miedo a equivocarme, es mejor que no haga nada. O peor aún, que, por miedo a morir, no nos atrevamos a vivir en plenitud. Nosotros y nadie más que nosotros, habremos de elegir en qué equipo jugaremos nuestra vida. Si elegimos el equipo de los ganadores, tendremos sus beneficios, pero deberemos sobrellevar sus luchas, y responsabilidades, la falta de tiempo, la acumulación de estrés, y aún pagar el precio de ser envidiados, vilipendiados, porque muchos querrán destruirnos por resentimiento, o simplemente por ser nosotros ganadores y ellos no.

    O podemos elegir jugar nuestra vida plácida y cómodamente, y sin excesivas responsabilidades, en el equipo de los perdedores, y entonces pagar el precio de los perdedores, es decir, continua frustración personal, porque nunca lograremos lo que queremos, y como justificativo de nuestros miedos e incapacidades, diremos que la culpa de nuestros males siempre es de otro.

    Los dos equipos tienen su pro y su contra, pues no es posible en la vida gozar de las mejores cosas de ambas posturas. O elegimos y tenemos actitud positiva y responsable. O elegimos y tenemos actitud negativa e irresponsable. Esto vale para cada una de las situaciones que nos toque vivir, ya sea amor, amistad, familia, negocios, trabajo, y la elección siempre será de nuestra exclusiva responsabilidad.

    Entonces la decisión es fácil, no tenemos nada que perder, y todo por ganar. Y ya que de todas maneras tenemos que pagar, paguemos por lo que realmente queremos, y no por una opción a la que sólo nos haya conducido el temor y la negatividad.

    Para ser dignos de la aventura de vivir, en cualquier nivel social en que estemos, y al margen de dónde hayamos partido, vivir con mayúscula es la más excitante de todas las aventuras que Dios ha puesto en nuestras manos. Él quiere que la usemos y administremos en la mejor forma, hasta el día en que nos llame a rendir cuentas, por lo que hemos sido capaces de hacer, con los elementos que puso en nuestras manos y a nuestro alcance.

    Cuanto menos nos ha dado, y más lejos hemos llegado (tanto en el ser, como en el tener…), ¡¡más grandes serán nuestros méritos y nuestra propia satisfacción personal…!!

    Teniendo entonces como base estos principios, ¿por qué no dejar fluir los recuerdos y los sueños que fuimos acariciando a lo largo de la vida en la búsqueda de la propia identidad. Una identidad que, como tal, a veces es nebulosa, o sumamente contradictoria, otras veces transparente y diáfana, otras, compleja y agitada, y otras, como quisimos que fuera…

    Lo mismo ocurre con la realidad que nos rodea, con la cual a veces estamos integrados y a veces disociados, de acuerdo con el estado de ánimo en que se encuentre nuestro yo interior y su visión de lo exterior, y de la fuerza que tengan las señales que enviamos o recibimos del mundo que nos rodea; de cuan coincidentes sean o no, con los sentimientos y la visión de quienes nos rodean o de quienes influyen en nuestra óptica de la vida. Tantas veces, aunque nos empeñemos en transmitir nuestra más profunda esencia, ésta pareciera caer en saco roto.

    Cuando aparezcan esas vivencias, es cuando más fuertes deberemos ser para proteger nuestro yo profundo, para no dejar de ser nunca nosotros mismos, a pesar de las desilusiones de la cruda realidad, y aunque se cumpla aquello de que la única verdad es la realidad. Cuando tengamos la evidencia de que no vamos a poder cambiarla, habremos de adoptar una actitud positiva e inteligente, aceptando la nueva realidad y tomándola como nuevo punto de partida. Una realidad con la que habremos de convivir en adelante y amalgamarla a nuestro ser, aceptándola como una experiencia más, y tratando de convertirla en fortaleza.

    Y seguir en el camino de la búsqueda continua de la propia verdad, de nuestro ser más profundo, y de nuestra verdadera escala de valores.

    A veces tendremos que hacer oídos sordos a los pájaros de mal agüero, a los pesimistas y sobre todo a los desagradecidos y envidiosos, si queremos seguir en nuestro camino hacia la meta que nos propusimos.

