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Es Tiempo De Adorar
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Libro electrónico326 páginas4 horas

Es Tiempo De Adorar

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Información de este libro electrónico

Es un libro que naci en el Seminario Teolgico Fuller de la ciudad de Pasadena, California y que se desarroll y madur en el escritorio del Reverendo Eleazar Barajas. El autor considera que la adoracin a Dios es una parte esencial en el mover eclesial. Pero al mismo tiempo est consciente que, algunos adoradores, han entendido y usado de una manera inadecuada la adoracin bblica. En las pginas de este libro explica lo que es la verdadera adoracin a Dios desde las declaraciones bblicas y las experiencias en las prcticas pastorales.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento15 may 2017
ISBN9781506520353
Es Tiempo De Adorar
Autor

Eleazar Barajas

El Reverendo Eleazar Barajas es pastor en: Ministerios Huntington Beach California, USA eleazarbarajas@hotmail.com

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    Es Tiempo De Adorar - Eleazar Barajas

    ES TIEMPO

    DE ADORAR

    ELEAZAR BARAJAS

    Copyright © 2017 por Eleazar Barajas.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:       2017907449

    ISBN:                   Tapa Blanda                                     978-1-5065-2036-0

                                Libro Electrónico                             978-1-5065-2035-3

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

    Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia.

    Fecha de revisión: 15/05/2017

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Índice

    Agradecimientos

    Introducción

    Autobiografía y mi experiencia de adoración

    Un tiempo de silencio

    Presentación de mi tradición

    la bendición de dar

    Reafirmando mi llamamiento y vocación

    No con nuestro esfuerzo

    Confianza en Dios

    Un glorioso despertar

    Anhelo por estar ante Dios

    De Dios y para Dios

    Decisiones sin Dios encarcelan más

    Yo he visto y escuchado

    Por favor, ¡sálvanos!

    Deseo de conocer mejor a Dios

    Estoy arruinado

    En la rectitud y justicia de Dios

    ¡Qué toda la Creación alabe a Dios!

    Apoyo incondicional

    Un Canto Nuevo

    Dios debe ser alabado

    Poder más allá de la ciencia

    Oración de Poder

    La intercesión

    Corazón restituido

    Dios actuando a mi favor

    Sentimientos encontrados

    Dios es Justo

    Adoración Firme

    Lamento agridulce

    El Alto y Sublime

    Un mundo de cabeza

    Sabios buscando al Sabio

    ¡Solamente innoven su adoración!

    El portavoz del Mesías

    Metamorfosis espiritual

    ¡Qué fidelidad?

    La oración a nuestro Padre Celestial

    La bendición divina

    Satisfacción en Cristo

    Curación hermosa en la Hermosa

    Una entrega sin reservas

    Se demanda unidad y armonía en la iglesia

    Nos acercamos a Jesucristo

    Soberanía y Gloria absolutas

    La verdadera adoración está en Cristo

    Seguridad en el olvido

    Las maneras de fortalecer nuestra fe

    ¡Ganó! Contra todo pronóstico, ¡ganó!

    No con nuestra fuerza, sino con adoración correcta

    Auméntame la fe

    No es una ilusión, sino una seguridad

    Dios, ¡nunca se olvida!

    Dar lo mejor de mí

    ¿Qué se dirá de ti cuando mueras?

    ¡No lo podía creer!

    Adoremos antes que

    Mi fiel Pastor

    Conclusión

    Bibliografía

    Dedico este libro a mi Profesora:

    Doctora

    Catherine Barsotti

    Profesora en el Seminario Teológico Fuller:

    Escuela de Teología en Pasadena, California.

    Agradecimientos

    Estoy muy agradecido con mi profesora en el Seminario Teológico Fuller, la Doctora Catherine Barsotti, por su interesante y llamativa clase impartida en las aulas del Seminario en el verano de 2016, y que llevó el nombre: IS501: Práctica de la Adoración. Fue una clase que me abrió los ojos un poco más para ver el contexto contemporáneo de la adoración cristiana, así como también su historia en Europa y América Latina.

