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Crisis Mundial ¿Casualidad O Profecia?
Crisis Mundial ¿Casualidad O Profecia?
Crisis Mundial ¿Casualidad O Profecia?
Libro electrónico169 páginas2 horas

Crisis Mundial ¿Casualidad O Profecia?

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El autor presenta en esta obra, en un vocabulario sencillo pero hermoso, la explicacin de la profeca de Daniel 2. Lo especial de esta profeca en particular, es que su cumplimiento abarca hasta nuestros das, y se ha estado cumpliendo a la perfeccin. Si usted desea saber, en que parte de la historia de este mundo se encuentra, esta es la mejor opcin. Si usted quiere saber, que pasar en un futuro cercano con la humanidad, aqu estn las respuestas.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento8 feb 2012
ISBN9781463316822
Crisis Mundial ¿Casualidad O Profecia?
Autor

Walter Umaña

Walter Umaña Altamirano es costarricense. Con su estilo único nos sigue presentando sus obras de arte. La primera joya que compartió con nosotros es un hermoso libro de motivación titulado “Los 12 secretos para ser prospero y feliz”. Esta guía para el éxito y la felicidad ya está en todo el mundo en inglés y español. Seguidamente publicó con gran éxito “crisis mundial, ¿casualidad o profecía?”, donde explica de una manera clara y sencilla, la profecía de Daniel II que abarca hasta nuestros días, mostrándonos por qué estamos viviendo en esta crisis. De su cofre sale ahora este tercer libro lleno de inspiración y consejo que nos ayuda no solo a distinguir el verdadero pueblo de Dios, sino que nos lleva a descubrir las 5 verdades que tiene que ver con nuestra salvación. Esta obra clara y simple, se presenta ahora ante usted para que tomes tu propia decisión. Muy pronto saldrán otras joyas de su cofre, algunas tan variadas como salud, historias para niños, temperancia, devocionales, consejos para la juventud y claves para triunfar en las empresas, ideas futuristas para inventores y mucho más. El autor administra su propia empresa con su esposa y en sus ratos libres, su pasatiempo entre otros, es ordenar y editar una gran cantidad de materiales que están comenzando a circular por todo el planeta.

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    Vista previa del libro

    Crisis Mundial ¿Casualidad O Profecia? - Walter Umaña

    Contents

    Agradecimiento

    Prólogo

    CAPITULO I

    CAPITULO II

    CAPITULO III

    CAPITULO IV

    CAPITULO V

    CAPITULO VI

    CAPITULO VII

    CAPITULO VIII

    CAPITULO IX

    CAPITULO X

    CAPITULO XI

    CAPITULO XII

    CAPITULO XIII

    CAPITULO XIV

    CAPITULO XV

    CAPITULO XVI

    Conclusión

    Bibliografía

    Agradecimiento

    —0—

    Agradezco a Dios primeramente, que me ha despertado la pasión para escribir. Al evangelista Alejandro Delgado por su valiosa revisión y consejo. A mi asistente Linda Fuentes, por la revisión del material y sus sugerencias tan oportunas y por supuesto a mi maravillosa esposa que me apoya en todo momento y me inspira con su inteligencia.

    —0—

    Prólogo

    Hace más de 2500 años que la profecía de Daniel 2 fue escrita, y lo increíble de la misma es que se está cumpliendo a la perfección y alcanza hasta nuestros días.

    ¿Qué falta por cumplirse? ¿En qué parte de la historia de este mundo nos encontramos? Por increíble que parezca, esta profecía no ha tenido un solo error durante su desarrollo, pero aun queda por cumplirse parte de ella, y esto afecta a todos los habitantes del planeta.

    Entender que una profecía puede afectar nuestras vidas para siempre, debería de llamarnos la atención con urgencia y ésta, para muchos, aun es desconocida.

