Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El Té Real: Las Crónicas de Kerrigan
El Té Real: Las Crónicas de Kerrigan
El Té Real: Las Crónicas de Kerrigan
Libro electrónico216 páginas2 horas

El Té Real: Las Crónicas de Kerrigan

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

La reina de Inglaterra ha solicitado la ayuda del Consejo Privado. Alguien está tratando de matar a la prometida de su hijo. S.A.R., el príncipe planea casarse con una plebeya, y la novia tiene un secreto conocido solo por el Consejo Privado. Ella tiene un tatú. Cuando el Consejo Privado pide la ayuda de Luz, ella no se puede negar, ni siquiera cuando lo ponen a Devon como su compañero para la misión. Van a fingir ser una pareja y trabajar encubierto, como guardaespaldas, para proteger a la futura princesa de Gales.

Luz desearía estar en cualquier lugar menos con Devon, especialmente porque cree que su madre está viva, a pesar de que el Consejo Privado diga lo contrario. La pregunta es, ¿cómo puede Luz encontrar una prueba de vida de su madre, lidiar con sus sentimientos hacia Devon, y lograr salvar a la princesa, todo vestida para tomar el té?

Cuando el enigma, los secretos y los esqueletos en el armario salen al aire, ¿Luz podrá afrontar la verdad?

Lo que tratamos de ocultar de nosotros mismos al vivir, a menudo es revelado al morir – nuestra nobleza, nuestros temores, pero más que nada, nuestros secretos.

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento22 ago 2018
ISBN9781547540297
El Té Real: Las Crónicas de Kerrigan

Relacionado con El Té Real

Títulos en esta serie (4)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Fantasía para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para El Té Real

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El Té Real - W.J. May

    El Té Real

    La reina de Inglaterra ha solicitado la ayuda del Consejo Privado. Alguien está tratando de matar a la prometida de su hijo. S.A.R., el príncipe planea casarse con una plebeya, y la novia tiene un secreto conocido solo por el Consejo Privado. Ella tiene un tatú. Cuando el Consejo Privado pide la ayuda de Luz, ella no se puede negar, ni siquiera cuando lo ponen a Devon como su compañero para la misión. Van a fingir ser una pareja y trabajar encubierto, como guardaespaldas, para proteger a la futura princesa de Gales.

    Luz desearía estar en cualquier lugar menos con Devon, especialmente porque cree que su madre está viva, a pesar de que el Consejo Privado diga lo contrario. La pregunta es, ¿cómo puede Luz encontrar una prueba de vida de su madre, lidiar con sus sentimientos hacia Devon, y lograr salvar a la princesa, todo vestida para tomar el té?

    Cuando el enigma, los secretos y los esqueletos en el armario salen al aire, ¿Luz podrá afrontar la verdad?

    Tabla de Contenidos

    Las Crónicas de Kerrigan

    Crónicas de Kerrigan Precuela

    Encontrar a W.J. May

    El Té Real

    Capítulo 1

    Capítulo 2

    Capítulo 3

    Capítulo 4

    Capítulo 5

    Capítulo 6

    Capítulo 7

    Capítulo 8

    Capítulo 9

    Capítulo 10

    Capítulo 11

    Capítulo 12

    Capítulo 13

    Capítulo 14

    Capítulo 15

    Capítulo 16

    Capítulo 17

    Capítulo 18

    Capítulo 19

    Capítulo 20

    Nota del Autor

    Las Crónicas de Kerrigan

    CdK Precuela

    Más Libros por W.J. May

    Libros Gratis

    Comparación Tudor

    Lo que tratamos de ocultar acerca de nosotros mismos en vida, a menudo es revelado al morir – nuestra nobleza, nuestros temores, pero más que nada, nuestros secretos.

    Capítulo 1

    Lo que tratamos de ocultar acerca de nosotros mismos en vida, a menudo es revelado al morir – nuestra nobleza, nuestros temores, pero más que nada, nuestros secretos.

    Mi madre está viva, Luz susurró. Mi madre está viva, lo dijo más fuerte, tratando de captar lo increíble. En las películas, esto sería cuando el personaje principal diría que era una verdad que siempre había sentido; que lo había creído en lo profundo de su ser, toda su vida. Luz nunca había tenido esa sensación. Nunca había presentido la presencia de su madre, excepto en momentos callados cuando pensaba en ella. Eso no significaba que no era cierto. Miró fijamente a las caras de Carter, Jennifer y Devon, pero solo vio incredulidad, compasión y simpatía. ¿Ninguna conmoción? ¿Por qué nadie está diciendo nada?

