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Una Vida Marcada Por El Cincel Del Maestro
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Libro electrónico286 páginas5 horas

Una Vida Marcada Por El Cincel Del Maestro

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Libro basado en la vida del Pastor Mauricio Guidini quien ha dedicado su vida, por más de 50 años, llevando el evangelio por distintas partes del mundo. Una característica del pastor son sus abrazos que sanan a muchos corazones dolidos. Su vida de amor ha inspirado a muchos pastores y líderes para sanar y transformar a su grey a través del amor como primer mandamiento de vida.
IdiomaEspañol
EditorialBookBaby
Fecha de lanzamiento18 mar 2018
ISBN9781543925555
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    Una Vida Marcada Por El Cincel Del Maestro - Mauricio Guidini

    UNA VIDA MARCADA POR EL CINCEL DEL MAESTRO

    Copyright © 2018 por Mauricio Guidini

    Diseño de cubierta: Abdiel Flores / Jay Rodríguez

    Fotografía: Luis Daniel Gutiérrez

    Todos los derechos están reservados, incluido el derecho de reproducción total o parcial en cualquier forma.

    Para obtener cualquier información favor de dirijirse a:

    Pastor Mauricio Guidini

    P.O. Box 361444 San Juan, Puerto Rico 00936-1444

    ©2018

    Print ISBN: 978-1-54392-554-8

    eBook ISBN: 978-1-54392-555-5

    PARA:

    DE:

    MENSAJE:

    FIRMA:

    FECHA:

    A los niños maltratados de Puerto Rico, Brasil y del mundo entero. El maltrato infantil es un crimen que ha existido siempre, pero durante los últimos años ha aumentado considerablemente. Mi testimonio como niño mártir debe servir de estímulo y motivación a los que, como yo, fueron abusados física y emocionalmente o actualmente están siendo maltratados.

    El trauma emocional de esa terrible experiencia no debe impedir que los planes del Señor se cumplan. El Señor Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis (Lucas 18:16). Mi exhortación a los que han sido maltratados y a los que están sufriendo, es que esas experiencias tan dolorosas sean utilizadas por Dios y Él las torne en sanidad, que le en­­treguen a Él sus vidas para que éstas sean transformadas; para que puedan perdonar y amar a los que le han hecho daño.

    Dedico también este libro a mi amada esposa Elizabeth Rosado y a mis hijos Ricardo, Mauriciño (qepd), Pablo, Lizbeth y Yashira.

    Elizabeth, el amor de mi vida, gracias por inspirarme y ayudar a alcanzar grandes cosas. Tu amor, amistad, apoyo y tu espíritu bondadoso, hacen que el vivir contigo sea todo un regalo. Te respeto, admiro y deseo pasar el resto de nuestras vidas, juntos.

    A mis hijos Pablo y Ricardo, quienes son mis hijos del corazón, buenos y respetuosos. Atesoro el tiempo que compartimos juntos. A mi hijo Mauriciño que tanto me hacía reír. Hoy estás en la presencia del Señor, pero me dejaste un regalo, tu hija, Paulita. Estoy orgulloso de llamarles mis hijos.

    Lizbeth, eres un regalo de Dios a mi vida. Gracias por ser una hija increíble. Me asombra tu belleza, tu sabiduría, tu capacidad y los dones que el Señor ha depositado en ti. Atesoro tu amor y cuidado para mí, estoy feliz de llamarte mi amada hija.

    Yashira Liz, no sólo eres hermosa por fuera sino también por dentro. Eres el gozo de mi vida, como el Señor me dijo cuando tenías cinco años: que tus dones serían de bendición a mi vida y al pueblo. Vas a ser de gran impacto en nuestro mundo. Cuando cantas sentimos el amor de Dios. Siempre seré tu admirador número uno.

    A mi amada Iglesia Cristiana El Sendero de la Cruz, la cual Dios nos permitió fundar, esta gran familia y los miles y miles que asisten cada semana, a todo el liderazgo y todos los que son parte de esta gran familia de fe, gracias por su amor y compromiso.

