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La Historia de Mi Vida
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Libro electrónico223 páginas3 horas

La Historia de Mi Vida

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La Historia de mi Vida por Becky Lynn Black no es la autobiografia de una celebridad. Es algo mucho mejor. La historia de Becky es un testimonio. Y el poder llegar a ser vencedores a traves de la palabra de nuestro testimonio es una promesa (Apocalipsis 12:12). Un testimonio no solo se trata de una historia que satisface la curiosidad. Un testimonio presenta un llamado divino. La historia en este libro te llamara a poner a Dios en primer lugar, especialmente en tu matrimonio. Te llamara a las misiones. De hecho, este testimonio es la historia del Evangelio. Dios te ama, murio para salvarte y te llama a que te unas a El en el ministerio de la reconciliacion. No importa a donde vayas o cuales sean los problemas que enfrentes, pues Dios estara contigo. El no removera todas tus dificultades, pero El trabajara a traves de ti de una forma u otra. Cuando Becky Lynn Black partio a su hogar en el Cielo, no fue una victoria del cancer que trato de vencerla. Esto fue una victoria de Dios sobre la muerte, manifestada en la vida de Su sierva.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento24 nov 2014
ISBN9781631991134
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    Vista previa del libro

    La Historia de Mi Vida - Becky Lynn Black

    Prólogo del Editor

    El prólogo del editor tiene la intención de decirle la razón por la cual publiqué este libro y la razón por la cual usted debería leerlo. Voy a saltearme eso. Le voy a decir por qué usted debería actuar en respuesta a este libro. 

    Becky Lynn Black no era la clase de persona a la que normalmente se le da reconocimiento en una autobiografía. Ella no era la presidenta de un ministerio. Ella no dirigía la administración de una iglesia. Ella no era una celebridad.

    Pero por la manera en la que Dios da importancia en Su reino, ella era extraordinaria. Ella encontró aquello que sí cuenta, su posición como sierva. Ella dijo a Jesucristo, y ella supo que ese significó más que un pasaje al Cielo. Esto significó una vida de servicio en respuesta al llamado de Dios.

    Hacia el final de su peregrinación (¡y ella sabía que era una peregrina!) aquí en la tierra, ella tomó el tiempo y la energía para contar su historia, la historia de Dios trabajando en y a través de ella para cambiar muchas vidas alrededor del mundo. Ella dio testimonio  de su creador y su redentor. El salmista nos desafía a no esconder las grandes obras de Dios de las generaciones que vendrán (Salmos 78:4), y Becky obedeció.

    He pasado una gran cantidad de tiempo leyendo y meditando sobre Hebreos 11, la lista de honor de la fe, como usualmente se llama. Si tú lees las historias de esta gente, encontrarás que son un grupo bien variado. Pero tienen una cosa en común: Cuando Dios llamó, ellos respondieron. Al final, podría decirse que por esa razón, de ellos el mundo no era digno (Hebreos 11:38).

    Por supuesto que deseo que leas este libro. Pero lo que es más importante es que usted actúe en respuesta a él. Y que cuando usted haya actuado, de testimonio, ya sea a uno o a miles.

    ¿Responderá usted al llamado de Dios?

    Henry E. Neufeld

    6 de Febrero del 2014

    Agradecimientos

    Al ser esposo de Becky, estaba entusiasmado cuando ella decidió escribir la historia de su vida. Mientras que ella terminaba cada capítulo, yo editaba el estilo pero dejaba el contenido esencialmente como salía de sus manos. Hacia el final de la vida de Becky, cuando ella se volvió muy débil para escribir en la computadora, nuestras hijas Karen y Matthea tomaron dictado y luego me enviaron la transcripción para la edición final. Mi asistente personal, el Sr. Jacob Cerone, al igual que mi hija Liz, ayudaron en la edición y la revisión. Finalmente, el Sr. Henry Neufeld de Energion Publications ofreció muchas útiles sugerencias que mejoraron la calidad del libro, y la Srta. Fiorella Polo hizo la traducción del inglés al español. A todos ellos les ofrezco mi más sincero agradecimiento.

    Soli Deo Gloria.