    En la medida en que alcancemos un equilibrio entre nuestras fuerzas interiores –fácilmente detectable en la medida que sintamos que estamos en paz con nosotros mismos y con nuestra conciencia– y el convencimiento de seguir en el camino prefijado sea cada día más fuerte, nos acercaremos más y más a nuestra auténtica identidad y al verdadero conocimiento de nosotros mismos, como punto de partida de todo lo que nos propongamos hacer en nuestra vida.

    Cuanto más crudamente nos conozcamos y sepamos de dónde venimos y de quiénes venimos, sin mentirnos ni engañarnos, más claro aparecerá el rumbo que debamos tomar, y más fácil será vivir libre y espontáneamente con la mayor dignidad posible. De ese modo podremos ir superando y eliminando los miedos y la mayoría de las eternas dudas que asaltan a los seres humanos cuando tienen que enfrentarse a la toma de decisiones y no saben qué hacer…

    Frente a las alternativas, tras analizarlas lo mejor y lo más rápidamente posible, pongamos el foco en una de ellas –en la que más nos convenza– y… adelante con pasión, decisión, perseverancia, y ganas de concretarla exitosamente. Pues si seguimos contemplando todas las alternativas durante demasiado tiempo, pasará el momento, se irán de foco y terminaremos por perderlas todas.

    Aún para los mejores tomadores de decisión, es cierto que la decisión infalible no existe. Todas conllevan su cuota de riesgo. Cuando tomemos una decisión, sea cual fuere, nunca tendremos el cien por ciento de seguridad de acierto, por el simple hecho de que en toda decisión se corre algún riesgo, ya que adoptamos algunas cosas y dejamos otras de lado.

    Una vez que la decisión se tomó, no hay vuelta atrás. No sirve lamentarse ni arrepentirse en caso de que no haya sido la mejor, pues a esa altura, ya el escenario cambió y la oportunidad desapareció.

    Por eso es tan importante que nos conozcamos real e íntimamente, sin mentirnos, para saber quiénes somos y qué queremos en realidad en cada momento y en cada circunstancia de nuestra vida, en cada detalle. Si logramos este real conocimiento de nosotros mismos y actuamos en consecuencia con firmeza y honestamente, habremos descubierto que no hay nada más fundamental y grandioso que conocernos en profundidad, con fortalezas y debilidades. Eso nos permite saber lo más aproximadamente posible que es lo que podremos lograr y que es lo que no podremos lograr en el curso de nuestra existencia, procurando mantener la coherencia entre lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos.

    Así habremos superado aquella afirmación que sostiene que aquel que se olvida y no conoce o no quiere conocer su pasado, será alguien que seguramente no tendrá un buen futuro.

    De ninguna manera significa que debemos quedar anclados al pasado, que es imposible cambiar. El único modo de cambiar lo que mañana será pasado, es hacer algo distinto y mejor por el presente de hoy.

    Para lo único que sirve conocer el pasado, es para utilizarlo como base para mejorar el presente, en función de un futuro más venturoso. Hemos de acostumbrarnos a decidir continua y rápidamente, confiando en nuestros propios instintos, y nuestra capacidad de análisis y concreción. Entonces advertiremos que, en definitiva, también la toma de decisiones y la adquisición de conocimientos –que es interminable– hace honor a aquello de que cuanto más sé, más me doy cuenta de que no sé nada. Es un entrenamiento, y como tal, cuando tengamos los necesarios conocimientos contaremos con más posibilidades de éxito, que sin lugar a duda es lo que busca todo ser humano, en todos los órdenes de la vida. Esto lo desea para él y para los que ama, tendiendo siempre a equilibrar tanto las necesidades materiales, como lo que requieren los sentimientos, de acuerdo con su escala de valores y a lo que en definitiva lo haga realmente feliz.

    Decidir, siempre decidir. Ésa es la gran diferencia entre los triunfadores y los que no lo son. La toma de decisiones. Hacer, siempre hacer, tanto en la vida espiritual y amorosa, como en la vida material, pues las continuas indecisiones, la falta de iniciativa y coraje, unidos al conformismo, lo que lograrán es aplastarnos anímica y emocionalmente, haciéndonos sentir cada vez más miedosos e inútiles, desperdiciando nuestra vida en aras de la nada.

