EN LAS FÉRTILES TIERRAS QUE ABRAZAN LOS RÍOS TIGRIS Y ÉUFRATES QUE DESEMBOCAN EN EL GOLFO PÉRSICO, POR ELLO BAUTIZADAS COMO MESOPOTAMIA (ENTRE DOS RÍOS), Y QUE COMPRENDEN LAS ACTUALES TURQUÍA, SIRIA E IRAK, FUERON DESARROLLÁNDOSE DISTINTOS ESTADOS CIVILIZA- TORIOS. La primera de estas civilizaciones fue la de Sumer, surgida en algún momento del V milenio a.C. y en cuyo seno surgió, paralelamente a la cultura egipcia, la escritura hacia el 3100 a.C.
Posteriormente, y desde mediados del III milenio a.C., nuevas corrientes migratorias, procedentes del noroeste comenzaron a llegar hasta Mesopotamia, concentrándose sobre todo en la zona más septentrional. Se trata de pueblos semíticos –término que hace referencia a la lengua, y no a características étnicas–, que fueron laminando paulatinamente la civilización Sumer, cuyo epicentro se situaba más al sur. Con el tiempo, estos pueblos semíticos alcanzarían mayor densidad demográfica y, desde el norte, consolidaron la creación de un nuevo estado, el de Akkad, por lo que pasarán a ser conocidos como acadios.
EL PRIMERO DE SUS MONARCAS PASÓ A CONVERTIRSE EN EL PRIMER REY DE LA HISTORIA: SARGÓN DE AKKAD, TAMBIÉN CONOCIDO COMO SARGÓN EL GRANDE.
Este “país de Akkad”, que extendió su radio de influencia también por la Baja Mesopotamia, inició una nueva dinastía de gobernantes (11 reyes), que se prolongó durante casi
