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El mejor periodismo chileno 2016: Premio periodismo de excelencia 2016
El mejor periodismo chileno 2016: Premio periodismo de excelencia 2016
El mejor periodismo chileno 2016: Premio periodismo de excelencia 2016
Libro electrónico425 páginas4 horas

El mejor periodismo chileno 2016: Premio periodismo de excelencia 2016

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Información de este libro electrónico

En este libro se recopilan los trabajos periodísticos que han sido premiados —como finalistas y ganadores— con el Premio Periodismo de Excelencia que organiza anualmente desde el año 2003 la Escuela de Periodismo de la UAH. Cada libro contempla textos de distintos géneros —columnas, reportajes, entrevistas, perfiles y crónicas— publicados en los medios escritos nacionales. Los trabajos son seleccionados por un jurado conformado por destacados periodistas y académicos que eligen las mejores piezas en cada categoría y determinan cuál es la mejor del año. Este libro constituye un gran aporte como bibliografía y material para la docencia en todas las escuelas de periodismo en Chile.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 abr 2017
ISBN9789563570977
El mejor periodismo chileno 2016: Premio periodismo de excelencia 2016

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    El mejor periodismo chileno 2016 - Varios Autores

    EL MEJOR PERIODISMO CHILENO

    Premio Periodismo de Excelencia 2016

    Ediciones Universidad Alberto Hurtado

    Alameda 1869– Santiago de Chile

    mgarciam@uahurtado.cl – 56-228897726

    www.uahurtado.cl

    ISBN libro impreso 978-956-357-097-7

    ISBN libro digital 978-956-357-098-4

    Registro de propiedad intelectual Nº 276475

    Dirección Colección Periodismo

    Juan Cristóbal Peña

    Coordinación Premio Periodismo de Excelencia

    Catalina May

    Dirección editorial

    Alejandra Stevenson Valdés

    Editora ejecutiva

    Beatriz García-Huidobro

    Diseño y diagramación

    Francisca Toral

    Diagramación digital: ebooks Patagonia

    www.ebookspatagonia.cl

    info@ebookspatagonia.cl

    Con las debidas licencias. Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en las leyes, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamos públicos.

    TRABAJOS PREMIADOS

    PREMIO PERIODISMO DE EXCELENCIA 2016

    Y PREMIO CATEGORÍA REPORTAJE

    Los negocios que Piñera hizo en el mar peruano durante el juicio de La Haya

    Sergio Jara, Radio Bío Bío

    PREMIO CATEGORÍA OPINIÓN

    AFP: el poder impotente

    Daniel Matamala, Ciper

    PREMIO CATEGORÍA CRÓNICA O PERFIL

    El sabor a sangre de las cerezas

    Roberto Farías, Paula

    PREMIO CATEGORÍA ENTREVISTA

    Érika sobreviviendo a Olivera

    Rodrigo Fluxá, Sábado

    PREMIO PERIODISMO DE EXCELENCIA UNIVERSITARIO

    En 2015 el Ejército gastó más de $1.000 millones recontratando con boletas a uniformados pensionados

    Natalia Correa y Sebastián Varela, PUC

    TRABAJOS FINALISTAS

    CATEGORÍA ENTREVISTA

    Érika Silva, a un año del Caso Caval: la guardiana de Dávalos

    Sabine Drysdale, Paula

    Jorge González: "Ya no doy miedo porque me

    he humanizado a ojos de la gente"

    Claudio Vergara, La Tercera

    El retiro de Büchi: Me siento incómodo en este país

    Antonieta de la Fuente y María José López, Capital

    María Kodama, a 30 años de la muerte de Borges:

    ¡De guardiana, nada!