    No esperemos que los demás hagan las cosas por nosotros y cumplan con nuestras obligaciones, pues nos quedaremos esperando, nosotros somos los que deberemos estar siempre empujando para que sucedan, pues nada sucede porque sí o por arte de magia, todo es consecuencia de todo y cada uno es responsable de lo que le pasa y de lo que le deja de pasar, de acuerdo con sus responsabilidades y a sus irresponsabilidades.

    Lo mismo sucede con los conflictos que se van presentando en el camino. Para enfrentarlos, se requiere que vivamos intensamente nuestra existencia, según nuestra escala de valores. De ese modo nos conoceremos más a nosotros mismos y al mundo que nos rodea, con sus virtudes, defectos y sus reglas de juego. Todo esto nos dará una visión más certera en vistas al futuro. Trataremos de no volver a cometer los errores del pasado, ya sea por nosotros, o por quienes nos precedieron. Ya sabemos que los escenarios cambian continuamente y las situaciones y vivencias son absolutamente irrepetibles.

    Por eso, lo único que podremos hacer es prepararnos y entrenarnos lo mejor posible en la toma de decisiones, para que cuando los escenarios y las situaciones cambien, estemos listos para hacerles frente en el menor tiempo posible. Y si nos toca empezar de nuevo, sepamos que forma parte del juego de la vida, en la cual no somos dueños de nada, más que de lo que llevamos puesto, preparación, decisión y coraje.

    Con la óptica que debería darnos la distancia y los años vividos, parecerá que todo ha sido un juego en la nebulosa de la vida… ¡o será que en realidad es un juego! y el ser humano más arriesgado e imaginativo, quiere llevarlo al límite para poder conocerse más y más a sí mismo. Averiguar cuánto puede y reconocer cuán excitante es poder.

    Cuanto más difícil, mejor, pues mayor será la satisfacción de haber alcanzado la meta. Y como está entrenado, en ese mismo instante, su imaginación y su fantasía ya le estarán fijando una nueva meta. Y esto llega a ser un juego y un sentimiento increíblemente vigoroso para la creación. Si estamos dispuestos a llevar adelante en la realidad, todo lo que somos capaces de soñar y querer con alma y vida, y pagar el precio para alcanzarlo, pues nada es gratis…

    A partir de entonces ya nada es solamente imaginable, sino que todo pasa a ser realizable. Sólo hace falta encararlo con convicción y entusiasmo, con una actitud positiva y determinación. Y hasta nos parecerá, embarcados en este juego de la vida, que podemos llegar a sentir lo intangible, es decir, palpar que lo que nos imaginamos, lo estamos ya tocando. Imaginar lo que antes era invisible, aún a nuestra mente y vernos en posesión de eso. Significa, nada menos que llegar a conseguir, en todos los aspectos de la vida, lo imposible.

    Si somos capaces de administrar la vasta energía que nos da, tanto el éxito como el fracaso –ya que uno no es más que la contracara del otro– si los encarrilamos por el camino adecuado, de nuestra auténtica escala de valores y de los sentimientos perdurables que no debemos perder a lo largo de nuestra vida. Esto, aunque a veces nos duela, nos lastime, mine nuestras fuerzas, y nos lleve al límite de la resistencia como seres humanos.

    Pues en definitiva ¿qué es la vida? ¡¡SOLO SENSACIONES…!!

    Si estoy convencido de que todo es posible en caso de que realmente lo quiera, y lo importante es hacer, hacer y hacer… ¿por qué no escribir un libro, si eso es lo que profundamente deseo? ¿Por qué no? Aunque nunca lo haya hecho…, aunque cometa errores…, eso es secundario, frente al hecho de no intentarlo.

