Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Historias de Amor y Sexo alrededor del Mundo. Segunda parte. Historias Reales.
Historias de Amor y Sexo alrededor del Mundo. Segunda parte. Historias Reales.
Historias de Amor y Sexo alrededor del Mundo. Segunda parte. Historias Reales.
Libro electrónico118 páginas2 horas

Historias de Amor y Sexo alrededor del Mundo. Segunda parte. Historias Reales.

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

¿Nunca has soñado con viajar por el mundo y conocer a chicas de diferentes países?

Con este libro te voy a llevar a través de cinco historias reales que suceden en diferentes países con diferentes tipos de chica. No siempre va bien, pero siempre es interesante.

Hace cinco años empecé a viajar por el mundo y desde entonces he conocido a mucha gente diferente, visto cosas increíbles y disfrutado de muchas experiencias apasionantes.

Este es un recopilatorio de las mejores historias de amor y sexo que he vivido durante el transcurso de mis viajes.

Compra Historias de Amor y Sexo ahora y empieza a disfrutar.

«Me ha sorprendido lo sencillo de leer que es y lo rápido que pasa el tiempo de lectura cuando te sumerges en sus historias, las cuales explican las vivencias del autor en diferentes partes del mundo». Dani P.

«Ver el punto de vista de un hombre con respecto a situaciones de este tipo me ha tenido en vilo durante toda la lectura». Erika G.

«Es un libro entretenido que te lleva a diferentes aventuras de amor y desamor viajando. Me sentí identificado en muchas de las historias». Carlos L.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento13 ene 2018
ISBN9788491751748
Historias de Amor y Sexo alrededor del Mundo. Segunda parte. Historias Reales.
Autor

AlbertTheWriter

Thanks to the immorality of the bank where I worked I was able to sue them and get a good amount of money. I found myself with money in my account, for the first time in my life. I didn’t have a mortgage, wife, cat or dog. And I thought: «I am totally free, now what?» After a lot of thinking I realized it was the perfect time for me to travel and see the world. It was then when I started to write my Stories of Love and Sex. So my relationships while traveling. And it has been the best time of my life.

Relacionado con Historias de Amor y Sexo alrededor del Mundo. Segunda parte. Historias Reales.

Libros electrónicos relacionados

Viajes para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Historias de Amor y Sexo alrededor del Mundo. Segunda parte. Historias Reales.

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Historias de Amor y Sexo alrededor del Mundo. Segunda parte. Historias Reales. - AlbertTheWriter

    INTRODUCCIÓN

    Trabajé en un banco durante cuatro años. Al principio era feliz. Estaba en lo que se suponía que era un buen trabajo y que, aparte, tenía cierto prestigio. Cada día vestía de traje y corbata. Hablaba con gente importante y realizaba gestiones que implicaban bastante responsabilidad.

    Después de haber trabajado durante años vendiendo puerta a puerta, sentí como si hubiera hecho un enorme salto hacia delante.

    Poco a poco, mi manera de pensar fue cambiando. Hasta que, en los últimos dos años, veía las cosas totalmente diferentes. Por muchas razones. Falta de moral, estratagemas ilegales, despidos de mujeres embarazadas, dar préstamos a gente que no hablaba ni castellano a unos tipos de interés usureros y un largo etcétera. Eran cosas que había estado viendo desde el principio. Intenté no darle importancia durante un tiempo, pero llegó un momento en que ya no pude mirar hacia otro lado.

    Gracias a su inmoralidad, pude denunciarles. Lo que me llevó a una batalla judicial que duraría más de seis meses. Durante todo ese tiempo me presionaron para aceptar una pequeña indemnización y largarme. No acepté y poco a poco fueron subiendo la cifra.

    El día del juicio, el juez me dijo que sería mejor si llegaba a un acuerdo. De lo contrario, debería continuar trabajando en el banco y eso no sería bueno para mí, por lo que el juez pospuso el juicio un mes para darnos más tiempo a ambas partes. Me sorprendió mucho que hiciera eso. Pensaba que la justicia funcionaba de otra manera. Inocente de mí.

    Llegó el momento en que tuve que decidir entre hacer justicia o aceptar un dinero e irme. Mi primera idea era hacer justicia, lo que representaba continuar trabajando en el banco. Por desgracia, como el juez insinuó, eso me habría hecho infeliz.

    Hice una contraoferta al banco que representaba cuatro veces la primera cantidad que me ofrecieron. Para que te hagas una idea de cómo intentan darte la patada pagándote lo mínimo. Su primera reacción fue decir que era una locura. Por suerte, a mí de daba totalmente igual. Si no accedían, iríamos a juicio. Es lo bueno de no tener nada que perder.

    Finalmente aceptaron, con lo que opté por el dinero y por ser libre, con lo que me encontré con dinero en el banco, sin hipoteca, ni mujer, ni hijos, ni perro, ni gato y pensé: «Soy completamente libre, ¿y ahora qué?».

