Eclipse Del Alma

Por Rocío Ortiz

ECLIPSE DEL ALMA
Escritos que reflejan el dolor de una mujer y su lucha interna por salir a flote en este remolino de confusin, soledad, tristeza y desolacin que le provoca la ausencia del hombre de su vida.
Roco, es una mujer mexicana educada tradicionalmente, como miles, para ser una buena ama de casa. Dedicada a su trabajo y al cuidado de sus hijas y de su esposo. Una mujer que cre un mundo perfecto a su alrededor, en donde todos eran felices, porque ella lo era.
En este libro, ella refleja su ceguera emocional, al no aceptar la traicin de la que es vctima. Situacin que viven muchas mujeres cuando descubren que nada es perfecto en las relaciones de pareja, y que nada es para siempre.
No es un libro de autoayuda es una historia comn y corriente, pero llena de la autenticidad de la vida.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 12 jun 2012
• ISBN: 9781463327972

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Copyright © 2012 por Ma. del Rocío Ortiz Yafar.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:            2012907730

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Contents

AGRADECIMIENTOS

PRÓLOGO

ECLIPSE DEL ALMA

SUEÑOS LÍQUIDOS

PÉRDIDAS

LA HIJA DE MOCTEZUMA

¡¡¡VACÍOOOOSSSS!!!

PROYECCIONES

CARTA A UN AMIGO

LA MALETA

JUSTICIA DIVINA

¡NO EXISTE EL AMOR!

AL HOMBRE DE MI VIDA

AUTE

DE JUEVES A MARTES

¡¡¡ESA…SOY YO!!!

CELULARES

EL ROBA VIDAS

¡¡QUE LASTIMA!!

EL QUEBRANTO DE LA FE

SOMBRA EN LIBERTAD

¡¡¡MALA VIBRA!!!

¿VÍCTIMA O VICTIMARIO?

¡!ABRÁZAME¡!

¡¿POR QUE?!

TIEMPO DE ESPERA

METAMORFOSIS

LA CAJA FRÁGIL

LA FELICIDAD

NAUFRAGIO

AGRADECIMIENTOS

A mis hijas, por todas las horas pérdidas, por ayudarme a aliviar este dolor, por su amor y comprensión.

A mi familia y amigos que siempre estuvieron ahí.

A Dios, a la vida, al universo por ayudarme a crecer y a reencontrarme conmigo misma.

Al hombre de mi vida, por todos los años de felicidad; porque gracias a él conocí el amor.

Al Chino (angel) que me ayudó a revisar el manuscrito.

PRÓLOGO

La presente obra, que tiene en sus manos, amable lector, es fruto de una experiencia de amor y desamor. En cada una de sus líneas se palpa un profundo dolor que, a través de ellas, la autora busca aliviar. La permanente lucha interna que tiene por salir de esa tristeza, que la vida (le) plantó en este desierto de amor, se refleja a lo largo y ancho del escrito. Sin duda, la separación del hombre de su vida fue la causa de ese remolino de sensaciones y dolores que la atormentaban hasta la depresión. No obstante, el amor a sus dos hijas le dan la fortaleza para sobreponerse y tomar las riendas de su vida hacia nuevos horizontes.

Al final de la obra se observa en la autora una metamorfosis: deja su pasado tormentoso que la angustia, causándole vacíos interminables, para asumir la responsabilidad de su nueva familia.

Angel García Pérez.

ECLIPSE DEL ALMA

Eclipse del alma,

oscuridad sin rumbo,

pierdo mis pasos

ante el sol obscuro.

noche sin luna, ni estrella.

sin esperanza bella.

vacío total.

¡¡¡No importa nada ya!!!

La luz del alma atrapada en un eclipse obscuro de intensos vacíos, de soledades profundas, de interminables remolinos y batallas: de sensaciones, sentimientos, sinrazones, confusión de los sentidos.

Sin control el corazón sangrante, traspasado por aquella daga invisible que rompe todo, como cristal en mil pedazos. El alma sin control alguno, en un mar de lágrimas interminables, dolorosas. Esas lágrimas que no permiten ver más allá del instante mismo. Que nos ciegan. Nos llenan de miedo, de incertidumbre.

Confusión. El arriba, abajo; la luz, obscuridad; el corazón, la razón; el bien, el mal; lo blanco, negro; el día, la noche; el amor, el odio; la bondad, el egoísmo; el ying, el yang. Todo girando en un remolino embriagador, destructor, que nos ciega emocionalmente. No nos permite utilizar la razón en bien del corazón, del alma, del espíritu.