    Juega a mi favor, el ser muy crítico y severo conmigo mismo y además porque creo ser un muy buen observador de la historia y de sus personajes, buen analista de las vivencias de otros, de los éxitos y fracasos de otros, de los que puedo sacar experiencia. Todo eso contribuirá (por supuesto tratando de ser siempre lo más lógico y con sentido común) a que sea lo más incisivo, pero lo más equilibrado posible en la apreciación de las actitudes y acciones de los demás. Éstas, junto a mi propia experiencia –a mis aciertos y errores– me ayudará y me guiará para expresar lo mejor posible en esta historia de vida, las enseñanzas, sacrificios, ejemplos, sueños, frustraciones y éxitos de los actores principales, ¡los integrantes de mi familia! Lo cual le dará el enorme valor del sentimiento en toda su profundidad.

    Entonces, manos a la obra.

    Pues más que llegarme la hora, me llegó la íntima necesidad de hurgar en el baúl de los recuerdos, en busca de los orígenes y las vivencias mías y de mis antepasados, para dejarlas por escrito.

    Es nuestra historia, tanto mía como de los que me precedieron, especialmente mis padres y mis abuelos.

    Al hacerlo, tengo el ferviente deseo que los que me sucedan, experimenten las mismas ansias que tengo yo de transmitirlas a sus descendientes. Es el modo de que ellos puedan tomar, de acuerdo con su libre albedrío y mejor entender, las experiencias de sus antepasados y usarlas en su propio beneficio, tratando de ser cada vez más libres, fuertes, optimistas, luchadores y por sobre todas las cosas, cada vez mejores personas.

    Para esto, interesa tener la intención de mantener siempre la unidad familiar en torno a nuestra escala de valores, la que se irá desgranando y entendiendo a lo largo de la lectura de este libro. Es la misma escala de valores que nos viene de los que nos precedieron, y a quienes tanto sacrificio costó mantenerla a través de los años, por lo menos hasta mi generación.

    Y que, a pesar del paso del tiempo, pienso que, sigue siendo tan actual como antaño, aún si a veces, por propia conveniencia, algunos dicen que no tiene ningún valor en los tiempos modernos y que forma parte de un mundo que ya no existe.

    Es cierto, ese mundo ya no existe, ¡¡pero también es cierto que hay verdades que eran verdades en la prehistoria, en la época de Aristóteles, Julio Cesar, Napoleón, Reagan…, ¡¡y siguen siendo verdades en el siglo XXI…!!

    Argumento ese, que cae por tierra, cuando realmente pensamos con el corazón y la mente, no ya sólo en nosotros, sino en lo que creemos lo mejor para la vida futura de nuestros hijos y nietos. Lo cierto es que cuando pensamos en ellos ya no podemos autoengañarnos y esconder las verdades, por lo tanto buscamos realmente lo mejor y lo más correcto, pues la vida de ellos es nuestro futuro.

    Así, pensando en lo que les pueda pasar a ellos en su vida, debemos separar perfecta y sinceramente lo que nos conviene, de lo que realmente está bien. Si coinciden, bienvenido sea.

    Si elegimos el camino de defender con sinceridad la auténtica escala de valores, separando con cuidado la paja del trigo, no cabe duda de que habremos optado por un camino mucho más difícil de transitar, que, si nos dejamos deslizar por la pendiente que eligen los permisivos, los ambiguos, los incoherentes…, donde la opción es no comprometerse demasiado, decir siempre que sí y seguir al rebaño, aunque eso nos lleve al precipicio.

    Se sabe que es más fácil decir sí que decir no, a los continuos requerimientos. No contradecir nunca para no quedar mal. Estar bien con Dios y con el diablo, no poner límites a nadie ni a nada. Expresar invariablemente buenas intenciones y echarle la culpa siempre a otros por las propias falencias, sin proponer algo concreto acerca de cómo llevar a cabo los sueños o las ideas, siempre será más fácil, menos comprometido y riesgoso, que si nosotros tomamos la responsabilidad y el riesgo…

    Este libro debería haberlo escrito en vida de mi madre, pues ella contaba con un rico venero de recuerdos y vivencias, con la precisión que tienen las personas que sufrieron cada uno de los momentos de su existencia. Por eso, a esta clase de seres humanos con tanta fortaleza de espíritu, nunca se los ve quebrados ni vencidos. Quizás porque en el fondo de su espíritu, invariablemente piensan que con dedicación y esfuerzo, si realmente uno desea algo, con certeza lo logrará.

