La manipulación invisible

Por Arthur J. Follie

Las elecciones presidenciales estadounidenses del 2016, la votación de Gran Bretaña para dejar la Unión Europea o inclusive la transmisión radial de Orson Welles en 1938, tienen algo en común, la “noticia falsa”.

Actualmente las noticias falsas son un mal que comienzan a plagar la tierra, con redes sociales como Facebook y Twitter a la cabeza en la distribución de esa información. Desbordando la cabeza de la sociedad con información inverosímil con el objetivo de controlar y desinformar a las masas en la búsqueda de un objetivo mayor, un objetivo individualista.

Las noticias falsas no son algo nuevo, han existido siempre que haya habido humanidad. Debemos aprender del pasado, aprender de los errores, conocerlo, formarse para diferenciar las noticias falsas de las reales es una herramienta fundamental para ser informados con la verdad.

Este libro abarca la historia, las herramientas actuales y el futuro relacionado con la “noticias falsas”. Acompañen al autor en el descubrimiento del trasfondo de las “fake news”.

Sobre el Autor:

Arthur J. Follie es un emprendedor serial Ingles, orador, y visionario de los negocios. Graduado de la universidad con honores y luego de realizado un MBA, se dedicó al emprendimiento desarrollando múltiples negocios en distintas áreas tanto de servicios como de productos. Actualmente su consultora brinda servicios de asesoramiento a negocios de gran envergadura. Se ha convertido en orador y ha viajado alrededor del mundo compartiendo sus historias y aprendizajes en los negocios y sus emprendimiento exitosos y sus fracasos que lo llevaron al éxito. Consagrado escritor con más de 20.000 lectores al rededor del mundo. Ha comenzado la traducción de sus obras al español luego de haber sido un rotundo éxito en su lengua natal.

• Idioma: Español
• Editorial: Arthur J. Follie
• Fecha de lanzamiento: 24 jul 2020
• ISBN: 9780463299227

Arthur J. Follie

Arthur J. Follie es un emprendedor serial Ingles, orador, y visionario de los negocios. Graduado de la universidad con honores y luego de realizado un MBA, se dedicó al emprendimiento desarrollando múltiples negocios en distintas áreas tanto de servicios como de productos. Actualmente su consultora brinda servicios de asesoramiento a negocios de gran envergadura. Se ha convertido en orador y ha viajado alrededor del mundo compartiendo sus historias y aprendizajes en los negocios y sus emprendimiento exitosos y sus fracasos que lo llevaron al éxito. Consagrado escritor con más de 20.000 lectores al rededor del mundo. Ha comenzado la traducción de sus obras al español luego de haber sido un rotundo éxito en su lengua natal.

Vista previa del libro

El sensacionalismo siempre se vendió bien. A principios del siglo XIX, aparecieron periódicos modernos, promocionando primicias y exposiciones, pero también historias falsas para aumentar la circulación. El Engaño de la Gran Luna del New York Sun de 1835 afirmó que había una civilización alienígena en la luna, y estableció al New York Sol como un periódico líder y rentable ".

Las noticias falsas y distorsionadas no es exactamente algo nuevo. Ha sido parte de la historia de los medios mucho antes de las redes sociales, desde la invención de la imprenta. Es lo que vende los tabloides. En Internet, los titulares llamados clickbait atraen a las personas a hacer clic para leer más, tratando de sorprendernos. ¿Qué es más escandaloso de leer que cosas falsas que en realidad no sucedieron?

Hay muchos ejemplos de noticias falsas a lo largo de la historia. Fue utilizado por las máquinas de propaganda Nazi para generar fervor antisemita. Jugó un papel en el comienzo de la Ilustración, cuando la falsa explicación de la Iglesia Católica del terremoto de Lisboa de 1755 llevó a Voltaire a hablar en contra del dominio religioso. En el siglo XIX en los Estados Unidos, el sentimiento racista llevó a la publicación de historias falsas sobre las supuestas deficiencias y crímenes de los afroamericanos.