Horizontes nuevos y cambiantes. Llenos de vacíos interminables, profundos. De soledades obscuras. Abismos sin fondo. Tropiezo tras tropiezo. Muerta de pie, sonriendo, viviendo sin esperanza, con miedo de mi propio miedo. Atrapada en este eclipse doloroso que tapa mi luz interna, que me ha dejado marcada para siempre, para siempre. Heridas que se volverán cicatrices para recordarme el dolor vivido, dolorosas cicatrices permanentes.

Miro por la ventana, la noche es obscura, más obscura que nunca, más fría que nunca, más vacía que nunca. No hay luna ni estrellas ni horizontes. En esta neblina densa y agobiante. Un frío intenso que traspasa los huesos, llega hasta el alma. Un viento que sopla el corazón sangrante.

¡Me congelo! Tiemblo. Quiero huir de mí, de mis sentidos, de mis sentimientos, de mis miedos, de mis lágrimas, de mis deseos, de mí vida, de mi pasado, de mis recuerdos, de mis sueños, de mis añoranzas, de mis despertares. De… todo

¡No puedo! Estoy atada a mi propio ser. No puedo desprenderme. ¡¡INFELIZ DE MÍ!!

¡Estoy atrapada en este eclipse que se ha instalado en mi alma!

¡Miro mi cuerpo!… Una luna, una estrella en el pecho. Mis propias marcas personales. Toco mi tobillo izquierdo. Algo quema mi mano. Un sol. Un eclipse de sol, se ha instalado para siempre en mí. Jamás seré lo que era antes. La vida cambió mi ser, mi esencia, mi alma. La realidad me invade y me instala en este presente. Un rayo de luz se sale de este eclipse – pienso-. Suficiente para mí. Debo recobrar el brillo de mi alma, las lunas y estrellas de mis noches, ¡La paz después del holocausto que me propinó la vida!

¡Estoy del lado obscuro en este eclipse del alma! Con todo lo que queda de mí para recobrar el brillo de mi ser. Cierro los ojos para mirar dentro de mí. ¡Los abro! ¡Corro! ¡Grito! ¡¡Lucharé con todas mis fuerzas!!

¡¡¡YO TENGO LUZ PROPIA…!!!

SUEÑOS LÍQUIDOS

Estoy en la sala de arriba. Observo a mí alrededor, hay mucho tiradero: ropa por todos lados. Empieza mi labor de todos los días. Aunque no sé por qué en esta tarde especial todo es más aplastante.

Separo la ropa por color, obscura y blanca. Me dirijo a la lavadora con un montón de ropa. Por la ventana veo la claridad del cielo… De pronto ¡Está obscuro!

¿Cómo? ¡Obscureció muy rápido! El tiempo se fue sin sentirlo. ¡No lo puedo creer!

¡Me doy cuenta que estoy sola! Viene a mi mente el recuerdo de él. ¡Entonces tengo conciencia que él ya no está!

El aire frío de la noche empieza a entrar. En un fuerte vaivén golpea la hoja de la ventana que da hacia el solar una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez.

El eco del golpe suena por toda la casa, golpeando las paredes, recordándome lo vacía que está. Resonando por todo mí ser, invadiendo los sentidos, llegando hasta lo más profundo de mí. Todo está hueco. Pongo mi mano en el pecho, el eco está aquí en mis oídos mostrando lo vacío de mi alma.

Suena el teléfono. La voz de mi padre del otro lado del auricular me dice - ¿Hija a qué hora vas a venir por las niñas? Ya me quiero dormir -.

-Sí, ahorita ya voy- Cuelgo y corro por mi suéter. La bolsa donde está la licencia protectora para que no me multen. Cierro la ventana. Me dirijo al garaje. ¡El coche no está!

Otra vez su recuerdo viene a mi mente. Con él la nostalgia, la nostalgia traspasando mi alma hiriendo mi corazón. La ausencia. ¡¡¡Él no está!!! No estará nunca más.

¡Ah! el coche. Ya recuerdo. Lo dejé en casa de mis padres hoy en la mañana, cuando dejé a mis hijas. Ni modo iré a pie.

Abro la puerta. Está lloviendo. El espanta espíritus de la entrada me anuncia que el aire está muy fuerte. Regreso por un paraguas. Lucho contra el viento para que la dirección del paraguas tape mi cara, mi cuerpo. ¡Es difícil salir! Pero por fin logro pasar por la puerta blanca de la entrada, muy estrecha, demasiado estrecha para mi gusto.

Empiezo a caminar en dirección al metro, pero el aire ¡No me deja avanzar! La lluvia golpea fuertemente mi