    La idea de que algo no podrá lograrse es en sí misma, un impedimento insalvable. Quien así piense antes de dar el primer paso, ya está vencido desde el inicio, y no cabe duda de que nunca logrará su objetivo.

    Es posible que inconscientemente, y debido a los enormes sufrimientos y privaciones que padecieron en su vida, tanto mis abuelos como mis padres, trataron de enseñarme a ser espiritualmente fuerte. Así podría ser capaz de enfrentar los malos momentos y los posibles fracasos, tratando de convertirlos –sin tener vergüenza– en simples experiencias de vida. Que éstos no nos hicieran perder nunca, ni la visión, ni el coraje para afrontar la vida, ni la determinación en el momento de tomar decisiones, ni la capacidad de ser sensibles a nuestros sueños más preciados, y conservar permanentemente la fe en nuestra propia capacidad de concretarlos con éxito.

    La abuela Teresa, con su enorme capacidad de diálogo, profundo y convincente, fue la principal responsable de haber sembrado en mi mente desde que era chico, tantas cosas, tantas verdades… muchísimas de las cuales han requerido años y años hasta comenzar a germinar. Pero todas han ido apareciendo en cada momento preciso. A pesar de que ella no llegó a ver germinar ninguna, estoy convencido de que está sumamente feliz al ver que tanto amor y dedicación no fueron en vano, no cayeron en el desierto, si en tierra sumamente fértil y deseosa de crecimiento personal.

    Estas vivencias transmitidas desde mis abuelos hasta mí, por supuesto pasando por mis padres, han hecho que mi vida, desde mis deseos y punto de vista, sea por demás cambiante, llena de vicisitudes, apasionante, con ausencias, privaciones, lágrimas, frustraciones, desilusiones, encuentros, necesidades, orgullo, honor, coraje, amor, ganas de vivir, fuerzas, LIBERTAD… Ganas de descubrir nuevas sensaciones, nuevos desafíos, nuevas amistades, cosas dejadas, cosas por descubrir, principios, nuevos horizontes, sorpresas, vida familiar, proyectos, sueños, logros… en fin, una vida llena de vida…!!

    Y es ésta la mejor sensación entre todas, pues si pasáramos por nuestra corta existencia y no hubiéramos amado, sentido, disfrutado, sufrido, gozado, todas o la mayor parte de estas sensaciones, querría decir que no hemos vivido. ¡¡Y lo peor que nos podría pasar en la vida… es no vivir…!!

    Si entendemos aproximadamente cómo funciona la vida y aprendemos de sus lecciones, nos daremos cuenta de que es demasiado sencilla y apasionante, como para dejar de vivirla en plenitud, con todo lo bueno y lo menos bueno que conlleva, Y lo que en definitiva logrará es hacernos más fuertes, precisamente para eso… para la aventura de vivir.

    Con todo este bagaje, que llevo cargado desde siempre en mis dos mochilas, la de las cosas buenas y la de las cosas no tan buenas, trataré de hilvanar una historia, que en definitiva es mi historia y que, de todas, sin duda es la que mejor conozco.

    Esta será la historia de una familia emigrante, poco más o menos como tantas otras familias de nuestro pueblo, o de pueblos parecidos al nuestro, a quienes las circunstancias de la vida han llevado a dejar su lugar de origen, transformándose a veces en eternos viajeros en busca de nuevos horizontes, sin echar raíces en ningún lado.

    Sus profundos y emotivos sentimientos están expresados en las siguientes canciones del emigrante, que me han facilitado en mi pueblo, la primera en italiano y la segunda en nuestro dialecto:

    Ti saluto, paese mio!! E’giunta l’ora, ti lascio vado via. Ma che colpa ne ho io, se qui non c’é lavoro? Il lupo esce dal bosco sospinto dalla fame, io m’allontano per guadagiarmi il pane. Porto nel cuore tutti i bei ricordi: La tua bellezza. La freschezza d’aria che ancora oggi si respira su questa fragile collina. Nelle mie valige ho sistemato: usi, costumi, le belle serenate, l’armonia domenicale delle strade. Parto, paese mio, con la speranza di non dirti : Addio.