    Al Centro de Consejería El Sendero de la Cruz y todo el personal que son un equipo de profesionales de excelencia y todos aquellos que han servido desde 1988, quienes son instrumentos de sanidad emocional a todo el que sufre maltrato físico y emocional. Sanando a los quebrantados de corazón.

    Mi más profundo agradecimiento a quien en vida fuera el hermano Livio Ramírez quien colaboró en la elaboración y redacción de este libro, y por su ferviente anhelo y compromiso de ver completado este proyecto que hizo suyo tan pronto le hablé del mismo. A la hermana Doris H. Ruíz por las horas de trabajo dedicadas a recopilar, organizar y pulir el borrador del libro.

    Mi agradecimiento a mi hija Lizbeth, por creer en este proyecto y esforzarse más allá de lo requerido, para asegurarse que se hiciera. Brindó asistencia editorial clave, así como también apreciaciones y perspectivas valiosas para mi material.

    Gracias también a la gran familia de la Iglesia Cristiana El Sendero de la Cruz que le brinda apoyo a nuestro ministerio, que hace posible traer esperanza a un mundo en necesidad.

    Sobre todo, agradezco profundamente a mi Señor Jesús, por su inmenso amor y su protección durante el maltrato que sufrí en mi niñez. Por Su dirección y guianza para cumplir Su propósito y convertirme en agente de cambio, llevando el mensaje transformador y sanador en Brasil, Puerto Rico y todos los países que Él me ha llevado. A Dios siempre doy la gloria y Él siempre es el primero en mi vida.

    De mi hijo Ricardo:

    Los hijos venimos de los padres, es un divino diseño. Con mi padre descubrí esa visión del sacrificio que es necesario hacer por los que dependen de mí, la importancia de sostener mis palabras con verdades. Aprendí a ser techo en mi hogar. Más aún entendí por medio de mi padre, que no se puede rehuir a la soledad, que el carácter del hombre justo atrae al asumir posturas incómodas, pero alineadas a la verdad de Dios. Aprendí a ser columna y pared en mi hogar. Sobre todo, aprendí a juzgar mis acciones a la luz del pensamiento divino, recono-cer mis errores y no ver en mí el centro del universo. Aprendí a ser puerta en mi casa.

    Mi padre ha sido la inspiración en mi vida para lo que aspiré a ser y de lo que me distancié. Espero que encuentres esa inspiración en las palabras de este libro, como yo encontré en el libro que mi padre ha sido para mí. Tal vez puedas construir una casa, el fundamento ese no es humano, es divino…como el diseño de Dios, que coloca a los hijos bajo el cuidado de los padres, no del estado ni de otros sistemas culturales.

    De mi hija Lizbeth:

    Doy gracias a Dios por el hombre valiente, lleno de vida, de gran corazón, inteligente, pero sobre todo tan lleno del Señor como es mi Pastor y mi amado papá. Cada paso de papi me inspiró para conocer a Dios y acercarme a Él. Papi es un hombre de fe que me enseñó el valor del amor al prójimo, el valor del servicio y el valor de amar a Dios sobre todas las cosas. Es hermoso ver a papi cada día buscando de Dios, estudiando la Palabra, orando por vidas que le llaman, dando consejería, no importando en ocasiones la hora. Él siempre ha honrado a Dios y su devoción, compromiso y amor primero con Dios y luego con el prójimo, ha marcado mi vida.

    Como hija de pastores, cuando en ocasiones escucho cómo algunas personas hablan de sus pastores, me causa mucho dolor, porque pienso que quizás ellos al igual que mis padres, han sacrificado sus vidas y sembrado con amor su tiempo a la obra que Dios puso en sus manos. Ellos han tenido que llevar el dolor de recibir fuertes expresiones a lo largo de su ministerio. Sin embargo, no han dejado de orar y bendecir a estas vidas y lo maravilloso es que regresan a donde papi y mami a pedir perdón porque han visto el corazón de ellos como pastores.

    Esta forma de vida es una que nunca podré pasar por alto y siempre será una marca en mi corazón, la entrega y pasión por Cristo y Su obra.

    Papi te amo, Dios me regaló un padre hermoso por fuera y por dentro.

