Ya es jueves y en nada fin de semanita. Tú, que me lees y escuchas al otro lado, cuéntame, ¿estás de vacas o te toca pringar? Me da que, tal y como están los precios de los carburantes, hoteles, billetes, etc. nos vamos a quedar muchos en casita este verano. Yo al menos no tengo planeado un parón hasta septiembre, porque estamos a toda pastilla con el programa de RedEvolución 2.0. Que, por cierto, me preguntó una chica en Instagram de qué iba eso de revolucionar las redes. Pues mira, responderle me viene como anillo al dedo para enlazar con el capítulo de hoy.
Mi programa lo llamo evolución 2.0 porque enseño a los alumnos a trabajar las redes sociales desde el conocimiento y la consciencia. Por eso, es como una evolución en la gestión de redes que hasta ahora ha estado en piloto automático y yo estoy harta de que la gente haga eso, porque termina amargándose y tirando la toalla.
A mí, personalmente, las redes sociales me encantan. Las veo muy útiles tanto a nivel personal como a nivel profesional. Aunque últimamente Instagram me tiene poco contenta.
Una red social vive gracias a los creadores de contenido que logran que los usuarios pasen más tiempo en la red social. Pero, parece ser que a Instagram los creadores de contenido le importan más bien poco. Creo que están tan cegados en su guerra con TikTok que están acabando con la paciencia de aquellos que intentamos trabajar en esta red social. De hecho, una de las principales razones por las que yo he decidido que no quiero crear contenido exclusivo para Instagram ha sido esta.
Los algoritmos son cada vez más severos, para que así, si queremos que nuestro contenido se vea, tengamos que pagar publicidad. Pero el CPC (costo por click) de la publicidad ha aumentado tanto que, ahora mismo, o haces campañas muy bien segmentadas y enfocadas, o te gastas un pastizal tremendo sin resultados. Por no hablar de todos los fallos que está dando la app en las últimas semanas.
Yo he estado días sin poder subir o grabar historias desde la app. No me aparecen stickers, se me borran reels de los borradores. Hay gente que me ha dicho que les desaparecen reels del muro, no pueden enviar mensajes, etc.
La semana pasada Adam Mosseri, Director General de Instagram, sacó uno de los típicos vídeos sobre novedades en la plataforma. Sinceramente, no presté mucha atención en las novedades, sino más bien me puse a leer los comentarios. La publicación llevaba escasos minutos cuando la vi. Bueno, es impresionante la cantidad de comentarios negativos que tiene. Uno dirá: "Es que no puede llover al gusto de todos". Pero ya te digo yo, que tampoco es bueno cuando la mayoría de los comentarios son sobre problemas con la plataforma.
Sin hablar de que el servicio de soporte de Instagram es terrible. Que Dios te salve de tener que reportar algo. Hace meses que reporté que la plataforma no me permite dejar de seguir unos hashtags que en su momento seguía porque eran relevantes para mí, pero ahora no puedo dejar de hacerlo. Nada, ni siquiera contestación. ¡Terrible!
En fin, cerrando con todo este tema. Entiendo que Instagram quiera recuperar el liderazgo, pero no estoy de acuerdo en que lo haga en la forma en la que lo está haciendo, perjudicando a aquellos de los que vive. De ser mi red social favorita, se está convirtiendo en mi red social menos preferida. No sé en qué punto de la relación estás tú con Instagram. Si te apetece, puedes escribirme por ahí en @holadianamarin o enviarme un correo a info@dianamarinsocialmedia.com.

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