    Imposible. Carter lo negó con la cabeza. "No puedes usar el tatú de tu madre. Tiene que haber sido otra cosa. Algún tatú de otra persona que imitaste.

    ¿En serio? ¿Todavía sigues con eso? ¿No en el hecho de que su mamá podría estar viva? ¿Y si ellos la tienen? ¿Y si la están torturando? ¡Por doce años!

    ¿Quiénes son ellos? Jennifer, su botcher preguntó.

    No tienes el tatú de tu madre, repitió Carter. Solo tienes el de tu padre.

    Una respiración frustrada salió con fuerza de la boca de Luz. Esto no iba a llevar a nada hasta que Carter tuviera pruebas. Alzó su mano derecha y frotó suavemente sus dedos, una pequeña luz azul creció en la palma de su mano, tornándose amarillento en las puntas. Lo elevó para que Carter lo viera y volteó para mostrarlo a Jennifer y a Devon. Es fuego. No electricidad, no una bola de hielo... es fuego. Hizo un puño con la mano, y la llama desapareció.

    Carter se paró, visiblemente aturdido. ¡No puede ser! Piensa detenidamente. ¿Has tocado a alguien con algo parecido? ¿Quizás conseguiste un nuevo tatú sin darte cuenta?

    Eso es imposible, dijo ella, dirigiéndole a él su frase preferida del día. "Yo sabría si encontrara un nuevo tatú. No es como si los asimilara sin que sean anunciados."

    Quizás se lo sacaste a Kraigan. ¿Lo tocaste? Carter dio la vuelta a su escritorio acercándose a ella.

    No es de Kraigan. Lo señaló a su exnovio. Dev, tú lo viste. Lo he usado antes de esta noche.

    No puede ser. Carter rehusaba aceptarlo. ¿Cuándo estuviste con ella? Pensé que te había pedido específicam-

    Dejó caer la última parte, quizás dándose cuenta de lo que sin querer había revelado. Luz decidió guardar sus preguntas acerca de comentario interrumpido para después. Haciendo que Carter se enfrente con la verdad era más importante en este momento. Su mente daba vueltas tratando de encontrar algo que él no podía disputar. ¡Lo tengo!

    Luz se dio vuelta levantando su camisa, mostrando su tatú. Era más grande que cualquier otra tinta que haya visto. Se esparcía por la zona lumbar de su espalda, una sensual, delicada hada con tonos rosados, violetas y verdes sobre su vestido y sus alas por detrás.  En la penumbra de la oficina de Carter, estiró su brazo por detrás de su espalda y creó una pequeña llama para que pudieran ver en detalle su tatú.

    Destella. Jennifer inclinó la cabeza y entrecerró los ojos. Eso no lo había visto antes.

    Luz la miró por el rabillo de sus ojos. Nunca le había mostrado su tatú a Jennifer, pero supuso que ella había visto las fotos en su expediente. Carter le había sacado como un trillón de fotografías ese día en la enfermería. En este momento no estaba diciendo nada, ni sacando su cámara. Parecía estar paralizado en su lugar. Puso su atención en Jennifer, bajando la mano. Mira en la parte de abajo del tatú.

    Por debajo de la niña hada había un diseño ornamentado con detalles célticos o gaélicos.

    Jennifer se quedó sin aliento.

    Los ves, ¿no? preguntó Luz. Son soles en miniatura, parte del tatú de mi madre.

    Un dedo cálido trazó los círculos con rayas ondeadas. Devon. El corazón de Luz lateó más rápido al darse cuenta de que él la tocaba.

    De repente se alejó de ella como si se hubiera quemado. ¡Ay! Sopló sobre su dedo.

    Ella se dio vuelta para ver lo que había pasado. ¡O, perdón! Lo había quemado. Podía haber jurado que las llamas se habían apagado cuando ella se dio vuelta, pero quizás, solo quizás, habían crecido con el ritmo elevado de su corazón.

    Lo miró a Carter, y esperó hasta poder verlo a los ojos. Necesitaba convencerlo. Recreó la llama otra vez. Recién lo quemé a Devon. Acercó la llama a su propia cara.

    Jennifer la tomó de la muñeca. No lo hagas.

    Luz le echó un vistazo tratando de leer la expresión escondida en su cara. ¿Sabía algo? ¿Acerca de su madre? No me va a doler. Acercó su mano libre a la de Jennifer, pero ella no la soltaba. Luz extinguió la llama, y solo entonces Jennifer la soltó.

