Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Prestos a responder: Lo que mi padre me enseñó sobre la vida y el hacer la diferencia
Prestos a responder: Lo que mi padre me enseñó sobre la vida y el hacer la diferencia
Prestos a responder: Lo que mi padre me enseñó sobre la vida y el hacer la diferencia
Libro electrónico279 páginas4 horas

Prestos a responder: Lo que mi padre me enseñó sobre la vida y el hacer la diferencia

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico


 



¡Usted puede marcar la diferencia!



 ¿Qué tal si las iglesias de EE.UU. pudieran alimentar cada persona hambrienta en sus ciudades? ¿Qué tal si tuviésemos los recursos para educar a cada niño en un ambiente donde se anima el respeto a Dios?  ¿Qué tal si pudiéramos crear empleos que capacitan a las personas y le dan a todos la oportunidad de ser de bendición a otros de la misma manera en que ellos han sido bendecidos?



 Como pastor, Matt Hagee reconoce que hay cosas en el mundo que necesitan cambiar y, como muchos jóvenes cristianos, él desea ser parte de la solución. Además, Matt ha recibido un rico legado de su padre--el pastor y autor de éxitos de ventas John Hagee--que incluye una sabiduría experiencial arraigada en sólidos principios bíblicos.



En Prestos a responder combina la pasión de la juventud con la sabiduría de las experiencias de su padre para proveer tanto inspiración y los pasos para cambios duraderos en cada una de las siguiente áreas claves:



Su vida personal




  • Sus finanzas 



  • Sociedad



  • Educación



  • Política




Usted puede marcar la diferencia si se compromete a hacerlo.  No importa quien sea, de dónde venga, o lo que esté pasando, el tiempo de la transformación ha llegado y estar presto a responder comienza en usted.   



 




IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento14 nov 2011
ISBN9781616385057
Prestos a responder: Lo que mi padre me enseñó sobre la vida y el hacer la diferencia

Relacionado con Prestos a responder

Libros electrónicos relacionados

Cristianismo para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Prestos a responder

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Prestos a responder - Matthew Hagee

    La mayoría de los productos de Casa Creación están disponibles a un precio con descuento en cantidades de mayoreo para promociones de ventas, ofertas especiales, levantar fondos y atender necesidades educativas. Para más información, escriba a Casa Creación, 600 Rinehart Road, Lake Mary, Florida, 32746; o llame al teléfono (407) 333-7117 en Estados Unidos.

    Prestos a responder por Matthew Hagee

    Publicado por Casa Creación

    Una compañía de Charisma Media

    600 Rinehart Road

    Lake Mary, Florida 32746

    www.casacreacion.com

    No se autoriza la reproducción de este libro ni de partes del mismo en forma alguna, ni tampoco que sea archivado en un sistema o transmitido de manera alguna ni por ningún medio —electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro— sin permiso previo escrito de la casa editora, con excepción de lo previsto por las leyes de derechos de autor en los Estados Unidos de América.

    A menos que se indique lo contrario, todos los textos bíblicos han sido tomados de la Santa Biblia, versión Reina-Valera, revisión 1960. Usada con permiso.

    Traducido por: Wendy Bello

    Director de diseño: Bill Johnson

    Originally published in the U.S.A. under the title: Response-Able

    Published by Charisma House, A Charisma Media Company, Lake

    Mary, FL 32746 USA

    Copyright © 2011 Matthew Hagee

    All rights reserved

    Visite la página web del autor: www.jhm.org

    Copyright © 2011 por Casa Creación

    Todos los derechos reservados

    Library of Congress Control Number: 2011929534

    ISBN: 978-1-61638-082-3

    E-book ISBN: 978-1-61638-505-7

    Contenido

    Prefacio de John Hagee

    Introducción

    Sección 1: Usted siempre puede responder

    Siete lecciones sobre responsabilidad personal

    1.1 Responda basándose en principios

    1.2 Las personas responsables son personas que se someten

    1.3 Declare la guerra al statu quo a nivel personal

    1.4 Dé gracias hoy y prepárese para mañana

    1.5 Invierta en otros de manera generosa

    1.6 Quizá pierda una batalla, pero no pierda la guerra

    1.7 Sea paciente…es por etapas

    Sección 2: Presto a responder a nivel social

    Siete lecciones que cambiarán

    el mundo a su alrededor

    2.1 Ponga las cosas en su lugar otra vez

    2.2 No deje de trabajar

    2.3 Arregle los cimientos

    2.4 Regrese al Libro

    2.5 Reconozca el lado natural de lo sobrenatural

    2.6 Nunca subestime el lado sobre de lo sobrenatural

    2.7 El valor de Sí, señor

    Sección 3: Presto a responder

    a nivel financiero

    Siete lecciones sobre responsabilidad financiera

    3.1 Acepte el gozo de trabajar

    3.2 Viva para dar

    3.3 Sea libre de verdad

    3.4 El derecho a represar

    3.5 Comience a ahorrar y a invertir: Deje de consumir

    3.6 No lo complique131

    3.7 ¿Depósito o extracción?