    Mario Bromo-Lamas, fue el asistente de la Doctora Catherine en la Clase. Mario, fue un pilar muy fuerte durante la clase de Práctica de la Adoración, fue una persona que, durante nuestras reuniones por grupos, nos atendió, escuchó y evaluó nuestro sentir y, además, fue la persona que preparó el bosquejo que dio inició a este libro, él le llamó: Portafolio.

    Gracias Mario por tu espíritu motivador y que, sin darte cuenta, me ayudaste grandemente en mi reflexión teológica sobre la adoración. Tu ayuda fue de mucho valor, es más, creo que, si no hubieses hecho el "Portafolio", sin duda no habría escrito este libro.

    David González, pastor del Departamento de Música de Ministerios Betesda y, un excelente adorador de Dios y un buen amigo. David y su esposa Andrea me han brindado un apoyo incondicional y, además, mi agradecimiento es también porque, David, es otro de los amados en el Señor Jesucristo que me ayudó a corregir y aumentar el capítulo titulado: Presentación de mi tradición.

    En Cristo:

    Eleazar Barajas

    La Habra, California

    Abril de 2017.

    Introducción

    La honestidad es parte de la adoración así que, inicio este libro con adoración, es decir, con honestidad en relación a la clase IS501: Práctica de la Adoración. ¿Por qué con honestidad? Porque cuando se me comunicó que debería de tomar esta clase de adoración y vi su contenido, no fue de mi agrado. He sido pastor por muchos años y uno de mis hábitos es leer la Biblia casi todos los días, escuchar música cristiana, leer libros de importancia teológica, de devocionales, relacionados con los ministerios de la iglesia, de misiones y de historia. Entonces, una clase en donde me van a enseñar como adorar a Dios, honestamente, Doctora, Catherine, la tomé porque tenía que cumplir con el curriculum de mi especialidad. Además, habían pasado pocos meses de la muerte de mi esposa y en esos precisos días en que estaba por iniciar la clase, mi suegra estaba en camino para encontrase con Dios en las Moradas Celestiales. Animo para estudiar, ¡no lo tenía! ¿Devoción para adorar a Dios?, ¡estaba confundido!

    Después de la segunda semana de estudios, en especial en el dialogo del grupo al que fui asignado, Mario Bravo, sin darse cuenta juntamente con las palabras de mis compañeros de grupo, me hicieron sentir bien y comencé a ver la importancia de esta clase: ¡Había suficiente razón para adorar a Dios! ¡Había un claro propósito en una clase como esta! ¡Comencé a hacer una reflexión teológica con la ayuda de Mario acerca de mi adoración a Dios en los últimos meses! Mis debilidades espirituales y emocionales comenzaron a tener cierto valor ante Dios, él lo sabía, yo no. Mi Señor esperaba usar esas debilidades para su gloria, yo no lo sabía. Estaba por romperme en mi credibilidad de inutilidad, pero, llegó esta clase y las heridas emocionales fueron poco a poco sanadas.

    El pastor Rick Warren, en Transformado en mi salud física; devocional del día 9, de la Campaña de 50 Días de Transformación, dice: "Todos tenemos debilidades. Pablo usa una metáfora para recordarnos cuán frágil somos. ‘Tenemos este tesoro [el evangelio] en vasijas de barro’ (2 Corintios 4:7 NVI). Como vasijas de barro, nosotros nos rompemos bajo presión, experimentamos fisuras y algunas veces fallamos completamente. Increíblemente, hay beneficios en tu debilidad".¹ El pastor Rick dice que hay beneficios en nuestras debilidades y, la Clase con la Doctora Catherine fue un gran beneficio sanador en mis fisuras emocionales.