    El rey Nabucodonosor había estado meditando en su cama, preocupado por el futuro y en aquella misma noche había tenido un sueño extraño que lo hizo despertarse y no había podido dormir más. Trataba de recordarlo pero no podía.

    Dios en su gran amor, responde a su siervo Daniel y le presenta el sueño y la interpretación.

    Hoy asombrosamente, se puede encontrar en cualquier biblioteca, que el orden de los imperios que vendrían según el sueño que tuvo el rey, se han estado dando con una exactitud asombrosa, y sin el mas mínimo error, y no hay mente humana que pueda explicar este misterio, excepto los que la aceptan por fe si creen en el originador de los mundos.

    Lo interesante es que esta profecía sigue avanzando sin la mas mínima alteración, y se repite en Daniel 7 y 8 y luego 600 años mas tarde, el apóstol Juan vuelve a tener la información amplificada y explicada para que la escriba pues el tiempo se acerca.

    Estamos a las puertas de un evento maravilloso para algunos y de confusión indescriptible para otros. ¿Cuánto más falta? ¿En qué parte de la profecía estamos?

    El mundo avanza hacia los últimos días y aunque muchos no lo quieran aceptar, ya está afectando sus vidas. Se habla de países en vías de desarrollo pero cada día hay más pobreza, terremotos, inseguridad, cambios climáticos y hambrunas.

    Se habla de países desarrollados pero sus leyes solo favorecen a los más ricos y los pobres luchan día a día por llevar el pan a su mesa. Los bancos que en un principio fueron establecidos para favorecer al pueblo, ahora buscan como estafar al pueblo.

    La bolsa de valores que debería ser transparente en sus transacciones, juega con la economía del mundo, sin darse cuenta que tarde o temprano ella también irá al caos.

    Los ríos se están secando y los que aun se preservan se están contaminando. El mar alarmantemente se está calentando, y a la vida marina le queda pocos años. Los pocos bosques se siguen cortando sin control y el hombre explota los recursos a toda marcha solo por buscar unos cuantos centavos que al final de cuentas, afectará a todas sus generaciones futuras.

    Los países de más tecnología corren para encontrar otro lugar fuera de la tierra que se pueda colonizar pero la profecía parece ya no dar tiempo. La tierra está agotada y la agricultura cada vez produce menos.

    La población mundial sigue creciendo en forma desordenada y las cosechas de granos básicos son mermados por el trastorno del clima. Cuando las naciones se den cuenta de la urgencia de hacer algo, será demasiado tarde.

    ¿Quién podría creer hace unos años atrás, que algún día venderían el agua en botellas? ¿Qué habría millones de niños y adultos muriendo de hambre? ¿Qué la mayoría de los gobernantes se harían tan corruptos y se olvidarían de los mas desprotegidos? ¿Quién podría creer que algún día el hombre se olvidaría de la Ley de Dios a tal punto de pisotearla y burlarse de ella? La copa de la ira de Dios, está rebozando y ya comenzó la cuenta regresiva.

    Todavía hay tiempo para los que deseen enderezar sus veredas. ¿Cuál es mi consejo? Solo hay dos caminos. El bien y el mal. Tú fuiste creado con libre albedrío. Tú mismo tienes la responsabilidad de elegir tu destino.

    La Biblia siempre ha sido una carta de Amor dejada por Dios a sus criaturas, pero pocos son los que la escudriñan con el deseo sincero de aprender y obedecer. Estimado lector. No hay otro camino. Esta profecía nos muestra el tiempo en que vivimos. Estamos muy cerca de un gran acontecimiento y todas las señales que se están dando marcan el inicio del fin. Queda muy poco tiempo y los que se acerquen con humildad y corazón sincero a la palabra de Dios, recibirán una orientación a tiempo para que haga los preparativos que tenga que hacer.

    Ojalá este segundo libro que sale de mi colección, te pueda mostrar la luz que tanto necesitas y te puedas preparar para lo que viene.

