¿Yo? Hija De Pastor
Por Febe E Rodriguez
()
Información de este libro electrónico
Es el anhelo de mi corazón animar a los hijos de pastores a que no solo veamos el panorama negativo de nuestro apodo, “Hijo de Pastor”, sino que entendamos que somos más que bendecidos al disfrutar de padres que son pastores y sirven a Dios con todo lo que son, y al cosechar las bendiciones que por ende nos llegan, pero lo principal es que debemos amar y servir al Dios de nuestros padres.
Muy pronto saldrá a la venta el libro “Divino Compañero del Camino”, que es una biografía del Ministerio de mi Padre. El señor Antonio Rivera González, escrito por el Doctor Juan Herrera.
Relacionado con ¿Yo? Hija De Pastor
Libros electrónicos relacionados
Nacida Para Sufrir Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¡Encadenados Para Ser Libres!: Conciertos De Oración En Cinco Continentes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna Fe Puesta a Prueba Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mujer real: Aprende a vivir libre, renovada y plena Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMaría, una madre para Jesús Calificación: 1 de 5 estrellas1/5From the Jungles to the Cathedrals: La apasionante historia de Juan Carlos Ortiz Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl ritmo de la vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Última Llamada: Tu mejor aventura va a comenzar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Historia de Mi Vida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEscogido Por Dios, Marcado Por El Sexo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMi Refugio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAl Final de la Carrera. ¡La meta espera por ti! Hebreos: 12:1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna Voz en el Desierto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSaliendo De La Oscuridad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConsuelo para el cristiano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos Rasgos Distintivos Del Carácter Cristiano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Qué significa para hacer las obras de Jesús? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViviendo Una Vida Plena en dios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Divinidad De Cristo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCaminando Por Fe Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas bendiciones de la gracia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMi Convicción Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl principio de la promesa: Una forma nueva de abordar la biblia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHacia lo desconocido: Siguiendo valientemente el llamado de Dios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Vida Real Que Dios Ha Dado Al Cristiano: Descubra El Dominio Auténtico Que El Padre Nos Ha Otorgado En Cristo Jesús Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRecíbelo Como a Mí Mismo: Un Comentario Sobre La Epístola De San Pablo a Filemón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGloria: ¿QuÉ quieres decir? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna casa llena de ventanas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAdopción Divina Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Amor que Vale para Todos los Dias Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Cristianismo para usted
Devocional en un año: Los lenguajes del amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un año con Dios: 365 devocionales para inspirar tu vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Te costará todo: Lo que Jesús demanda de ti Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Demonología: Guía de Todo lo que Querías Saber Acerca de los Demonios y Entidades Malignas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Jesús de Nazaret: Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Santidad de Dios Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Usos y costumbres de los Judíos en los tiempos de Cristo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Orando la Biblia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Comentario de los salmos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La oración es la clave del éxito Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Oraciones poderosas, resultados sobrenaturales: Cómo orar como Moisés, Elías, Ana, y otros héroes de la Biblia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La oración: Experimentando asombro e intimidad con Dios Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Textos fuera de contexto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Guía esencial de la Biblia: Caminando a través de los 66 libros de la biblia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Limpia tu mente Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cartas del Diablo a Su Sobrino Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Santa Biblia Reina Valera 1909 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Guerra Espiritual y el Derecho Legal de los demonios para Operar Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Búsqueda De Dios: Un Clásico Libro Devocional Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un año en los Salmos: 365 devocionales para animar tu vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El secreto de Salomón / Solomon's Secret: Encuentre la sabiduría para manejar sus finanzas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5No desperdicies tu vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los primeros cristianos: Un recuento bíblico e histórico Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Lo que me hubiera gustado saber antes de casarme Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El hombre espiritual Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Llamados a Servir: Una Guía Bíblica Para Desarrollar El Ministerio Cristiano Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Una mujer sabia: Principios para vivir como Dios lo diseñó Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Revolución sexual: Una mirada bíblica y científica Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Dios no tiene favoritos, tiene íntimos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para ¿Yo? Hija De Pastor
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
¿Yo? Hija De Pastor - Febe E Rodriguez
Copyright © 2020 por Febe E Rodriguez.
Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2020910963
ISBN: Tapa Dura 978-1-5065-3258-5
Tapa Blanda 978-1-5065-3260-8
Libro Electrónico 978-1-5065-3259-2
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.
Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no refle-jan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.
Las personas que aparecen en las imágenes de archivo proporcionadas por Getty Images son modelos. Este tipo de imágenes se utilizan únicamente con fines ilustrativos.
Ciertas imágenes de archivo © Getty Images.
El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser utilizada solamente bajo licencia.
Fecha de revisión: 03/08/2020
Palibrio
1663 Liberty Drive, Suite 200
Bloomington, IN 47403
812948
ÍNDICE
Prólogo
Capítulo 1 Mis Ancestroz
Capítulo 2 Mi Niñez
Capítulo 3 Mi Adolescencia
Capítulo 4 Mi Juventud
Capítulo 5 Nuestra Estancia En El Extranjero
Capítulo 6 Mis Trabajos
Capítulo 7 Mi Llamamiento Y Mi Escuela
Capítulo 8 Mi Boda
Capítulo 9 Nuestro Primer Pastorado
Capítulo 10 Inicio De Buenas Nuevas
Capítulo 11 La Muerte De Mi Padre
Capítulo 12 Los Neumáticos Ponchados
Capítulo 13 La Fuente De Trabajo
Capítulo 14 Los Milagros De Dios En Mi Familia
Capítulo 15 La Zona Del Silencio
Agradecimientos
PRÓLOGO
L o que se tenía que decir se escribió, y aquí lo tienen. Hablar de Febe Rodríguez es estar hablando de la hija de dos personalidades que hicieron historia y fueron toda una institución dentro de la Iglesia en la República Mexicana. Me refiero al Pbro. A. Rivera G. y a la Hna. María Dolores Lolita Rivera. Febe no es solo hija de pastor, sino que también unió su destino a un pastor. Por lo tanto, tiene la experiencia de hablar desde las dos trincheras.
Conocí a Febe hace varios soles y lunas. Conforme el tiempo ha transcurrido, ella se ha destacado como hija, como hermana, como creyente, como estudiante, como amiga, como pianista, como cantante, como esposa de pastor, como madre y ahora como abuela. Ella tiene un alto poder de convocatoria y un marcado espíritu de generosidad. Al sol de hoy está involucrada en apoyar algunos ministerios allende la frontera. Es fiel miembro de la Iglesia Ancla de El Paso.
Un día, mientras oraba, sintió por el Señor la imperiosa necesidad de participarnos algunas de sus experiencias alcanzadas en su vida cristiana. Es de ahí que le vino la idea de plasmarlas en un libro. No tenía la menor idea de cómo hacerlo, pero se aventuró, siguiendo lo que Dios le dictó en su corazón, y aquí lo tenemos. Su interés en las líneas que ustedes estarán leyendo es presentarnos lo positiva y hermosa que es la vida cuando se ha nacido en un hogar de ministros.
Pero ya inspirada por el Señor, se introduce en el amplio terreno de su llamado y del ministerio, para escribir acerca de los hijos y las hijas de ministros, ahora como esposos o esposas de ministros. Aquí, en una manera sencilla nos presenta lo maravilloso que es el futuro de las personas que sirven a Dios. Por lo tanto, nos lleva a valorizar los grandes privilegios que Dios sabe dispensar a los hijos y las hijas de los pastores, ahora como esposos y esposas de pastores o pastoras.
Sin ser una connotada escritora y ni dueña de un exuberante léxico, en ¿Yo? Hija de pastor desea compartirnos su sentir, por lo que el deseo de su corazón es que este trabajo sea de bendición, para cada uno de los que tengan a bien recorrer estas tonificantes líneas. Por consiguiente, se los recomiendo, sabiendo que su lectura traerá bendición y que este trabajo ha nacido de su propio puño y letra, con el único fin y propósito de magnificar el nombre maravilloso del bendito Crucificado.
Sinceramente, Rev. Dr. Juan D. Herrera.
D edico este volumen a Dios, que es quien me dio los padres que tuve, y a mis padres, como un homenaje por haber sido mis ayos . Me considero dichosa de que Dios desde antes de la fundación del mundo los escogió para ser los padres de mis siete hermanos y míos. A mis hijos y sus familias. Y a los hijos de los pastores , salvos y no salvos aún, porque mi gran anhelo es que pronto acepten a Jesús como el Hijo de Dios y como el Salvador de sus vidas; Él es el Camino, la Verdad y la Vida y nadie va al Padre (Dios) si no es por Él. Y a todos aquellos familiares y amistades que han sabido darme su comprensión y su cariño durante toda mi vida. Los amo mucho a todos.