    Sección 4: Responder en la educación

    Siete lecciones que cambiarán

    el futuro de la educación

    4.1 Deje de entregar su autoridad a los de afuera

    4.2 Tome control de la escuela

    4.3 Es mejor tener victorias pequeñas a no tener ninguna

    4.4 Aprovéchelos mientras son jóvenes

    4.5 Implemente el poder revolucionario de la bendición

    4.6 Es un juego de halar y soltar, así que ¡hale duro!

    4.7 No se deje cercar

    Sección 5: Responder en la política

    Siete lecciones para marcar una diferencia política

    5.1 Un nuevo tipo de partido

    5.2 Una forma superior de gobierno

    5.3 Usted es lo que Él está buscando

    5.4 La acción política del Reino

    5.5 Una casa dividida

    5.6 Todavía vale la pena pelear la buena batalla

    5.7 La libertad absoluta no existe

    Epílogo

    Notas

    Prefacio

    MATTHEW HA ESCRITO un libro fabuloso con un título provocativo: Prestos a responder. Quiere decir que usted, como persona siempre puede dar una respuesta inteligente y justa en cada dimensión de su vida.

    Winston Churchill dijo: El precio de la grandeza es la responsabilidad.¹ Lo que le sucede a usted no es lo que determina su destino, ¡la manera en que usted responde a lo que le sucede es lo que lo edifica o lo aplasta!

    Si usted va a aprender el dominio propio…si va a convertirse en alguien total y completamente capaz de responder, comience por rendirse al gran Maestro.

    Salomón lo expresó de esta manera: Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad (Proverbios 16:32). La persona que puede controlarse a sí misma en cada circunstancia es presta a responder.

    Matthew abarca esferas de la responsabilidad personal, social, financiera, educacional, y política que enriquecerán y cambiarán su vida para siempre. Disfrute este libro con la brisa fresca que viene de la próxima generación.

    —JOHN HAGEE

    Introducción

    MÁS DE UNA vez me han dicho en mi vida que tengo alma de viejo en un cuerpo joven, y al mirar al mundo a mi alrededor, creo que esas palabras son más ciertas de lo que me gustaría reconocer.

    Yo he sido sin duda alguna el niñito de papá desde el día en que nací. En 1978 a los padres no se les permitía entrar a la sala de parto. Tenían que esperar afuera, caminando de un lado a otro nerviosamente hasta que la enfermera saliera para decirlos resultados: Es hembra o Es varón. El día de mi nacimiento mis padres llegaron al hospital a penas a tiempo para quitarse la ropa y poner las batas color verde claro antes de que la enfermera anunciara: ¡Con médico o sin médico es hora de que nazca el bebé!. Unos pocos minutos después, llegué al mundo y mi padre observaba por encima del hombro de la enfermera. El doctor entró por la puerta justo a tiempo para cortar el cordón umbilical. Los primeros brazos en los que me pusieron fueron los de mi papá y desde entonces hemos estado así de cerca.

    A lo largo de cada capítulo y página de mi vida, mi padre ha sido mi maestro, mi líder, mi defensor y mi amigo. Siempre me ha inspirado mucho más a través de sus acciones que por medio de sus palabras. Dicho de manera sencilla: él se comporta en base a lo que cree, y al hacerlo me ha inspirado a creer también. Mi deseo es que una vez que usted termine este libro, usted también crea.

    Quiero que usted crea en su capacidad de cambiar independientemente de que tenga las de perder. Quiero que crea que, aunque quizá usted no sea la causa de sus circunstancias, usted tiene el poder de influir en ellas. Quiero que usted crea que no importa quién sea, de dónde viene o lo que esté pasando, usted tiene la capacidad de responder al mundo que le rodea y afectar en gran manera la calidad de su vida en el futuro. Esa es la naturaleza del título de esta obra, Prestos a responder.