    Ah, se sapisse come chiange o core, lassú u paise ié tanta luntane, sbatteno attorno senza chiú o calore de amici, de parinti e de paisene. Te facivi na bella cameneta a’via d’a cava, all’albero d’argento addó i suspiri de li nnammurete movene e fronne e l’albero ie cuntento. Se vai pu corso, a piazza Zanardelli sop u segrato, a via d’u camposanto ié tutto na delizia, ia tutte belle, ié na consulazione a tutte quante. Poi c’é u paise vecchie, n’ce a’Serra, a’ via d’a croce, sopa a la capella, nuie da uaglioni dá facimme ‘a guerra, so cose ca lu timp non cancella. Te puie scurdá l’addore d’e ienestre e a specialitá de Cammasciore? Ié robba nosta si, chedda menestre fatta d paparul e pmmdor. E i gnummiridd’? Sint che profumo! Che gas! stanno propio i carvun; a piazza e o’ corso só chini de fum, peglie nu spito e i magne a uno a uno. Vide u’ passeggio de ste uagnastredde; che se dice, Cicci? Felí, che fei? Camí, iamene a fe na passgget, pegliet u bun iurn quann ll’eie. C’é n’aria fin m’inz a sti muntagna, come a nu zito frisc t’accarezza, e minz a tanta gioia sint o’lagno di chi l’anna lassé tant ricchezz. Aggiri o’ munn senza truvá pace; se n’ce fosse u lavoro sop o’posto. Pé guadagná nu solto che se face... Abbasta la metá, ma a casa nostra. Quanno venimm ent’a u paise, che pecca iurne di libertá, assemegliene ai giargianes, son chi, on lí, o ies, o ia. Se n’cera a fatiche e chi s muvev? Ma l’emigrante chi o’vol fé? Ne confessem, mo, nnant a Dio: Nisciun u paies lu vol lassé.

    En el caso particular de nuestra familia, que ha emigrado tantas veces, posiblemente todavía está en la búsqueda de su destino. Y quizás en esa búsqueda, concluya por pensar, que sólo en la aventura de buscar consiste la aventura de vivir, que va amalgamando vida y experiencias propias y ajenas, para la formación del propio destino.

    1 …: Mis abuelos Antonio Zito y Teresa Molfese, de Italia emigraron por separado a USA.

    2 …: Antonio y Teresa, se conocieron en Nueva York y se casaron.

    3 …: Luego volvieron a Italia sin hijos.

    Sus hijos; Basileo, Filomena y Anna nacieron en Italia.

    4 …: Gerardo A. Traficante, emigro de Italia a USA, luego volvió soltero a Italia.

    5 …: Se caso en Italia con Anna Elefante, y tuvieron alrededor de 10 hijos, de los cuales sobrevivieron 4; Giuseppe, María, Michele y Nicola.

    6 …: Michele y Anna se casaron en Italia y nació Salvatore Gerardo. Luego emigraron a Argentina.

    7 …: María se caso en Italia con Paolo Mancuso, tuvieron tres hijas; Raffaela, Annina y Antonieta. Luego emigraron todos a Argentina.

    8 …: Giuseppe emigro a Argentina, se casó con Rita Pignataro y tuvieron tres hijos: Gerardo Antonio, Anna María y Aldo.

    De los cuales Anna María y Aldo emigraron a España junto a su madre Rita.

    9 …: Salvatore Gerardo se caso con Liliana Bianchi y tuvieron dos hijos en Argentina, Marcos Alejandro y Romina.

    Luego emigraron los cuatro a USA.

    DIVIDIDA EN TRES ETAPAS

    En tres países distintos. Tres idiomas distintos. Tres idiosincrasias distintas. Tres estilos de vida distintos. Tres actitudes distintas frente a la vida. En fin, una intensa mezcla que dio origen a mi vida, que indudablemente, junto a los muchos viajes realizados a otros países, me ayudaron a no encerrarme en el pequeño mundo o zona confortable, que cada uno de nosotros busca y cree tener.