Capítulo 1
41237.pngMIS ANCESTROS
D espués de una sabrosa cena en familia, estando en casa de mi hija mayor (April), tomando café con algunos postres, Nail Tate nos platicó acerca de que él y su familia, deseando enterarse más sobre sus antepasados, se metieron en internet con algunas fechas, datos y nombres, y obtuvieron parte de una historia familiar que desconocían, así que allí mismo Hennah (mi hija menor) hizo lo mismo y, en cuestión de minutos, encontramos algunas cosas interesantes. No era mucho más de lo que yo ya sabía, por carecer de más nombres, pero sí pudimos constatar lo que ya habían contado nuestros padres y mis tías Julia Sariñana y Josefina Leos. Te emociona saber que cibernéticamente estén registradas algunas cosas, como por ejemplo que mi padre cruzó a los Estados Unidos por primera vez cuando tenía la edad de 11 años y que mi madre cruzó por primera vez a los 13 años, y no solo eso, sino que ellos lo hacían cada semana, lo que confirmaba que a esa edad pasaban a trabajar. Es curioso, porque hasta nos dio el nombre del agente aduanal que estaba en el puente por el lado americano, Robert. Cuando lo mencionó, recordé que de niña, siempre que acompañaba a mi madre a visitar a sus tías, al cruzar el puente estaba ese señor muy simpático de nombre Robert, que conocía a mi madre perfectamente, y siempre le preguntaba por mi padre. Este señor a mí siempre me llamaba mucho la atención porque tenía un ojo artificial, y cuando yo le pregunté a mi madre (en mi curiosidad de niña), ella me platicó la historia. No llegamos muy lejos con la investigación, porque tristemente solo sabíamos los nombres de mis abuelos y de algunos tíos que mis hermanos y yo no conocimos: lo único que poseo es una copia de unas fotos de mi abuelita paterna con las hermanas de mi papá y una foto de mi abuelito materno.
De mi madre aprendí que ellas quedaron huérfanas de madre cuando eran muy chiquitas. Ella no se acordaba exactamente de la edad que tenía, pero creía que oscilaba entre 3 y 4 años, y mi tía es un año mayor que ella. Mi madre decía acordarse del día en que velaron a su mamá, porque a ella la tenían en un cuarto con puerta de vidrio y esa puerta daba al corredor de la entrada de la casa, así que ella veía que la gente entraba a dar el pésame y se quedaba para el rosario. Mi abuelita solo tenía 21 o 22 años cuando murió y mi abuelito se había casado con ella porque se enamoró y no le importó su estatus social (ella era la sirvienta de la casa). Mi mamá me contaba que por años habían escuchado que mi abuelita había muerto porque la tenían embrujada, ya que nadie quería que se casara con el señor de la casa, pero esos siempre habían sido los cuentos que la gente del pueblo contaba y que más bien por los síntomas que presentaba su enfermedad, que fue muy breve, era algo como cáncer en la matriz. Mi mamá recordaba que tenían una casa grande y que mi abuelito tenía tierras en las que sembraba algodón y sandías; ella decía que, en el verano, por las tardes los empleados la llevaban junto con su hermana a donde cortaban las sandías, y de regreso ellas venían sentadas arriba de las sandías en la troca que usaban para el trabajo. Mi mamá recordaba que mi abuelito era un hombre muy cariñoso con ellas y que al quedar viudo se había casado con la señora Petra Grado y que de ese matrimonio nacieron mi tío Francisco Leos y mi tía Manuela Leos; a él cariñosamente le decíamos el tío Quico y a ella, tía Mela. No los tratamos mucho, pero sí recuerdo que de niños nos gustaba en el verano ir con mi mamá a ver a sus tías y a su madrastra a San Juan de Allende. Salíamos muy temprano en el autobús de Durango y llegábamos allá por la tarde; el camión nos dejaba en la carretera y siempre había alguien esperándonos para llevarnos a San Juan por caminos de tierra. San Juan era un pueblo pequeño, muy pintoresco y muy alegre, porque los fines de semana la gente ponía música con bocinas que se escuchaban por todas partes. Allí veíamos a la tía