    Entre las lecciones más valiosas que mi padre me ha enseñado es considerar siempre lo que uno puede hacer en lugar de concentrarse en lo que no puede. Cuando uno absorbe todo lo malo del mundo que le rodea, es fácil creer que los problemas son tan grandes que no hay nada que se pueda hacer. Ese sentido abrumador de desesperanza puede en realidad crear un nivel de comodidad porque, a fin de cuentas, ¡los problemas del mundo son tan grandes que usted no puede ser responsable de ellos!

    A mí me han enseñado lo contrario. Cada uno de nosotros tiene una medida de responsabilidad a cierto nivel. Usted debe responder de manera física, financiera, social, emocional, o espiritual a lo que sucede a su alrededor, de modo que, a medida que se desarrollen, usted desempeñe su papel como agente de cambio y mejoría. «No es culpa mía» nunca ha sido una excusa adecuada y solo lleva a callejones sin salida, pero cuando usted llegue a la última página de este libro, creo que verá por qué usted es la persona que ha sido escogida para el desafío y sé que se verá impulsado a responder.

    Si su vida va por un camino que en realidad a usted le gustaría cambiar, puede cambiarlo. De usted depende cómo y cuándo cambiar las cosas, pero de cualquier manera es una cuestión de decisión suya. En sus manos está decidir su destino a menos que determine entregar el derecho a ese privilegio. Las circunstancias del momento pudieran no ser elección propia, pero la manera en que usted responda sí lo es. Así que creo que es natural preguntar: ¿Qué hará usted ahora?

    La pregunta ¿qué vamos a hacer? se hace a menudo, pero rara vez se resuelve. Se usa con relación a asuntos grandes y pequeños, y todo el mundo quiere saber: ¿qué vamos a hacer?.

    Las preguntas cotidianas:

    • ¿Qué vamos a hacer con la comida?

    • ¿Qué vamos a hacer le viernes en la noche?

    • ¿Qué vamos a hacer el domingo después de la iglesia?

    • ¿Qué vamos a hacer con la hipoteca?

    • ¿Qué vamos a hacer en cuanto al retiro?

    • ¿Qué vamos a hacer con los gastos de los niños para la universidad?

    • ¿Qué vamos a hacer con respecto al incremento en el costo de la atención médica?

    Las preguntas nacionales y globales:

    • ¿Qué vamos a hacer en cuanto a los gastos gubernamentales?

    • ¿Qué vamos a hacer con relación a la amenaza de terrorismo a nivel mundial?

    • ¿Qué vamos a hacer en cuanto a la economía mundial?

    Independientemente de cuán mundanas parezcan las preguntas cotidianas, o de cuánto nos pongan a pensar las financieras, las nacionales y las de nivel global, estas preguntas a menudo parecen responderse más fácilmente con la ya conocida respuesta: "Yo no sé. ¿Qué quieres hacer ?". ¿Qué trato de decir? Hasta que usted no esté dispuesto a asumir una posición de responsabilidad personal en su situación, no podrá determinar o lograr el resultado que está buscando. Siempre le dictarán las condiciones, y créame, hay muchos dictadores en el mundo buscando una oportunidad para controlar su futuro. El que puedan hacerlo o no, realmente depende de usted. Siempre que usted pueda responder, el resultado depende de usted.

    No existe una esfera de la vida que no requiera una respuesta. Tenemos que responder. Tenemos que responder políticamente. No podemos darnos el lujo de continuar abusando de las generaciones futuras de este país por lo que hoy parece popular y conveniente. Debemos tener el valor de dejar la mentalidad de derecho y adoptar un estilo de vida con integridad política.

    Con la respuesta adecuada en el gobierno, podremos entonces crear el cambio tan necesario en la economía. Desde que era muy pequeño mi padre me dejó bien claro que uno no puede gastar lo que no tiene. Quizá usted diga: Ah sí pero ¿y el crédito? Uno no gasta a crédito, pide prestado en base al crédito y lo que usted toma prestado lo hace en base a su capacidad futura de pagar lo que ha pedido hoy. En la actualidad hemos tomado prestado en base a nuestra fortuna futura en base al futuro de nuestros hijos y el de los hijos de nuestros hijos a un grado que deja a la mente perpleja cuando de calcularlo se trata. Quizá usted crea que tiene el derecho de agarrar una tarjeta plástica cuando cumple los 18 años y meterse en un hoyo del que nunca pueda salir, pero, independientemente de lo que ha visto hacer a otros, usted es responsable de su propio bienestar financiero y debe ser capaz de responder al asumir esta posición: Si no lo tengo, no puedo gastarlo.

    Cuando usted vive una vida responsable en el sentido económico, descubrirá que hay más recursos disponibles que le permiten afectar, cambiar y asumir la responsabilidad en otras esferas también. La respuesta número uno a por qué las personas no hacen más es por que no tienen más con qué hacerlo.

