Mario Casas Un actor sin límites
Otro cumpleaños, otra muesca en el cinturón». A sus recientes 34, Mario Casas (La Coruña, 1986) se resiste a dar nada por sentado. «Anda que no me queda camino por descubrir», dice el actor, al que parece que, últimamente, la edad le ha empujado a reflexionar. «Reconocer la naturaleza de tus sentimientos lleva su tiempo. Forma parte del proceso de crecimiento. Supongo que es lo que vuelve especial el ir haciéndose mayor». Ahora mismo, sin embargo, asegura que le conciernen más que nunca los sentimientos de los demás: «No sé si lo llamaría generosidad. Es sólo que soy muy sensible. Nunca me ha gustado esconder mis emociones». Impone, claro, tener delante a un artista generacional, a un intérprete heroico y desafiante, a un... «¡Eh, eso son palabras mayores!», ríe, y frena en seco la retahíla de títulos que se ha ganado a lo largo de sus 15 años de singular carrera. «Es demasiado abrumador. Me resulta imposible pensar en mí de ese modo.
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