    María Cristina Jurado, Ya

    Jorge Abbott: "Queremos acotar y darles pronto

    término a las investigaciones"

    Alejandro Trujillo y Francisco Siredey, La Tercera

    Kathya Araujo, socióloga: "El miedo a los subordinados

    nos impide renunciar a ser autoritarios"

    Daniel Hopenhayn, The Clinic

    Exfrentista Rodrigo Rodríguez:

    El Frente siempre fue el hijo bastardo del PC

    Rocío Montes, Caras

    CATEGORÍA REPORTAJE

    The Panama Papers: los secretos de chilenos

    en paraísos fiscales salen a la luz

    Alberto Arellano, Ciper

    El chileno que puede curar la ELA

    Nicolás Alonso, Qué Pasa

    La desconocida escala en Brasil de la campaña de ME-O

    Francisco Artaza, La Tercera

    Las residencias para madres adolescentes

    Carolina Rojas, Paula

    Cambio clave de la ley de royalty que benefició

    a SQM salió del computador de Contesse

    Nicolás Sepúlveda y Francisca Skoknic, Ciper

    La herencia maldita de Manuel Contreras

    Macarena Gallo y Jorge Rojas, The Clinic

    CATEGORÍA OPINIÓN

    Yo aborté (y no me arrepiento ni un solo día)

    Camila Gutiérrez, La Tercera

    ¿La investigación científica chilena será capaz de aportar

    soluciones a la crisis en Chiloé?

    Felipe Villanelo Lizana, Ciper

    Fronda y censura: la mordaza de la Transición

    Renato Garín, El Mostrador

    El rostro

    Álvaro Bisama, La Tercera

    CATEGORÍA CRÓNICA O PERFIL

    El retiro de un joven pistolero

    Rodrigo Fluxá, Sábado

    30 años buscando al hijo perdido

    Carola Solari, Paula

    Las preguntas de Marina

    Javier Rodríguez, Qué Pasa

    Parir engrillada: el oscuro alumbramiento de Lorenza Cayuhan

    Claudio Pizarro, The Clinic

    Cazador del fin del mundo

    Gazi Jalil, Sábado

    La isla rota

    Nicolás Alonso, Qué Pasa

    El muerto que nadie buscó

    Jorge Rojas, The Clinic

    Prólogo

    A veces, disparar contra la prensa es un buen negocio. Bien lo sabe el presidente de Estados Unidos, quien ha refrescado uno de los principios rectores del manual de propaganda de Joseph Goebbels: cargar contra el adversario los errores o defectos propios, respondiendo al ataque con otro ataque. Sobre este principio, el propagandista nazi proponía que cuando no se puedan negar las malas noticias, es necesario inventar otras que distraigan de las malas. Pues Donald Trump y sus asesores descubrieron que es más fácil y efectivo negar las malas noticias, tildándolas sin más de falsas.

    Esta versión actualizada del manual de Goebbels supone cuestionar la verdad pública y factual, apelando a una verdad emocional que ya no necesita de los medios de masas tradicionales. La relativización de los hechos ha sido representada de manera ejemplar por una caricatura de David Sipress publicada en The New Yorker, donde un presentador televisivo anuncia el pronóstico del tiempo de los demócratas para luego dar paso al pronóstico del tiempo de los republicanos.

    No es que Donald Trump haya llegado hasta donde llegó únicamente demonizando a la prensa, pero fue una de sus armas de campaña más efectivas. Tanto así que después de ganar la presidencia ha profundizado sus ataques, acusando a varios de los principales medios de su país de estar fuera de control y de ser el enemigo del pueblo. En campaña propuso ampliar las leyes de difamación, de modo de castigar a quienes publiquen historias deliberadamente negativas; ya instalado en la Casa Blanca, su principal estratega, Steve Bannon, declarado admirador de los filmes propagandísticos de Leni Riefenstahl, definió a la prensa estadounidense como el principal partido de oposición.

    El problema no es solo Trump. Mal que mal, en Estados Unidos existe una arraigada cultura de respeto a la libertad de expresión, garantizada por la Primera Enmienda a la Constitución. Esa cultura ha sido un fuerte contrapeso al gobernante estadounidense, logrando de paso revalorizar el papel de los medios en ese país. El problema es que la estrategia de desprestigio a la prensa —y la facilidad con que penetran las verdaderas noticias falsas— ha ganado terreno en otras latitudes. Con o sin Trump, la libertad de expresión es un valor amenazado por la posverdad.

    En el último año en Chile, a una escala muy distinta, hemos visto algunos ejemplos de ello.