    Al contrario, yo traté siempre de abrir la mente y el corazón para ir entendiendo cada día un poco más, cómo funciona nuestro querido planeta, con todas las etnias que lo componen, sus historias, sus religiones, sus civilizaciones, sus distintas escalas de valores, con todos sus aspectos buenos y no tanto… tratando de entender e incorporar siempre a mi vida, lo mejor de lo que fui conociendo y de lo que iré conociendo, aunque indefectiblemente se vaya cumpliendo aquello de que cuanto más sé y más conozco, más me doy cuenta que menos sé y menos conozco.

    De cada uno de los países en que he vivido hasta ahora, he seleccionado alguna frase famosa, que aparece en mi memoria cada vez que pienso en ellos.

    1.jpg

    1. - LA INFANCIA, EN ITALIA. –LAS BASES–

    Representa las bases sobre las cuales me formé y el Amor que permanentemente debe tenerse y mantenerse por la tierra que nos vio nacer.

    Frase: Apritemi il cuore e dentro vi troverete scritto: ¡ITALIA! (Browning)

    2.jpg

    2. - LA JUVENTUD EN LA ARGENTINA. –LA VIDA–

    Que representa mi Vida, ya que, en ella, crecí y me desarrollé como persona y como empresario. Y fundamentalmente porque fue donde formé mi núcleo familiar.

    Frase: Si entre hermanos se pelean, los devoran los de afuera. (del libro Martín Fierro, de José Hernández)

    3.jpg

    3. - LA MADUREZ EN AMÉRICA (EL SUEÑO)

    Que representa, la concreción de un sueño, acariciado por nuestra familia durante un siglo, en la tierra de La LIBERTAD, La Democracia y Las Oportunidades.

    Frase: FREEDOM is not FREE

    ¡QUEDA COMO INCÓGNITA LA CUARTA ETAPA, PUES TODAVÍA NO SÉ DÓNDE SERÁ...!

    Esta historia y los lugares en que se desarrolla no pretende ser una investigación científica de fechas, ni de sitios, ni de su historia cronológica, ni de sus personajes, pues para eso ya hay suficiente y excelente bibliografía escrita tanto sobre los lugares recorridos, como sobre Campomaggiore. En efecto, especialmente de parte de quien fuera por muchos años su cura párroco, el señor Giuseppe Filardi. No hace falta volver a hacerla.

    En ella he podido corroborar algunos datos y hechos comunes a la historia que quiero narrar, y que me fueron contados, ya sea en el seno de mi familia, por mis abuelos, mis padres, mis tíos y aún mis primos mayores que yo, o en las largas conversaciones que he tenido con mis paisanos y amigos de Campomaggiore, a los que les estoy inmensamente agradecido por su paciencia, su interés y sobre todo, por el amor y la pasión que han puesto siempre de manifiesto cada vez que he acudido a ellos en busca de sus recuerdos, conocimientos y vivencias, ya sea propias o las referidas a la vida del pueblo y a mi familia en particular.

    Todo lo cual me ayudará a conformar el contexto apropiado, en el cual se desarrollaron la mayoría de los hechos y vivencias de mi familia en Italia.

    Este libro simplemente aspira a ser la recapitulación de mis memorias, las de mi familia y las de mis paisanos, con la particular visión y sentimientos que dan la distancia, y los cincuenta años que transcurrieron desde que me fui del pueblo hasta la presentación del mismo en sociedad. Aunque interiormente pareciera que nunca me he ido.

    No sé si porque las vivencias durante mi infancia han sido tan intensas que me han marcado a fuego, o por los continuos viajes de visita (ya sea con mi madre o con mi familia para festejar mis cumpleaños o las fiestas principales del pueblo), en una forma o en otra, o posiblemente por todas, parecería que tengo la película continuamente delante de los ojos.

    A lo dicho tenemos que agregar lo que he escuchado y aprendido permanentemente en casa de mis padres, y de la memoria de las personas que en ciertos casos me han ayudado gentil y desinteresadamente, aportando lo que ellos recordaban sobre los hechos y personas que han influido en mi vida y en mi escala de valores.

    Una escala de valores enraizada en ciertos principios que irán apareciendo y

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1