    En el momento de estar libre de Jennifer, Luz recreó la llama, tomando un paso hacia atrás, fuera del alcance de su botcher. Pasó las llamas por la piel de su antebrazo.

    No hubo olor a piel quemada, no hubo dolor. Las llamas continuaron su titileo. No pasó nada.

    Imposible, susurró Carter, sus ojos siguiendo los movimientos de la mano de Luz.

    Jennifer soltó un suspiro impaciente. ¨Parece ser la habilidad de su madre. Se sentó en una esquina del escritorio masivo de Carter extendiendo sus botas largas hacia la otra esquina.

    Luz miró a Devon. Él parecía estar tan sorprendido como ella.  Esa era una movida bastante audaz aún para Jennifer; su trasero cubierto en cuero en una punta y sus piernas extendidas por el escritorio de director del Consejo Privado. Luz deseaba poder tener ese coraje loco cuando tuviera la edad de Jennifer.

    Irónicamente, Carter parecía no haberse dado cuenta. Comenzó a pasearse. Cromfield lo predijo. Hay notas en sus diarios y referencias. Él mencionó la habilidad de poder tener dos tatús, pero era solo una teoría. Nadie había tenido dos anteriormente. Tu padre no lo podía hacer. Los tatús de los padres de él se combinaron y se formaron en uno solo. Como con todos los demás.

    Para Luz no era gran cosa. Su tatú le permitía tener e imitar cientos, quizás miles de habilidades. El de su madre era solo uno más entre tantos.

    Carter se inclinó por encima de Jennifer y tomó algo del otro lado de su escritorio.

    Luz pudo ver la mirada que cruzó por la cara de Jennifer. Parpadeó. Ella está enamorada de él. Luz miró a Devon para ver si él lo había notado. Casi retorció la vista; él estaba tan despistado como Carter. Un pensamiento pasó por su mente. ¿Cómo sabes que mi papá no podía usar ambos de sus tatús?

    Carter señaló el libro que estaba ojeando. Cromfield tenía una teoría... él creía que se debía tener una combinación de linaje o habilidades. Dio vuelta otras hojas. Lo leí hace un par de días. Él creía, inclusive probó, que el combinar tatús tenían un efecto negativo. Cada par que cruzó creó un tatú combinado. Nunca dos habilidades.

    Luz encogió los hombros. Quería hablar sobre la posibilidad de encontrar a su madre, no sobre esto. ¿Qué importa? Ya puedo usar los tatús de otras personas ¿qué tiene que tenga una habilidad más?

    Carter cerró el libro con fuerza. ¿No lo ves? La miró con firmeza, el viejo Carter saliendo a luz, él que ella recordaba de su primer año en Guilder. El que no le gustaba.

    Ella se enderezó y se incorporó. ¡Nadie lo ve! Sus manos bajaron automáticamente a sus caderas. ¡Mi madre está viva y de lo único que puedes hablar es de esa maldita teoría! No puedes ver más allá de una idea que ya está sucediendo. Tengo más que una habilidad. Esto no es nuevo para mí.

    Carter se cruzó de brazos, ambos olvidando la presencia de otros en el lugar. ¡Eres tan la hija de tu padre! Tu madre nunca se hubiera comportado así.

    Luz contestó agitada. Yo NO soy mi padre. No soy malvada ni siniestra. ¡Los pecados del padre no son los pecados de esta hija! ¡Quizás no pueda deshacer el pasado, pero tampoco voy a ser castigada por la persona que fue mi padre!

    ¡Niña egoísta! ¡Esto no es solo acerca de ti! ¡Kraigan va a tener la misma habilidad! Quizás ya lo sepa. Puede usar el de su padre y el de su madre. ¿Alguna vez pensaste en eso? Puede que no tenga que robar los tatús de otros. ¡Ese sicópata está suelto allá afuera!

    ¿Y quién tiene la culpa de eso? Luz gruñó entre dientes.

    Dímelo tú.

    Yo no lo saqué de la prisión. Sólo un idiota no hubiera sabido que vendría directo por mí.

    Ojo, Luz. Devon se había movido para quedar detrás de ella, y la tocó suavemente en el hombro.

    Luz vio que Jennifer ahora estaba parada al lado de Carter. Se corrió para estar fuera del alcance de Devon. Kraigan siempre quería que yo muera. Necesitaba el diario, así que no me podía matar hasta que lo tuviera.

    ¿Tú tenías el diario? Carter parecía a punto de explotar.