    Recomiendo ampliamente la Clase IS501: Práctica de la Adoración, no por el hecho de haber escrito este libro sino por su valor contemporáneo en la adoración. Los sabios consejos de los adoradores y escritores como el Pastor Roberto Amparo Rivera, el Pastor Giacomo Cassese, la Profesora Emérita de Historia Eclesiástica Catherine Gunsalus González y el escritor e investigador Richard J. Foster, y otros, son los que han enriquecido este libro que he escrito; sus consejos en clase y fuera de ella me llevaron a pensar seriamente en el estilo y práctica de la adoración desde sus raíces hasta ver hoy el árbol crecido y dando sus frutos.

    En un artículo publicado por World Trends Research acerca de lo acelerado de nuestra sociedad y la alta tecnología, Van Wishard escribió: ‘Las siguientes tres décadas se vislumbran como los treinta años más decisivos de la historia’. No hay duda que vivimos tiempos tumultuosos.² Son precisamente esta clase de tiempos en los que debemos entrar a nuestro Aposento Alto y adorar a Aquel que puede dar la paz en estas circunstancias de una sociedad acelerada; debemos bajar la velocidad, parar y adorar; sentarse por un instante y meditar en las grandezas de Dios y en las oportunidades y bendiciones que nos otorga cuando entramos al Aposento Alto y le adoramos. Los siguientes treinta años de nuestra vida pueden ser pacíficos, de éxito y de una vivencia social cristiana como nunca el mundo ha visto si, como cristianos, tomamos el tiempo para entrar al Aposento Alto y adorar.

    La promesa de Proverbios 24:16 que dice: Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; es una realidad práctica y eclesiástica si tan solo se toma el tiempo para adorar a Dios. En la experiencia de adoración del rey David, dijo: Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene sus manos.³ David, acostumbraba entrar a su Aposento y adorar a Dios en los tiempos de alegría, pero en los tiempos más difíciles entraba y adoraba con mayor intensidad; se humillaba ante la presencia de Dios y él lo levantaba. Su experiencia debe motivarnos a entrar al Aposento Alto y adorar a nuestro Salvador, a nuestro Rey, es decir, a Aquel de quien se dijo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.⁴ ¡Adoremos al Señor de Señores!

    Como dije al principio de esta introducción, la Clase IS501: Práctica de la Adoración, no fue de mi agrado. Además – también ya he mencionado que-, habían pasado pocos meses de la muerte de mi esposa y en esos precisos días en que estaba por iniciar la clase, mi suegra estaba en camino para encontrase con Dios en las Moradas Celestiales, así que, no tenía el ánimo para estudiar ni aun pensaba en un tiempo de adoración como se planteó en la clase.

    Ciertamente no me encontraba en la misma situación que el Patriarca Job, pero estaba dolido, desconsolado, desanimado y, cuando volví para ver la situación de Job, me encontré que su problema de salud física y emocional fueron terribles; situación que, a los ojos de Job, Dios no hacía caso. En su agonía reprochó la actitud de sus amigos y se puso a argumentar con Dios – yo hice lo mismo; algunos de mis compañeros de clase fueron criticados y sentía que Dios me había abandonado –. Cuando Job no pudo ganarle a Dios con argumentos humanos, se lamentó de su condición. Al fin de tantos reclamos, disgustos, inquietudes, quejas, dolores e impotencia, el Patriarca Job se dio por vencido y exclamó: Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de desecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; Al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán,…aunque mi corazón desfallece dentro de mí.

    ¡Ah, la fe de Job! En sus diálogos con sus amigos y con Dios, Job dio un giro asombroso; una transformación de su mente y como consecuencia también de su carácter y su concepto de Dios. Job, necesitaba entrar a su Aposento Alto y dialogar con Dios. Cuando lo hizo, su mentalidad acerca de la bondad de Dios fue transformada; su actitud hacia Dios dio un giro de noventa grados y, ¡adoró a su Redentor en lugar de quejarse!