    A principios de 2016, el Senado intentó de manera infructuosa dictar una ley mordaza que, bajo amenazas penales, pretendía limitar el acceso a investigaciones en curso del Ministerio Público. Una ley hecha a la medida de quienes la dictaban, considerando que no pocos congresistas son objeto de investigaciones de ese organismo.

    Luego vino la querella de Michelle Bachelet en contra de revista Qué Pasa, que publicó un testimonio judicial que sugería la participación dolosa de la presidenta en los negocios de su nuera, cosa que quedó desacreditada. La querella despertó controversias —lo mismo que la publicación— y fue retirada cuatro meses después.

    Más tarde, cuando Sebastián Piñera preparaba su campaña de regreso a La Moneda, dos reportajes aparecidos el mismo día en dos medios digitales revelaron que mientras aún era presidente, y en momentos en que se desarrollaba la demanda de Perú contra Chile en La Haya, una de las empresas vinculadas a Piñera había comprado acciones de una pesquera peruana que se beneficiaría con la resolución del tribunal internacional. El mismo día en que los dos reportajes fueron publicados, el expresidente citó a una conferencia de prensa en la que acusó una campaña sucia que pretende confundir a la opinión pública.

    Precisamente uno de esos dos reportajes, que encabeza este libro, fue publicado por Radio Bío Bío y es el ganador del Premio Periodismo de Excelencia 2016.

    Pero no solo el poder político ha amenazado la función más esencial del periodismo, que es fiscalizar e informar con independencia de intereses particulares. Como ha quedado en evidencia con las últimas catástrofes, difundir noticias falsas nunca fue tan fácil como ahora en que cualquiera tiene acceso a redes sociales y se hace de una plataforma de publicación digital con fachada de medio respetable. Nunca tampoco como ahora se consumió y amplificó tanta información basura que se da por cierta. Este fenómeno es global y explica en parte el ascenso de Donald Trump, que ha hecho política a través de las redes sociales, pasando por alto a los medios.

    Por lo mismo, el desafío está en fortalecer los principios del periodismo. A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde la presidencia de Trump ha significado un notorio aumento de suscripciones y tráfico en línea de dos de los principales diarios —The Washington Post y The New York Times—, en Chile la crisis de confianza también alcanza a los medios. En algunos casos con razón.

    La libertad de expresión exige responsabilidad y rigor a la hora de ejercerla. La autorregulación debe ser tal, en las buenas y en las malas, lo mismo que la independencia de intereses particulares. Así como el periodismo exige transparencia a las autoridades, este también debe demostrarla en el día a día, sin omitir u ocultar sus intereses. Si no hablamos de otra cosa muy distinta. De lo opuesto. De la renuncia a hacer periodismo.

    Juan Cristóbal Peña

    Director Escuela de Periodismo

    Universidad Alberto Hurtado

    Jurado del Premio Periodismo de Excelencia 2016

    Marcela Aguilar

    Periodista de la Pontificia Universidad Católica, donde obtuvo también un magíster y es candidata a doctora en Ciencias de la Comunicación. Trabajó 16 años en El Mercurio como reportera de salud, educación, comunas y temas especiales; redactora del cuerpo de Reportajes y de la revista Sábado; subeditora del suplemento Wikén y editora de la revista Domingo. Es editora y coautora de los libros Dueños de la palabra: grandes maestros de la prensa chilena, Domadores de historias: conversaciones con grandes cronistas de América Latina y Travesías inolvidables: las mejores crónicas de viaje de revista Domingo. Hace seis años asumió la dirección de la Escuela de Comunicaciones de la Universidad Finis Terrae. Ha sido también profesora en las universidades de Chile y Diego Portales.

    Andrea Aristegui

    Periodista de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Desde 2001 trabaja en TVN. Durante más de diez años realizó una carrera como periodista y editora del área internacional de prensa donde estuvo a cargo de la cobertura de algunos de los hechos noticiosos más importantes de la última década. Ha sido conductora de noticias en distintos informativos de TVN y de Canal 24 horas. Desde 2015 es la conductora del programa de debate político Estado Nacional. Paralelamente trabaja como conductora de radio. Desde 2014 y hasta la fecha está a cargo del programa La prueba de ADN, en radio ADN.