    Sí. El ovillo ya estaba suelto, pero a ella no le importaba. Me lo dio justo antes de que lo capturaras. Yo lo he tenido desde entonces. No que importara. Nunca tuve la oportunidad de leerlo, y después lo quemé. Inhaló largo y lentamente por sus fosas nasales enardecidas. Si hubiera sabido que había la posibilidad que yo tuviera la habilidad de mi madre, podría haber sido un poco más cautelosa. Le mandó una mirada llena de enojo a Jennifer. O conociendo en más detalle su habilidad me habría ayudado también.

    No lo sabíamos, respondió Jennifer, cada palabra enunciada a la perfección. Estaba tratando de contener sus emociones.

    ¿De veras? Me cuesta creerlo. El gran y poderoso Consejo Privado parece saber todo. No podía evitar el sarcasmo en su voz. ¿No piensan que hubiera sido una buena idea decirme que mi madre todavía está viva? ¿Quizás cuando llegué aquí? ¿O después de recibir mi tatú? ¿O después que Lanford intentó matarme?

    Carter tiró el libro sobre su escritorio. ¡Tu madre está muerta! Lo lamento, Luz. Nadie lo lamenta más que yo. Si yo- ¡Si hubiéramos podido salvarla, lo hubiéramos hecho! Sus ojos le rogaban que entendiera, pero reveló más de lo que pensó.

    ¡Él amaba a mi mamá! Luz tomó un paso hacia atrás, chocándose con Devon, quien la agarró antes de que cayera. Todo esto era demasiado para absorber.

    La voz de Carter se volvió suave. Tú madre murió en el incendio.

    Jennifer se acercó a Luz. Solo tu madre podría haber empezado esas llamas.

    Ella todavía se negaba a creerlo. Si mató a mi padre con su tatú, ella hubiera sobrevivido el fuego.

    No. Carter sacudió la cabeza. Había dos cuerpos.

    Luz parpadeó para que las lágrimas de frustración que se juntaban en sus ojos no pudieran salir. Había sido un día extremadamente largo. Su próximo pensamiento era una locura, pero sabía que tenía que ser verdadero. No era mi mamá. Era la madre de Kraigan. Ella murió en el incendio.

    ¿La de Kraigan? La lástima en los ojos de Carter le dio ganas de pelear con él. Él no le creía. Ninguno de ellos lo hacían.

    Kraigan dijo que su madre se fue. No lo hizo. Debió haber muerto en el incendio. Quizás mi madre mató a ambos.

    ¿Y después qué, Luz? La voz de Carter se volvió tranquila y callada. ¿Cuál es tu teoría de lo que pasó después?

    ¿Teoría? Él estaba usando sus propias palabras en contra de ella. Ella se había burlado de él y de su teoría de dos habilidades. Quizás la secuestraron. Quizás ustedes lo hicieron, y la están escondiendo en un lugar seguro.

    ¿Cómo en un programa para protección de testigos?" Carter preguntó, masajeándose la nuca.

    Luz aplaudió. ¡Exactamente!

    Carter sacudió la cabeza. ¿Crees que, si hubiéramos hecho eso, no te hubiéramos puesto a ti con ella?

    Obviamente no tenía todos los detalles. Quizás me necesitaban para averiguar lo que sería mi tatú cuando cumpliera dieciséis.

    ¿Y no podíamos haber hecho eso bajo la protección de testigos?

    Levantó los brazos en el aire. ¡No lo sé!

    Jennifer tomó las dos manos de Luz en las suyas.

    Esta acción la desmemorió; Jennifer no era de las que confortaban. Era dura como las piedras. Más dura que nadie.

    Tu madre ya no está aquí. Honestamente desearía decirte que está viva en algún lugar, pero estaría mintiendo. Hubiera hecho cualquier cosa por cambiar de lugar con ella. Cualquier cosa.

    ¿Para que puedas tenerlo a Carter para ti sola, y hacer que él te ame y no a ella? Luz cerró con fuerza los ojos, quitando ese terrible pensamiento de su mente. ¿Cómo podría pensar algo así? Soltó un suspiro largo. Está bien.

    ¿Todo bien? Jennifer se incorporó y soltó las manos de Luz. ¿Entonces estás bien?

    Sí. Fingió un bostezo. Perdón. Ha sido un día realmente largo.

    Así es. Carter concedió. ¿Por qué no nos encontramos aquí de nuevo, a las trece horas? Repasaremos su misión antes de que se vayan."

    ¿Nos vamos mañana? ¿Luz apenas había podido procesar lo que pasó, y había concordado entrar en otra misión inmediatamente?

    "Cuando

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1