    En el dialogo con mis compañeros de clase y con Dios al cumplir con las tareas y recomendaciones de la Clase IS501: Práctica de la Adoración, mi dolor emocional, mi tristeza, mi desesperanza y aun mi apatía hacia la clase cambiaron; ¡hubo un cambio en mi mente y mi conducta! Aunque mi corazón desfallecía dentro de mí: ¡Hubo un cambio! ¡Dios se volvió una vez más real en mi vida! Con el dialogo entre mis compañeros de clase fui animado para continuar estudiando y, con los tiempos devocionales; es decir, con los minutos que entré a mi Aposento Alto para adorar a mi Dios durante el periodo de clase, ¡fui consolado! ¡Fui transformado!

    Una vez más, Yo, recomiendo a todo estudiante del Seminario Fuller o de otro seminario que si en su Programa de Estudios está esta clase aprovéchenla, les será de gran beneficio, no solamente académico sino espiritual, especialmente si eres Pastor o Líder en tu iglesia y, si no eres estudiante, líder o Pastor, pero deseas saber cómo adorar a Dios con un estilo más contemporáneo, este libro que ahora tienes en tus manos te ayudará.

    Bendiciones en Cristo Jesús.

    Eleazar Barajas

    Autobiografía y mi

    experiencia de adoración

    Les suplico, pues, hermanos míos, por las misericordias de Dios, que presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, en culto racional, y no sea conforme a este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, y disciernan cual es la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.

    Romanos 12:1-2, (BP).

    Mi nombre es Eleazar Barajas, hijo de Alejandro Barajas y Guadalupe Hernández. Nací en un pequeño pueblo de nombre Lombardía, en el estado de Michoacán, México, el 2 de junio de 1952. A la edad de cinco años comenzaron parte de mis problemas familiares; mis padres se separaron.

    Con el tiempo, mi padre se juntó con la señora Esperanza Cortés Calderón, la cual llegó a ser nuestra madrastra – de mi hermano Israel y yo-; una mujer muy amable y cristiana. A raíz de esa unión, mi padre comenzó a asistir a la pequeña iglesia de nuestro pueblo. Era la Iglesia Cristiana Pentecostés de las Asambleas de Dios.

    Fue, pues, en aquella pequeña iglesia que comencé a escuchar el evangelio de Jesucristo hasta que, cuando cursaba mi Tercer Grado de primaria, mi padre, quien siempre pensó que la educación era lo mejor para mi hermano y para mí, nos internó en la Casa Hogar "El Buen Pastor". Institución que se encontraba en la ciudad de Morelia, Michoacán, México.

    Con el apoyo que encontré en la Casa Hogar, terminé la Educación Primaria con muy buenas calificaciones y con un Certificado de Honor por ser un buen estudiante.

    Comencé mi Educación Secundaria en la Escuela Secundaria José María y Pavón en la misma ciudad de Morelia. En mis primeros meses de estudios, mi hermano Israel huyó del Internado y se fue a vivir a la ciudad de México. Su salida me causó un profundo vacío; vació que lo traté de llenar cuando me uní a una pandilla formada por estudiantes de la misma Escuela Secundaria.

    Cuando estaba en mi Tercer Grado de Secundaria, estaba totalmente separado de Dios. Me volví un experto en mentir, robar, estafar y un hábil hipócrita religioso; el domingo por la mañana enseñaba una clase en la Escuela Dominical en la Tercera Iglesia Bautista a los niños de siete y ocho años. Durante la tarde estaba con mi pandilla. El compañerismo con mis cuates de la pandilla, el tabaco, el alcohol y las drogas baratas eran mis ayudas para olvidar o tratar de llenar el vacío que sentía por la ausencia de mi hermano Israel.