    De mi hija Yashira:

    Doy gracias a Dios por papi. Él ha sido un regalo del Señor a mi vida. He aprendido de papi a amar a la gente, a abrazar con el corazón. Su tierno corazón ha cubierto mi vida siempre y su amor ha sido un bálsamo en mi caminar.

    Cuando era pequeña papi jugaba conmigo, él dejaba sus quehaceres para sentarse y compartir junto a mí. Cuando estaba enferma me atendía, ponía en práctica sus conocimientos en medicina y se sentaba a mi lado a cuidarme y velar mis sueños sin importarle su cansancio. Guardo en mi corazón tantos momentos vividos junto a papi que han marcado mi vida. A través de su amor conocí el amor de Dios pues pienso que papi es el amor de Dios personificado.

    Hoy puedo mirar atrás, rememorar lo que papi vivió cuando niño y puedo asegurar que Dios ha sanado su corazón y la muestra de esa sanidad es ver el fruto de su amor para el Señor y el amor que da a todo el que llega a su vida. Hoy día, papi es conocido por su gran corazón, por su gran amor y por su gran abrazo sanador. Todo esto es el resultado de una relación hermosa con su Señor, con su Padre Celestial que lo lleva a amar a otros tal como ha sido amado.

    Papi te amo, Yashira Liz Guidini

    Dedicatoria

    Agradecimientos

    Mensajes de mis Hijos

    Prólogo

    Por el Pastor José Satirio Dos Santos

    Prólogo

    Por los Pastores Pedro y Carmen Gallegos

    Prefacio

    Por el Dr. Magdiel E. Narváez Negrón

    Introducción

    Por el Hno. Livio Ramírez

    CAPÍTULO 1

    Mi Testimonio

    CAPÍTULO 2

    Mi Conversión

    CAPÍTULO 3

    El Precio de mi Conversión

    CAPÍTULO 4

    La Recompensa de mi Perseverancia

    CAPÍTULO 5

    Llamado para Evangelizar

    CAPÍTULO 6

    Mi Crecimiento Espiritual

    CAPÍTULO 7

    Evangelización de Vuelta Redonda

    CAPÍTULO 8

    Evangelización de Río de Janeiro

    CAPÍTULO 9

    Evangelización de Angra de los Reyes

    CAPÍTULO 10

    El Pastor Del Amor

    CAPÍTULO 11

    Historia de la Iglesia Cristiana El Sendero de la Cruz, Inc.

    CAPÍTULO 12

    Hombres de fe que me Edificaron

    CAPÍTULO 13

    El Precio de mi Llamado

    CAPÍTULO 14

    Mi Vida Como Niño Mártir

    CAPÍTULO 15

    Huellas De Amor

    (Mensajes del Corazón del Pastor Mauricio)

    Mensajes:

    AMAR SIN CONDICIONES

    ¿CÓMO ENCONTRAR PAZ EN MEDIO DE LA TORMENTA?

    COMO OLIVO VERDE

    ¿CÓMO REACCIONAR ANTE LA ADVERSIDAD?

    ¿CÓMO RECUPERAR LA ESPERANZA?

    CONFIANZA EN TIEMPOS DE CONFLICTO

    CUATRO CLAVES PARA UNA VIDA DE EXCELENCIA

    DETERMINANDO TU FUTURO

    DIOS SIEMPRE TIENE UNA RESPUESTA

    EL DIOS QUE CIERRA PUERTAS

    EL EVANGELIO, LA ÚNICA SOLUCIÓN

    EL SELLO DEL ESPÍRITU SANTO

    EL JUBILEO

    EL PERDÓN

    EL PROPÓSITO DE LAS PRUEBAS

    EL YELMO DE LA ESPERANZA

    "EN EL MUNDO TENDRÉIS AFLICCIÓN,

    PERO CONFIAD, YO HE VENCIDO AL MUNDO"

    ESCOGE LA FE A PESAR DE LAS CIRCUNSTANCIAS

    ESPERANZA PARA EL FUTURO

    FRENTE A LA ADVERSIDAD

    LA BREVEDAD DE LA VIDA

    LA CRUZ Y LAS CUATRO NECESIDADES PRINCIPALES

    DEL SER HUMANO

    LA LEY DE LAS GENERACIONES

    ¿PODRÁ JEHOVÁ PONER MESA EN EL DESIERTO?