    Roberto Herrscher

    Periodista, escritor y profesor de la Universidad Alberto Hurtado. También ha enseñado en universidades en Guatemala, Colombia, Asia Central, Nueva York, Italia, Gran Bretaña, Alemania y España, donde dirigió por diez años el Máster en Periodismo de la Universidad de Barcelona (UB) y la Universidad de Columbia. Es autor de los libros Periodismo narrativo, El arte de escuchar y Los viajes del Penélope. Dirige la colección Periodismo Activo de la editorial de la UB. Trabajó como reportero y editor en el Buenos Aires Herald, la agencia IPS y las revistas Hombres de Maíz y Lateral. Sus textos han sido publicados en medios como La Vanguardia, Clarín, Ajoblanco, Gatopardo, Etiqueta Negra y Página 12. Es miembro de la International Association for Literary Journalism Studies y fellow del Seminario de Salzburgo y la InterAmerican Foundation.

    Javier Ortega

    Periodista de la Universidad de Chile y magíster en Opinión Pública ICSO-UDP. Es coautor de los libros Bachelet. La historia no oficial y Legionarios de Cristo en Chile. Dios, dinero y poder y coeditor de Los archivos del cardenal 1. Casos reales y Los archivos del cardenal 2. Casos reales. Es profesor e investigador de la Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales.

    Juan Cristóbal Peña

    Periodista de la Universidad Diego Portales. Es autor de los libros Cecilia: La vida en llamas, Los fusileros y La secreta vida literaria de Augusto Pinochet, y coautor de Los malos, Volver a los 17 y Los archivos del cardenal, entre otros. Ha colaborado en diversos medios de comunicación y ha sido profesor en diferentes escuelas de Periodismo. También ha ganado el Premio Lorenzo Natali, el Premio Nuevo Periodismo Iberoamericano y el Premio Periodismo de Excelencia de la Universidad Alberto Hurtado. Actualmente es director de la Escuela de Periodismo de dicha universidad.

    Mónica Rincón

    Periodista de la Pontificia Universidad Católica y magíster en Ciencias Políticas de la Universidad Andrés Bello. Ha trabajado en las radios Bío Bío, Zero y Amadeus. Trabajó en TVN, donde fue reportera, conductora de noticieros, de programas políticos como Estado Nacional y editora del programa de análisis internacional En Qué Mundo Vives. Además, condujo y fue editora del programa de documentales La Cultura Entretenida, que fue reconocido como el mejor programa cultural en el Congreso Iberoamericano de Comunicaciones en 2005. En CNN Chile conduce Resumen Ejecutivo, CNN Prime, Cable a Tierra y el programa sobre discapacidad Conciencia Inclusiva, el primero en su tipo en la historia de la televisión chilena. De estos dos últimos es además editora. Ha recibido los premios Energía de Mujer de Chilectra y Mujeres del Siglo XXI de la Universidad del Pacífico.

    Alfredo Sepúlveda

    Escritor, académico y periodista. Se licenció en Comunicación Social en la Universidad de Chile y tiene un magíster en Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York. Es autor de varios libros de ficción y no ficción, entre los que destaca Bernardo, una biografía de Bernardo O’Higgins. Ha trabajado en TVN y El Mercurio y fue gerente de contenidos en Filmocentro-TVI. Fue académico y director de la Escuela de Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado. Actualmente es académico en la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica y del Magíster de Periodismo Escrito El Mercurio-UC.

    Carlos Tromben

    Periodista económico, ha sido editor de la revista AméricaEconomía. En 2012 ganó el III Premio de Periodismo Económico Iberoamericano, organizado por el Instituto de Empresa de Madrid. Es autor del libro Crónica secreta de la economía chilena y de cinco novelas, incluyendo Huáscar, de importante repercusión en Chile y Perú.

