Muy feliz jueves. No me puedo creer que ya llega final de mes y estamos a 3 días de entrar en agosto. El verano se me va volando. Entre esta nueva aventura que está siendo este pódcast sobre redes sociales para marcas personales y el Programa de RedVolución 2.0.

En el episodio de reflexión de hoy quiero hablarte sobre cómo se vende por aquí y los sentimientos que me genera.

Para mí existen 2 formas de vender: con respeto y sin respeto. Ahora me explico lo que quiero decir con esto.

Voy a empezar hablando de la segunda manera, sin respeto. He asistido a eventos, masterclasses y retos donde las personas que tenían que hacer la venta hacían todo aquello que me provoca repulsión y rechazo.

En uno de los eventos, el profesional en cuestión incitaba a las personas a coger créditos para pagar su formación, a rehipotecar sus casas si hacía falta porque su programa parecía ser la oportunidad de sus vidas. Subía al escenario a personas que reforzaban esta idea con sus testimonios contando cómo habían pedido el dinero prestado y ahora les va de maravilla. Pero, sinceramente, ya me gustaría escuchar a mi también como buena libra que soy, la otra parte. Aquellos que pidieron préstamos, no lograron los resultados esperados y ahora están con una deuda y sin ingresos. Porque yo, como persona que vende una formación, no puedo dormir tranquila si sé que alguien ha pedido un préstamo considerable para pagarme a mí y ha llegado al punto de endeudamiento que le puede afectar emocionalmente y personalmente si no consigue estos ingresos. Y aquí entra la parte de vender desde el respeto. Siempre que he vendido mi programa o mis servicios, tengo claro que si alguien me dice que no puede permitírselo ahora mismo, no pasa absolutamente nada. O le ofrezco opciones de pago o le digo que ya será en otra ocasión. Siento un respeto profundo hacia el estado personal de cada uno y no me imagino tener que cargar mi conciencia con alguien que tiene apuros económicos porque pide préstamo para mi programa.

Luego están los profesionales que te quieren meter con un calzador su programa, con cero empatía y que me tratan como un billete andante. Que acabe un reto o webinar y me digan cosas como "está tirado de precio" me toca la moral. ¿Y qué sabes tú sobre mi economía actual para decirme lo que está tirado de precio o no y lo que me puedo permitir o no? Honestamente, este tipo de venta sin respeto también me echa atrás. Yo digo cuál es el precio de mi programa y tú decides si lo puedes pagar o no. El respeto hacia la persona y su economía para mí es fundamental.

Y por último, el tercer caso es cuando me ven como un posible billete andante y yo sigo un NO rotundo, y desde el otro lado se escucha el cri cri. Ni siquiera un "gracias por responderme y explicarme por qué no es tu momento ahora". Ni un "bueno, en otro momento hablamos." ¿Pero qué es esta forma de tratar a las personas que te han dedicado su tiempo en responderte? Por favor, si haces estas cosas, para.

Yo valoro enormemente la honestidad en las personas. De hecho, como persona y negocio, tomo las decisiones en mi vida basándome en este pilar fundamental. Esto me permite tener una consciencia tranquila y dormir bien por la noche. Me encantaría saber qué opinas tú de este tipo de ventas y si has vivido alguna de estas situaciones. Cuéntamelo o por aquí, por Instagram en @holadianamarin o puedes enviarme un correo a info@dianamarinsocialmedia.com.

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