    David Alan Black

    Table of Contents

    Prólogo del Editor

    Agradecimientos

    Introducción

    El Principioal Principio

    Fortalecida a través de la Dificultad: Creciendo en Etiopía

    Doblándome a Su Manera

    Dallas: Los Años de Primaria y Secundaria

    Recién Casados

    La Maternidad

    Mayordomía Aplicada (Profesiones)

    Ministerios en los Estados Unidos

    Ministerios en el Extranjero

    Mentiras, mentiras, mentiras

    Los Últimos Años

    Post scríptum:David Alan Black

    Introducción

    La Historia de Mi Vida

    No todos los días una persona ordinaria escribe una autobiografía. Supongo que las personas escriben sobre sí mismas por razones diferentes. Mi deseo de escribir vino no mucho después de ser diagnosticada con cáncer uterino. No se esperaba que viviera por mucho más tiempo, y tenía la urgencia de hacer tanto como pudiese para hacer un impacto en el mundo para Cristo y Su Reino.

    Al principio de nuestra experiencia con el cáncer, mi esposo Dave y yo decidimos vivir de acuerdo a la verdad y la transparencia. Abrazaríamos toda la verdad (ambas física y espiritual), y seríamos transparentes. La verdad estaba para ayudarnos a nosotros mismos; la transparencia estaba para ayudar a otros.

    Dios ha bendecido esta orientación y compromiso. A pesar de que hemos ocasionalmente recibido correos electrónicos criticándonos por alguna razón, en general la respuesta de la gente ha sido de apreciación y apoyo.

    Y es así que empiezo esta autobiografía con el mismo enfoque: diciendo la verdad en la medida de mis capacidades, y siendo transparente contigo.

    Mi meta es simple: Que Jesucristo sea alabado, y así  Él pueda traer hombres y mujeres hacia Sí mismo, para que Él pueda generar santidad en sus vidas.

    Mi vida no ha sido perfecta. ¿Existirá tal cosa? No pretenderé que lo ha sido. Mi vida ha sido bendecida de muchas maneras, pero también ha sido tocada por el pecado, como todas lo son. Encontrarás ambos las bendiciones y el pecado.

    Mi esperanza es que, en estos capítulos, veas a un Dios que sabe, que ama, y que redime nuestras vidas de la destrucción. Si hay algo bueno que puedas encontrar en estas páginas, o que venga a tu vida a través de estas páginas, toda la alabanza va para Él, quien me ha conocido, me ha amado, y me ha redimido de toda destrucción.

    El Principio

    al Principio

    Desde el Pasado de la Eternidad

    Siempre había pensado del ministerio como un acto de servicio al prójimo. Para empezar desde el principio de mi vida, tenemos que empezar en el pasado de la eternidad.  Efesios 1 y Salmo 139 son dos de los muchos pasajes que hablan específicamente sobre el ordenamiento de la creación del Señor. Mi lugar en Su universo fue puesto en el pasado de la eternidad, mucho antes de que Él tomara acción en cualquiera de Sus planes, mucho antes de que Él pronunciara la existencia del mundo, del sol, la luna y las estrellas, y de los animales, las aves y los peces. Incluso antes de que Él trabajara en la creación de Adán y Eva, yo ya estaba en Su mente.

    Este es el caso de todos. Es cierto de mí y es cierto de ti. Por la gracia de Dios, Él confirmó esta verdad en mí ser más íntimo a una temprana edad, y ha sido un ancla para mi identidad. No es que yo solamente haya sucedido. Yo no fui una consecuencia natural de las acciones humanas. Yo no fui un evento en las vidas de mis padres. No, Dios específicamente optó por crearme, Becky Lynn Lapsley Black. Su amor hizo esta elección, por lo que Él sería capaz, a través de ése amor, de magnificar su gloria. El amor que Él mostró al crearme a mí ha sido una establecida realidad para mí durante toda la vida.

    Mientras escribo, pienso en las muchas colchas que he hecho durante todos los años. Cada colcha comenzó como una idea que fue formada por mi propia personalidad: sus colores, su tamaño y su estilo. Todo acerca de cada colcha era una expresión de mí y de mi deseo de servir a los demás. Mientras que trabajaba en cada colcha, eligiendo las telas, cortando y cosiendo la parte superior, y cuidadosamente entretejiendo a mano la colcha día tras día, me entregué en cada colcha. Cuando terminaba, yo siempre firmaba, ponía la fecha, e incluía un pasaje de las Escrituras en la esquina del reverso. Le ponía mi nombre a mi creación. Los pocos que me conocían bien podían identificar una historia en mi vida que se relacionaba con la colcha. Aquellos que me conocían poco podían mirar a una de mis colchas y ser capaces de identificarla como mía; se parecía a mí. Los que no me conocían en lo absoluto admirarían la obra, pero no era hasta que volteaban la colcha que podían leer mi nombre e identificar al creador de la obra.