    Faride Zerán

    Vicerrectora de Extensión y Comunicaciones y profesora titular de la Universidad de Chile, donde además fundó y dirigió el Instituto de Comunicación e Imagen. Premio Nacional de Periodismo 2007, también ha sido reconocida con los premios Amanda Labarca y Elena Caffarena. Ha publicado, entre otros, los libros Tejado de vidrio, crónicas del malestar; Carmen Waugh, la vida por el arte y La guerrilla literaria. Huidobro, De Rokha, Neruda, por el que obtuvo el galardón del Consejo del Libro y la Lectura. Junto con ser colaboradora de distintos medios de comunicación, como el diario La Época y la revista Análisis, fue subdirectora y copropietaria de la revista Pluma y Pincel, y fundadora y directora de la revista Rocinante. Hoy es directora de las revistas Anales y Palabra Pública, de la Universidad de Chile.

    Trabajos premiados

    PREMIO PERIODISMO DE EXCELENCIA 2016

    Y PREMIO CATEGORÍA REPORTAJE

    LOS NEGOCIOS QUE PIÑERA HIZO EN EL MAR PERUANO DURANTE EL JUICIO EN LA HAYA

    Sergio Jara

    14 de noviembre de 2016

    Radio Bío Bío

    Cuando el expresidente preparaba el terreno para volver a La Moneda, un reportaje proveniente de una nueva unidad de investigación periodística vino a remecer su precandidatura y la agenda del país. De acuerdo con este reportaje, mientras Sebastián Piñera era presidente —y en medio del juicio internacional que enfrentó a Chile y Perú por la disputa de límites marítimos—, una de sus sociedades de inversión adquirió un porcentaje de la propiedad de una importante pesquera peruana que podía verse beneficiada por el fallo del tribunal de La Haya. A esto se suma el hecho de que parte de las transacciones fueron realizadas a través de Bancard International Investment, una sociedad con domicilio en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas. A juicio del jurado del PPE, se trata de un trabajo de gran repercusión y complejidad, que cambia la agenda del país y responde a una de las máximas del periodismo de investigación: escrutar al poder, fomentar la transparencia y, en último término, contribuir a que los ciudadanos tomen decisiones informadas.

    El fallo de la Corte Internacional de La Haya, que adjudicó más de 50 mil kilómetros cuadrados del mar chileno a Perú el 27 de enero de 2014, no solo benefició las aspiraciones territoriales y económicas peruanas. También podría favorecer a futuro la posición accionaria de una serie de grandes y reconocidos inversionistas chilenos, entre los que se encuentra el expresidente Sebastián Piñera Echenique.

    Según diversos antecedentes que pudo recopilar Radio Bío Bío, Piñera ingresó a la propiedad de Exalmar, la sexta mayor pesquera peruana, mientras se desempeñaba como presidente y en medio del juicio que enfrentó a ambos países en la corte internacional. Lo hizo poco después de que la pesquera se abriera a bolsa en Perú a través del Fondo de Inversión Privado (FIP) Mediterráneo, el mismo que realizó en 2009 un forward (contrato de venta futura) de cinco millones de dólares con CB Consultorías y Proyectos, empresa ligada a Manuel Cruzat, y que significó el involucramiento del expresidente en el caso Penta.

    Piñera siguió la ruta de varios otros grandes empresarios locales que acostumbran realizar inversiones en los mismos activos y que habían entrado a la pesquera previamente, cuando esta se abrió a bolsa el 4 de noviembre de 2010. Ese día ingresó la familia Cueto, controladora de la aerolínea LATAM Airlines; el inversionista Raimundo Valenzuela, conocido por sus participaciones en La Polar y las sociedades cascadas, y las administradoras de inversiones Moneda Asset Management y Consorcio. También ingresó en la apertura a bolsa Rodrigo Sarquis, dueño de la pesquera Blumar y actual director de Exalmar.

    En conjunto, los chilenos se quedaron con el 8,74% de la compañía tras una inversión cercana a los 70 millones de dólares, y todos fueron invitados a la operación por Banchile, aunque los agentes colocadores fueron Citi, Inteligo, Interbank y Santander.

    El primer registro público sobre las inversiones de Piñera en Exalmar es del 15 de agosto de 2012, solo cuatro meses antes de que se llevaran a cabo las dos jornadas de audiencias públicas entre Chile y Perú en la Corte Internacional de La Haya. Un acta de la junta de accionistas de Exalmar revela que el FIP Mediterráneo tenía el 1,7% de la pesquera a esa fecha. Cuatro años después, Piñera ha seguido aumentado su participación hasta el 9,1%, pero bajo otro vehículo de inversión: Bancard International Investment, una sociedad con domicilio legal en Islas Vírgenes Británicas, el mismo paraíso fiscal que ocupó Laurence Golborne para constituir la sociedad Sunford Managment Corp, la cual no incluyó en su declaración de patrimonio mientras era ministro de Piñera y que significó su caída como candidato presidencial.

