Mi Refugio

Por Chris Dearnley

Este devocional interactivo ayuda a generar paz y provee puertas para entrar en la presencia de Dios. Cada sesión es basada en los Salmos y reduce stress y ansiedad. Se recomienda usar todos los dias, especialmente cuando uno está pasando por tiempos dificiles.

• Idioma: Español
• Editorial: Chris Dearnley
• Fecha de lanzamiento: 14 jul 2020
• ISBN: 9781393985556

Vista previa del libro

MI REFUGIO

Encontrando la paz de Dios en medio de la tormenta

Devocional Interactivo de los Salmos

CHRIS DEARNLEY

Tabla de contenido

Introducción

Sesión 1 :: Clama

Sesión 2 :: Suelta

Sesión 3 :: Invítame

Sesión 4 :: Identifica tu miedo

Sesión 5 :: Expresa Gratitud

Sesión 6 :: Búscame

Sesión 7 :: Siente tu hambre

Sesión 8 :: Pon atención con gratitud

Sesión 9 :: Suelta tu canción

Sesión 10 :: Confiesa

Sesión 11 :: Quédate quieto

Sesión 12 :: Enfócate en Mí

Sesión 13 :: Confía en Mí

Sesión 14 :: Canta

Sesión 15 :: Reflexiona en tu pasado

Sesión 16 :: Recuerda no estás solo

Sesión 17 :: Escucha

Sesión 18 :: Aprópiate de tu verdadera identidad

Introducción

NO PUEDES DETENER la tormenta.

No importa cuánto lo intentes. La tormenta no está bajo tu control. Lo que tienes que hacer es buscar refugio para protegerte y sobrellevar la tormenta.

Hace varios años, me quedé atrapado en una tormenta de nieve en Chicago. Después de hablar en una conferencia, corrí al aeropuerto con la esperanza de tomar un vuelo para reunirme con mi familia en la Florida. Subí al último avión autorizado para despegar. Estando en la pista, el piloto decidió en el último momento regresar a la terminal. Como el aeropuerto iba a estar cerrado por un par de días, tuve que regresar al hotel.

El único medio de transporte disponible era un autobús, que me dejó muy lejos del hotel. Con un abrigo muy delgado, sin gorra ni guantes, arrastré mi equipaje en nieve hasta las rodillas. El viento abrasador y el frío casi me congelan las manos y la cara. Realmente no pensé que fuera a lograrlo. Todo estaba cerrado. Finalmente, vi abierto un pequeño supermercado. Agotado y tiritando, entré. El calor en mi piel se sentía celestial. Nunca había estado tan agradecido por un refugio.

Cuando estás