    Y lo mismo ocurre con la colcha Becky Lynn Lapsley Black hecha por el Señor Jesús. Desde su mente y corazón, de acuerdo con Sus deseos y para Sus propósitos, fui planeada y creada en el lugar y momento perfectos en la historia. El Rey David tuvo este mismo sentir de su destino. En el Salmo 139 le dice a Dios:

    Porque Tú formaste mis entrañas;

    Tú me hiciste en el vientre de mi madre.

    Te alabaré; porque formidables,

    maravillosas son tus obras;

    Estoy maravillado,

    Y mi alma lo sabe muy bien.

    No fue encubierto de ti mi cuerpo,

    Bien que en oculto fui formado,

    Y entretejido en lo más profundo de la tierra.

    Mi embrión vieron tus ojos,

    Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas

    Que fueron luego formadas,

    Sin faltar una de ellas.

    ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!

    ¡Cuán grande es la suma de ellos!

    Mientras que Dios planeaba y creaba mi cuerpo y personalidad de acuerdo a Su amor y propósito, así también Dios planeó llamarme a ser Su hija. El 12 de Mayo de 1953, mi cuerpo nació en este mundo, pero mi espíritu estaba muerto. Las Escrituras enseñan que al nacer, estamos muertos en nuestros delitos y pecados. Tenemos la habilidad física para comunicarnos con nuestros semejantes, pero no tenemos la habilidad para comunicarnos con Dios. El pecado de Adán y Eva le ha robado a cada persona nacida de mujer; sus pecados son heredados por cada persona, y su destierro del Jardín de comunión con el Creador también es heredado.

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    Mi zapatito de bebé, 1954.

    Las Escrituras enseñan que el corazón de Dios desea acoger a cada persona dentro de Su familia espiritual. Él no desea que ninguno sea expulsado fuera de Él. Su corazón es uno de amor por cada ser humano. Y Él hizo un camino, sacrificando Su pertenencia más preciada, Su propio Hijo amado, para que aquellos que Él amó y a los que dio existencia pudieran tener un camino a Su mesa y hogar.

    Pero, ¿cómo pueden las personas muertas levantarse, caminar y encontrar el camino a la mesa del Padre? Es imposible, a menos que el Padre les despierte, respirando la vida espiritual en ellos, y causando que ellos elijan el camino que Él ha provisto.

    Yo no pretendo entender la doctrina de la predestinación. Hay muchas cosas acerca de Dios y Sus caminos que yo no entiendo. Esta brecha en mi entendimiento nunca me ha molestado. Sé que el día que lo entienda todo acerca de Dios y Su camino será el día que Él dejará de estar por encima de mí, y dejará de ser Dios. Sí, Él me permitió pensar, evaluar, considerar y juzgar. La práctica de estas habilidades, sin embargo, se deben hacer en humildad. Parte de usarlas correctamente es aceptar la realidad de sus limitaciones.

    Algunas personas sienten la tentación de deshacerse de todas las palabras de Dios, porque no pueden entender algunas de ellas. Los científicos, historiadores y otros especialistas aceptan sus limitaciones. Cuando se trata sobre el estudio de Dios, ¿por qué no estamos dispuestos a aceptar las limitaciones? Estoy continuamente sorprendida del orgullo de la humanidad en el trato con el Todopoderoso. Es sutil, pero está ahí: Si no me parece que tiene sentido, entonces no lo acepto.

    Personalmente, nunca he tenido problemas con la veracidad de las Escrituras o al Dios vivo que presentan. Yo les creo, y yo vivo en la fe. Cada persona debe vivir por fe. A medida que cada persona llega a la edad adulta, él o ella debe elegir a quién o en qué confiar. La gran mayoría de la humanidad elige su propio juicio o las normas de la sociedad. La mayoría decide por defecto, sin darse cuenta de que están tomando una decisión.