En la década de 1890, los editores de periódicos rivales Joseph Pulitzer y William Hearst compitieron sobre la audiencia a través del sensacionalismo y reportando rumores como si fueran hechos verídicos, una práctica que se conoció en ese momento como periodismo amarillo. Sus incrédulas noticias jugaron un papel importante al llevar a los Estados Unidos a la Guerra Hispanoamericana de 1898. Eventualmente hubo una reacción violenta contra la falta de integridad periodística: el público exigió fuentes de noticias más objetivas y confiables, lo que creó un nicho en el que The New York Times supo establecerse al inicio del siglo 20. El periodismo amarillista se volvió menos común. Hasta que el aumento de las noticias basadas en la web lo trajo de vuelta con toda su fuerza.

Una de las motivaciones para los periódicos de la década de 1890 que se dedicaban al periodismo amarillista es la misma que para los creadores de noticias falsas de hoy: las noticias exageradas con titulares impactantes llaman la atención y venden periódicos (o provocan clics del mouse), promoviendo la venta de publicidad. En la forma de los medios de comunicación tradicionales, la mayoría de la gente ha aprendido que tomar artículos de noticias escandalosos tan en serio como lo hicieron en el apogeo de la era del periodismo amarillo. Más recientemente, los tabloides como The National Enquirer y The New York Sun, y revistas de moda como The Freak y The Wet Dog son generalmente conocidas como fuentes de noticias falsas. Del mismo modo, las personas reconocen las producciones de noticias en forma de parodia en la web y la televisión presentan sátiras e historias irónicas, pero irreales, de los acontecimientos actuales.

Pero esa claridad simplemente no está disponible cuando las noticias aparecen fuera de contexto a través de las redes sociales.

Por supuesto, las noticias falsas también se han utilizado como un término para tratar de desacreditar las noticias que a las personas no les gustan, para sugerir que fueron inventadas o que desproporcionan algo que debería ser trivial (incluso si otras fuentes pueden verificar su precisión objetiva). En una conversación con Lou Dobbs de Fox Business en octubre de 2017, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump afirmó que él había comenzado todo esto de las 'noticias falsas’. Irónicamente, Hillary Clinton usó el término en un discurso que pronunció dos días antes del primer uso de la frase por parte de Trump. Aunque Donald Trump puede haberse apropiado del término de una manera completamente nueva, el término en sí mismo ha estado en uso durante muchos años. Los primeros usos documentados del término ocurrieron en la década de 1890.

Cómo las noticias falsas contemporáneas son diferentes

No importa quién comenzó las fake news (termino proveniente del ingles que significa falsas noticias), las noticias falsas en su forma moderna son diferentes de las formas históricas de tonterías periodísticas en los medios tradicionales. La velocidad en la que se propaga y la magnitud de su influencia lo ubican en una categoría diferente de sus inicios históricos. Hay tres partes únicas en las noticias falsas modernas que lo hacen diferente de las variedades más antiguas de informes intencionalmente exagerados o falsos: el quién, el qué y el cómo:

Quien: Una fake news es creada y difundida por aquellos con intereses ideológicos, como personas con conocimientos de informática que buscan ganar dinero. No son los editores de periódicos esta vez.

Que: a menudo implica distorsionar y generar un engaño de una fuente de noticias vigente, y no solo del contenido. En un trágico ejemplo, un video que originalmente era parte de un anuncio de servicio público para ayudar a las personas a estar atentas contra el secuestro de niños en Pakistán, fue editado para parecer un verdadero secuestro y se volvió viral, lo que condujo a ataques mortales contra inocentes personas sospechosas de secuestro.

Como: Tres características de la presentación de noticias en las redes sociales hacen que las personas sean más propensas a caer en noticias falsas.

Primero, las redes sociales actúan como agregadores de noticias que son independientes de la fuente. Es decir, recopilan y presentan noticias