    El día jueves 11 de Semana Santa en el año 1968, muy mareado por las cervezas y el tabaco que había consumido durante la tarde en uno de los cines de la ciudad, caminaba por la Avenida Madero en la ciudad de Morelia. Pasé frente a la Primera Iglesia Bautista y escuché que cantaban un himno que yo lo había aprendido en la Tercera Iglesia Bautista de la misma ciudad en donde todavía continuaba como maestro de niños en la Escuela Dominical.

    Mareado como estaba, entré a la iglesia y me senté en la última banca. Al frente comenzó a predicar un hombre con un acento extranjero, su nombre era William; era un texano. Aquella noche predicó sobre la parábola del Hijo Prodigo. Cuando terminó hizo la invitación para aceptar a Jesucristo como Salvador personal. Invitó a pasar al altar. Lo escuché una y otra vez, pero agaché mi cabeza cubriéndome con el respaldo de la banca de enfrente. Aunque reconocí que yo era el hijo prodigo de la Casa Hogar, no quise pasar al frente para que oraran por mí. Sin embargo, alguien me llevó al frente, no fue ninguno de los asistentes al culto, pero yo sentí que Alguien me llevó y me dejo de rodillas ante el predicador. Lloré como un niño mientras permanecía de rodillas y allí le pedí a Jesucristo que me perdonara.

    Allí, pues, en aquel altar de la Primera Iglesia Bautista de la ciudad de Morelia, Michoacán, aquella noche del día jueves 11 de abril; jueves de Semana Santa del año 1968, fue que le entregué mi vida a Jesucristo y él me perdonó todos mis pecados; ¡Jesucristo me salvó! El Salmista David, en cierta ocasión, exclamó, diciendo: Bendeciré al Señor en todo tiempo; mis labios siempre lo alabarán.⁶ El salmista estaba feliz porque Dios lo había librado de las manos de los filisteos, sus acérrimos enemigos y, yo estaba sumamente feliz porque Jesucristo me había salvado de mis pecados y de mis enemigos (el alcohol, el tabaco, las drogas y aun de mi pandilla); esta es la razón por que, desde aquella noche, trato de adorar a mi Señor Jesucristo en todo tiempo. Poco a poco fui aprendiendo que hay gran beneficio espiritual y moral cuando se entra al Aposento Alto para dialogar con Dios; ¡para estar con Dios!

    Aquella misma noche, poco antes de las nueve de la noche, pues el servicio terminó a las ocho, fui y le conté a la directora del Internado; la señorita Mirtle Mayo Paulsen, lo que me había sucedido. Me felicitó y me preguntó: ¿Y ahora qué piensas hacer? Mi respuesta fue: Yo quiero ser como el hombre que me presentó el evangelio hoy, yo quiero ser un evangelista. Había escuchado y aun enseñado a los niños en la Escuela Dominical acerca de la Gran Comisión relatada en Mateo 28:18-20 pero, hasta esa fecha, había sido una bonita historia. Aquella noche de aquel jueves, dejó de ser una mera historia; llegó a ser parte de mi deseo, llegó a ser algo practico en mi nueva vida. Entendí que este mandato o, mandamiento no fue solamente para los discípulos que lo escucharon en ese día sino para todo cristiano,⁷ y, yo, ya era parte de ese grupo de cristianos.

    Con la ayuda de la señorita Paulsen, logré terminar mis estudios secundarios y ella misma me consiguió un Seminario en donde pudiera estudiar para ser un evangelista como lo era el hermano William – nunca supe su apellido-.

    Terminé mi Secundaria en el mes de junio del año 1968 y en el mes de agosto de ese mismo año ya estaba internado en el Instituto y Seminario Bíblico de Puebla, México. Durante el verano del año 1969, inmediatamente después de terminar mi primer año de estudios en el Seminario, acepté trabajar con la Segunda Iglesia Bautista de la ciudad de Puebla como líder de jóvenes. Ese mismo año, la Primera Iglesia Bautista de la misma ciudad me invitó para que fuera uno de sus misioneros; acepté el reto. Sin embargo, más que misionero fui el pastor de la Primera Iglesia Bautista del Seco, Puebla, un poblado polvoriento en una zona semidesértica al sureste de la ciudad de Puebla, México. Después de tres años de estudios, me gradué con un Diploma en Biblia con énfasis en Teología.