    A medida que surgen las tormentas de la vida, la base sobre la que nos paramos, la base de la verdad que hemos escogido, el sistema de creencias que hemos acogido es probado. Es solo cuestión de tiempo antes de que todos los falsos sistemas de verdad, que son sistemas de mentira del maligno, nos fallen. A veces, ese evento ocurre al principio, y deja a la gente desilusionada, desconfiada, deprimida, enojada, cínica y con la espalda vuelta contra Dios en rebelión. A veces ese evento crea un completo cambio de paradigma de un sistema de creencias a otro. Salir de un bote salvavidas que tiene una fuga para alcanzar a otro igual puede dar una sensación temporal de seguridad, pero es solo una cuestión de tiempo antes de que el próximo trauma en la vida muestre que el segundo bote salvavidas es igual de tan poco fiable.

    Hay muchas cosas que no entiendo de mi Padre. ¿Cómo es que Él crea a tanta gente? ¿Cómo es que ama a cada individuo personalmente y completamente? No entiendo cómo es que Él desea que ellos tengan una relación con Él, cómo es que Él ha hecho un camino para que ellos lleguen a Su mesa, y sin embargo Él respira Su Espíritu a solo un grupo selecto, de modo que puedan surgir y llegar a Su mesa.

    Las Escrituras enseñan esto acerca de mi Padre. No lo entiendo, pero lo acepto. Y un día, cuando esté a su lado sin el residuo del pecado bombardeando mi forma de pensar, lo entenderé completamente. ¿No es esto lo que 1 Corintios 13:12 enseña? Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.

    Estoy contenta de saber que un día lo voy a entender. Estoy contenta de vivir en un periodo de tiempo con una comprensión incompleta de Él y Sus caminos. En realidad, es una bendición que no pueda comprender todas las cosas acerca de Él. Si lo hiciera, tendría una completa comprensión de lo vasto, mucho más allá de la descripción, y cuan ancho que es el abismo entre nosotros a causa de mi pecado. Vería la horrible fealdad de lo que soy; el hedor de mi pecado me derrotaría e inmovilizaría.

    Pero en Su gracia, Él me ha dado solo una medida de la comprensión tanto de mi pecado y de Su camino, por lo que no estoy abrumada. Esta medida incluye el hecho de que Él me eligió desde el pasado de la eternidad no solo para llegar a existir físicamente, pero también para ser vivificada espiritualmente, purificada por el Hijo, y hecha apta para sentarme con el Padre en Su mesa. ¿Por qué eligió darme Su vida? De los miles de millones de personas en esta tierra, ¿por qué yo? Yo nunca lo sabré, excepto que de alguna manera él decidió que a través de esta persona sencilla Su gloria pudiera brillar, y que Su propósito en la creación sería satisfecho.

    Mi Nacimiento Espiritual

    Hace años, cuando yo hacía colchas, empecé por diseñar la colcha en papel. Luego iría a un inmenso almacén lleno de telas y confecciones. Ahí pasaría horas considerando todos los tipos de tela. Simplemente miraría la textura, el peso, el color, o el diseño de la mayoría de la tela; serían rápidamente descartados, porque no encajaban con la idea de la colcha que tenía en mi mente. Yo sacaba unas pocas piezas de los estantes y las consideraba más cuidadosamente, jugando con ellas en mi cabeza. Algunas piezas serían juntadas para ver como encajarían una con la otra. Al final, de todas las miles y miles de barras dobladas de tela, dejaba la tienda con solo un puñado, segura que estas pocas seleccionadas cuidadosamente cumplirían con la imagen de la colcha que existía solo en mi mente y corazón.

    En mi nacimiento, yo era una de los miles y miles que nacen en todo el mundo. Yo nací con un cuerpo sano y una personalidad burbujeante de acuerdo al plan de mi Creador. Pero yo, como todos los demás, había nacido espiritualmente muerta. Aunque en mi cuerpo la habilidad de desarrollar el habla, el movimiento, y la agudeza mental existían, no había la habilidad de desarrollarme espiritualmente. Estaba condenada desde el nacimiento a ser un cadáver andante. Este era el precio de ser humano, de ser un descendiente de Eva. No hay cantidad de maquillaje, ropas de lujo, buen vivir, o educación que pueda cubrir ese hecho. Pero Dios, en Su misericordia, por razones desconocidas para nosotros, me escogió para que

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