QANON EL ARMA SECRETA DE TRUMP
Ahora bien, ¿qué está transmitiendo esta «garganta profunda» a la opinión pública desde el más opaco anonimato del ciberespacio? La versión resumida postula que en EE UU maniobra un segundo «Estado Profundo» o Deep State que realmente dirige los destinos del país al margen de su aparato administrativo público, la Constitución y el sistema electoral. Esa estructura de poder clandestina y paralela está manejada por las principales élites económicas, políticas e incluso mediáticas y artísticas estadounidenses. Su propósito es restringir las libertades, explotar a la ciudadanía y dar rienda suelta a los vicios más depravados, entre ellos, la pedofilia trufada de satanismo porque el disfrute sexual de niños se combina con maléficas ceremonias rituales.
QAnon, periódicamente, ha ido revelando en sus cuentas de redes sociales supuestos indicios de toda esta trama con el añadido de que también ha apuntado al justiciero salvador de tanta ignominia: Donald Trump. De hecho, una intervención pública del presidente desencadenó la primera aparición en Internet del enigmático personaje. El 5 de octubre de 2017, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump anunció misteriosamente: «Se acerca una tormenta». El neoyorquino no dio más pistas a pesar de la insistencia de los corresponsales. Semanas después, el día 28, un usuario llamado «Q» y con el sobrenombre de «La Tormenta» escribió en el foro 4Chan un críptico hilo titulado La calma antes de la Tormenta. A partir de esa intervención inaugural, Q se fue destapando a sí mismo como un supuesto alto funcionario del Departamento de Energía con cualificación secreta en el Departamento de Defensa y acceso a los programas y documentos más confidenciales de esa parte de la Administración. Asimismo, pertenecería al núcleo de confianza del presidente. De hecho, se le atribuyó una supuesta foto en vuelo desde una ventanilla del Air Force One, lo que disparó su credibilidad y popularidad, aunque en la imagen se veía muy borrosamente lo que varios internautas interpretaron como algunas difusas islas sobrevoladas por Trump en su viaje por Asia.
REDES SATÁNICAS DE PEDOFILIA
Desde entonces, Q puso al corriente a sus seguidores de determinados planes secretos gubernamentales ya en marcha. Entre ellos, el más prioritario consistiría en desmantelar ese Estado Profundo constituido por funcionarios y lobbies de presión heredados de los mandatos de Obama y Clinton. Este contubernio operaría discretamente, colocando palos en las ruedas al nuevo presidente, impidiéndole desplegar su política y dejándolo en mal lugar siempre que pudiera. Mediante «migajas», pues así se bautizaron sus escuetos mensajes, Q fue comentando las acciones de Trump y dándoles la vuelta. Aseguraba que el presidente estaba cumpliendo su programa y logrando una serie de victorias sobre esos enemigos en la sombra, pero todo trascurría en secreto hasta alcanzar la victoria completa. Cada mala noticia para Trump no sería más que pura apariencia porque, como dijo Q en una de