    LA TORMENTA PERFECTA

    ¿QUÉ HACER CUANDO LAS TRIBULACIONES LLEGAN?

    TIEMPOS DE DILUVIO

    TRANSFORMANDO LAS CRISIS EN OPORTUNIDADES

    TRES GRANDES CRISIS EN LA VIDA DE JOSUÉ

    Una Vida Ejemplar

    Este libro será de gran bendición para quien lo lea, pues relata la conversión e inspiradora vida del Pastor Mauricio Guidini; mi gran amigo y compañero con quien compartimos en São Paulo, Brasil diferentes eventos de las Asambleas de Dios, en una época cuando ambos esperábamos con entusiasmo la voluntad del Señor para nuestras vidas. En ese tiempo, Mauricio estudiaba medicina con mucha pasión, anhelando ser un gran profesional y al mismo tiempo servir a Dios, con ese profundo amor que siempre lo ha caracterizado.

    Llegó el momento en que tuvimos que separarnos; Mauricio salió para la ciudad de Santos, y yo partí para servir al Señor en Tupán, con el Pastor Teodoro TukanTofikaniuke. Simultáneamente, nuestras vidas fueron impactadas de manera extraordinaria en estas dos ciudades. En 1975, yo salí para la obra misionera en Cúcuta. Aunque Mauricio se enteró de mi llamado para Colombia, y yo ya sabía que él era médico y le servía al Señor en América del Norte, pasaron muchos años antes que nos pudiéramos encontrar nuevamente.

    Pero fue grande mi sorpresa cuando en el 2001, encontré en la Iglesia Cristiana El Sendero de la Cruz en Puerto Rico a Mauricio Guidini. Fui invitado a esta preciosa iglesia de más de 2,000 miembros, como exponente de una de las Escuelas de Líderes. Al concluir la primera sesión, me encontré con los brazos abiertos de alguien que me dijo: ¿Tú eres Satirio? En forma jocosa agregó: ¿El muchachito de São Paulo?, ¿el evangelista?, ¿Cómo llegaste aquí? Un poco sorprendido le respondí que vine porque había aceptado la invitación. Le pregunté, ¿quién era él? Entonces se identificó. Habían pasado más de 30 años desde el último encuentro y nuestros rostros juveniles se habían transformado.

    Me gocé enormemente al encontrar a mi amigo, ahora no solo médico, sino también pastor. Disfruté al ver el trabajo, que con tanto amor realiza, con su esposa Elizabeth Rosado, también sus hijos: Mauricinho (E.P.S), Ricardo, Lizbeth y Yashira. Es una familia que sirve a Dios con excelencia y con un amor misionero que trasciende lo normal en la vida de los ministerios. Un grupo significativo de líderes se ha unido a su labor y la Iglesia se ha convertido en una bendición para la Isla del Cordero, como se conoce también a Puerto Rico.

    Para mí es un placer inmenso poder recomendar esta obra. Estoy seguro que el testimonio del Pastor Mauricio Guidini enriquecerá la vida de todo aquel que lo lea, pues su heroico ejemplo como Mártir, del maltrato infantil, por su fe en Dios y su decisión de transformar el dolor en una incansable labor de llevar a su familia y a grandes multitudes a los pies de su Jesucristo, es una experiencia que inspira profundamente.

    José Satirio Dos Santos,

    Pastor del Centro Cristiano de Cúcuta Colombia

    Recordamos cuando llegamos a la Iglesia El Sendero de la Cruz, hace ya muchos años. Fue increíble cuando nos acercamos al Pastor y recibimos su abrazo. Eso fue interesante, por no utilizar otra palabra. Utilizamos la palabra interesante, porque nosotros vemos muy de cerca su día a día. Su oficina está llena de mucha actividad: visitas, llamadas, reuniones y gente que constantemente va y viene. Nuestro pastorcito trabaja, lee y ora mucho. En ocasiones lo hemos sorprendido llorando a solas en su oficina generalmente sobre su escritorio.