    ¿Y si las iglesias de los Estados Unidos tuvieran recursos suficientes como para alimentar a todos los hambrientos de sus ciudades? ¿Si tuvieran los recursos suficientes como para educar a cada niño que deseara aprender en un ambiente donde se fomentara el respeto a Dios en lugar de oponérsele, esquivarlo y reprimirlo? ¿Y si las iglesias tuvieran oportunidad para crear trabajos que capacitaran a las personas para cambiar las vidas de otros y así darle a todo el mundo la oportunidad de dar de la misma manera en que recibieron? Muchos de ustedes podrían pensar que un mundo así está más allá de la realidad. En las páginas de este libro quiero mostrarle que, mediante la responsabilidad personal y una respuesta adecuada, usted puede revolucionar el mundo que le rodea.

    Tenemos que poder responder en la esfera de la educación. Una de las afirmaciones más poderosas que he leído con relación a la educación fue hecha por un hombre autodidacta que obtuvo su educación al leer la Biblia en una cabaña de madera en Illinois. Abraham Lincoln dijo: "La filosofía de las aulas de hoy será el gobierno de mañana". Sin lugar a dudas, el sistema educacional de este país tiene que cambiar y es nuestra responsabilidad hacerlo.

    ¿Sabía usted que a los alumnos de escuela primaria de hoy se les habla de las deidades mitológicas griegas, pero se descuidan cosas como la lectura, la escritura y la matemática? Las universidades e institutos están lleno de alumnos extranjeros que vienen de países que a penas tienen el 10 por ciento de los recursos que nosotros tenemos y han venido a estudiar cómo transformar el futuro de sus naciones. Sin embargo, los alumnos nacionales desaprueban los exámenes de ingreso. Si miramos bien de cerca el impacto que el sistema educacional de este país ha tenido en el futuro de Estados Unidos de América ¡tendríamos que considerarlo un acto de guerra! A menos que respondamos, el futuro de nuestros hijos, su país y su mundo será un cambio del que seremos responsables.

    Espero que en este libro usted comience a ver cómo todas estas cosas están interrelacionadas. Son como las olas que se crean en un pequeño estanque cuando se tira una piedra grande. Al principio parece haber un poco de conmoción y luego los círculos se hacen cada vez mayores hasta que toda la superficie del agua se transforma. Entonces, ¿dónde está la roca que necesita conmocionar estas aguas? ¿Dónde está el agente de cambio que está esperando involucrarse? ¡Ese es su papel! Si vamos a cambiar nuestro mundo, nuestro país, nuestra política, nuestra economía, nuestra sociedad, nuestra educación, nuestra situación actual y la calidad de nuestra vida en el futuro, usted tendrá que meterse en el agua. Ha llegado el momento de que esta generación asuma la responsabilidad del mañana y la respuesta empieza por usted.

    Sección uno

    USTED SIEMPRE

    PUEDE RESPONDER

    Siete lecciones sobre

    responsabilidad personal

    AMEDIDA QUE APRENDO más sobre mi vida y observo cómo otros viven sus vidas, algo se hace muy claro: uno siempre puede responder.

    En 2006, mi padre dirigió la campaña para unir a los líderes cristianos de todo el país a favor del mandato bíblico de apoyar a Israel. En febrero de ese año se celebró la primera reunión de Cristianos Unidos por Israel (CUFI). Posteriormente en el verano, en el mes de julio, los más de cuatrocientos pastores y líderes que estuvieron en la reunión de febrero llevaron a más de tres mil personas a Washington DC para reunirse con senadores y congresistas y hacerles saber, en persona, que como ciudadanos estadounidenses con derecho al voto, nos preocupaba mucho el bienestar de la nación de Israel y que esperábamos su apoyo completo a nuestro aliado en el Oriente Medio.

    El éxito del evento, según todos los observadores, fue abrumador y de hecho sobrepasó las expectativas, pero para mí hubo un momento en esa primera cumbre de Cristianos Unidos por Israel que nunca olvidaré. Mi padre, junto con algunos miembros escogidos de la junta directiva, realizó una conferencia de prensa en el hotel Hilton. Allí estaban los miembros de los medios de comunicación de todas las organizaciones, tanto amigas como enemigas, y hacían sus preguntas que iban desde desconfiadas y acusatorias hasta investigativas y periodísticas. Yo me quedé sentado al fondo del salón para observarlo, como un hijo que veía a su padre hacer lo que siempre ha hecho, levantarse y hablar a favor de Israel.