    Cuando gradué del Instituto y Seminario Bíblico de Puebla, con el deseo de más preparación académica y religiosa, ingresé en el Seminario Teológico Bautista Mexicano. Me gradué del STBM con el título de Licenciado en Teología y comencé a trabajar como profesor de Biblia y Teología como también de misionero del Centro Educativo Indígena, institución que se encuentra en la ciudad de Córdoba, Veracruz, México, y que ahora es una Escuela Bíblica y Misionera.

    Allí, en la ciudad de Córdoba, Veracruz, me casé con la señorita Sara Perdomo con la cual procreamos dos hijos: René y Elizabeth. Dentro del CEI fui profesor de Biblia y Teología, así como misionero en las sierras del sureste de la República mexicana. Ministerio que realicé por diecisiete años hasta que, junto con mi familia, ingresamos a los Estados Unidos de América.

    El rol de mi experiencia en el Campo Ministerial es muy sencillo o simple, pero al mismo tiempo es de una profundidad espiritual que me ha ayudado en los casos más simples de la vida cristiana como en los más complicados, como en aquellos días en que he pensado dejar el ministerio; olvidarme del llamamiento de Dios y servir entre el mundo y con las filosofías del mundo, o en aquellos días en que mi amada esposa pasó a la presencia de Dios y que sentí no tener una respuesta – a mi manera – de Dios.¹⁰

    Cuando digo simple es porque desde el momento en que Dios me llamó a su Obra y yo acepté por fe ese llamado, le creí a Dios; acepté al cien por ciento lo que dice la Biblia y tomé para mí la promesa del Salmo 23:1: "Jehová es mi Pastor y nada me faltará. Y fue aquí en donde lo simple" de mi experiencia de adoración se comenzó a manifestar, pues día con día me acercaba al trono de la gracia para pedir la ayuda en todos los sentidos. En el sentido espiritual, lo que le pedía -y aun lo sigo haciendo- era sabiduría: ¡siempre he necesitado la Sabiduría divina!

    En el caso social, cada mañana le pedía a Dios que me ayudara a tener una buena relación con mi esposa con mis hijos, y también con cada persona que saludara o estuviera cerca de ella; que la gracia de Dios pudiera ser notoria entre los que me rodeaban y, Dios lo ha hecho hasta la fecha. Mi oración en mi tiempo de adoración en mi Aposento Alto, es que cada día Dios me cubra con su gracia.

    Después de mucho tiempo en el ministerio de Jesucristo, confirmo que: El siervo del Señor en el campo misionero debe ser un discípulo en desarrollo constante, por medio de las disciplinas espirituales,¹¹ tales como un Tiempo Devocional Diario.

    En el campo económico, mis súplicas siempre han sido que Dios me de lo que necesito para poder seguir sirviéndole y lo que mi familia necesita para su bienestar económico. Este caso también está relacionado con mi suplica del aspecto moral, siempre le he pedido a Dios que me ayude a controlar mis emociones y pasiones, que mi fidelidad hacia él y mi familia se fortalecieran más y más y hasta la fecha, mi fidelidad hacia mi difunta esposa lo fue sin reservas; mi fidelidad hacia Dios es una lucha constante lo mismo que mi fidelidad hacia la iglesia y por eso, cada mañana, mi oración es que Dios me ayude a tener dominio propio; que sea un verdadero adorador.

    El apóstol Pablo, les hizo las siguientes recomendaciones a los hermanos de la ciudad de Roma: El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y amándose mutuamente. Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu.¹² Y este cambio de carácter es posible; se puede lograr de una manera progresiva si cada día entramos al

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