    Radio Bío Bío envió un extenso cuestionario a Sebastián Piñera, sin embargo, el expresidente declinó referirse al tema. En su lugar respondió de manera general Nicolás Noguera, gerente general del Grupo Bancard, un marañoso holding de sociedades privadas mediante el cual controla las inversiones de Piñera en Chile y el extranjero.

    Dicho grupo empresarial se ubica en los pisos 16 y 17 de Apoquindo 3000, en el sector oriente de Santiago. En ese mismo edificio, pero en los pisos 18 y 19, se encuentran Fundación Futuro y Fundación Avanza Chile, respectivamente, dos organizaciones desde donde colaboradores del expresidente afinan propuestas programáticas de lo que podría ser su nueva campaña a La Moneda.

    En la declaración que envió Noguera, reconoce que el Grupo Bancard invirtió en Exalmar antes que La Haya fallara en contra de Chile y detalla que el grueso de la compra de acciones se concretó después.

    La mayor parte de la inversión del Grupo Bancard en Exalmar se construyó, de manera gradual, con posterioridad a la fecha en que se conoció el fallo de La Haya, dice parte de la declaración de Noguera. Dicho fallo jamás ha sido considerado como un factor de análisis en esta, ni en ninguna otra inversión del grupo, agrega.

    El accionista Piñera y el director PPK

    Poco después de que Piñera terminara su mandato como presidente de Chile el 11 de marzo de 2014, y ya con un porcentaje relevante de acciones de Exalmar en sus manos, ingresó al directorio de la pesquera Pedro Pablo Kuczysnki (PPK), actual presidente del Perú. Kuczysnki llegó el 17 de junio de ese año a la mesa de Exalmar, en representación del administrador de activos estadounidense The Rohatyn Group (TRG), el cual había comprado la participación de un fondo de inversión de capital de riesgo ligado a Citigroup que representaba el chileno Cristián Celis, quien aún se mantiene como director de la pesquera.

    PPK estuvo hasta el 30 de noviembre de 2015 en la mesa de Exalmar, fecha en la que decidió iniciar de manera oficial su campaña presidencial.

    La relación entre Piñera y Kuczysnki es antigua, pero hasta ahora se desconocía un vínculo directo entre sus negocios. Coincidencia o no, los intereses económicos de ambos convivieron en Exalmar durante casi un año y medio. De hecho, cuando TRG decidió vender su paquete accionario de Exalmar tras la salida del directorio de PPK, fue precisamente Bancard International Investment la sociedad que compró esa participación, convirtiéndose en uno de los mayores accionistas individuales de la empresa tras Victor Matta Curotto, el controlador de la compañía.

    Noguera, el gerente general del Grupo Bancard, no respondió si alguna de las sociedades de Piñera tuvo relación directa o indirecta con el nombramiento de Kuczysnki en el directorio de la pesquera peruana. Pero planteó que la participación del Grupo Bancard en Exalmar es una inversión financiera pasiva. Según varias fuentes del mercado de valores consultadas para este artículo, una inversión financiera pasiva significa que el titular de dichas acciones se dedica solo a esperar dividendos de la empresa y no participa en la administración, las políticas del directorio, ni en la elección de sus miembros.

    Sin embargo, un correo electrónico que Noguera envió a otros inversionistas chilenos de Exalmar el 13 de agosto de 2012, dos días antes que se realizara una junta de accionistas de la pesquera, da cuenta de sus esfuerzos por intervenir en este tipo de decisiones y de una estrategia más bien activa en torno al futuro de la pesquera peruana.

    Este miércoles hay junta de accionistas de Exalmar, adjunto hecho esencial y convocatoria, dice el correo electrónico de Noguera, al cual tuvo acceso este medio. Nosotros estamos en contra del punto 3 y 4 que se someterán a votación, agrega.