de mi mamá, Damianita, una ancianita muy simpática; a su madrastra, la señora Petra Grado, y a mis tíos. Mis tíos se casaron muy jóvenes: mi tío Quico con la señorita María de Jesús, a quien también de cariño le decíamos la tía Tuta, y mi tía Manuela se casó con el señor Enrique Parga. Sé que por parte de ellos tenemos muchos primos, pero solo conozco a mi queridísima prima Cecilia Leos (ya retirada), que vive en la ciudad de Chihuahua y en cuya casa me hospedo cada vez que voy; ella y su señor esposo son unos encantadores anfitriones, que me tratan como a una reina; Dios los bendiga por ello. Me he hospedado también en la casa de los hijos de mi primo Juan Carlos Leos; él ya murió hace años, pero la que fuera su esposa es una persona finísima y es hermana de Chayo Dexter y de Cheli Cruz. Yo estuve en la graduación de la escuela bíblica de uno de sus hijos. Juan Carlos y Cecilia Leos son hijos de mi tío Francisco (ya finado). Y estoy en contacto por Facebook con mi prima María Parga Leos, que es hija de mi tía Manuela (ya finada). Sé que tengo muchos primos por ambos tíos, por ejemplo uno de los hermanos de María corre caballos en el hipódromo y es famoso por eso, pues tiene en su haber algunos trofeos y reconocimientos. Otro es entrenador de caballos en Sunland Park y en Ruidoso. Siempre decimos que debemos tener una reunión familiar solo para conocer a toda esta gente bonita que lleva nuestra sangre, pero que nunca nos hemos dado la oportunidad de conocer y tratar. Sé por los primos que sí conozco que algunos de sus hijos están radicados en Estados Unidos, otros en China y en diferentes países; también sé que casi todos son profesionistas, doctores, maestros, ingenieros, abogados, etcétera.
Mi madre decía que mi abuelito, en su afán de curarse cuando cayó enfermo, vendió sus posesiones, la casa, las tierras y su sociedad con la mina Las Julietas y se mudó junto con su familia a Caseta Distrito Bravo, Chihuahua, porque él en ese lugar tenía hermanas y un hermano. Allí estuvo hasta que murió, y cuando eso ocurrió la historia de mi tía Josefina y de mi mamá dio un giro de 180 grados. Cuando quedaron huérfanas, las hermanas de mi abuelito les hicieron el gran favor de recogerlas; no podían irse con su madrastra Petra, porque ella tenía sus propios hijos que sostener y, así, quedaron a merced de las tías. Estas también se dedicaban al comercio: tenían una tienda de abarrotes, donde vendían casi de todo, menos ropa y zapatos. También tenían tierras y sembraban el algodón. Diariamente, cuando mi mamá y mi tía Josefina regresaban de la escuela, se cambiaban de ropa y enseguida comenzaban a trabajar; había que atender a los clientes que venían a la tienda y, como el mostrador les quedaba muy alto, les ponían unas rejas de sodas de madera (así venían las sodas en ese tiempo) para que alcanzaran y pudieran usar la balanza para pesar lo que el cliente llevaría, un kilo de frijol, etc., ya que la báscula estaba arriba del mostrador. En el verano era otra historia; al llegar de la escuela y también en vacaciones se ponían su ropa vieja y, con un costal que les daban, se iban como cualquier empleado a despepitar el algodón. Mi mamá decía que ese trabajo era muy doloroso porque al desprender el algodón de la planta se les lastimaban las cutículas de las uñas y sangraban. También contaba que un día al regresar de la escuela ella y su amiga Carmelita se pusieron en un matorral a hacer la tarea y que, al abrir el tintero, mamá lo jaló tan fuerte que la tinta se desparramó y cayó en el suelo y en su vestido, y —ya se imaginarán— esa tinta no se quitaba. Inmediatamente, en su inocencia de niñas, la sugerencia de su amiguita fue: Quítate el vestido, lo lavamos en el canal y lo tendemos en el matorral; como está haciendo calor, se secará pronto y ni cuenta se van a dar de que la tinta se tiró. Si la tinta se te acaba antes de que el año concluya, yo te doy de la mía
. Pobres, porque la tinta no se quitó, así que al llegar a la casa