    Al regreso del campo misionero, y luego de haber fundado y pastoreado una linda congregación en la República de Ecuador, era necesario que regresáramos. El Pastor Mauricio viene a ser el hombre que transformaría nuestras vidas para siempre.

    El Señor lo llamó antes que naciera, en el vientre de su madre. Él fue un milagro, quizás su papá o su mamá no esperaban que viniese al mundo, pero Dios sí tenía un propósito especial.

    Nuestro Pastor es imposible de clonar, Dios lo hizo único y especial. No nos cabe la menor duda de que él nos entrega su genuino amor paternal y sobre todo su ejemplo de lo que es ser un verdadero hombre de Dios. El Pastor Mauricio es un héroe sobresaliente en nuestra vida. Todo esto resultado de un niño de siete años, que fue probado por su familia, y que le pidió a Dios ser un digno representante de Su gloria en la tierra.

    Una gran sorpresa es la forma en que Dios usa a nuestro Pastor Mauricio. Comenzó su ministerio para la Iglesia en Brasil, pero en todos estos años desarrolló su ministerio para todos los países de habla hispana. Sus sermones y canciones han sido escuchados por muchos. Somos uno en Cristo, fue el coro más cantado en nuestras iglesias. Si bien lo conocíamos como el Pastor del abrazo, no imaginamos el hecho de que hasta en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito Ecuador es recibido y reconocido por militares como el Pastor del abrazo.

    Este pastorcito creció con un elemento importante en su vida, su sentido del humor. Siempre nos alegra con sus bromas, cuentos y risas, claro que él pasa por pruebas y momentos difíciles, pero nos enseña que el gozo del Señor es su fortaleza.

    Lo último que deseaba mencionar es que no hay en él deseos de grandeza, de buscar bienes materiales, posiciones o poder. Su verdadera ambición aquí es el bienestar de los demás y el deseo de que todos sean salvos.

    La vida de Mauricio es una historia que será un desafío para tu vida, así como él ha sido para nosotros. Es una historia de valor, fe, perseverancia y valentía. En su trayectoria, fue un niño antes y con todos los imposibles, a su corta edad de siete años, creyó en el Dios de lo extraordinario.

    Nuestros padres cumplieron su mayor deseo cuando se fueron a morar con el Señor. Al principio fue un tiempo difícil, los extrañamos muchísimo; pero nos dejaron una hermosa heredad y ahora podemos decir verdaderamente hermosa. Estamos seguros de que los principios bíblicos que ellos sembraron en nosotros forman la mayor parte de lo que es nuestro ministerio. Como ministros que servimos en el Reino de Dios, aprendimos el respeto al Señor, a nuestros padres y pastores.

    Por eso, de los pastores que conocemos, Mauricio Guidini es uno de los más extraordinarios, por ser nuestro padre espiritual, por lo que hemos visto y vivido a su lado, y como un ejemplo de Dios, aquí en la tierra y que podemos ver cada día.

    Pastores Pedro y Carmen Gallegos

    Hemos escuchado en muchas ocasiones la frase: Dios es fiel. Pero esa frase solamente es real cuando los contextos de la vida se tornan grises, violentos, tristes y a veces hasta miserables. Entonces es necesario vivir la fidelidad de Dios. La fidelidad de Dios no es un poder que altere nuestras vidas cuando estas son amenazadas por las crisis. Esa fidelidad es nuestro escudo en la guerra, nuestro brazo protector en la prueba, el puente ante el abismo. Quien mejor habla de fidelidad de Dios es aquel que ha encontrado refugio bajo sus alas y esperanza en sus palabras.

    Este libro es el vivo ejemplo de un Dios presente en cada paso de la vida del Pastor Mauricio Guidini. Es un testimonio que integra la fideli­dad de Dios y la fe incondicional del que cree en ese Dios que se hará presente y real en cualquier momento. La ventaja de este testimonio es que introduce un factor diferente a otros tantos igual de valiosos. Aquí, un niño de 7 años sin saber nada sobre Dios, sin tener una familia cristiana que lo instruyera en el camino correcto, creyó que Dios lo llamaba para transformarlo. No es lo mismo un testimonio de un niño que creció en la iglesia o que

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