    Al descubrir en que parte de la profecía estamos viviendo, te darás cuenta que ya el tiempo se acaba y que las señales están por todas partes. Si esta profecía se ha estado cumpliendo a la perfección. ¿Por qué habría de fallar en su última etapa? Después de leer este libro tus afanes y planes en esta vida deberían de cambiar. Permitamos que la misma Biblia nos vaya explicando la profecía para que no sea el ser humano sino el divino, el que nos lleve a entenderla. Es mi deseo y oración que este material haya llegado en el tiempo indicado a tu vida, y se lo dedico a todas las personas que tendrán que tomar una decisión por Cristo muy pronto, y oro para que sean valientes y no tengan temor, pues el tiempo está cerca.

    CAPITULO I

    UN JOVEN LLAMADO DANIEL

    605 a.C.

    Con la multitud que se dirigía hacia las lejanas tierras de Babilonia, iba un joven cautivo, llamado Daniel.

    Jerusalén había sido invadida por el ejército Babilónico. Los profetas una y otra vez, habían llamado a sus habitantes al arrepentimiento, pero muy pocos habían creído y habían buscado renovar su pacto con su Dios. Aún lo que quedaba de aquel hermoso templo levantado por Salomón y cubierto de oro, no había sido respetado. La profecía se estaba cumpliendo. Con solo 15 años e hijo de una familia influyente, Daniel caminaba con la caravana de prisioneros, callado, meditando en todo lo que le estaba sucediendo.

    ¿Qué pensamientos estarían pasando por la mente de este joven?

    Daniel tenía bases espirituales muy firmes, que sus padres le habían inculcado; y tenía muy claro en quien había creído. Se propuso en su corazón, ser fiel al Dios de sus padres pasara lo que pasara, y mientras seguía avanzando la gran caravana de soldados y prisioneros, pedía a Jehová, lo protegiera. Sabía que ahora se estaban cumpliendo las profecías, de las que los profetas habían advertido una y otra vez y de las que sus padres conocían, y le habían enseñado.

    Aquella travesía probablemente tardaría varias semanas.

    Con unos pocos descansos en el camino y a la señal de los soldados, se levantaban muy de mañana para seguir la ruta aprovechando lo fresco del día. Aquella caravana se desplazaba lentamente pero casi sin descanso durante el día, pues según los soldados que daban las órdenes, faltaba mucho por recorrer.

    Poco a poco después de varias semanas, cruzando montañas y lugares desolados, comenzaba a divisarse a lo lejos una inmensa llanura de pastizales verdes y grandes cultivos. Cada vez se notaba más y más movimiento de ganados y ovejas que iban de un lado a otro. El agua del río Tigris y Eufrates era de gran abundancia, para abastecer aquellas grandes llanuras que parecían interminables, y los campos se veían verdes y florecientes. Aquella gran planicie se extendía por kilómetros y kilómetros, y su riqueza era en abundancia, mostrando una gran variedad de frutales y grandes sembradíos de todo tipo de granos. Parecía que la tierra era muy dadivosa con aquellos pobladores. Jerusalén ya había quedado muy atrás.

    Daniel, en el transcurso del camino, pudo reconocer a algunos de sus amigos, que también habían sido tomados cautivos. Estaban impresionados de ver aquellas ricas tierras.

    Ahora los soldados estaban siendo más generosos, y les daban mas variedad de frutas y carne, pues parecía que ya todo lo que había en esa zona les pertenecía, y sobre la ruta tenían destacamentos militares con provisiones.

    Según se había escuchado por los comentarios de los soldados, no tardarían en llegar a la capital de su imperio, llamado Babilonia. Así escuchó Daniel, el nombre de lo que sería su nuevo hogar.

    Daniel y sus amigos, caminaban meditando en todo lo que había pasado con su querido pueblo, y sabían que tal vez, no volverían a ver más a sus familias; algunos porque habían muerto delante de ellos, y otros porque no se sabía si venían en la gran multitud.