    Ambos puntos, precisamente, se referían a la conformación del nuevo directorio de la pesquera. El punto 3 es la modificación de los estatutos para aumentar el número de directores de cinco a siete. En principio, yo no tendría problemas con esta modificación, pero los tengo dado la forma y el objeto percibido mediante esto (lo podemos conversar por otros medios), dice el mail, sin profundizar la objeción planteada.

    El punto 4, en tanto, se refería a la incorporación de dos nuevos directores. Aunque nos convenga esto vs la elección de todo el directorio, me parece muy curioso que solo se elijan dos directores, dice el correo electrónico de Noguera, en el que además plantea su preocupación sobre un crédito relacionado que el directorio aprobó otorgar al controlador de Exalmar, y la coordinación de un representante para que viajara a la junta de accionistas a Perú, ofrecido por la empresa financiera LarrainVial.

    Fideicomiso ciego para Chile… no para el exterior

    Casi un año antes de que asumiera como presidente, Piñera firmó cuatro fideicomisos ciegos voluntarios en los que se comprometió a entregar unos 400 millones de dólares en administración, aunque no dijo públicamente en qué activos estaba invertido ese dinero. Los encargados de esa gestión fueron Celfin Capital S.A. Corredores de Bolsa (actualmente BTG Pactual Chile), LarrainVial S.A. Corredora de Bolsa, Moneda Corredores de Bolsa Ltda. y Banco BICE.

    Tras el fin del mandato de esas cuatro gestoras, Noguera, de Bancard, comunicó que mientras Piñera se desempeñó como presidente entre el 11 de marzo de 2010 y el 11 de marzo de 2014, la rentabilidad obtenida por los fideicomisos fue de -5,5%. Lo que no dijo, sin embargo, fue la rentabilidad de los fideicomisos durante todo el tiempo de administración de esas cuatro gestoras privadas, el cual partió el 24 de abril de 2009, casi un año antes. Tampoco informó en qué activos estaba invertido el dinero.

    Como sea, el compromiso voluntario de Piñera no incluía las sociedades del grupo, ni las otras inversiones en el extranjero que, sumadas a las chilenas, totalizan unos 2.500 millones de dólares, de acuerdo a análisis de Forbes.

    Con ello, Piñera buscó cerrar los flancos en torno a sus negocios en Chile y, mediante una serie de cesiones de derechos de las sociedades que conforman el Grupo Bancard a su cónyuge Cecilia Morel y sus hijos, Cristóbal, Magdalena, Sebastián y Cecilia, trató de desvincularse finalmente de su pasado como inversionista y empresario.

    Don Sebastián Piñera Echenique no participa en la administración del Grupo Bancard, ni en sus decisiones de inversión, desde abril de 2009, dice Noguera en su declaración. Piñera tampoco tendría participación accionaria directa ni indirecta en el FIP Mediterráneo ni en Bancard International Investment, agregan desde el entorno del expresidente.

    Pero una extensa revisión de las sociedades del Grupo Bancard, que incluyó consultas en notarías, Archivo Judicial, Diario Oficial y Dicom, da cuenta del vínculo de propiedad aún existente entre Piñera y algunas de esas sociedades.

    En efecto, pues el FIP Mediterráneo es gestionado por Administradora Bancorp S.A., sociedad que fue modificada el 10 de marzo de 2010 ante el notario Raúl Undurraga Laso. En dicha ocasión, se renovaron los poderes de gestión que tenía sobre el fondo de inversión Mediterráneo y se nombró a los amigos, socios y familiares de Piñera a cargo de su administración. Según dice el acta de la sesión extraordinaria de directorio de ese día, José Cox Donoso, Magdalena Piñera Echenique, Sebastián Piñera Morel, Nicolás Noguera Correa, Ana María Délano Abbott, José Ignacio Bravo Eluchans y Santiago Valdés Gutiérrez, quedaron como administradores de Mediterráneo.

    En tanto, la Administradora Bancorp S.A., de la que cuelga el FIP Mediterráneo, es controlada por Inversiones Santa Cecilia S.A. e Inversiones Bancorp Limitada. En esta última sociedad, según registros de Dicom, el expresidente Sebastián Piñera sí tiene participación accionaria, mientras que en Inversiones Santa Cecilia S.A. participa, según los mismos registros, a través de Bancard Inversiones Limitada.