    No pasó mucho tiempo antes de que hicieran la pregunta: Pastor Hagee, ¿por qué inició usted esta organización y cuáles son sus metas a largo plazo?. Mi padre comenzó a responder con una historia muy conocida para mí acerca de qué le hizo celebrar la primera Noche en honor de Israel, realizada en San Antonio, Texas, en 1981 luego de que el mundo insultara a Israel por su estratégico ataque militar al reactor nuclear de Saddam Hussein en Irak. ¿Se imagina a usted a cualquiera atacando a Saddam Hussein por representar una amenaza a la seguridad y el bienestar del resto del mundo?

    Yo tenía tres años cuando se celebró la primera Noche en honor de Israel, así que volver a escuchar la historia no fue una revelación trascendental en aquella tarde en particular. Mi padre siempre ha sentido pasión, tanto a nivel público como privado en nuestro hogar, por apoyar la niña de los ojos de Dios. La oración que me dejó sin aliento y me puso a meditar en los días siguientes llegó al final de la respuesta de mi padre al reportero, claramente hostil, del servicio de noticias Reuters. Después de haber explicado sus más de veinticinco años de apoyo incondicional a Israel, él terminó con estas palabras: Y siento que nací para este momento, aquí y ahora. Nunca olvidaré esas palabras. En julio de 2006 el Dr. John Hagee tenía muchos logros, de cualquier manera que se le mira, y no obstante, a pesar de todo lo que ya había alcanzado, de los papeles que había desempeñado, el servicio brindado en diversas esferas, a la edad de sesenta y seis años le escuché decir que por fin sentía que había alcanzado su propósito.

    Para mí esa fue una declaración de peso. Mi papá no dice cosas con el objetivo de crear un momento poético. Si él dice algo, lo dice en serio. Yo he visto todo de primera mano, en todos los ámbitos, todo lo que su trabajo ha logrado desde 1978 hasta ahora. El nacimiento del ministerio televisivo, que alcanza a millones alrededor del planeta; la redacción de más de veinticinco obras literarias que han llegado a las listas de más vendidos en más de una ocasión; la edificación de una de las mejores iglesias de EE.UU. que sigue creciendo y desarrollándose; eso sin mencionar la crianza de cinco hijos que todos están casados y tienen vidas relativamente exitosas. Esta breve lista no lo incluye todo, pero ofrece sencillamente algunas de las cosas que en mi mente le hubieran dado a mi padre, que entonces tenía sesenta y seis años, el privilegio de decir: Miren todo lo que he logrado. Me he ganado el derecho de disfrutar mi trabajo y descansar. Muchas gracias. Sin embargo, la respuesta que le escuché dar a aquel periodista de mente tan pequeña fue muy clara para mí. En la mente de mi padre él apenas comenzaba a cumplir realmente con su propósito. De más está decir que me dejó muy asombrado.

    Más tarde esa noche, en la habitación del hotel, recordé esas palabras una y otra vez, y de ellas saqué la lección que quiero compartir ahora con usted: Uno siempre es capaz de responder. Primero, considere que en 1981, mientras el mundo veía una atrevida acción militar en contra de un gran tirano y mientras los líderes mundiales se levantaron indignados, un pastor relativamente desconocido del sur de Texas se levantó para aplaudir de la única manera que él conocía. Algunos pudieron haber pensando: ¿Qué va a lograr con eso? ¿Qué diferencia podrá marcar?. Sin embargo, treinta años después, Cristianos Unidos por Israel, tiene más de 600 mil miembros y se vuelve más fuerte cada día. Además, considere sus acciones en 2006. A la edad de sesenta y seis años, cuando otros pudieron haber dicho: Ya hice todo lo que podía hacer, ahora que otro se encargue, él se levantó una vez más y llevó su apoyo a Israel a un nivel totalmente nuevo. Esa noche yo aprendí que los logros de la vida nunca están completos realmente.

    Independientemente de cuán conocida o desconocida pueda ser la persona, existe una serie de etapas que tienen un comienzo y una culminación, seguido de otro comienzo a medida que comienza un nuevo capítulo de la vida.

    Para ilustrar este punto, considere la etapa de la vida en la que yo me encuentro ahora mismo. Mi esposa, Kendal, y yo tenemos tres hijos preciosos y estamos inmersos en el proceso de criar una familia. Hannah tiene cinco años, John William tiene cuatro y Joel Charles celebró su primer cumpleaños hace unos pocos meses. Cada día que paso con mi joven familia es una aventura. No es cuestión de si nuestros hijos hacen algo, dicho de manera más

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1