    Por fin, después de una larga travesía de varias semanas, comenzaba a divisarse en el horizonte las primeras torres de la ciudad. Aquellos edificios majestuosos y llenos de adornos y riqueza, mostraban a Daniel el lugar donde viviría de ahora en adelante.

    Nabucodonosor había hecho florecer su imperio, y casi todos sus edificios llevaban su nombre en los ladrillos. Figuras de leones alados, sobresalían en los murales como mostrando la fortaleza del imperio.

    Daniel se sentía cansado y solo sin sus seres queridos, pero no sentía temor, algo le decía que confiara en su Dios. Junto con otros jóvenes fue separado del grupo, y fueron encaminados hacia otro edificio cerca del palacio; mientras que los demás prisioneros, se quedaron a la entrada de la ciudad para ser reubicados. Daniel y sus compañeros, no dejaban de observar aquellos enormes murales, que adornaban las paredes con animales de colores, y grandes arcos con finísimas cortinas. Después de todo, si ahí pasaría la noche, no estaba tan mal, pues había frutas, semillas, y agua en abundancia.

    El rey había ordenado, que trajeran lo mejor de las familias, para capacitarlos, y enseñarles su lengua y su escritura, y escoger así, a los más sobresalientes para darles cargos públicos.

    La idea era hacerlos olvidar completamente sus raíces, y hacerlos producir para su reino; y de alguna manera borrar también su fe del corazón. Algo así como la filosofía nazi.

    604 a.C.

    Daniel y algunos de sus amigos, habían pasado las pruebas, a las que se le sometieron, demostrando que eran muy superiores a la mayoría. Sus respuestas a las preguntas, eran inteligentes y de una sabiduría superior. Se les había aceptado en la Universidad de Babilonia; donde estudiaban solo los mas sobresalientes.

    Aquel primer día, Daniel no se había sentido muy bien, estaba triste, pues hasta su nombre había sido cambiado en la corte real. Ya no se llamaría Daniel, sino Beltsasar, para hacerle honor al dios de Babilonia, Bel. Sus amigos, Ananías, Misael y Azarías, habían corrido la misma suerte, pues se les llamó con nuevos nombres. Sadrac, Mesac y Abed-Negó, respectivamente.

    Pareciera que las intenciones de aquel gobernante, era borrarles de su memoria cualquier recuerdo, para evitar futuros conflictos y había ordenado a Aspenaz que se les diera nuevos nombres, en honor a sus deidades, pero lo que bien se aprende, nunca se olvida.

    Aquellos manjares del palacio, que supuestamente eran los mejores, serían también parte de su alimento diario, pero los jóvenes judíos, se dieron cuenta que no solo algunos de esos alimentos eran perjudiciales para su salud, pues había mucha carne, incluyendo cerdo, y vino todo el que quisieran tomar, sino que también, estos alimentos eran ofrecidos a los dioses de Babilonia, lo que hizo a Daniel y a sus amigos tomar una decisión.

    Daniel 1:8 Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunicos que no se le obligase a contaminarse.

    Con respeto, Daniel se dirigió a Aspenaz, solicitándole que por favor les cambiaran la dieta, pues ellos preferían frutas, legumbres y agua, en lugar de carnes y vinos, lo que hizo a Aspenaz rehusarse al principio, temiendo que sus semblantes decayeran, pero con paciencia, Daniel le suplicó a Melsar, el encargado de la comida, que los pusiera a prueba por 10 días, y si al cabo de esos días, no notaba cambio favorable, les diera lo que se les había ofrecido en un principio. Los muchachos cayeron en gracia con el guardia, y decidió ponerlos a prueba, tal como ellos se lo solicitaron. Al cabo de pocos días, sus rostros se veían mucho mejor y más fuertes que los otros muchachos, por lo que Melsar siguió dándoles lo que habían solicitado.

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