Si alguna vez te apetece, escríbeme ya sea a mi WhatsApp o a través de mi grupo privado de Telegram ( https://bit.ly/3Pradmt ) y lo cuadramos.
Creo que ya es hora de que las personas adultas nos responsabilicemos de nuestros actos en las redes sociales y enseñarles a las generaciones que vienen por detrás, cómo hacer un uso responsable de ellas.

Y si te preguntas, ¿quién eres tú Diana para decirme lo que debo o no hacer en mis redes sociales? La verdad es que no soy nadie, para decirte lo que debes o no hacer. Eso sí, por mi experiencia y trayectoria en todo esto, solo puedo aconsejarte y tú decides si guardarte mi consejo o desecharlo.

Las redes sociales nos han atrapado en masa desde que salieron Facebook y Tuenti hace miles de años ya. Parece que aquello fue en otra vida. Y siguen haciendo lo mismo, generación tras generación. Pero, ¿en qué punto se nos enseñó cómo hacer un uso responsable de una herramienta tan potente que es capaz de hacer que dos personas se enamoren y que a la vez otra se quite la vida por ellas?

Fuerte, ¿verdad? Pues así soy yo. Sin tapujos.

Las redes sociales se han convertido en un punto de encuentro de ocio para todas las generaciones. Pero, ¿alguna vez te has preocupado en leer la letra pequeña? Mentiría si dijera que me la he leído toda, pero sí buena parte de ella. Y por eso, quiero que sepas que cualquier contenido que subes a las redes sociales, ya no te pertenece. Puedes eliminar un perfil de redes, una foto o un vídeo, pero siempre hay un lugar en algún servidor, donde los datos quedan registrados. Una vez que un contenido rule por a red, ya no hay vuelta atrás (a no ser que seas un súper hacker y me da que de los que escuchamos este pódcast no somos ninguno).

Déjame hacerte una pregunta, si tus hijos o nietos te buscan en internet, ¿estarás orgulloso/a o avergonzado/a de lo que encontrarán? Dejar una huella digital, trabajar tu reputación primero como ser humano y luego como profesional es importante. Por eso, plantéate, ¿qué clase de contenidos envías por WhatsApp o subes a las redes sociales?

Déjame plantearte otro asunto. Imagínate que vuelves a tener 22 años y te enfrentas a una entrevista de trabajo en una empresa en la que has soñado alguna vez trabajar. Te preparas la entrevista, eliges cuidadosamente la ropa, llegas puntual y entras en el despacho del entrevistador. Este te saluda, te invita a sentarte y comienza la entrevista. De repente, esta persona saca un perfil psicológico tuyo a raíz de todos los contenidos que tus padres han ido subiendo en las redes sociales sin tu consentimiento, cuando tú no tenías uso de razón ni entendías esto y te dicen que no eres apto para el puesto en base a los datos extraídos por una inteligencia artificial que ha analizado este tipo de publicaciones. ¿Cómo te sentirías respecto a tus padres en este momento?

Y peor aún, ¿y si fuera tu hijo/a el de este ejemplo?

Has condicionado toda su vida, la has documentado, la has compartido públicamente sin su consentimiento. ¿Te imaginas que alguien te haga esto a ti hoy? ¿Cómo te sentirías que otra persona publique fotos tuyas en la playa, comiendo, bailando o haciendo lo que sea sin tu consentimiento? Si te hace sentir incómodo/a esta reflexión, te animo a que revises y te responsabilices del uso que le das a las redes sociales y cómo le enseñas a las generaciones que vienen detrás de ti a usarlas.

Si te apetece hablar más del tema, te espero en mi canal privado de Telegram, te dejo el enlace aquí en las notas del programa https://bit.ly/3Pradmt para que te unas.

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