    Varias fuentes del entorno más cercano del expresidente consultadas para este artículo, pero que no quisieron revelar su nombre, aseguran que Piñera no volvió a retomar la administración de sus negocios y que tras la entrada en vigencia de la Ley Única de Fondos (LUF), el 1 de enero de 2015, el FIP Mediterráneo comenzó a tributar como sociedad anónima. Fue precisamente en esa fecha, aseguran las mismas fuentes, en la que comenzó el traspaso de acciones desde Mediterráneo a Bancard International Investment, la sociedad que está basada en Islas Vírgenes Británicas y que actualmente cuelga de Mediterráneo y tiene el 9,1% de Exalmar.

    Un fallo que incrementa el valor de la pesca peruana

    Los inversionistas chilenos que entraron a Exalmar ese 4 de noviembre de 2010 en la apertura a bolsa, lo hicieron a un precio de colocación de 4,75 soles por acción. De ahí en más, los títulos de Exalmar no han hecho más que caer en la Bolsa de Valores de Lima (BVL), situándose actualmente en torno a 1,2 soles por acción. Este medio conversó con varios de ellos y constató la decepción de un negocio que parecía prometer, pero que a la fecha no les ha dado los resultados que esperaban.

    Son varios los factores que podrían haber influido esta caída, dice Rossana Ortiz Rodríguez, gerente general de Exalmar, en una entrevista que respondió vía correo electrónico. Los compradores tuvieron un enfoque de largo plazo más que especulativo, lo cual redujo sustancialmente los volúmenes de transacción en la BVL, explica.

    Asimismo, agrega que el impacto de la situación mundial en la reducción de flujos de capitales hacia países emergentes, la baja liquidez de la BVL y enfoque en empresas del sector minero, así como el desconocimiento del sector pesquero en el país y escenarios de incertidumbre respecto de las cuotas de pesca, principalmente por el impacto del fenómeno de El Niño y regulación pesquera desfavorable durante el último gobierno, también serían factores que han influido en la caída de la acción de Exalmar.

    Como sea, Piñera ingresó después a la pesquera, por lo que no tuvo la pérdida que hoy muestran los primeros inversionistas chilenos que entraron a la compañía. De hecho, un paquete relevante de Exalmar lo compró a inicios de este año, cuando la acción ya estaba en torno a 1,2 soles. En tanto, la pesquera peruana aprovechó los recursos que recaudó en la apertura a bolsa de 2010 para hacer crecer sus operaciones en toda la costa peruana.

    La participación en el mercado de valores permitió el crecimiento de Exalmar y de sus operaciones en la zona centro/norte, tanto en plantas como en cuotas de pesca, dice Rossana Ortiz, omitiendo en su respuesta el crecimiento que también tuvo la compañía en el sur del país.

    Sin embargo, un hecho de importancia enviado por Exalmar el 11 de abril de 2011 a la Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores del Perú (Conasev), señala que la empresa adquirió ese año de manera directa e indirecta una cuota centro/norte de 0,69% y una cuota sur de 1,54%. Como resultado se ha incrementado la cuota centro/norte a 6,4% y la cuota sur a 4,3%. Dicho incremento representó una inversión de 68,6 millones de dólares.

    Desde 2009, año en que el gobierno peruano comenzó a asignar cuotas de pesca a la industria, Exalmar comenzó una política de compra de porcentajes de cuotas a otras compañías. Pero también de compras indirectas a pescadores artesanales. Todo lo anterior, con el fin de explotar a su mayor capacidad la anchoveta, recurso marino que se encuentra mayormente en la zona centro/norte del país y con el cual elabora aceite y harina de pescado. Este último es un producto de consumo animal que explica gran parte del negocio de Exalmar.

    La anchoveta, dice un director de la pesquera peruana, se captura en las 50 millas marinas más cercanas a la costa. El triángulo marítimo que ganó Perú tras el fallo de La Haya le otorga una zona de explotación a ese país que se encuentra después de las 80

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