    Me pasé semanas pensando qué hacer. Tuve muchos dolores de cabeza. Al final decidí que era el momento perfecto para viajar y ver mundo. Hacía tiempo que tenía esa idea en la cabeza. Pero cuando entré a trabajar en el banco, creí que ya no lo haría. Pensé que trabajaría allí hasta que me muriera. La vida da muchas vueltas.

    Australia fue la primera parada de mi viaje. Cuando llegué, miré al cielo y pensé: «¡Esto me gusta!». No me refería a Australia, que también me gusta, sino a la sensación de libertad. Una sensación que me perseguirá para siempre.

    Hasta este momento, he viajado durante más de cinco años por Francia, Italia, Finlandia, Alemania, Tailandia, Laos, Camboya, Vietnam, Malasia, Indonesia, Filipinas, Singapur, Australia, India y otros países.

    Todo lo que escribo es verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Aunque alguna cosa os pueda parecer increíble, prometo que es real. Como la vida misma.

    Esta es la segunda parte de un recopilatorio de las mejores historias de amor y sexo que he vivido durante el transcurso de mis viajes.

    1. LA LIBERAL INESPERADA

    De Australia a Malasia

    Vuelo desde Sídney, Australia, a Kuala Lumpur, la capital de Malasia. Después de Australia se suponía que debía volver a casa, pero algo me dice que todavía no es el momento de hacerlo. Por algún motivo que aún no consigo ver, creo que necesito continuar viajando.

    Durante el vuelo aprovecho para repasar la guía sobre mi próximo destino: Malasia es un país del sudeste asiático. Tiene unos treinta millones de habitantes. Hay una fuerte presencia de chinos y descendientes de chinos, los cuales representan el veinte por ciento de la población. Se dice que ellos controlan la economía. También hay una numerosa comunidad india, llegando a ser el diez por ciento de los habitantes. La principal religión del país es el islam.

    En el área metropolitana de Kuala Lumpur viven más de siete millones de personas. Digamos que es una ciudad con bastante ajetreo. Parece que hay gente en la calle durante todo el día.

    Es la primera vez que vengo aquí. También es la primera vez que estoy en el sudeste asiático.

    En el apartado de advertencias de la guía he leído que he de ir con mucho cuidado. Al parecer hay bastantes carteristas. Te pueden copiar la tarjeta de crédito en las tiendas. Los taxistas te quieren timar. Que es mejor no salir solo por la noche y más cosas. Da miedo al leerlo. No sé si será tanto como dicen. Lo cierto es que si hicieras caso a todas las advertencias no saldrías de casa. De cualquier manera, llevaré mi cuchillo en el bolsillo por si acaso.

    Quiero añadir que, después de llevar cierto tiempo viajando, te das cuenta de que la gente es mucho más buena de lo que te enseñan en la televisión. En mi opinión, las noticias son basura y no te puedes creer nada de lo que dicen.

    En cuanto a zonas donde dormir, parece que Chinatown sería la mejor opción siendo un mochilero. La guía de viajes recomienda algunos hostales baratos, pero no hay uno en particular que me llame la atención, con lo que me dirigiré allí y visitaré unos cuantos antes de escoger.

    Cuando llego al aeropuerto de Kuala Lumpur me dirijo a una taquilla donde se ofrecen taxis para ir a la ciudad. Es un precio fijo, con lo que de momento me evito timos.

    Con el ticket en la mano me dirijo a la cola de los taxis e inmediatamente un hombre me medio empuja dentro de uno. Parece que van por faena.

    Al entrar en el taxi noto un fuerte olor a tabaco, aunque tiene un toque aromático. Supongo que aquí todavía está permitido fumar en los taxis, no como en Europa. Una vez me acomodo en el asiento trasero, me doy cuenta de que el taxista parece hindú, y su acento también. Habla inglés, pero cuesta horrores entender lo que dice. A veces tengo que pedirle que repita las cosas tres veces. En algunas ocasiones incluso desisto y le digo que no entiendo, que mi nivel de inglés es muy malo. De esta forma, intento evitar que se sienta mal.

    De camino a Chinatown, el taxista me explica un poco sobre el lugar:

    —Has de ir con cuidado en esta ciudad. Algunas zonas no son buenas.

    —¿Qué tal en Chinatown? —le pregunto.

    —Está bien. Solo has de ir con cuidado con los carteristas. Aprovechan las multitudes para coger tu dinero.

    —Como en mi ciudad. Nada nuevo.

    —¿De verdad? Pensaba que en Europa no pasaba esto.

    —En Barcelona hay muchos. No son peligrosos, pero te pueden sacar el dinero sin que te enteres.

    —¿Por qué has venido a Malasia? —me pregunta el taxista.

    —Pues para visitar el país. Las zonas turísticas y esas cosas.

    —¿Te gustaría conocer a alguna chica?

    —Si se da el caso.

    —Conozco un sitio donde puedes conocer chicas.

    —¿Te refieres a un bar? —le pregunto de forma inocente.

    —Sí, es un bar donde hay muchas

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1